Congreso y Gobierno se unieron para destrabar parte de una agenda inmersa en polémicas

En medio de esa dura tensión política que vienen viviendo varios meses el Congreso y la Casa de Nariño por las polémicas sobre una constituyente y una reelección que el presidente Gustavo Petro niega firmemente, y el escándalo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) que salpicaría a la cúpula del Cámara y Senado, e incluso a algunos funcionarios del Ejecutivo, aunque todos han negado su presunta participación en la red de corrupción, se lograron acuerdos silenciosos que permitieron sacar adelante una parte de la trabada agenda legislativa adelante.

En medio de esa dura tensión política que vienen viviendo varios meses el Congreso y la Casa de Nariño por las polémicas sobre una constituyente y una reelección que el presidente Gustavo Petro niega firmemente, y el escándalo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) que salpicaría a la cúpula del Cámara y Senado, e incluso a algunos funcionarios del Ejecutivo, aunque todos han negado su presunta participación en la red de corrupción, se lograron acuerdos silenciosos que permitieron sacar adelante una parte de la trabada agenda legislativa adelante.

Los ministros del gobierno Petro, algunos incluso con mociones de censura pendientes, pasaron por los pasillos del Legislativo para lograr que sus textos pudieran avanzar con la sombra el trancón que acecha a varias iniciativas. El ministro de Justicia, Néstor Osuna, obtuvo una victoria con la aprobación de la ley estatutaria de la jurisdicción agraria y rural, y la ministra de Educación, Aurora Vergara, pasó por la Comisión Primera de Senado, donde había sido cuestionada la semana anterior, para salir victoriosa con la ley estatutaria a la educación. Los debates que tuvieron resultados positivos fueron la consecuencia de concertaciones silenciosas en las que el Gobierno puso las cartas en la mesa, y se tragó algunos sapos, para que las iniciativas tuvieran el visto bueno de un sector que antes no ha dudado en usar sus votos para hundir otros textos, como la reforma a la salud.

La semana que inició con la visita del presidente del Congreso, Iván Name, uno de los presuntos involucrados en el escándalo de la Ungrd, al papa Francisco, fue una de las muestras de que el bloque institucional que ha mencionado el mismo mandatario, quien señala que el Legislativo le niega todo al Ejecutivo, no sería una realidad. Tres proyectos de la autoría de funcionarios de la Casa de Nariño tuvieron una mayoría arrasadora esta semana en el Capitolio, dos de ellos incluso pasaron con mayorías absolutas, que se sumarían a iniciativas de autoría del Gobierno como la Ley de la Paz Total, la reforma tributaria, la creación del Ministerio de Igualdad y el “Acuerdo entre la República de Colombia y la República Bolivariana de Venezuela sobre el transporte internacional de carga y pasajeros por carretera”, que fueron aprobadas por el Congreso, a pesar de las diferencias que existían con el jefe de Estado.

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“Independientemente de las críticas, a mí me parece un acto de profunda madurez política de todas las fuerzas. En este país hay elementos que nos pueden llevar a encontrarnos. Y es que si el 20 de junio cerramos como yo espero cerrar la agenda legislativa, el mensaje poderoso es que en el Congreso se pueden hacer reformas si no hay bloqueo institucional”, dijo Luis Fernando Velasco, el ministro del Interior.

Desde este 16 de febrero los partidos estuvieron en disputa para avanzar con sus iniciativas y hundir otras. Las peleas clave se centraron en las reformas que presentó el Ejecutivo y que están cerca de llegar a la fecha límite para su discusión, que es el 20 de junio. A menos de dos semanas de esa fecha, tres proyectos lograron avanzar.

Uno de ellos fue de la autoría del ministro de Defensa, Iván Velásquez, cuestionado por la oposición y a la espera de que se establezca una fecha para la moción de censura que lo espera en el Congreso. Se trata del proyecto de acto legislativo “Mesada 14″, aprobado este martes en su octavo y último debate en la plenaria de la Cámara de Representantes. Con 99 votos por el sí y 0 por el no, falta solo el proceso de conciliación y la sanción presidencial para que se modifique el artículo 48 de la Constitución y comience a realizarse el pago anual otorgado a más de 244 mil veteranos de las Fuerzas Militares y la Policía, así como a sus beneficiarios.

“Esta Cámara de Representantes le cumple a las Fuerzas Militares, a sus familias y a los civiles que presta los servicios al Ministerio de Defensa”, indicó el representante Heráclito Landínez (Pacto Histórico), uno de los ponentes de la iniciativa.

El proyecto de ley estatutaria que establecerá la integración y estructura de la jurisdicción agraria y rural— otra iniciativa del Gobierno que fue aprobada por el Congreso en el 2023 y recibió el nombre de Acto Legislativo 03 de 2023— también recibió el “sí” por parte del Capitolio el martes, con 96 votos a favor y 30 en contra en la plenaria de la Cámara. La decisión fue celebrada por el ministro Osuna, uno de los autores del proyecto, quien dijo que era una “muy buena noticia” para la justicia colombiana y recalcó que la iniciativa contó “con consensos, incluso en los partidos de la oposición”, a los que agradeció por las proposiciones que hicieron, varias de las cuales fueron incorporadas.

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“Cuando un Estado se compromete, debe honrar la palabra, y ustedes lo han hecho. El Gobierno quiere decirles gracias”, afirmó el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, en la plenaria. “Un reconocimiento, no solo a los ponentes, sino a todos los que participaron en este debate, con su voz, con sus palabras, independientemente que hayan defendido o le hayan puesto reparos al proyecto, todos son importantes en este debate”, añadió.

Para que el proyecto que permitiría la protección de los derechos de propiedad en el campo y la resolución de conflictos agrarios se convierta en ley, le faltaría pasar a la conciliación entre las cámaras y después a la Corte Constitucional para que haga el análisis correspondiente.

El último de los logros del Gobierno en el Capitolio corrió por cuenta de un consenso en la Comisión Primera del Senado, que salvó a la reforma a la educación, la que parecía no tener posibilidad de avanzar tras un mes atascada. Una negociación entre el oficialismo, encabezado por la senadora María José Pizarro (Pacto Histórico) y la ministra de Educación con Cambio Radical y Centro Democrático, permitió que se radicara una enmienda que logró que la votación a su favor fuera absoluta, con 19 votos contra 0.

“Moraleja: del disenso sí se puede construir consenso y nadie está tras un ‘golpe blando’. Lo que sigue es que se respeten los acuerdos en la Plenaria de Senado y en la conciliación. Voluntad tenemos, demos ejemplo”, apuntó el senador David Luna (Cambio Radical).

Senadores de la oposición reconocieron la apertura que tuvo la ministra para concertar algunos cambios que eran necesarios para obtener esos votos y señalaron incluso que Vergara “no es como el [ministro] de Salud”. Con la cabeza de esa cartera, Guillermo Jaramillo, otros de los citados a para una moción de censura, se conocen los encontronazos por la reforma que no pudo superar la Comisión Séptima del Senado, en donde se hundió.

El acuerdo, sin embargo, no fue tan bien recibido por algunos congresistas del oficialismo, quienes criticaron que el articulado haya sido modificado en puntos como la educación mixta y para limitar la autonomía del Sena. Desde los partidos independientes, la representante Jennifer Pedraza, de Dignidad y Compromiso, afirmó que los acuerdos iban “en contra de la educación como derecho” y no podían ser aplaudidos.

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“No existen acuerdos perfectos cuando lo hacemos con quienes piensan distinto, pero sin duda avanzamos. Hay puntos que no compartimos, pero tengan la tranquilidad que plantearemos el debate necesario en plenaria del Senado. O llegábamos a un acuerdo o el proyecto se hundía hoy. Optamos por la primera alternativa para seguir luchando por el acceso universal a este derecho”, aseveró la senadora Pizarro en sus redes sociales.

La victoria todavía no está cantada para la reforma, que será discutida el lunes 17 de junio en la plenaria. Allí faltará ver si estos disgustos de sectores del oficialismo se materializan en discusiones para tratar de revertir las modificaciones que se hicieron con la enmienda y hasta dónde llega el diálogo que hizo posible la salida triunfal del texto en la Comisión Primera.

Los acuerdos logrados son un respiro en un Capitolio lleno de tensiones por cuenta de señalamientos de parte y parte sobre supuestos bloqueos para el paso de iniciativas. Lo que falta por completar es el tercer debate de la reforma pensional en la Comisión Séptima de la Cámara, que se desarrollará el lunes festivo y que ya está marcada por controversias después de que la audiencia pública que ocurrió este jueves fuera denunciada por partidos de oposición y en independencia por no respetar las garantías para su realización. También está pendiente la aprobación de la reforma laboral, que por trancón legislativo, no pudo avanzar en la Comisión Séptima de la Cámara y se quedó con solo unos artículos aprobados desde diciembre del 2023.

Eso no sería todo. Antes del 20 de junio también están pendientes las mociones de censura de cinco ministros— Interior, Salud, Defensa, Igualdad y Minas—, así como la elección del contralor con el Congreso en pleno, que sería el próximo miércoles. Con una lista larga de proyectos atascados y varias discusiones en la mira, lo único seguro es que las próximas dos semanas serán agitadas para el Legislativo.

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