“Los que decían que el uribismo había desaparecido se equivocaron”: Gabriel Vallejo
El director del Centro Democrático habló con El Espectador sobre la reorganización que se está llevando a cabo en su partido de cara a las elecciones de 2026 y sobre las tensiones que genera ese proceso a la hora de hablar de un candidato presidencial. El también excongresista se refirió a la relación con el expresidente Iván Duque, la postura que tendrán en la recta final del gobierno Petro y el rol que jugará Álvaro Uribe en los próximos dos años.
¿Cómo encontró al partido tras asumir la dirección, especialmente después de los resultados de las últimas dos elecciones?
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¿Cómo encontró al partido tras asumir la dirección, especialmente después de los resultados de las últimas dos elecciones?
Este es un trabajo que recibí con mucho honor, con lealtad hacia el partido, hacia el presidente Uribe. El partido viene de momentos muy difíciles del año 2022. Y bueno, la verdad es que aquí todos los días trabajamos pensando en Colombia, recorriendo el país, transmitiendo a la ciudadanía, a nuestra militancia, lo que viene haciendo el Centro Democrático, explicando también por qué nos oponemos al Gobierno y nos preocupa lo que viene ocurriendo en Colombia, pero también hablando de lo que vamos a proponer de cara a los procesos que se vienen.
El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, ha invitado a todos los partidos a conversar. ¿Por qué ustedes no han aceptado?
Efectivamente, el Gobierno nos ha hecho unas invitaciones a dialogar, a socializar su agenda legislativa, especialmente en temas como la reforma a la salud, la jurisdicción agraria, la reforma laboral. Lo primero es que agradecemos el gesto, pero en estos diálogos que hemos tenido como partido de oposición, de hecho el presidente Álvaro Uribe se ha sentado no menos de tres veces con el presidente de la República, hemos sentido que no se han tenido en cuenta nuestras preocupaciones y observaciones.
Eso ha generado, sin duda alguna, que estos espacios los consideremos prácticamente inútiles. El país conoce nuestra posición de cara a la reforma a la salud, la reforma laboral y la jurisdicción agraria. Creo que el primer gesto que debería tener el Gobierno Nacional, si tiene la disposición de escuchar a la oposición política de Colombia, es incorporar estas observaciones en los proyectos de ley que pretende radicar. De lo contrario, es un diálogo estéril.
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Pero, ¿aún ve la opción de que esos comentarios sean tenidos en cuenta en las reformas que se van a radicar próximamente?
La verdad es que no hemos sentido receptividad del Gobierno. Lo que creemos es que el sistema de salud, que no es perfecto, es un sistema que ha venido permitiendo que 50 millones de colombianos tengan cobertura en salud. Hoy lo que el Gobierno quiere es estatizar el sistema de salud y nosotros nos oponemos. En el caso laboral, hemos advertido que el Gobierno pretende generar un clima de conflictividad entre el trabajador y el empleador, como pasó en Argentina. Me gustaría conocer los textos y nosotros, en el espacio democrático, que es el Congreso, seguramente haremos las observaciones con argumentos, con evidencias.
La reforma pensional tampoco les gustó y de hecho está siendo estudiada en la Corte Constitucional por un recurso jurídico presentado desde su partido…
La reforma pensional aprobada lo primero que hace es confiscar el ahorro de los colombianos, prácticamente elimina la posibilidad de que el colombiano tenga la libertad de elegir entre si su ahorro lo destina a un fondo público o a un fondo privado. El Gobierno, en su afán de estatizar y de acabar con todo lo que huela al sector privado, lo cual desde nuestro punto de vista es un error, pues aprobó esa reforma pensional que prácticamente acaba con la posibilidad de que la gran mayoría de los colombianos escojan su sistema pensional. Todo eso sin hablar de otro de los grandes problemas que tiene la reforma, pues por ejemplo no es claro el rol del Banco de la República en la administración del fondo de los ahorros de millones de trabajadores colombianos.
¿Cree que la reforma se puede caer en la Corte por esas demandas?
No lo sé. Será la Corte en su sabiduría la que determine si la reforma es inconstitucional o no. Lo que sí puedo decir es que esa es una reforma nefasta para Colombia.
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En los pasillos del Congreso se habla de algunas divisiones en su partido, que podrían crecer por la carrera hacia el 2026. ¿Cómo está el partido en ese aspecto?
Aquí hacemos un ejercicio de autocrítica. Nosotros reconocemos las dificultades por las que viene atravesando el Centro Democrático. Creo que lo primero que hay que decir es que venimos en ese proceso, reconociendo los problemas, las equivocaciones que hemos tenido en el pasado. Hemos visitado más de 13 departamentos en un diálogo franco, sincero, con nuestras bases, reconociendo, vuelvo y repito, estos problemas.
Pero lo segundo es que, aquellos que decían que el Centro Democrático había quedado liquidado en el 2022, que decían que el uribismo había desaparecido en Colombia, se equivocaron. Veo entusiasmo, una enorme preocupación de millones de colombianos que se identifican con las tesis del Centro Democrático, que consideran que la seguridad es un valor democrático fundamental para el desarrollo de un país.
El partido viene en un ejercicio de reorganización, desde el año pasado. Este año estamos conformando nuestras estructuras. Yo soy optimista, creo que este es un partido necesario para Colombia. A nosotros no nos puede dar temor el debate político, inclusive al interior del partido, porque somos pluralistas en nuestra conformación. A mí no me preocupan las tendencias dentro del partido, afortunadamente las tenemos, porque lo que no puede haber en el Centro Democrático es tibieza ideológica.
O sea, ¿para usted el uribismo sigue vivo y con opciones para el 2026?
No solamente vivo, más vivo que nunca. Yo estoy absolutamente convencido, lo siento en la calle. También soy consciente de la afectación del partido, de la afectación que ha tenido la imagen del presidente Uribe, pero siento que hoy hay millones de colombianos que sienten identidad con las tesis nuestras.
Insiste en que cometieron varios errores en el pasado, ¿cuáles son?
Creo que en esa transición de oposición a gobierno durante el mandato del presidente Iván Duque, el partido requirió resultados más contundentes en temas de seguridad, luchas contra el narcotráfico, por poner algunos ejemplos. Nos faltó insistir más en nuestras causas, como la de nuestras críticas a las JEP. Pero, vuelvo y repito, al final lo que también queremos decirle al país es que nosotros representamos la antítesis del gobierno de Gustavo Petro y lo que queremos proponerle al país es algo completamente distinto a lo que hoy estamos viviendo.
¿Cómo está la relación del partido con el expresidente Duque y la de él con el expresidente Uribe?
Nosotros, insisto, reconocemos los aciertos del gobierno del presidente Duque y también tenemos la humildad y la capacidad de decirle al país en qué nos equivocamos en ese gobierno, porque ese era nuestro gobierno, era el gobierno del Centro Democrático.
¿El Centro Democrático va a impulsar un juicio político contra el presidente Petro por las presuntas irregularidades en su campaña?
Lo que exigimos es respeto por la Constitución y la Ley, que establecen un régimen muy claro frente a la financiación de las campañas políticas. Este país ha sufrido mucho con la financiación ilegal de las campañas políticas y aquí no se nos puede olvidar que Odebrecht financió la campaña del presidente Santos, no se nos puede olvidar lo que ocurrió con el narcotráfico y el Cartel de Cali en la financiación de la campaña de Ernesto Samper en 1994.
El Partido Centro Democrático exige que se cumpla la Constitución y la ley. Si se verifica en el debido proceso que la campaña del presidente Petro violó la Constitución y la ley, pues se tendrá que seguir el procedimiento establecido.
¿Cuál es el balance de estos dos años como partido de oposición? ¿Siente que han tenido garantías?
No ha sido fácil, primero porque nos duele ver el deterioro y el retroceso del país en temas económicos, sociales, de seguridad y políticos. Hoy las cifras demuestran que Colombia viene en un franco retroceso. La verdad es que es increíble, este gobierno, o por lo menos los partidos que lo respaldan, que formularon el estatuto de oposición, hoy no lo cumplen. Tenemos una sentencia de la Corte Constitucional que le ordena al Gobierno, por ejemplo, establecer los espacios adicionales en medios de comunicación, pero no nos los han dado desde hace dos años, generando un desequilibrio en la información.
En cuanto a los recursos de funcionamiento, nunca había pasado en Colombia, nos tocó salir a denunciarlo públicamente para presionar al gobierno. ¿Sabe cuándo los desembolsaron? La semana pasada, poniendo en riesgo el funcionamiento de un partido político.
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¿Cómo ve la elección del próximo candidato o candidata presidencial del Centro Democrático? ¿Cuál será el mecanismo que utilizarán?
Esa quizás es la tarea más difícil que este ciudadano tiene. Lo más importante es, primero, poder decirle al país que el partido está pensando en Colombia. Buscamos que la elección de nuestro candidato presidencial sea en el momento adecuado, que sea una persona que logre ganarse el mayor afecto del pueblo. Esa es una tarea indispensable para realmente mostrarle a Colombia que aquí hay una alternativa distinta al gobierno de Gustavo Petro. Como director del Centro Democrático quiero que esa decisión permita cohesionar y fortalecer al partido.
¿Quiénes han manifestado interés de querer ser el candidato del Centro Democrático?
Hoy tenemos cinco precandidatos, todos congresistas actuales. Está la senadora María Fernanda Cabal, el senador Miguel Uribe, la senadora Paloma Valencia, el senador Andrés Guerra y la senadora Paola Holguín.
El expresidente Uribe ha estado muy activo políticamente, recorriendo el país, en convenciones. ¿Será él la clave de la estrategia del Centro Democrático para el 2026?
El presidente Uribe, a pesar de sus dificultades judiciales, que por supuesto nos entristecen y a él lo afectan, es un batallador nato, un batallador de la democracia y la libertad. Gracias a Dios tenemos al presidente Uribe con ese carácter de seguir haciendo política, de estar en la calle, de hablar con los ciudadanos, con los jóvenes, los sectores empresariales, las bases del partido. Es incansable. Creo que más que una estrategia, se trata de lo que es él como ser humano y líder.
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