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La pelea por cómo hacerle una cirugía al sistema de salud será un tema central de la legislatura que comienza este 20 de julio. Y mientras el Gobierno de Gustavo Petro apuesta por mantener su propuesta de reforma, que tras varias polémicas logró aprobarla solo en un debate, desde los partidos tradicionales ya tienen listo un articulado con el que esperan enfrentar la iniciativa oficialista.
Se trata de una contrareforma a la salud que viene tejiendo el expresidente César Gaviria, líder del Partido Liberal, en la cual –contrario a los intereses de la administración Petro– mantiene vivas las EPS y propende por su fortalecimiento. Eso sí, bajo una supervisión estatal.
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“Las empresas promotoras de salud (EPS) podrán ser públicas, privadas o mixtas, y continuarán siendo las principales responsables de la gestión técnica de los riesgos de salud de las personas y las comunidades, la representación del usuario y coresponsables de la gestión del riesgo financiero en salud de las personas, mediante la organización de las Redes Integrales e Integradas de Atención en Salud (RIIS)”, se lee en el artículo 7 de la iniciativa que Gaviria y su bancada radicarán formalmente este 20 de julio ante el Congreso.
Este apartado tiene diferencias con la propuesta del Gobierno, pues lo que hace el Ejecutivo es darles dos años más de vida a las EPS, contados a partir de la aprobación de la reforma, y luego obligar a que transiten hacia la figura de gestoras de salud y vida. Esto, por supuesto, ha sido rechazado por las organizaciones en las que se agrupan estas entidades.
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Además, en la propuesta liberal se establece que las EPS darán “la primera autorización para el giro de los recursos a los prestadores de servicios de salud”, y mantiene la libre elección de los ciudadanos para acceder a sus servicios. En la propuesta del Gobierno se fomenta la cobertura de acuerdo con la zona de residencia del usuario.
Además, lo que pretende Gaviria es que este proyecto se debata como ley estatutaria y no ordinaria, como se está haciendo con la del Gobierno, ya que considera que al modificar el derecho fundamental a la salud se incurre en un vicio de trámite si se persiste en el camino que tomó la Casa de Nariño.
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Si bien en el proyecto de reforma a la salud de los liberales hay otros temas, la pelea de fondo es política, pues –como lo reveló El Espectador este domingo– se viene gestando una especie de coalición de partidos tradicionales que buscan frenar la agenda legislativa de Petro.
Y si bien el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, busca la negociación directa con los congresistas para evitar el fracaso de las iniciativas gubernamentales, los diálogos entre varios sectores independientes y de oposición vienen avanzando. Este 20 de julio comenzará la pelea en forma.
Vea aquí la reforma a la salud completa del Partido Liberal:
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