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Al margen del conflicto y ahora en democracia, el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) está padeciendo con creces las dificultades y desafíos que implica ser una organización política. Divisiones ideológicas, contrariedades y pulsos internos dan cuenta de ello. Ahora, cuando se conoce la supuesta expulsión de algunos de sus integrantes, habló Benedicto de Jesús González Montenegro –una de las voces más críticas de la actual dirigencia de la colectividad– quien advirtió de una “purga interna” contra posturas divergentes.
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González es recordado porque remplazó transitoriamente a Jesús Santrich en la Cámara, mientras se resolvía su proceso de extradición a Estados Unidos y actualmente, es gerente de Ecomun, la cooperativa para la reincorporación de los excombatientes. En su carta, reivindicó ser uno de los fundadores del partido y actual miembro del Consejo Nacional de los Comunes (CNC), y dijo no haber sido informado por la dirección de la colectividad (hoy en cabeza Rodrigo Londoño, Timochenko) de algún tipo de expulsión o proceso disciplinario.
Sin embargo, aseguró que interpuso recursos legales para exigir del partido de la rosa “claridad y una posición oficial” sobre la supuesta expulsión de varios miembros, entre ellos Andrés París, Fabián Ramírez y Pablo Atrato. En todo caso, González dijo no dudar que “exista una pretensión en este sentido por parte de un sector de la dirección del partido que, por casualidad e infortunio histórico, hoy ostenta una mayoría numérica”.
Según el excombatiente, esta supuesta motivación y accionar no solo es contraria al Acuerdo de Paz, la Constitución y las leyes, sino “a la decencia política y a la ética revolucionaria”. En esa línea, advirtió por una crisis generalizada en FARC, causada entre otras por contradicciones internas y en la misma dirección. Aunque manifestó que las diferencias deberían ser tratadas mediante el diálogo y el consenso, y no a través de la “exclusión y el revanchismo, negando la posibilidad del debate democrático”.
“Es de público conocimiento que estas prácticas son impulsadas por algunos signatarios del Acuerdo de Paz del Teatro Colón, dos de ellos senadores por el partido, en nombre de todos los excombatientes. El tamaño de sus arbitrariedades y lo oscuro de sus intenciones, son una verdadera afrenta al conjunto de los excombatientes, a quienes se le pretende excluir de la reincorporación política a la que todas y todos tenemos derecho. Es oportuno precisar que los derechos y garantías derivados de la reincorporación a la vida civil no dependen de la militancia partidaria, sino de la voluntad de cumplir con lo acordado”, declaró González.
En la carta, el dirigente señala que la purga interna que se vive en el partido “busca eliminar toda opinión crítica o divergente”, recurriendo incluso a la persecución a través de la calumnia y la estigmatización, para así garantizar mayorías a su favor en la Asamblea Nacional de los Comunes, próxima a realizarse.
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“Contradictoriamente se mantiene una actitud sumisa frente a al Estado que ha incumplido deliberadamente el Acuerdo de Paz, incluyendo la falta de acciones políticas y de masas, para exigir garantías políticas que paren el asesinato de los firmantes de la Paz cuya cifra supera ya los 200 excombatientes”, criticó González.
Al reafirmar sus posturas y posiciones, así como la de otras organizaciones, el dirigente recordó que se opusieron al nombramiento del hijo del exparamilitar Jorge 40 como responsable del tema de víctimas del Ministerio del Interior. Ese hecho fue considerado por González como “una provocadora acción del Gobierno que en mala hora respaldaron Timochenko y los suyos”.
Frente al hoy presidente del partido, González desmintió que sea cierta la versión sobre el frustrado atentado que sufrió en enero pasado. Si bien en su momento la Policía informó que dos exguerrilleros habían muerto en un enfrentamiento con agentes de esa institución cuando iban a atentar contra Rodrigo Londoño, los familiares de estos dos hombres y su abogado aseguraron tener evidencias de que fueron asesinados en circunstancias y tiempos diferentes.
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Ante ello, González advirtió que hay “sobradas razones e insumos probatorios” que indican que los hechos “riñen con la realidad”. De acuerdo con el dirigente, se trata de un falso positivo. “Los cuerpos reportados como muertos en el supuesto combate estaban con señales de tortura, incinerados y mutilados”.
Por otro lado, el excombatiente también expresó respaldo a quienes se opusieron al ascenso de oficiales como Nicasio Martinez, “señalados de tener relaciones con chuzadas, falsos positivos y corrupción administrativa”, alegando que fue “penosamente saludada” por Carlos Antonio Lozada. Frente al hoy senador, lo culpó de emprender una estrategia parlamentaria para “ser parte del paisaje”, mientras “se renuncia a la iniciativa política, se rompe con las luchas y movilizaciones del movimiento popular”.
Asimismo, la emprendió contra Pastor Alape, otro delegado de FARC, a quien señaló de promover negocios con empresas multinacionales mineras y de la palma, en contra de comunidades y sus territorios. También lo responsabilizó de convertir la reincorporación “en simple sobrevivencia individual, asistencialista y miserable (…) La reincorporación política no puede reducirse a curules para unos pocos y condiciones de miseria para la mayoría”.
Insistiendo en que estos desencuentros se están zanjando con la exclusión de los contradictores, señalamientos y difamación, González instó a que cesen estas acciones; se cambie el rumbo; se asuman garantías de la reincorporación, y se articulen esfuerzos, con todas las fuerzas que quieren seguir apostando por la paz.
“No es hora de mezquindades ni de cálculos burocráticos y electoreros inanes. Ad portas de nuestra Asamblea Nacional, en vez de purgas ilegales y estigmatizantes, lo que requieren los excombatientes y las gentes es que el partido los acompañe en la profundidad de los territorios, donde muchos se sienten abandonados y se encauce por la vía de la conquista, de los más sentidos anhelos de las y los colombianos, con el más amplio espíritu democrático y unitario”, precisó el dirigente, que reafirmó su militancia partidista y su compromiso con el Acuerdo.