CNE anuló cedulación en Barranquilla
Se les aguó la fiesta a mercaderes de votos.
Redacción Política
Tal y como lo anticipó el martes El Espectador, la cuestionada inscripción de cédulas en Barranquilla para participar en las elecciones de Congreso de marzo próximo fue anulada por el Consejo Nacional Electoral, organismo según el cual “está totalmente demostrado que (dicho proceso) fue manipulado y dirigido a beneficiar a sectores políticos” de la ciudad. La determinación afecta a 197.000 personas, que ya no podrán votar en los sitios en los que se inscribieron durante octubre y noviembre pasado, sino que tendrán que hacerlo donde sufragaron en las últimas elecciones.
La decisión fue adoptada por la Sala Plena del CNE, que votó 6-3 la ponencia del magistrado Marco Emilio Hincapié, el mismo que lideró la investigación que hace siete años terminó también con la anulación de las inscripciones en esa capital. El equipo de investigadores de Hincapié hizo más de 7.700 visitas domiciliarias a los inscritos y encontró inconsistencias en los datos sobre su identificación y lugar de residencia. Por esta razón dio traslado a la Fiscalía y la Procuraduría para que investiguen qué hay detrás de tales irregularidades.
Según pudo comprobar este diario, en la capital atlanticense los caciques políticos están comprando los votos a $43 mil, de los cuales $3.000 son un subsidio de transporte para que el sufragante se desplace por su propia cuenta al lugar de votación. De esta manera evitan los tumultos que durante elecciones anteriores despertaron sospechas.
En esta ocasión los ciudadanos fueron persuadidos para que se inscribieran en determinadas zonas del suroccidente de la ciudad, en un planificado proceso diseñado para burlar la normatividad, que castiga con penas hasta de ocho años de cárcel los delitos relacionados con fraude electoral.
En tres de las cinco localidades de la ciudad, líderes barriales dijeron a este diario ser mercaderes de votos encargados de buscar a la gran masa electoral para ponerla al servicio de los caciques. También aseguraron que a cada elector ya se le pagaron $13 mil y que los $30 mil restantes se los darán el día de las votaciones.
Tal y como lo anticipó el martes El Espectador, la cuestionada inscripción de cédulas en Barranquilla para participar en las elecciones de Congreso de marzo próximo fue anulada por el Consejo Nacional Electoral, organismo según el cual “está totalmente demostrado que (dicho proceso) fue manipulado y dirigido a beneficiar a sectores políticos” de la ciudad. La determinación afecta a 197.000 personas, que ya no podrán votar en los sitios en los que se inscribieron durante octubre y noviembre pasado, sino que tendrán que hacerlo donde sufragaron en las últimas elecciones.
La decisión fue adoptada por la Sala Plena del CNE, que votó 6-3 la ponencia del magistrado Marco Emilio Hincapié, el mismo que lideró la investigación que hace siete años terminó también con la anulación de las inscripciones en esa capital. El equipo de investigadores de Hincapié hizo más de 7.700 visitas domiciliarias a los inscritos y encontró inconsistencias en los datos sobre su identificación y lugar de residencia. Por esta razón dio traslado a la Fiscalía y la Procuraduría para que investiguen qué hay detrás de tales irregularidades.
Según pudo comprobar este diario, en la capital atlanticense los caciques políticos están comprando los votos a $43 mil, de los cuales $3.000 son un subsidio de transporte para que el sufragante se desplace por su propia cuenta al lugar de votación. De esta manera evitan los tumultos que durante elecciones anteriores despertaron sospechas.
En esta ocasión los ciudadanos fueron persuadidos para que se inscribieran en determinadas zonas del suroccidente de la ciudad, en un planificado proceso diseñado para burlar la normatividad, que castiga con penas hasta de ocho años de cárcel los delitos relacionados con fraude electoral.
En tres de las cinco localidades de la ciudad, líderes barriales dijeron a este diario ser mercaderes de votos encargados de buscar a la gran masa electoral para ponerla al servicio de los caciques. También aseguraron que a cada elector ya se le pagaron $13 mil y que los $30 mil restantes se los darán el día de las votaciones.