“Si el Congreso se niega a debatir les estaría dando la victoria a los corruptos”
El representante del Pacto Histórico David Racero dijo en entrevista que le preocupan las filtraciones que se han dado en el caso ante la justicia del exdirector de la UNGRD Olmedo López. Le pidió al Legislativo que en el tercer año no frenen las discusiones o las dilaten, como sucedió con la reforma pensional.
Vuelven al Congreso en medio de un panorama turbulento por los señalamientos de presunta corrupción en el Gobierno. ¿Les costará en sus objetivos legislativos?
El Congreso debe reafirmarse en la necesidad de liderar y discutir. El pecado de todo esto es cuando algunos congresistas pierden el horizonte de discutir las iniciativas en beneficio del interés general del país. Esto amerita una reflexión profunda. Si el Congreso se niega a debatir y a tramitar le estaría dando la victoria a los corruptos.
Y por supuesto, a cualquier incidente de corrupción, sea de congresistas o de funcionarios del Gobierno, todo el peso de la ley. Eso sí, nos preocupa que se estén filtrando estas audiencias porque al final esto termina afectando a la verdad y a que se cuestione el proceso judicial.
¿A qué reformas y proyectos le apostarán esta legislatura?
El Gobierno no va a claudicar en insistir en las reformas. Hay sumo interés en la reforma laboral, que es el complemento de la pensional, y seguramente en los tres debates que le hacen falta se ajustará. También se tramitará la reforma a la salud, aunque no tenemos una fecha y estamos esperando la revisión que haga la ministra de justicia, Ángela María Buitrago, frente a los proyectos de justicia. Y sobre todo, en esta legislatura nos centraremos en los proyectos de reactivación económica, una nueva ley de financiamiento en la línea de tener alivios empresariales y la posibilidad de generar inversiones para estimular la agricultura y la agroindustria.
Hay un segundo bloque, quedó pendiente la creación de ecominerales, vamos a insistir en el proyecto de cannabis, en este período nos la jugamos para su aprobación.
¿Y el presupuesto para 2025?
Ese también se viene y lo tenemos que ajustar conforme a lo que ocurrió este semestre de congelamiento de aproximadamente $20 billones.
¿Cree que este sábado ganan la presidencia de la Cámara con Jaime Raúl Salamanca?
Jaime Raúl Salamanca demostró como presidente de la Comisión Quinta ser ecuánime, democrático, garante tanto para oposición como para gobierno. Y hoy más que nunca necesitamos unas mesas directivas que den esa democracia, no queremos volver a vivir lo que hizo el presidente del Senado, Iván Name, quien hizo una afrenta contra la democracia al engavetar la reforma pensional. Insistimos en que el trámite se tiene que dar, sea que se apruebe o se hunda, pero no hay que caer en jugaditas. Confiamos en Jaime Raúl, no podemos caer en una presidencia con una clara línea de oposición, como lo ha manifestado Katherine Miranda.
Apenas se van a reunir con el ministro del Interior este lunes 22 de julio, ¿no considera que hubiera sido oportuno verse antes con él?
Nos hubiera gustado, pero, lo urgente en este momento son las presidencias de las mesas directivas y el ministro Cristo llegó a la cartera hace dos semanas con unas instrucciones muy claras del presidente, entre esas la del diálogo nacional. Yo ya me reuní con él en un desayuno de trabajo y compartimos que la visión política del acuerdo nacional debe tener una ruta estratégica, un método. Vamos a acompañarlo en la parte que debe pasar por el Congreso.
Además de los proyectos legislativos, le van a pedir al Congreso aprobar un fast track...
Hay que enfatizar en los objetivos y los fines y después en los procedimientos. Si para implementar la reforma rural agraria, que es el primer punto del Acuerdo de Paz, nos tardamos 50 años, es legítimo que el presidente diga que hay que hacer procedimientos más ágiles para implementar y que no se quede como tinta muerta en un papel que quedó muy linda para ganar un premio Nobel.
Nada se va a hacer a las patadas, a la fuerza, este gobierno ha mostrado el respeto a la institucionalidad, aunque se pretenda insinuar lo contrario. Respetamos las leyes y los procedimientos.
¿Les alcanza el tiempo para tanto?
Depende del Congreso. Si asume que esos son los retos para generar una hoja de ruta de transformación y cambio real, se podrá. Es inadmisible que un Congreso se demore, como pasó con la pensional, más de un año y medio para dar la discusión. Lo mismo sucedió con la reforma laboral y la de salud. En mis seis años como congresista, nunca había visto que se demoraran tanto como ha sucedido.
Debe haber un punto medio, discusión sí, pero no jugaditas o saboteos con el único fin de impedir las victorias para el Gobierno. Hay un camino y son los mensajes de urgencia que posibilitan que las comisiones discutan los proyectos al tiempo.
¿Por qué vía debería convocarse la constituyente de la que habla el presidente Gustavo Petro?
No hay que tenerle miedo a que la sociedad se movilice, que se planteen los debates importantes en marcos de reformas. Eso es a lo que se refiere el presidente cuando habla de poder constituyente, a una sociedad movilizada y preocupada por el debate público. Hay que dialogar porque cuando se agota el diálogo viene el conflicto.
Ya la misma sociedad definirá si es a través de una Asamblea Nacional Constituyente o si es una acotada para ciertos puntos. En este gobierno lamentablemente no hemos podido adelantar una reforma política, una a la justicia, un proyecto para descentralizar las regiones.
Asumimos el reto democrático, si el pueblo decide algo diferente lo aceptaremos con criterio porque somos un gobierno con vocación popular.
¿El Pacto Histórico finalmente se convertirá en partido único o no hay consenso?
Ese es otro reto, volvernos partido único para ir al 2026 unificados. Y en segundo lugar, volver a conectarnos con las organizaciones sociales, con la ciudadanía, las calles y los sectores.
¿Y al Gobierno en estos últimos dos años, cómo lo ve?
El tercer año es el año de la consolidación de las obras y los programas. Es acá donde los ministros tienen que mostrar resultados. Ya sembramos en el primer y segundo año, ahora hay que cosechar. Creo el cambio que hizo en algunos gabinetes fue para oxigenar al Gobierno y acelerar la ejecución en unas carteras claras. Hay que pedirle más a los ministros, que desarrollen, que ejecuten.
Yo soy optimista y no irracionalmente, pues las cifras del DANE, por ejemplo, nos mostraron una reducción de la pobreza monetaria en el último año, también se ha reducido la pobreza multidimensional, la economía se está reactivando y empieza a generar una senda de crecimiento que va a impactar en todas las regiones de la economía.
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Vuelven al Congreso en medio de un panorama turbulento por los señalamientos de presunta corrupción en el Gobierno. ¿Les costará en sus objetivos legislativos?
El Congreso debe reafirmarse en la necesidad de liderar y discutir. El pecado de todo esto es cuando algunos congresistas pierden el horizonte de discutir las iniciativas en beneficio del interés general del país. Esto amerita una reflexión profunda. Si el Congreso se niega a debatir y a tramitar le estaría dando la victoria a los corruptos.
Y por supuesto, a cualquier incidente de corrupción, sea de congresistas o de funcionarios del Gobierno, todo el peso de la ley. Eso sí, nos preocupa que se estén filtrando estas audiencias porque al final esto termina afectando a la verdad y a que se cuestione el proceso judicial.
¿A qué reformas y proyectos le apostarán esta legislatura?
El Gobierno no va a claudicar en insistir en las reformas. Hay sumo interés en la reforma laboral, que es el complemento de la pensional, y seguramente en los tres debates que le hacen falta se ajustará. También se tramitará la reforma a la salud, aunque no tenemos una fecha y estamos esperando la revisión que haga la ministra de justicia, Ángela María Buitrago, frente a los proyectos de justicia. Y sobre todo, en esta legislatura nos centraremos en los proyectos de reactivación económica, una nueva ley de financiamiento en la línea de tener alivios empresariales y la posibilidad de generar inversiones para estimular la agricultura y la agroindustria.
Hay un segundo bloque, quedó pendiente la creación de ecominerales, vamos a insistir en el proyecto de cannabis, en este período nos la jugamos para su aprobación.
¿Y el presupuesto para 2025?
Ese también se viene y lo tenemos que ajustar conforme a lo que ocurrió este semestre de congelamiento de aproximadamente $20 billones.
¿Cree que este sábado ganan la presidencia de la Cámara con Jaime Raúl Salamanca?
Jaime Raúl Salamanca demostró como presidente de la Comisión Quinta ser ecuánime, democrático, garante tanto para oposición como para gobierno. Y hoy más que nunca necesitamos unas mesas directivas que den esa democracia, no queremos volver a vivir lo que hizo el presidente del Senado, Iván Name, quien hizo una afrenta contra la democracia al engavetar la reforma pensional. Insistimos en que el trámite se tiene que dar, sea que se apruebe o se hunda, pero no hay que caer en jugaditas. Confiamos en Jaime Raúl, no podemos caer en una presidencia con una clara línea de oposición, como lo ha manifestado Katherine Miranda.
Apenas se van a reunir con el ministro del Interior este lunes 22 de julio, ¿no considera que hubiera sido oportuno verse antes con él?
Nos hubiera gustado, pero, lo urgente en este momento son las presidencias de las mesas directivas y el ministro Cristo llegó a la cartera hace dos semanas con unas instrucciones muy claras del presidente, entre esas la del diálogo nacional. Yo ya me reuní con él en un desayuno de trabajo y compartimos que la visión política del acuerdo nacional debe tener una ruta estratégica, un método. Vamos a acompañarlo en la parte que debe pasar por el Congreso.
Además de los proyectos legislativos, le van a pedir al Congreso aprobar un fast track...
Hay que enfatizar en los objetivos y los fines y después en los procedimientos. Si para implementar la reforma rural agraria, que es el primer punto del Acuerdo de Paz, nos tardamos 50 años, es legítimo que el presidente diga que hay que hacer procedimientos más ágiles para implementar y que no se quede como tinta muerta en un papel que quedó muy linda para ganar un premio Nobel.
Nada se va a hacer a las patadas, a la fuerza, este gobierno ha mostrado el respeto a la institucionalidad, aunque se pretenda insinuar lo contrario. Respetamos las leyes y los procedimientos.
¿Les alcanza el tiempo para tanto?
Depende del Congreso. Si asume que esos son los retos para generar una hoja de ruta de transformación y cambio real, se podrá. Es inadmisible que un Congreso se demore, como pasó con la pensional, más de un año y medio para dar la discusión. Lo mismo sucedió con la reforma laboral y la de salud. En mis seis años como congresista, nunca había visto que se demoraran tanto como ha sucedido.
Debe haber un punto medio, discusión sí, pero no jugaditas o saboteos con el único fin de impedir las victorias para el Gobierno. Hay un camino y son los mensajes de urgencia que posibilitan que las comisiones discutan los proyectos al tiempo.
¿Por qué vía debería convocarse la constituyente de la que habla el presidente Gustavo Petro?
No hay que tenerle miedo a que la sociedad se movilice, que se planteen los debates importantes en marcos de reformas. Eso es a lo que se refiere el presidente cuando habla de poder constituyente, a una sociedad movilizada y preocupada por el debate público. Hay que dialogar porque cuando se agota el diálogo viene el conflicto.
Ya la misma sociedad definirá si es a través de una Asamblea Nacional Constituyente o si es una acotada para ciertos puntos. En este gobierno lamentablemente no hemos podido adelantar una reforma política, una a la justicia, un proyecto para descentralizar las regiones.
Asumimos el reto democrático, si el pueblo decide algo diferente lo aceptaremos con criterio porque somos un gobierno con vocación popular.
¿El Pacto Histórico finalmente se convertirá en partido único o no hay consenso?
Ese es otro reto, volvernos partido único para ir al 2026 unificados. Y en segundo lugar, volver a conectarnos con las organizaciones sociales, con la ciudadanía, las calles y los sectores.
¿Y al Gobierno en estos últimos dos años, cómo lo ve?
El tercer año es el año de la consolidación de las obras y los programas. Es acá donde los ministros tienen que mostrar resultados. Ya sembramos en el primer y segundo año, ahora hay que cosechar. Creo el cambio que hizo en algunos gabinetes fue para oxigenar al Gobierno y acelerar la ejecución en unas carteras claras. Hay que pedirle más a los ministros, que desarrollen, que ejecuten.
Yo soy optimista y no irracionalmente, pues las cifras del DANE, por ejemplo, nos mostraron una reducción de la pobreza monetaria en el último año, también se ha reducido la pobreza multidimensional, la economía se está reactivando y empieza a generar una senda de crecimiento que va a impactar en todas las regiones de la economía.
👁🗨 Conozca cómo votan los senadores y representantes a la Cámara en ‘Congreso a la mano’.
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