Comienzan las fechas críticas para las reformas constitucionales sin primer debate
De no comenzar su trámite en comisiones en estos días, lo más probable es que estas iniciativas terminen hundidas. ¿Cuáles son los proyectos que están en riesgo?
Tanto el Ejecutivo como el nuevo Legislativo llegaron con una promesa de cambio que se ha vuelto la hoja de ruta y vara para medirlos en sus primeros meses de funciones. En el caso del Congreso, este enfoque se tradujo en una tormenta de proyectos de ley y de acto legislativo. En el caso de estos últimos, su trámite es más apretado puesto que tienen que surtir ocho debates en un año, lo que implica que este semestre sí o sí debe pasar por dos debates en Senado y dos en Cámara.
Esta condición especial hace que normalmente su trámite sea apretado, pero aún más en este semestre en el que hubo una cantidad inusitada de actos legislativos radicados. Han pasado casi tres meses de sesiones y queda poco más de dos meses aún para el receso, lo que en teoría da tiempo para tramitar las iniciativas radicadas en estos meses. Sin embargo, estos proyectos que buscan reformar la Constitución no tienen el camino tan fácil. Tener que sortear cuatro debates en solo un semestre hace que por estos días su existencia esté en riesgo.
>Lea más sobre el Congreso, el Gobierno Petro y otras noticias del mundo político
Los proyectos de acto legislativo que no han superado el primer debate tienen los días contados. De no ser tramitados en esta semana que está acabando o la que viene, es poco probable que puedan salir adelante. Como explicaron desde las secretarías, se necesita de un tiempo prudencial para su debate y su trámite en cada cámara, por lo que en estos momentos están en un “momento crítico” para ser debatidos.
Casi que se puede decir que si no se tramita antes de mediados de octubre, el futuro de esos textos es la tumba. Solo un mensaje de urgencia del gobierno, que permita reducir de cuatro a tres debates, podría salvar a muchos de los proyectos de reforma constitucional que en este momento hacen fila para ser debatidos.
Ante el comienzo de esta primera cuenta regresiva, El Espectador recabó en el archivo de todos los actos legislativos radicados en este semestre y entró a ver su posible destino. Hasta el momento, los congresistas han radicado 56 proyectos para cambiar algún punto de la Carta Magna. De estos, 32 han ido a parar a Senado y 24 en Cámara. De esta cifra, siete han sido acumulados con otras propuestas similares y 13 han comenzado su trámite oficial, es decir, ya tuvieron un primer debate.
De los proyectos que ya pasaron por primer debate, solo 10 ya están a salvo y esperan que en los próximos días tengan el debate en plenaria. De estos, solo la reforma política ya comenzó este camino en plenaria. Por otro lado, tres han sido archivados: dos son los proyectos de Humberto de la Calle y Ariel Ávila para la reforma del CNE y el otro fue un intento de Comunes por reformar el sistema de elección de las cabezas de los entes de control.
El resto de las iniciativas de acto legislativo, 36 proyectos, no han tenido su primera discusión en la Comisión Primera, sea de Cámara o de Senado. De las propuestas radicadas, 12 ya tienen ponencia (9 en Cámara y 3 en Senado) y están a la espera de ser debatidos. Por otro lado, 10 están a la espera de que el ponente asignado rinda un concepto (7 Senado y 3 en Cámara) y 14 más ni siquiera tienen un doliente para llevar su texto a discusión a su correspondiente célula legislativa. Si nada extraordinario ocurre, es muy probable que los que no tienen ponencia y ponente se terminen hundiendo por imposibilidad de su trámite en las próximas dos semanas.
Los proyectos en detalle
Más allá de los números, si se entra a ver los proyectos uno por uno, se puede observar que los únicos que tendrían un trámite aparentemente tranquilo, al menos por el momento, son los actos legislativos que establece el derecho a la alimentación adecuada, aumenta el periodo de sesiones del Congreso, regula el uso adulto del cannabis, establece a la naturaleza y a los animales sintientes como sujetos de derecho, la reforma política, la reducción del salario, la eliminación del servicio militar, se disminuye la edad para aspirar al Congreso y establece a los campesinos como sujetos de derecho.
Por otro lado, los proyectos que están en riesgo son debido a varias situaciones. Este semestre se repitieron varios temas como la reducción de salarios y el aumento del periodo de sesiones. Algunos de ellos se acumularon, pero otros pasaron a engrosar la lista de proyectos sin debatir. Eso también pasó con los múltiples proyectos para convertir la educación “un derecho fundamental de todas las personas” y varios que bajan la edad de los congresistas.
De igual manera se evidencia que en múltiples ocasiones Cámara y Senado presentan proyectos muy similares, le apuntan casi a lo mismo, y muchas veces ninguna de las opciones termina siendo tramitada. Por otro lado, hay iniciativas en las que es notorio el poco interés del Ejecutivo y su bancada, por lo que quedan enterradas hasta el fondo de la fila.
Al entrar a ver la fecha de radicación también se evidencia que los proyectos de acto legislativo que se radican después de la segunda semana de agosto no tienen muchas esperanzas de vida, la mayoría no han sido debatidos en Comisión Primera. Solo los proyectos de gobierno que entraron después de esa fecha han tenido discusión.
Sin entrar en la mente de los legisladores, también se puede evidenciar que muchos de los proyectos radicados se hacen con el conocimiento de que no serán tramitados y su única intención es un golpe de efecto o “ganarse el titular”. Por ejemplo, se anunció con bombos y platillos la radicación del tribunal de cuentas para reemplazar la Contraloría y su trámite fue dejado a un lado.
Otro rasgo llamativo es que esta legislatura no dispuso tiempo para sacar adelante los actos legislativos que buscan transformar municipios en distritos especiales. Mientras que el Congreso pasado hizo un especial énfasis en este apartado, ninguno de los proyectos con este fin ha sido tramitado en este semestre y lo más probable es que se hundan.
Vea la totalidad de los proyectos de acto legislativo:
Tanto el Ejecutivo como el nuevo Legislativo llegaron con una promesa de cambio que se ha vuelto la hoja de ruta y vara para medirlos en sus primeros meses de funciones. En el caso del Congreso, este enfoque se tradujo en una tormenta de proyectos de ley y de acto legislativo. En el caso de estos últimos, su trámite es más apretado puesto que tienen que surtir ocho debates en un año, lo que implica que este semestre sí o sí debe pasar por dos debates en Senado y dos en Cámara.
Esta condición especial hace que normalmente su trámite sea apretado, pero aún más en este semestre en el que hubo una cantidad inusitada de actos legislativos radicados. Han pasado casi tres meses de sesiones y queda poco más de dos meses aún para el receso, lo que en teoría da tiempo para tramitar las iniciativas radicadas en estos meses. Sin embargo, estos proyectos que buscan reformar la Constitución no tienen el camino tan fácil. Tener que sortear cuatro debates en solo un semestre hace que por estos días su existencia esté en riesgo.
>Lea más sobre el Congreso, el Gobierno Petro y otras noticias del mundo político
Los proyectos de acto legislativo que no han superado el primer debate tienen los días contados. De no ser tramitados en esta semana que está acabando o la que viene, es poco probable que puedan salir adelante. Como explicaron desde las secretarías, se necesita de un tiempo prudencial para su debate y su trámite en cada cámara, por lo que en estos momentos están en un “momento crítico” para ser debatidos.
Casi que se puede decir que si no se tramita antes de mediados de octubre, el futuro de esos textos es la tumba. Solo un mensaje de urgencia del gobierno, que permita reducir de cuatro a tres debates, podría salvar a muchos de los proyectos de reforma constitucional que en este momento hacen fila para ser debatidos.
Ante el comienzo de esta primera cuenta regresiva, El Espectador recabó en el archivo de todos los actos legislativos radicados en este semestre y entró a ver su posible destino. Hasta el momento, los congresistas han radicado 56 proyectos para cambiar algún punto de la Carta Magna. De estos, 32 han ido a parar a Senado y 24 en Cámara. De esta cifra, siete han sido acumulados con otras propuestas similares y 13 han comenzado su trámite oficial, es decir, ya tuvieron un primer debate.
De los proyectos que ya pasaron por primer debate, solo 10 ya están a salvo y esperan que en los próximos días tengan el debate en plenaria. De estos, solo la reforma política ya comenzó este camino en plenaria. Por otro lado, tres han sido archivados: dos son los proyectos de Humberto de la Calle y Ariel Ávila para la reforma del CNE y el otro fue un intento de Comunes por reformar el sistema de elección de las cabezas de los entes de control.
El resto de las iniciativas de acto legislativo, 36 proyectos, no han tenido su primera discusión en la Comisión Primera, sea de Cámara o de Senado. De las propuestas radicadas, 12 ya tienen ponencia (9 en Cámara y 3 en Senado) y están a la espera de ser debatidos. Por otro lado, 10 están a la espera de que el ponente asignado rinda un concepto (7 Senado y 3 en Cámara) y 14 más ni siquiera tienen un doliente para llevar su texto a discusión a su correspondiente célula legislativa. Si nada extraordinario ocurre, es muy probable que los que no tienen ponencia y ponente se terminen hundiendo por imposibilidad de su trámite en las próximas dos semanas.
Los proyectos en detalle
Más allá de los números, si se entra a ver los proyectos uno por uno, se puede observar que los únicos que tendrían un trámite aparentemente tranquilo, al menos por el momento, son los actos legislativos que establece el derecho a la alimentación adecuada, aumenta el periodo de sesiones del Congreso, regula el uso adulto del cannabis, establece a la naturaleza y a los animales sintientes como sujetos de derecho, la reforma política, la reducción del salario, la eliminación del servicio militar, se disminuye la edad para aspirar al Congreso y establece a los campesinos como sujetos de derecho.
Por otro lado, los proyectos que están en riesgo son debido a varias situaciones. Este semestre se repitieron varios temas como la reducción de salarios y el aumento del periodo de sesiones. Algunos de ellos se acumularon, pero otros pasaron a engrosar la lista de proyectos sin debatir. Eso también pasó con los múltiples proyectos para convertir la educación “un derecho fundamental de todas las personas” y varios que bajan la edad de los congresistas.
De igual manera se evidencia que en múltiples ocasiones Cámara y Senado presentan proyectos muy similares, le apuntan casi a lo mismo, y muchas veces ninguna de las opciones termina siendo tramitada. Por otro lado, hay iniciativas en las que es notorio el poco interés del Ejecutivo y su bancada, por lo que quedan enterradas hasta el fondo de la fila.
Al entrar a ver la fecha de radicación también se evidencia que los proyectos de acto legislativo que se radican después de la segunda semana de agosto no tienen muchas esperanzas de vida, la mayoría no han sido debatidos en Comisión Primera. Solo los proyectos de gobierno que entraron después de esa fecha han tenido discusión.
Sin entrar en la mente de los legisladores, también se puede evidenciar que muchos de los proyectos radicados se hacen con el conocimiento de que no serán tramitados y su única intención es un golpe de efecto o “ganarse el titular”. Por ejemplo, se anunció con bombos y platillos la radicación del tribunal de cuentas para reemplazar la Contraloría y su trámite fue dejado a un lado.
Otro rasgo llamativo es que esta legislatura no dispuso tiempo para sacar adelante los actos legislativos que buscan transformar municipios en distritos especiales. Mientras que el Congreso pasado hizo un especial énfasis en este apartado, ninguno de los proyectos con este fin ha sido tramitado en este semestre y lo más probable es que se hundan.
Vea la totalidad de los proyectos de acto legislativo: