Cátedra uribista
En lo corrido de este año el exmandatario ha sido invitado a varios colegios privados en Bogotá y Medellín a dictar conferencias. Les habla de liderazgo, de logros en su gobierno e interpreta la historia.
Ana Cristina Restrepo J. / Especial para El Espectador /
Desde hace algún tiempo, Álvaro Uribe Vélez ofrece conferencias gratuitas en colegios privados. Durante este año ha recorrido varias instituciones con la ponencia “Liderazgo”. La exposición, que dura entre hora y media y dos horas, se presenta en cada colegio según las condiciones que determinen las directivas y asociaciones de padres: no siempre transcurre en horario de clases y algunas veces invitan a los padres de familia. La edad de los asistentes oscila entre 15 y 18 años y cuentan con la compañía de profesores.
Si bien en cualquier democracia todo político es libre de expresar sus ideas —y Álvaro Uribe Vélez no es la excepción—, la conferencia ha generado suspicacias, puesto que se trata de un discurso dirigido a colegiales, cuya capacidad argumentativa apenas germina. ¿Qué les dice Uribe a los muchachos? (cubrimiento basado en charlas de Medellín y Bogotá: http://www.youtube.com/watch?v=4esrimQUxAA).
Colegio mixto privado. Horario no escolar (5:00 p.m.). En un auditorio para 602 personas, hay un promedio de 500 sillas ocupadas: 47 corresponden a estudiantes y, entre ellos, nueve cursan el último nivel de bachillerato. El expresidente sale al escenario acompañado por dos integrantes de la Asociación de Padres. El auditorio se pone de pie en una prolongada ovación, con silbidos y gritos de alabanza.
Saluda y les pregunta a los jóvenes: “¿Qué es un líder?”. Ellos responden y dan ejemplos de líderes. Una alumna de quince años, dice: “¡Usted es el ejemplo! (la gente celebra su aporte con risas y aplausos). No sé si vuelva a tener otra oportunidad de decirle: ¡usted es mi gran ejemplo de liderazgo, yo quiero ser como usted!”.
Acto seguido, y a partir de su experiencia como estudiante en Harvard, Uribe Vélez expone algunos conceptos elementales de liderazgo moderno; propone a Mariana Pajón como ejemplo y resalta cómo su gobierno apoyó el deporte con el impuesto a los teléfonos celulares. Recomienda lecturas de John Kotter (El corazón del cambio) y Enrique Krauze (Redentores: ideas y poder en América Latina).
A partir del minuto 36 establece un diálogo fluido con el público y recuerda sus acciones como presidente: incentivos tributarios a las inversiones, seguridad democrática, Agro Ingreso Seguro, capturas, liberación de secuestrados. En el encuentro en un colegio de Bogotá es más explícito: habla de Familias en Acción, de los “tres huevitos” y del movimiento Puro Centro Democrático. Con un uso continuo de la tercera persona del plural (“nosotros”), Uribe interpreta desde su percepción algunos apartes de la historia.
Alexandra*, 16 años: “Me gustó cuando el presidente no hablaba de cuando él estuvo ejerciendo la política. Nos dio ejemplos claros y dio a entender mensajes importantes, como lo del triángulo en el liderazgo. Pero no me gustó la manera en la que respondió preguntas, ya que involucró temas que se apartaban de la respuesta, solo para demostrar que él había tenido políticas adecuadas”.
Federico*, alumno que interviene durante la conferencia: “¿Cómo hace para tener tan buena memoria? ¡Yo los sigo siempre a usted y al maestro Fernando Londoño Hoyos!”.
Verónica*, 16 años: “Al responder algunas preguntas, lo que hacía Uribe era justificar los errores que cometió en su mandato. Aprovechó para hacer propaganda”.
Carolina Uribe, 18 años, publica en su blog (agosto 9 de 2012): “La semana pasada recibí una llamada inesperada, algo que había tratado de concretar hace algún tiempo al fin mostró sus frutos (…) anuncio que esta llamada tan emotiva y grata ha sido nada más y nada menos que para confirmar la presencia del doctor Álvaro Uribe Vélez (…) recibiremos de brazos abiertos a este gran personaje que nos ayudará a los jóvenes a promover el liderazgo”.
Sobre la conferencia “Liderazgo”, Adolfo Maya, sociólogo y magíster en Ciencias Políticas, explica: “Experiencias de este tipo en otros ámbitos de la historia contemporánea en donde los jóvenes fueron cautivos de un discurso han terminado siendo el referente de la tragedia y el horror de la humanidad en los tiempos modernos. El discurso desarrollado invoca el poder de la persona del presidente y no la confianza ciudadana en la institución de la Presidencia. Allí no puede uno advertir un debate serio, ponderado y abierto. Todo lo contrario: se desdice de la política en tanto que no hay discusión sino un monólogo. Monólogo de un revelado y portador de la verdad absoluta”.
Del papel que deben cumplir las instituciones educativas, agrega: “No es formativo y conveniente en los procesos de formación de los jóvenes que los colegios pierdan su neutralidad cognitiva y ética, dejando que ellos sean cautivos o rehenes de este tipo de política por la ausencia de una formación crítica y holística. Uribe Vélez es un portador de un discurso populista en donde la actitud y la relación coloquial es una estrategia de persuasión y no una disposición humana y democrática que se corrobore con los actos y las decisiones”.
De la conferencia “Liderazgo” en particular, analiza: “Está llena de trampas, ficciones, imprecisiones y saltos históricos que no se compadecen con un planteamiento serio, desapasionado y coherente. Creo que el expresidente hace uso de una posición dominante y por ello incurre con la complacencia de algunos sectores o personas en ser un oportunista, contrario a la axiología de un líder que es la de ser oportuno. Uribe manipula la historia política de nuestro país, la acomoda a su percepción de la política, sacrifica el rigor”.
Y concluye: “Desde una posición ética, podríamos decir que la política, en el juego de relaciones entre medios y fines, nos permite apostar por qué en un colegio la formación de adolecentes (que adolecen), se imparte desde la premisa de que ningún fin justifica cualquier medio”.
“A medida que se acerca el debate electoral, los colegios deberían prohibir este tipo de conferencias”, afirma por su parte Alejandro Gaviria, decano de Economía de la Universidad de los Andes. (De hecho, esa institución académica no permite eventos políticos).
Gustavo Duncan, profesor universitario y PhD en Ciencias Políticas, piensa que no habría inconveniente con estas charlas en colegios si se considera que “estén restringidas a alumnos de décimo y undécimo; que exista pluralismo (si un colegio acepta un político, debe aceptar las charlas de las demás vertientes ideológicas en una misma proporción); que no se inciten sectarismos ni tendencias antidemocráticas; y que el colegio no se convierta en un espacio de proselitismo”.
Quedan varios interrogantes para resolver en comunidad. En el ámbito público: ¿Es conveniente convertir el espacio escolar en escenario político? ¿Puede un líder hablar de política en colegios, sin interlocutor y sin hacer parte de una programación pluralista de cátedra para la democracia? ¿Un joven colegial cuenta con la suficiente capacidad argumentativa y bagaje teórico para decantar un discurso aislado? ¿Es honesto presentar a Álvaro Uribe Vélez ante los estudiantes como un “líder que habla de liderazgo” y no en su calidad de líder del Puro Centro Democrático?
En el privado (la crianza): dados los múltiples cuestionamientos e imputaciones sobre su equipo de trabajo (María del Pilar Hurtado, Luis Carlos Restrepo o Andrés Felipe Arias), ¿Uribe tiene la autoridad moral para dirigirse a los estudiantes como líder a seguir? Sabiendo que el bullying (acoso o ‘matoneo’ escolar) es un dolor de cabeza en los colegios, ¿es válido establecer como modelo a un político que ofende a sus adversarios por Twitter y amenaza a su contrario con epítetos como “le doy en la cara marica”?
Después de una hora y cuarenta minutos, culmina la conferencia. Le siguen sentidos agradecimientos y la entrega de un souvenir conmemorativo. El público exaltado aplaude de pie. Se oyen los gritos: “¡Bravo, presidente!”.
*Nombres cambiados por tratarse de menores de edad.
Algunas frases del liderazgo de Uribe
"Yo he defendido a (Andrés Felipe) Arias porque tengo la íntima convicción de que no se robó un peso. Me parece que ha habido una injusticia”.
"Los antioqueños no tienen pasiones a medias: eso es indispensable para el liderazgo. Tener pasiones intensas es fundamental para cumplir tareas”.
"Nuestra gobernaciónde Antioquia fue eficaz"
"Desmontamos el paramilitarismo y la guerrilla, redujimos sustancialmente el narcotráfico. Entonces me vinieron miles de acusaciones, pero esas a mí me rebotan porque cumplí con el deber”.
"Cuando ustedes no habían nacido, yo era gobernador". "Era una voz aislada en el tema de seguridad”.
Desde hace algún tiempo, Álvaro Uribe Vélez ofrece conferencias gratuitas en colegios privados. Durante este año ha recorrido varias instituciones con la ponencia “Liderazgo”. La exposición, que dura entre hora y media y dos horas, se presenta en cada colegio según las condiciones que determinen las directivas y asociaciones de padres: no siempre transcurre en horario de clases y algunas veces invitan a los padres de familia. La edad de los asistentes oscila entre 15 y 18 años y cuentan con la compañía de profesores.
Si bien en cualquier democracia todo político es libre de expresar sus ideas —y Álvaro Uribe Vélez no es la excepción—, la conferencia ha generado suspicacias, puesto que se trata de un discurso dirigido a colegiales, cuya capacidad argumentativa apenas germina. ¿Qué les dice Uribe a los muchachos? (cubrimiento basado en charlas de Medellín y Bogotá: http://www.youtube.com/watch?v=4esrimQUxAA).
Colegio mixto privado. Horario no escolar (5:00 p.m.). En un auditorio para 602 personas, hay un promedio de 500 sillas ocupadas: 47 corresponden a estudiantes y, entre ellos, nueve cursan el último nivel de bachillerato. El expresidente sale al escenario acompañado por dos integrantes de la Asociación de Padres. El auditorio se pone de pie en una prolongada ovación, con silbidos y gritos de alabanza.
Saluda y les pregunta a los jóvenes: “¿Qué es un líder?”. Ellos responden y dan ejemplos de líderes. Una alumna de quince años, dice: “¡Usted es el ejemplo! (la gente celebra su aporte con risas y aplausos). No sé si vuelva a tener otra oportunidad de decirle: ¡usted es mi gran ejemplo de liderazgo, yo quiero ser como usted!”.
Acto seguido, y a partir de su experiencia como estudiante en Harvard, Uribe Vélez expone algunos conceptos elementales de liderazgo moderno; propone a Mariana Pajón como ejemplo y resalta cómo su gobierno apoyó el deporte con el impuesto a los teléfonos celulares. Recomienda lecturas de John Kotter (El corazón del cambio) y Enrique Krauze (Redentores: ideas y poder en América Latina).
A partir del minuto 36 establece un diálogo fluido con el público y recuerda sus acciones como presidente: incentivos tributarios a las inversiones, seguridad democrática, Agro Ingreso Seguro, capturas, liberación de secuestrados. En el encuentro en un colegio de Bogotá es más explícito: habla de Familias en Acción, de los “tres huevitos” y del movimiento Puro Centro Democrático. Con un uso continuo de la tercera persona del plural (“nosotros”), Uribe interpreta desde su percepción algunos apartes de la historia.
Alexandra*, 16 años: “Me gustó cuando el presidente no hablaba de cuando él estuvo ejerciendo la política. Nos dio ejemplos claros y dio a entender mensajes importantes, como lo del triángulo en el liderazgo. Pero no me gustó la manera en la que respondió preguntas, ya que involucró temas que se apartaban de la respuesta, solo para demostrar que él había tenido políticas adecuadas”.
Federico*, alumno que interviene durante la conferencia: “¿Cómo hace para tener tan buena memoria? ¡Yo los sigo siempre a usted y al maestro Fernando Londoño Hoyos!”.
Verónica*, 16 años: “Al responder algunas preguntas, lo que hacía Uribe era justificar los errores que cometió en su mandato. Aprovechó para hacer propaganda”.
Carolina Uribe, 18 años, publica en su blog (agosto 9 de 2012): “La semana pasada recibí una llamada inesperada, algo que había tratado de concretar hace algún tiempo al fin mostró sus frutos (…) anuncio que esta llamada tan emotiva y grata ha sido nada más y nada menos que para confirmar la presencia del doctor Álvaro Uribe Vélez (…) recibiremos de brazos abiertos a este gran personaje que nos ayudará a los jóvenes a promover el liderazgo”.
Sobre la conferencia “Liderazgo”, Adolfo Maya, sociólogo y magíster en Ciencias Políticas, explica: “Experiencias de este tipo en otros ámbitos de la historia contemporánea en donde los jóvenes fueron cautivos de un discurso han terminado siendo el referente de la tragedia y el horror de la humanidad en los tiempos modernos. El discurso desarrollado invoca el poder de la persona del presidente y no la confianza ciudadana en la institución de la Presidencia. Allí no puede uno advertir un debate serio, ponderado y abierto. Todo lo contrario: se desdice de la política en tanto que no hay discusión sino un monólogo. Monólogo de un revelado y portador de la verdad absoluta”.
Del papel que deben cumplir las instituciones educativas, agrega: “No es formativo y conveniente en los procesos de formación de los jóvenes que los colegios pierdan su neutralidad cognitiva y ética, dejando que ellos sean cautivos o rehenes de este tipo de política por la ausencia de una formación crítica y holística. Uribe Vélez es un portador de un discurso populista en donde la actitud y la relación coloquial es una estrategia de persuasión y no una disposición humana y democrática que se corrobore con los actos y las decisiones”.
De la conferencia “Liderazgo” en particular, analiza: “Está llena de trampas, ficciones, imprecisiones y saltos históricos que no se compadecen con un planteamiento serio, desapasionado y coherente. Creo que el expresidente hace uso de una posición dominante y por ello incurre con la complacencia de algunos sectores o personas en ser un oportunista, contrario a la axiología de un líder que es la de ser oportuno. Uribe manipula la historia política de nuestro país, la acomoda a su percepción de la política, sacrifica el rigor”.
Y concluye: “Desde una posición ética, podríamos decir que la política, en el juego de relaciones entre medios y fines, nos permite apostar por qué en un colegio la formación de adolecentes (que adolecen), se imparte desde la premisa de que ningún fin justifica cualquier medio”.
“A medida que se acerca el debate electoral, los colegios deberían prohibir este tipo de conferencias”, afirma por su parte Alejandro Gaviria, decano de Economía de la Universidad de los Andes. (De hecho, esa institución académica no permite eventos políticos).
Gustavo Duncan, profesor universitario y PhD en Ciencias Políticas, piensa que no habría inconveniente con estas charlas en colegios si se considera que “estén restringidas a alumnos de décimo y undécimo; que exista pluralismo (si un colegio acepta un político, debe aceptar las charlas de las demás vertientes ideológicas en una misma proporción); que no se inciten sectarismos ni tendencias antidemocráticas; y que el colegio no se convierta en un espacio de proselitismo”.
Quedan varios interrogantes para resolver en comunidad. En el ámbito público: ¿Es conveniente convertir el espacio escolar en escenario político? ¿Puede un líder hablar de política en colegios, sin interlocutor y sin hacer parte de una programación pluralista de cátedra para la democracia? ¿Un joven colegial cuenta con la suficiente capacidad argumentativa y bagaje teórico para decantar un discurso aislado? ¿Es honesto presentar a Álvaro Uribe Vélez ante los estudiantes como un “líder que habla de liderazgo” y no en su calidad de líder del Puro Centro Democrático?
En el privado (la crianza): dados los múltiples cuestionamientos e imputaciones sobre su equipo de trabajo (María del Pilar Hurtado, Luis Carlos Restrepo o Andrés Felipe Arias), ¿Uribe tiene la autoridad moral para dirigirse a los estudiantes como líder a seguir? Sabiendo que el bullying (acoso o ‘matoneo’ escolar) es un dolor de cabeza en los colegios, ¿es válido establecer como modelo a un político que ofende a sus adversarios por Twitter y amenaza a su contrario con epítetos como “le doy en la cara marica”?
Después de una hora y cuarenta minutos, culmina la conferencia. Le siguen sentidos agradecimientos y la entrega de un souvenir conmemorativo. El público exaltado aplaude de pie. Se oyen los gritos: “¡Bravo, presidente!”.
*Nombres cambiados por tratarse de menores de edad.
Algunas frases del liderazgo de Uribe
"Yo he defendido a (Andrés Felipe) Arias porque tengo la íntima convicción de que no se robó un peso. Me parece que ha habido una injusticia”.
"Los antioqueños no tienen pasiones a medias: eso es indispensable para el liderazgo. Tener pasiones intensas es fundamental para cumplir tareas”.
"Nuestra gobernaciónde Antioquia fue eficaz"
"Desmontamos el paramilitarismo y la guerrilla, redujimos sustancialmente el narcotráfico. Entonces me vinieron miles de acusaciones, pero esas a mí me rebotan porque cumplí con el deber”.
"Cuando ustedes no habían nacido, yo era gobernador". "Era una voz aislada en el tema de seguridad”.