Este es el plan del Centro Democrático para elegir candidato único para 2026
Los cinco senadores con aspiraciones presidenciales acordaron un “pacto de no agresión”. Habrá más reuniones en los próximos meses de cara a las elecciones.
Este miércoles se realizó la primera de una serie de reuniones que sostendrán los cinco precandidatos del Centro Democrático. Se trata de los senadores María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín, Miguel Uribe y Andrés Guerra, quienes buscan llegar a un acuerdo sobre cómo se elegirá al candidato único del uribismo para 2026. Por ahora, la discusión es entre ellos, sin embargo, también pesará lo que tenga por decir su jefe natural, el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
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Este miércoles se realizó la primera de una serie de reuniones que sostendrán los cinco precandidatos del Centro Democrático. Se trata de los senadores María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín, Miguel Uribe y Andrés Guerra, quienes buscan llegar a un acuerdo sobre cómo se elegirá al candidato único del uribismo para 2026. Por ahora, la discusión es entre ellos, sin embargo, también pesará lo que tenga por decir su jefe natural, el expresidente Álvaro Uribe Vélez.
Por un lado, conversan sobre el mecanismo que utilizarán para elegir, entre ellos, al candidato que se medirá en 2026 con las demás fuerzas políticas. Y en esa discusión comienzan a abrirse paso las diferencias, por lo que ya acordaron un “pacto de no agresión” entre ellos.
No se trata de una discusión menor, toda vez que en el pasado el tema ha causado fricciones dentro de las filas uribistas. En efecto, en 2022, el partido optó por un mecanismo de encuestas que causó fricciones al interior de la colectividad que aún no se han sanado. Ahora, también hay discusiones entre cómo elegir a quién será el que represente los intereses del partido en las elecciones de 2026. Y aunque parece pronto para la discusión, el Centro Democrático no quiere quedarse atrás, cuando ya desde la izquierda, e incluso desde el centro, buscan organizarse por su cuenta.
El principal tema en discusión, como trascendió luego del encuentro, es el mecanismo de selección. De entrada, voces como la de la senadora María Fernanda Cabal se oponen de tajo a repetir el mecanismo de hace dos años, asegurando que no fue una competencia “justa” y que se debe tener en cuenta “a las bases”.
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“Yo no quiero ninguna encuesta como la vez pasada que llenó de dudas. La duda es que la consulta pública sería en marzo y quien gane se supone que tiene que ir a primera vuelta y la mayoría considera que debe haber una interpartidista. Yo no me opongo a una interpartidista ni a la competencia con franqueza. Le tengo miedo a la trampa. Si pierdo, que sea transparente”, afirmó al respecto Cabal.
La opción que más se escucha repetir es la de una consulta interna en la que las bases del uribismo escojan su candidato. El asunto está en cuándo se realizaría. Por un lado, hay quienes dicen que, para finales de 2025, ya debería estar claro el candidato único del partido. Esto, explican, permitiría que haya una carta segura para una eventual consulta interpartidista, como viene sonando desde hace meses, para hacerle frente al candidato que salga del Pacto Histórico, que, a su vez, busca convertirse en un partido único.
No obstante, otros sectores dentro del mismo partido insisten en que se realice una consulta interna cuando sean las elecciones al Congreso, en marzo de 2026. Son dos los argumentos que esgrimen quienes defienden esa opción. El primero, asegurar que el Centro Democrático llegue con un candidato propio a la primera vuelta, lo que no pasó en 2022. Y segundo, que la consulta ayude a jalonar votos para las listas que, según el consenso actual, serán cerradas en las principales ciudades. El objetivo con esto es que saque mejores resultados que en las pasadas elecciones parlamentarias, con 600.000 votos menos que en 2018, una reducción cercana al 20 %.
“Se necesitan solucionar temas como si un partido puede hacer dos consultas, una cerrada y otra interpartidista, los plazos del calendario electoral, entre otros. Estamos explorando el terreno que hay”, dijo al respecto la senadora Paloma Valencia, en recientes declaraciones a medios.
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Paralelo a esa discusión, desde el partido también confirman que empezarán con un trabajo para fortalecer las bases de seguidores, para lo que organizarán foros en distintas zonas del país. Adicionalmente, el expresidente Uribe realizará una correría por las regiones para llamar a nuevos electores.
Por otro lado, se pudo confirmar que hay otra conversación compleja sobre la mesa, aunque aún no hay visos de que se salga de control. Un sector del uribismo, confirmaron dos senadores a este diario, está resentido aún por la selección en 2018 de Iván Duque como candidato, pese a que resultó elegido presidente. Esto, no solo por la distancia que él tomó de sus copartidarios, sino también porque consideran que no había hecho carrera como otros dentro de la colectividad.
Ahora, el tema, como dijeron los mencionados congresistas en reserva, es que algo similar ocurra si es Miguel Uribe el elegido. Aunque al ser consultada al respecto, asegura que está dispuesta a aceptar si pierde, siempre y cuando sea de “manera transparente”, la senadora Cabal ha manifestado en distintos espacios su opinión de que el tiempo como militante debería ser un factor decisorio.
“Que le quede claro al país. Yo soy Centro Democrático, soy fundadora, aquí estoy y aquí me quedo. Seré la candidata de mi partido”, dijo el pasado 30 de agosto, en la red social X, cuando hizo pública su precandidatura.
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Esto llevó a que el primer acuerdo al que se llegó fue un pacto de no agresión entre los cinco senadores. El propósito con ese acuerdo es que las diferencias entre unos y otros se resuelvan en privado, evitando que las confrontaciones públicas generen grietas en el partido, que reafirmó su vocación de poder.
Así, en los próximos meses, los cinco senadores continuarán encontrándose, más allá de en los corredores del Congreso, para discutir los términos de la candidatura del uribismo para las elecciones de 2026. Su interés es hacerle frente a la intención del presidente Gustavo Petro de reelegir al progresismo ese año. Sin embargo, se encuentran ante el desafío de llegar a acuerdos entre ellos mismos para evitar una implosión de la colectividad que, en la actualidad, lidera la oposición.
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