Carlos Hernán Rodríguez regresó a la Contraloría tras una batalla jurídica de 363 días

El pleno del Congreso eligió nuevamente a Carlos Hernán Rodríguez como contralor general este 12 de junio, más de un año después de que fuera destituido por una determinación del Consejo de Estado, que encontró un vicio de procedimiento en su primera elección. Tras una extensa batalla que involucró tutelas, otros recursos jurídicos y maniobras políticas, el abogado vallecaucano regresó a la Contraloría con un discurso un poco más crítico hacia el Gobierno.

El pleno del Congreso eligió nuevamente a Carlos Hernán Rodríguez como contralor general este 12 de junio, más de un año después de que fuera destituido por una determinación del Consejo de Estado, que encontró un vicio de procedimiento en su primera elección. Tras una extensa batalla que involucró tutelas, otros recursos jurídicos y maniobras políticas, el abogado vallecaucano regresó a la Contraloría con un discurso un poco más crítico hacia el Gobierno.

Su segunda elección este miércoles fue el resultado de una jornada extraordinaria que se inició el pasado 21 de mayo, cuando la Corte Constitucional notificó al Congreso sobre los varios errores en el procedimiento que llevaron a su destitución en agosto de 2022. En esta ocasión, Rodríguez fue reelegido con 265 votos, incluso 5 más de los que consiguió la primera vez.

De acuerdo con el alto tribunal, durante el primer proceso, el Legislativo se habría saltado los criterios de paridad de género y de mérito. También, en su momento, la Sección Quinta del Consejo de Estado señaló que los parámetros de calificación fueron modificados “sin ninguna justificación”, movidas al parecer consentidas con el entonces presidente del Senado, Roy Barreras, y que demandaron los representantes Jennifer Pedraza (Dignidad y Compromiso) y Cristian Avendaño (Alianza Verde).

En todo caso, los recursos jurídicos y las movidas con las que Rodríguez buscó regresar a la Contraloría le rindieron frutos y será el encargado de vigilar la gestión fiscal y el buen uso de los recursos públicos hasta 2026, cuando finalizará su período. Esto, después de que el organismo permaneciera el último año a cargo del vicecontralor en funciones de contralor, Carlos Mario Zuluaga, cercano a las toldas conservadoras y al senador Efraín Cepeda.

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Las movidas de una elección anunciada

En los últimos 15 días, y como lo ordenó la Corte, el Congreso reabrió el proceso a partir de la elaboración de la lista de 10 elegibles. Y desde entonces, Rodríguez promovió con insistencia su nombre entre los parlamentarios. De hecho, de acuerdo con algunas versiones, se reunió con las bancadas de los partidos tradicionales en la semana inmediatamente anterior a la elección para asegurar los votos a su favor. Entre esa seguidilla de encuentros, el miércoles 5 de junio tuvo una cita con toda la bancada del Partido de la U.

De otro lado, según la bancada de Gobierno -que lo respaldo en un primer momento-, su relación con Rodríguez sigue siendo buena y, por eso, el Pacto Histórico se decantó por volverlo a apoyar este miércoles. Eso sí, pese a que, tras la nulidad de su elección en 2023, sintiera que el oficialismo “lo dejó solo” en su pelea jurídica. De todos modos, con todo eso, la elección de este miércoles ya estaba “cantada”.

Igualmente, en los últimos meses, el electo contralor buscó mayor respaldo en el Congreso, en donde logró que la mesa directiva del Senado esperara a que se resolviera la tutela que presentó para intentar recuperar el cargo. Y aunque luego de entutelar, la Sección Segunda del Consejo de Estado falló en su contra, la Corte sí lo amparó permitiéndole volver a participar.

También se conoció que se llevaron a cabo diversas reuniones privadas en el Capitolio para coordinar la espera del fallo. En una de esas citas habrían participado Rodríguez, Carlos Mario Zuluaga (vicecontralor), Iván Name (presidente del Senado), el conservador Efraín Cepeda, y el excontralor Felipe Córdoba, quien tiene fuertes vínculos con los partidos tradicionales y también estaba maniobrando para dejar a una de sus fichas en esa dignidad.

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Según fuentes, Córdoba estaba respaldando la candidatura de Andrés Castro, actual personero de Bogotá, quien destacó con el puntaje más alto en las pruebas de la UIS. Sin embargo, inesperadamente, Castro retiró su candidatura justo un día antes de la elección, reduciendo a solo 9 los posibles candidatos y allanando así el camino para la reelección de Rodríguez.

De otro lado, el excontralor también habría contado entre sus aliados con María Fernanda Rangel, quien en 2022 recibió el respaldo de todos los partidos tradicionales mediante una carta formal. Sin embargo, en esta ocasión su aspiración fue poco respaldada. Por un lado, porque estaría buscando llegar a la Defensoría del Pueblo y, por otro, porque los congresistas no querían generar “movimientos incensarios” en la Contraloría, donde reconocieron que tendrían participación burocrática. Rangel solo obtuvo un voto a favor en el Senado.

No obstante, Rodríguez sí tuvo que lidiar en las últimas horas con algunos sectores que buscaron frenar su elección. A la oficina de la presidencia del Senado llegaron por lo menos 5 documentos de veedurías ciudadanas y de cercanos a otros candidatos que pidieron sacar al ahora contralor de la lista. Estas cartas argumentaban que Rodríguez tenía un impedimento para participar, dado que ya había ocupado el cargo el año anterior.

Pero esa controversia parecía haberse zanjado desde que la Corte Constitucional permitió su participación nuevamente en el proceso. La anulación de su elección, en términos prácticos, significó que el tiempo en el que estuvo como contralor no existió. No obstante, aún podría haber sectores que intenten removerlo de nuevo utilizando ese argumento como base.

Los retos de Rodríguez en la Contraloría

El abogado palmireño regresará al cargo en medio de varios escándalos de corrupción que sacuden al país, como la presunta desviación de alrededor de $1 billón de la Unidad para la Gestión del Riesgo (Ungrd) durante la dirección de Olmedo López. Y también en medio de algunos problemas para cumplir con la meta fiscal.

En ese contexto, uno de los retos de la Contraloría en los próximos dos años será fortalecer la vigilancia para evitar la corrupción y buscar alternativas para la recuperación de los recursos públicos. Incluso, Rodríguez se comprometió durante su entrevista ante las plenarias del Congreso a recuperar $10 billones. No obstante, desde la misma Contraloría hay quienes no confían en esa promesa, pues el organismo enfrenta denuncias por posiblemente entregar puestos a dedo tras la creación de miles de cargos provisionales en los últimos años.

Según Mauricio Álvarez, miembro de la junta nacional de Confispcol, uno de los sindicatos de la Contraloría, han pedido que se deje financiado el concurso de meritos para proveer 3.000 cargos: “si no hay personal cualificado para esa tarea, no va a conseguir cumplir ese objetivo para recuperar recursos públicos”. Según dijo, “se están nombrando personas por favores políticos y no por condiciones técnicas”. Por eso, otro de los retos será formalizar esos puestos o eliminarlos, garantizando un ejercicio de revisión de la idoneidad profesional para los nombramientos.

De otro lado, Rodríguez tendrá que avanzar en el monitoreo de la ejecución de los proyectos claves para el país, a los que se han destinado millonarios recursos. En un momento en el que persiste la tensión entre el Gobierno Nacional y los privados, el órgano de control está haciendo seguimiento a 30 concesiones. Además, la Contraloría también deberá mantener el seguimiento fiscal de iniciativas como la reforma pensional. En los estudios sobre este proyecto la entidad ha advertido, entre otras cosas, que podría haber un “colapso administrativo” en Colpensiones.

Con todo esto, Rodríguez recibe el organismo en medio de un contexto político agitado y de algunos señalamientos que buscará resolver en los solo dos años en los que liderará nuevamente la Contraloría. Desde ya se comprometió con “la lucha contra la corrupción, el derroche y el mal uso de los recursos públicos”. Para cumplir con este objetivo, señaló que asumirá el compromiso con la “auditoría y control fiscal con independencia”.

Además, no dejó de lanzar un par de críticas al Gobierno, mostrándose un poco más distante que en 2022: cuestionó el bajo crecimiento de la economía en 2023. “Es importante revisar con mucho cuidado una adecuada planificación del presupuesto para 2025. Llamo la atención no solamente del Gobierno, sino también la responsabilidad del Congreso frente a las condiciones económicas”, indicó.

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