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Colombia ha decidido abandonar el Consenso de Ginebra, un acuerdo apoyado por 36 países que no apoyan el aborto. Según la Cancillería, el hecho de abandonar este acuerdo, es por el compromiso que tiene el nuevo gobierno con la promoción de la salud de la mujer y sus necesidades.
Viceministerio de Asuntos Multilaterales firmó nota mediante la cual gobierno de Colombia se retira de “Declaración del Consenso de Ginebra”. Colombia seguirá comprometida con la promoción de la salud de la mujer y la satisfacción de las necesidades de salud de la mujer. pic.twitter.com/ESfDwyKRfn
— Cancillería Colombia (@CancilleriaCol) August 23, 2022
En un documento, remitido al Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, país donde se firmó el Consenso el 13 de mayo de este año, sostiene que los argumentos para abandonar el acuerdo son que “el Gobierno reconoce, respeta y protege derechos de mujeres y niñas”.
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Por otra parte, dice la misiva, permanecer en el Consenso iría en contra de lo que dice “la Constitución y jurisprudencia de la Corte, el derecho al aborto legal y seguro es parte integral de los derechos sexuales y reproductivos y de la salud sexual y reproductiva de la mujer”.
Las diferencias de Colombia con el acuerdo, que considera que no existe el derecho internacional al aborto, “ni recae sobre los Estados una obligación internacional de financiar o facilitar los abortos”, hace que tenga que abandonarse. Para el país, dice la Cancillería, “el Gobierno de Colombia respeta y tiene en cuenta que en diferentes sistemas culturales, sociales y políticos existen diversas formas de familia”.
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En mayo de este año, cuando Colombia fue adherida al Consenso de Ginebra por Iván Duque, la ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos de Brasil, Cristiane Britto, dijo que la decisión del entonces mandatario era un triunfo de la agenda autodenominada “provida” en el continente Americano. Es una victoria de la soberanía de los países, del trabajo serio para proteger la salud de las mujeres y, sobre todo, para defender la vida de los niños no nacidos, destacó Britto.
Aunque el documento no tenía peso jurídico, contaba con carga simbólica y ponía a Colombia como un país antiaborto. En palabras de María Carmelina Londoño, entonces viceministra de Asuntos Multilaterales de la Cancillería de Duque, Colombia, con la adhesión, confirmaba su supuesto compromiso de “promover políticas de salud pública de apoyo a las mujeres y las niñas, así como a las familias”.
Colombia era uno de los pocos países americanos que habían firmado el acuerdo, en el que lo acompañaron Guatemala, Brasil, Estados Unidos y Haití, entre otros. En la lista de países también resaltan los conservadores, sobre todo países árabes, africanos, musulmanes y algunos europeos como Polonia.
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