Congreso aprueba en primer debate reformas a la Policía
Una de las iniciativas busca un nuevo estatuto disciplinario, endureciendo las sanciones por abusos y arbitrariedades. La otra crea la categoría de patrulleros con su respectivo régimen especial de carrera.
Durante una sesión conjunta de las comisiones segundas de Senado y Cámara –encargadas, entre otras, de temas de defensa nacional y fuerza pública–, fueron aprobadas en primer debate dos reformas a la Policía Nacional, que se enmarcan en los abusos y excesos en el uso de la fuerza por parte de las autoridades, las cuales quedaron al desnudo en las manifestaciones del pasado paro nacional.
Por un lado, recibió el visto bueno la iniciativa que le apuesta a adoptar un Estatuto Disciplinario para la Policía, el cual condense normas sustanciales para los uniformados y que respondan a las necesidades requeridas para fortalecer la disciplina en la institución. Lo anterior, bajo el precepto que su actuar debe ser modelo de ejemplo, basado en el respeto de normas nacionales e internacionales en derechos humanos.
En ese sentido, se establecen sanciones para uniformados que incurran en arbitrariedades, abuso de autoridad y hechos de violencia en desarrollo de protestas. Por ello, se contempla como faltas graves el ocultamiento de la identificación, la discriminación contra la población vulnerable, el exceso en el uso de armas o elementos no reglamentarios, la filtración de información, el mal uso tecnologías de la información y la comunicación, e incurrir en fuga de información.
El nuevo Estatuto tendría como principios el reconocimiento por la dignidad humana, el debido proceso y los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Por otro lado, fue aprobado un proyecto que crea la categoría de patrulleros en la Policía Nacional con su respectivo régimen especial de carrera y que también le apuesta a fortalecer la profesionalización del servicio. La iniciativa también contiene un enfoque en derechos humanos.
Según el senador Ernesto Macías (Centro Democrático), coordinador del proyecto, se contemplan también una serie de distinciones, “reconocimientos horizontales con impacto prestacional sobre la asignación básica mensual para todos los patrulleros de Policía y del nivel ejecutivo. Son un gran paso para avanzar hacia el mejoramiento de sus condiciones”.
Sin embargo, el senador de oposición Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, reclamó que la iniciativa no solo aumenta la desigualdad entre oficiales y altos mandos, sino que otorga ‘superpoderes’ al director de la Policía para retirar funcionarios y se omite a la academia para la formación de los funcionarios.
Durante una sesión conjunta de las comisiones segundas de Senado y Cámara –encargadas, entre otras, de temas de defensa nacional y fuerza pública–, fueron aprobadas en primer debate dos reformas a la Policía Nacional, que se enmarcan en los abusos y excesos en el uso de la fuerza por parte de las autoridades, las cuales quedaron al desnudo en las manifestaciones del pasado paro nacional.
Por un lado, recibió el visto bueno la iniciativa que le apuesta a adoptar un Estatuto Disciplinario para la Policía, el cual condense normas sustanciales para los uniformados y que respondan a las necesidades requeridas para fortalecer la disciplina en la institución. Lo anterior, bajo el precepto que su actuar debe ser modelo de ejemplo, basado en el respeto de normas nacionales e internacionales en derechos humanos.
En ese sentido, se establecen sanciones para uniformados que incurran en arbitrariedades, abuso de autoridad y hechos de violencia en desarrollo de protestas. Por ello, se contempla como faltas graves el ocultamiento de la identificación, la discriminación contra la población vulnerable, el exceso en el uso de armas o elementos no reglamentarios, la filtración de información, el mal uso tecnologías de la información y la comunicación, e incurrir en fuga de información.
El nuevo Estatuto tendría como principios el reconocimiento por la dignidad humana, el debido proceso y los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Por otro lado, fue aprobado un proyecto que crea la categoría de patrulleros en la Policía Nacional con su respectivo régimen especial de carrera y que también le apuesta a fortalecer la profesionalización del servicio. La iniciativa también contiene un enfoque en derechos humanos.
Según el senador Ernesto Macías (Centro Democrático), coordinador del proyecto, se contemplan también una serie de distinciones, “reconocimientos horizontales con impacto prestacional sobre la asignación básica mensual para todos los patrulleros de Policía y del nivel ejecutivo. Son un gran paso para avanzar hacia el mejoramiento de sus condiciones”.
Sin embargo, el senador de oposición Antonio Sanguino, de la Alianza Verde, reclamó que la iniciativa no solo aumenta la desigualdad entre oficiales y altos mandos, sino que otorga ‘superpoderes’ al director de la Policía para retirar funcionarios y se omite a la academia para la formación de los funcionarios.