El Gobierno busca rearmar su coalición, pero sin una estrategia clara
Aunque el Pacto Histórico dice estar listo para recomponer su bancada y lograr, nuevamente, mayorías en el Congreso, lo cierto es que la estrategia para lograrlo no está definida. Mientras algunos proponen ganarse a los congresistas uno a uno, otros aseguran que las negociaciones deben hacerse directamente con los jefes de los partidos alternativos o declarados en oposición.
Valentina Parada Lugo
Nueve horas duró la reunión que tuvieron todos los congresistas del Pacto Histórico este miércoles 19 de julio en el Hotel Tequendama, a un día de la instalación del nuevo período legislativo del Congreso. En ese espacio buscaban definir la estrategia de la bancada de Gobierno para rearmar su coalición, que llega fracturada y sin norte a la instalación del segundo período legislativo, por cuenta de la difícil relación que ha tenido Gustavo Petro con varios presidentes de partidos políticos, que empezaron estando de su lado, y terminaron siendo su palo en la rueda.
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Nueve horas duró la reunión que tuvieron todos los congresistas del Pacto Histórico este miércoles 19 de julio en el Hotel Tequendama, a un día de la instalación del nuevo período legislativo del Congreso. En ese espacio buscaban definir la estrategia de la bancada de Gobierno para rearmar su coalición, que llega fracturada y sin norte a la instalación del segundo período legislativo, por cuenta de la difícil relación que ha tenido Gustavo Petro con varios presidentes de partidos políticos, que empezaron estando de su lado, y terminaron siendo su palo en la rueda.
En la agenda que se plantearon los congresistas, conocida por este diario, estaba previsto que entre 8:30 a.m. y 10 a.m. se hiciera un análisis profundo de la situación política actual y los retos de la bancada del Pacto Histórico. Comenzaron dos horas después de lo planeado. Ese panel estuvo a cargo de los representantes Alirio Uribe y Gabriel Becerra, y las senadoras Clara López y María José Pizarro. Antes de hablar de la crisis de la bancada, la ministra de Educación, Aurora Vergara, presentó ante los congresistas su propuesta para reformar la Ley 30 (ley de educación superior) y fue enfática en que este proyecto debe ser prioridad en la agenda.
Sin embargo, el panorama no estaba del todo claro. Luego del análisis, que no dejó muchas conclusiones, se puso sobre la mesa la necesidad de estrechar lazos con otros partidos, aprovechando la coyuntura de las elecciones regionales del próximo 29 de octubre, en las que todas las casas políticas buscan avales, alianzas y coaliciones para subir sus posibilidades en las urnas. A la reunión de bancada los congresistas llegaron sin los lineamientos que, se supone, les iba a dar el presidente Gustavo Petro el pasado 14 de julio en una reunión que había programada ente el Congreso y el Gobierno. Pero el mandatario nunca llegó, aludiendo a problemas de salud.
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Después, en esa reunión, los congresistas se dividieron en cuatro grupos para responder preguntas que quizá debieron haber llegado ya resueltas a la asamblea. “¿Logró la bancada articular con las bases del Pacto Histórico y el movimiento social?, ¿qué debería hacerse frente al estado de la coalición de Gobierno y el relacionamiento con las bancadas?, ¿cuál es el balance de la bancada en la legislatura pasada?, ¿qué papel ha jugado y debe jugar la bancada en el proceso de avance de las reformas?”. Las contestaron y expusieron en orden; pero hasta el mediodía, cuando llegó la hora del almuerzo, todo eran ideas, según le confirmaron varias fuentes a El Espectador.
Lo grave de que el Pacto Histórico haya llegado sin una ruta clara y contundente para volver a ganar mayorías en el Congreso es que, por su parte, otros partidos sí hicieron la tarea de fortalecerse como oposición en el receso legislativo. Los liberales, los godos y Cambio Radical están cocinando sus propias propuestas de reformas sociales. La oficina de prensa del Partido Liberal confirmó que ya tienen listos los proyectos de reforma a la salud, pensional, de educación y laboral.
Es decir, tienen una agenda paralela que podría contraponerse a las reformas, de ese mismo tipo, que radicará el Gobierno este 20 de julio. Por su lado, el Partido Conservador también alista su propia propuesta de reforma laboral y Cambio Radical está enfocado en sacar un borrador de reforma a la salud que, en últimas, podrían llegar a unificarse con el texto que están construyendo los rojos. La propuesta de César Gaviria es que sea la bancada de Gobierno quien acoja los proyectos de ley de ellos, y no viceversa.
Por eso, justamente, es tan importante que los próximos presidentes del Senado y de la Cámara de Representantes logren conciliar y llegar a consensos para que la agenda de debates no se congestione con propuestas del mismo tipo. El Partido Verde, por ejemplo, eligió entre críticas internas a Angélica Lozano como su aspirante a la mesa directiva del Senado. Sin embargo, sus contrincantes del mismo partido, Iván Name, Inti Asprilla y Ariel Ávila, aseguraron que no abandonarán su candidatura y también pondrán sus nombres en la instalación del Congreso. Y aunque los liberales no escogieron un aspirante único, todo parece indicar que el sucesor de la presidencia en la Cámara de Representantes será Andrés Calle.
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Todas esas posibilidades también fueron discutidas en la reunión de bancada. El turno después del almuerzo fue para el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, que es la ficha que promete mejorar la relación entre el Gobierno y el Congreso, y aterrizar las propuestas para convencer a los parlamentarios de que voten a favor de sus propuestas. Una fuente cercana al ministro aseguró que una de las estrategias que plantearon en ese espacio es volver a la relación uno a uno; es decir, empezar por intentar ganarse los votos de cada congresista de manera individual, y no con las cabezas de partido directamente. Lo que denominan el “colegaje”.
Esa posición dista, por ejemplo, de la planteada por la analista Patricia Muñoz Yi, la directora de posgrados de Ciencia Política de la Universidad Javeriana quien, en diálogo con este diario, aseguró que la estrategia debería comenzar por las presidencias de los partidos políticos. “Deben arrancar por las cabezas de los partidos más que los acercamientos ‘al detal’ que han tenido algunos en el Congreso, para que logren un punto intermedio entre lo que quiere el Gobierno y las propuestas de los partidos que puedan sumarse para volverse mayoría”.
Lo que se sabe, por ahora, es que Velasco comenzará la legislatura echándose al hombro, principalmente, la reforma laboral por su cercanía con esa industria, como expresidente de la Cámara Colombiana de Confección. Esa reforma, de hecho, es la única del paquete que no se va a radicar este 20 de julio, porque el Ministerio del Trabajo está haciendo ajustes al texto para volverlo a exponer al país, en cabeza de Gloria Inés Ramírez. De hecho, uno de los lineamientos del ministro Velasco fue precisamente que cada ministro asuma la vocería casi única de lo que van a radicar en el Congreso, como estrategia de gobernanza y credibilidad.
Aunque en la bancada de Gobierno todavía hay mucho hermetismo para hablar sobre el tema, el representante Gabriel Becerra le dijo a El Espectador que “la estrategia no ha variado de lo que se planteó desde un principio”. Mencionó también que respetarán los acuerdos y decisiones de cada partido, y que se enfocarán en estrechar sus relaciones con el movimiento social. “Va a ser muy importante estar abiertos a las críticas y aportes que hagan los movimientos campesinos, urbanos, de la paz, las agendas de las mujeres, porque esa es la sangre del proyecto del Pacto Histórico”, afirmó.
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Becerra no quiso referirse a si hay alguna estrategia para mejorar las relaciones con los partidos políticos que podrían salvarles las reformas. Por su parte, la oficina de prensa del Partido de la U, aseguró que no han tenido ninguna reunión o acercamiento con la bancada del Gobierno y dijo que “todo se definirá después de la instalación del Congreso”. Lo que significa que la puerta está abierta para negociar.
Lo grave de que el Pacto no unifique sus acciones para conquistar al resto de partidos es que podría terminar optando por la entrega de puestos o cuotas políticas, a cambio de su apoyo. Esa advertencia la hizo una fuente cercana a la bancada, que mencionó que ante la falta de claridad y de liderazgo, el riesgo es que el Gobierno recaiga en el error que ya costó la cabeza de Gilberto Rondón, en el Fondo Nacional del Ahorro.
La analista Patricia Vásquez, por su lado, es optimista. “Yo creo que debieron aprender de esa experiencia. Esa estrategia salió mal porque igual nunca sumaron los apoyos necesarios para que las reformas pasaran, y además les generó un peso negativo en la opinión pública por volver a esas viejas y malas prácticas de beneficiar a los congresistas individualmente”.
Para ella, lo primero que debería hacer el Pacto Histórico en la instalación del Congreso es recuperar su gobernabilidad a través de una voluntad de negociar y llegar a consensos, en el que se vea su voluntad para ceder. Concluyó que “deben mantener los puntos centrales de las reformas, pero incorporar los cambios que las fuerzas políticas les pidan”.
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