Ausencia de profesionalización diplomática: un problema de Petro y Duque
Aunque el primer mandatario se comprometió con nombrar diplomáticos de carrera, la promesa no se habría cumplido, de momento.
Gustavo Petro lleva dos meses en la Casa de Nariño y hasta el momento ha firmado 14 decretos relacionados con la actividad diplomática. Buena parte de estos son nombrando embajadores y cónsules, lo que demuestra que el presidente está muy activo configurando su servicio diplomático. Más allá de alguna que otra pequeña polémica, las designaciones han sido más que aceptadas.
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Gustavo Petro lleva dos meses en la Casa de Nariño y hasta el momento ha firmado 14 decretos relacionados con la actividad diplomática. Buena parte de estos son nombrando embajadores y cónsules, lo que demuestra que el presidente está muy activo configurando su servicio diplomático. Más allá de alguna que otra pequeña polémica, las designaciones han sido más que aceptadas.
Sin embargo, desde la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular (Unidiplo), sindicato de miembros de la carrera diplomática, han llamado la atención sobre el camino que ha venido teniendo los nombramientos presidenciales. De acuerdo con el gremio, las designaciones presidenciales estarían yendo en contravía al compromiso de campaña y del canciller Álvaro Leyva de apostarle una vez por todas a la carrera diplomática y a la profesionalización del servicio exterior.
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Las promesas a la que hace referencia Unidiplo vienen de abril, cuando el ahora mandatario era candidato y se comprometió a que en la carrera diplomática se iba a privilegiar el “mérito y la experiencia de los funcionarios”. Incluso se puso sobre la mesa una nueva fórmula para definir los destinos de los embajadores.
Esta promesa fue reafirmada por el canciller Álvaro Leyva en distintos espacios. “Le vamos a dar preferencia a la carrera diplomática. Esto no es para la clase política, no es para regalarlo, es para gozar de todos los conocimientos de ustedes enriquecidos con esta nueva visión de que podemos darle una presentación diferente a Colombia”, comentó el responsable del Ministerio de Relaciones Exteriores con empleados de la cartera.
No obstante, la promesa, hasta el momento, serían solo palabras. De los 14 nombramientos relacionados con el servicio exterior que tienen un decreto en el Dapre -incluyendo al canciller-, solo cuatro están vinculados con la carrera diplomática. El resto se podrían catalogar como nombramientos de corte político, o al menos ajenos a los que ha seguido el escalafón diplomático.
Frente a esta situación, Duvan Ocampo, presidente de la junta directiva de Unidiplo, comentó que no ha existido cambios en el manejo del servicio exterior, a menos en estos dos meses de mandato. “Nos preocupa porque el gobierno fue elegido con una visión de cambio con una cantidad de propuestas de apoyo a la carrera diplomática y la meritocracia”, señaló el también ministro plenipotenciario.
En este punto rescató las palabras de Leyva, “de favorecer la carrera diplomática”, para cuestionar la actitud del gobierno, puesto que “lo que vemos es que en la mayoría son nombramientos políticos o sin cumplir los requisitos”. Para Ocampo, “lo que hemos visto es que no ha habido avance en la promoción de la carrera”.
No obstante, indicó que esto no es un asunto de solo este gobierno, sino que es un tema que se viene arrastrando de administraciones atrás, incluso en la de Duque, en la que, de acuerdo con el diplomático: “hubo grandes dificultades en muchas personas nombradas en consulados y embajadas”.
Precisamente el expresidente Iván Duque fue otro de los que en campaña se comprometió a una mayor profesionalización en el servicio exterior y se puede llegar a decir que en un primer momento se notó la intención. Sin embargo, el impulso se perdió y se volvió al enfoque de suplir importantes embajadas con aliados políticos. Fuentes del servicio diplomático destacaron que en un momento se llegó a un 30% de embajadores pertenecientes a la carrera, pero al final se perdió el impulso y se regresó al 20%, el piso que define la ley.
Por eso, el pedido que hacen desde el sindicato es que “las promesas se hagan realidad”, para ello solicitan que las cuotas de acceso para los embajadores sean más altas. “Tenemos 60 cargos de embajadores por debajo de su rango y otros 45 funcionarios de carrera por debajo de su rango porque hay provisionales en los cargos que deberían asumir ellos”, expresó la cabeza del sindicato.
Ocampo reiteró que esta situación no es solo del actual gobierno y que en ningún momento se está rompiendo la ley cuando se nombran ajenos de la carrera diplomática en cargos provisionales o en embajadas, pero reiteró que “es favorable contar con cargos diplomáticos senior dentro de la carrera, debido a que ellos se preparan para asumir estos cargos”.
Tanto Duque como Petro se comprometieron con la cifra de 50% de embajadores provenientes de la carrera, pero la promesa se ha quedado en los escritorios. Además, el otro problema, más allá de la preferencia de embajadores por designación política, es que los diplomáticos de carrera terminan en plazas cuya relevancia para las relaciones bilaterales de Colombia no es tanta. Aunque en este caso, la representación de Unidiplo aseguró que cualquier lugar es igual de importante para las funciones diplomática, sin importar la relevancia política.
Duque V.S Petro: los nombramientos diplomáticos de sus primeros dos meses
Tanto el expresidente como el primer mandatario actual emitieron compromisos de que, al menos, el 50% de los embajadores iban a ser de carrera. Es muy pronto para juzgar si Gustavo Petro cumplirá su promesa, pero se puede llegar a hacer un ejercicio de comparación de los primeros dos meses de cada gobernante para ver el tamaño del compromiso con la profesionalización del servicio diplomático durante los primeros días de mandato.
En el caso de Gustavo Petro, hasta el 30 de septiembre, se firmaron 12 decretos relacionados con el servicio diplomático. De estos, 9 son nombramientos de embajadores, uno es de cónsul, uno es de secretario de Cancillería y el otro es el del canciller Álvaro Leyva. También en el sistema de postulaciones está la hoja de vida de Eduardo Ávila como posible embajador en España y William Salamanca como cónsul.
En el caso de Iván Duque, en ese mismo periodo, pero en 2018, había realizado 17 nombramientos relacionados con el servicio diplomático. De estos, solo nombró 2 embajadores en propiedad, 2 embajadores no residentes, 3 secretarios de embajadas, un cónsul, un viceministro, un ministro plenipotenciario, un ministro consejero, un secretario de Cancillería y el canciller. Asimismo, firmó un traslado de planta.
Si es tan solo por el número de decretos y el tipo, se podría decir que Gustavo Petro ha tenido un mayor interés de meterle mano a las cabezas de las embajadas y representaciones de Colombia en el mundo, mientras que Duque, en sus primeros dos meses, tuvo una distribución diferente en cuanto a sus nombramientos: nombró pocos embajadores y entró a hacer movimientos en las estructuras medias.
Por otro lado, solo mirando la procedencia de los nombramientos, se podría llegar a decir que hubo un mayor interés inicial de Iván Duque por impulsar la carrera diplomática, aunque al final se quedó con los mínimos exigidos por ley. En cambio, hasta el momento, Gustavo Petro estaría dándole una prelación a los nombramientos de índole política: 10 nombramientos sin carrera contra solo 4 de carrera.
Además, vale reseñar que varios de los nombramientos de Gustavo Petro son figuras políticas cercanas como León Fredy Muñoz, exrepresentante de la Alianza Verde que resultó quemado, el exsenador Armando Benedetti, el exgobernador Camilo Romero, y el excandidato vicepresidencial Luis Gilberto Murillo.
También están los posibles nombramientos en la embajada de España del empresario Eduardo Ávila y en el consulado de Miami del general en retiro William Salamanca. Ninguno de ellos tiene antecedentes de carrera diplomática. En esta camada se encuentran de igual manera la lideresa indígena Leonor Zabalata, embajadora ante la ONU en Nueva York, y Luis Ernesto Vargas como embajador en la OEA. Este último tiene experiencia ante la CIDH, pero aún así no tiene una carrera diplomática.
En el caso Duque, los nombramientos políticos no estuvieron tan presentes en los dos primeros meses. Para ese momento solo se reportaron seis nombramientos de este tipo, siendo los más representativos los de Francisco “Pacho” Santos, el exprocurador Alejandro Ordóñez y Luis Ernesto Araujo. Aunque el panorama después se volteó completamente, como se ha dicho arriba.
Por este último antecedente se puede decir que los primeros dos meses de gobierno no son precisos para mostrar el compromiso de un presidente con la carrera diplomática. Sin embargo, como señaló Unidiplo, sirven como alerta para ver la tendencia de nombramientos de un primer mandatario.