Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En la apabullante Cartagena, que por estos días ve las calles de su centro histórico tan llenas de turistas y tan ajenas a los propios, se empieza el año con una expectativa que no se vivía desde hace una década. Los efectos políticos de lo que sucedió en las elecciones del pasado 27 de octubre de 2019, cuando la sorpresa fue la victoria de William Dau Chamat sobre el favorito, William García Tirado, se empiezan a sentir.
Son varios los problemas que de manera urgente deberá atender el entrante mandatario, pero uno, sobre todo, cobra especial relevancia y es lograr que los cartageneros recuperen la confianza en la administración distrital.
No hay encuestas de opinión recientes que permitan tener datos sobre la favorabilidad con la que llega William Dau, sin embargo, un recorrido por las redes sociales y una rápida lectura de los comentarios de sus electores entregan una noción de que cuenta con el apoyo de una ciudadanía cansada de que Cartagena haya permanecido tantos años en una especie de oscuridad, manejada por la clase política tradicional y mandatarios involucrados en escándalos de corrupción, presos o inhabilitados.
En ese sentido, varias de las acciones con las que se ha inaugurado el nuevo alcalde son dicientes, demuestran el talante de lo que podría ser su gobierno y rompen con la forma en la que se ha hecho todo en Cartagena, desde que se instauró en el país la elección popular de alcaldes. Por ejemplo, una vez ratificada su victoria en las urnas, Dau Chamat llamó a los ciudadanos a enviar sus hojas de vida a un correo electrónico y que se postularan a los diferentes cargos del Distrito, desde los más bajos hasta las cabezas de las secretarías distritales.
De ahí que muchos de los que hoy han sido elegidos para integrar el gabinete sean muy desconocidos en el ámbito político local, pero aplaudidos en otros sectores, como el académico. Otras vertientes políticas, sin embargo, califican los nombramientos como “más de lo mismo” y critican que el nuevo mandatario se hubiese acercado en varias ocasiones a la exalcaldesa Judith Pinedo Flórez. A mediados de noviembre, fue la propia Pinedo la que desmintió los rumores de que ella haría parte del gabinete y aclaró que lo mejor que podía entregarle a Cartagena era trabajar desde la ciudadanía.
La noticia más reciente que se tuvo de la gestión de Dau fue el reclamo que les hizo a funcionarios de la Secretaría de Hacienda por el supuesto robo de un computador que tendría información sensible sobre las prescripciones de impuestos. En un audio que se filtró en horas recientes, el alcalde increpa a los servidores públicos y anuncia que habrá sanciones severas, incluso penales, para quienes estén involucrados en la pérdida del equipo y que las denuncias ya habían sido instauradas ante la Fiscalía General de la Nación.
“A Cartagena se respeta, carajo. Hay un millón de cartageneros por quienes yo tengo que velar. Yo no voy a dejar que venga un sinvergüenza a perjudicar a un millón de cartageneros (…) Porque Cartagena es una ciudad rica, tiene billete, esta no es una ciudad para que haya pobreza, desigualdad, problema de salud y educación”, se le escucha decir a Dau en la grabación. Incluso, les anunció a los funcionarios que les daría papel y lápiz para que, de manera anónima, escribieran quién se había llevado el computador porque, dijo, “más de una persona” debía conocer al responsable.
Esas maneras, calificadas por muchos como agresivas o intransigentes, fueron las que caracterizaron al hoy alcalde de la capital de Bolívar durante sus años como veedor ciudadano y también funcionaron como catapulta durante la campaña electoral, pues era el aspirante que acusaba con dedo señalador a los políticos tradicionales y demás candidatos. De hecho, algunas acusaciones, sin sustento, lo han llevado a tener que rectificar.
Ahora, si bien el trabajo que tiene Dau por delante es arduo, también hay insumos que fueron entregados por la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez, quien, durante la gestión de Pedrito Pereira Caballero como alcalde encargado, funcionó como madrina de la heroica a petición del presidente Iván Duque Márquez. El pasado 2 de enero, Ramírez le envió al mandatario un informe en el que detalló lo logrado durante el tiempo en el que estuvo siguiendo de cerca varias cuestiones administrativas de Cartagena.
Lea también: Cartagena, bajo la lupa de líderes sectoriales
Entre los asuntos “chuleados” que dejó la vicepresidenta se destaca, por ejemplo, el reingreso del Distrito a Colombia Compra Eficiente, tras levantar una suspensión de 2016; la adjudicación de contratos de aseo y vigilancia; la implementación del Plan de Alimentación Escolar (PAE); la apertura del mercado sectorial de Santa Rita; el traslado de la cárcel de mujeres de San Diego; y la incorporación de 200 buses nuevos para el sistema de transporte Transcaribe, que, según Ramírez, es el más limpio de Colombia, al tener una flota que opera 100 % con gas natural vehicular.
En ese mismo sentido, subrayó la puesta en marcha del proyecto de protección costera con una inversión de $ 160.000 millones, que busca prevenir inundaciones en los barrios que están cerca del mar; la inclusión del proyecto de desarrollo y construcción del Canal del Dique en la llamada Ley de Crecimiento; la modernización institucional del Distrito de Cartagena, a través de un convenio con el Departamento Administrativo de la Función Pública, que es un tema sensible, si se tiene en cuenta que existe personal contratado por prestación de servicios ejerciendo labores misionales. De este último asunto surgió un proyecto de acuerdo que fue radicado en el Concejo de Cartagena para realizar una reestructuración.
“Debido a la polarización que se generaba por estar finalizando su mandato, nunca estuve de acuerdo con que el alcalde (e) Pedrito Pereira firmara esta APP. Considero que debió dejar que fuese el alcalde William Dau quien lo hiciera si, después de hacer un análisis de conveniencia y oportunidad, encontraba como positiva esa obra”, le explicó la vicepresidenta al presidente Duque.
Otro asunto urgente que deberá atender Dau es la continuación de la concesión de alumbrado público, que venció el pasado 3 de enero, pero que fue prorrogado por el Concejo por un año más. La petición puntual de Ramírez para Dau es la realización de un nuevo proceso contractual que cuente con pluralidad de oferentes y todas las garantías. Culminada la tarea, la vicepresidenta le ofreció todo el acompañamiento a Dau en el gobierno que apenas comienza.
Además de los pendientes que dejó el Gobierno Nacional al nuevo mandatario, también estaría bueno revisar los temas que ya se habían planteado desde la organización Cartagena Cómo Vamos. De acuerdo con el Informe de Calidad de Vida de 2018, la urgencia está en empleo, vivienda, acueducto, salud y educación.
Las cifras son certeras: el 25,9 % de la población (268.359 ciudadanos) “no logran obtener ingresos mensuales mínimos de $257.433 para pagar o adquirir vivienda, servicios públicos, transporte y administración”. También se estima que 35.229 personas están en situación de pobreza extrema.
“Cartagena y Cali fueron las ciudades más pobres de las siete principales ciudades capitales de Colombia y presenta el nivel de ingresos per cápita más bajo”, señala el informe. Otras de las conclusiones del documento es que, por ejemplo, en 2018 se aumentaron en 60 los casos de delitos sexuales respecto de 2017, y el parque automotor sigue en incremento, con una movilidad centrada en vehículos motorizados, sin mayores incentivos a otras alternativas de transporte, como la bicicleta.
Es lógico: tras años y años de desidia política y administrativa, y ante la falta de figuras de liderazgo que sean superiores a los intereses politiqueros de las clases dominantes, el nuevo alcalde tendrá que enfrentar un monstruo que con toda seguridad se resistirá a irse de la entraña de la ciudad que lo ha alimentado.