Caso Alex Char-Aida Merlano: por ahora no hay “jaque mate”
El exalcalde de Barranquilla ha dicho que seguirá adelante con su precandidatura presidencial dentro del Equipo por Colombia. Eso sí, no va a debates ni concede entrevistas. Pero una cosa es hacer campaña en su fortín, la Costa Caribe, y otra en el interior del país. Los efectos del escándalo no se han visto todavía.
“Jaque a Char” tituló el fin de semana la revista Cambio, en su regreso al ruedo periodístico, la entrevista hecha a la excongresista Aída Merlano, en la que esta detalla cómo es que funciona la compra de votos con coimas de contrataciones públicas en la región Caribe, en un entramado de corrupción que involucra a varios dirigentes políticos, entre ellos a Alejandro Char, actual precandidato presidencial del Equipo por Colombia. Señalamientos que, por supuesto, este ha negado, recibiendo de paso el respaldo de sus compañeros de coalición. “Cada acto mío, cada decisión como servidor público está a la vista de la gente y de las autoridades. Aquí estoy poniendo la cara y nunca haré nada diferente a decir la verdad”, manifestó Char, en una de las pocas declaraciones públicas a la prensa.
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“Jaque a Char” tituló el fin de semana la revista Cambio, en su regreso al ruedo periodístico, la entrevista hecha a la excongresista Aída Merlano, en la que esta detalla cómo es que funciona la compra de votos con coimas de contrataciones públicas en la región Caribe, en un entramado de corrupción que involucra a varios dirigentes políticos, entre ellos a Alejandro Char, actual precandidato presidencial del Equipo por Colombia. Señalamientos que, por supuesto, este ha negado, recibiendo de paso el respaldo de sus compañeros de coalición. “Cada acto mío, cada decisión como servidor público está a la vista de la gente y de las autoridades. Aquí estoy poniendo la cara y nunca haré nada diferente a decir la verdad”, manifestó Char, en una de las pocas declaraciones públicas a la prensa.
Y es que Char no asiste a debates y, salvo una que otra excepción, tampoco habla con los medios de comunicación. David Barguil, Enrique Peñalosa y Federico Gutiérrez, sus tres aliados en Equipo por Colombia, han cerrado filas en su defensa o al menos han sido “prudentes” en sus reacciones, pidiendo la presunción de inocencia y demeritando las declaraciones de Merlano por tratarse de una persona condenada y prófuga de la justicia colombiana. En dos comunicados han ventilado incluso la posibilidad de que Nicolás Maduro podría estar detrás de esas acusaciones, con el fin de favorecer a Gustavo Petro.
Ahora, la pregunta es si las declaraciones de Aida Merlano pueden pasar del “jaque” al “jaque mate”. Desde la Coalición Centro Esperanza, sus cinco precandidatos (Sergio Fajardo, Juan Manuel Galán, Jorge Robledo, Alejandro Gaviria y Carlos Amaya) arremetieron contra la postura de Char, pidiendo la renuncia a su aspiración, y cuestionando a los demás miembros de Equipo por Colombia. “Lo más indignante es que sus compañeros de la coalición: Barguil, Enrique Peñalosa y ‘Fico’ Gutiérrez, creen que no es con ellos, fingen demencia, siguen adelante pavoneándose por todo el Caribe, tierra empobrecida por la corrupción, e imaginamos que lo que están esperando es otro partidito de fútbol para tomarse una foto (…) No podemos seguir reeligiendo la corrupción y la compra de votos”, dijeron en un comunicado.
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Petro, a quien sus rivales han tratado de endilgar alguna responsabilidad en el escándalo del exalcalde de Barranquilla, ha dicho que el único culpable es él, al inducir a Merlano a comprar votos para llegar al Senado en 2018. “Yo no sé si Maduro sea una Celestina. El responsable que se haya construido una relación entre Merlano y Char, integral, es Char, a menos que Maduro le haya conseguido la novia. Y el responsable de llevar a la novia a cometer el delito es el novio”, aseguró con sarcasmo. De paso, le pidió a la Fiscalía tomar cartas en el asunto e investigar a fondo el delito de compra de votos en el país, algo que, según enfatizó, él ha denunciado desde 2003.
Las señales que por el momento da Alex Char son de dar la pelea y hacer los movimientos necesarios para que no sea un “jaque mate” a su aspiración presidencial. Según el periódico El Universal de Cartagena, los ataques de Merlano y de sus contendores políticos representan para él un reto y su apuesta ahora es doblar en votación a quien quede de segundo en la consulta del Equipo por Colombia. La idea, señala la información, es que los 2,5 millones de firmas que avalaron su precandidatura se conviertan en, al menos, en unos 4 millones. O sea, a pesar de la tormenta, va a seguir adelante.
De hecho, este jueves, cuando parte de la opinión pública comenzaba a expresarse en redes sociales cuestionando su ausencia en un debate de precandidatos realizado por la Universidad del Norte de Barranquilla, Char ripostó en Twitter en contra del líder de Colombia Humana: “Petro solo viene al Caribe por nuestros votos y a liderar el paro. Lleva 42 años como político: alcalde, senador y hasta diplomático de Samper. Pero ni una obra, ni una gestión, ni una ley, nada para el pueblo, nada para el Caribe. Solo toma y nunca da”, trinó. Palabras que tuvieron respuesta por parte del precandidato en el Pacto Histórico, quien puntea en las encuestas: “He ido al Caribe a liberar un pueblo, mi pueblo, de mafias políticas que lo han robado y lo han asesinado. Decenas están en la cárcel y aún faltan más”.
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Ahora, una cosa son las movidas de Char en la Costa Caribe, su gran fortín en lo electoral, donde es visto casi que como un rey y ha salido dos veces con las más altas calificaciones por su gestión al frente de la Alcaldía de Barranquilla, y otra la percepción que se tenga de él al interior del país, en Bogotá, Antioquia, los Santanderes, el Eje Cafetero o el Valle del Cauca. Porque puede que en su región de origen le mantengan el respaldo, pero al momento de salir a conquistar el voto “cachaco”, hablando en lenguaje costeño, otro gallo puede cantar y hoy la imagen que proyecta está más relacionada con las acusaciones de Merlano, con el agravante de que no está participando en los debates. De paso, se podría ver afectada la alianza del Equipo por Colombia por su apoyo a ojo cerrado. Si bien la Región Atlántica es clave en el pulso por la Presidencia, no es suficiente para ganarla.
Ya se sabe, entonces, que Alex Char no va a renunciar a su precandidatura y que, por el contrario, seguirá adelante en su intención de atizar más la campaña para ganar la nominación en su coalición que, según las encuestas, tiene por ahora como favorito a Federico Gutiérrez. Toca esperar a ver si en las próximas encuestas, el escándalo alrededor tuvo consecuencias. Una arista a tener en cuenta en todo este panorama es que, así muchos quieran voltear a mirar para otro lado, la maquinaria político-electoral de los Char es una de las mejores aceitadas en todo el país y que su poder sigue intacto. Por eso, a la hora de pensar en los votos, no parece ser la mayor preocupación.
Al fin y al cabo, se trata de un poder político y económico que el llamado Clan Char ha construido a lo largo de los últimos diez o 20 años, sustentado en su emporio económico, cuyas principales empresas son las tiendas Olímpica y el banco Serfinanza; con bancada propia en el Congreso integrada por al menos ocho legisladores y un sin número de candidatos en la actual campaña; y otro número alto de alcaldes y concejales en toda la región Caribe; Igualmente, con relaciones estrechas con otras familias políticas de la zona; con una fanaticada futbolera alrededor del Júnior de Barranquilla y con la cadena de emisoras Olímpica Estéreo.
La politóloga Daniela Garzón, en un artículo para Razón Pública, expuso así su mirada sobre el escenario que afronta en estos momentos el precandidato Char: “Aunque evite ir a los debates, no podrá hacer campaña sin dedos señaladores por fuera de su tierra, y la prensa estará ahí para recordarle palabra a palabra lo dicho por Merlano. Y la justicia tendrá que responder, aunque durante años los órganos de control le hayan servido de paraguas a Char, empezando por la actual procuradora que es una de sus íntimas amigas. El caso quedará en manos de la Corte Suprema y habrá que esperar si se compulsan copias a la Fiscalía de Barbosa, que tampoco ha sido garante de justicia y menos con sus propios escándalos a cuestas”.
Eso sí, sea como sea, queda claro que, al menos por ahora, no hay “jaque mate”.