Petro aceleró su Constituyente en medio de escándalos y ponencia del CNE

En los próximos días, el presidente Gustavo Petro llamará a una reunión a puerta cerrada a todos sus ministros y altos funcionarios para examinar detalle a detalle todo lo ocurrido en la última semana, en la que, conforme visitaron diez ciudades, el ambiente político se agitó por cuenta de las noticias que impactaron sí o sí la imagen del Gobierno. Pero no solo el oficialismo avanzará en un encuentro, hará lo propio la oposición, que busca sacar ventaja de este episodio y catapultar su proyecto.

En los próximos días, el presidente Gustavo Petro llamará a una reunión a puerta cerrada a todos sus ministros y altos funcionarios para examinar detalle a detalle todo lo ocurrido en la última semana, en la que, conforme visitaron diez ciudades, el ambiente político se agitó por cuenta de las noticias que impactaron sí o sí la imagen del Gobierno. Pero no solo el oficialismo avanzará en un encuentro, hará lo propio la oposición, que busca sacar ventaja de este episodio y catapultar su proyecto.

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Son varios los temas que, pese al cansancio que dicen sentir algunos funcionarios por cuenta de los viajes y las tareas en sus carteras, deberán tratarse con inmediatez: qué harán con la investigación que podría abrirse en el Consejo Nacional Electoral (CNE) por haber presuntamente violado el tope de gasto por más de $5.400 millones durante la primera y segunda vuelta presidencial; cómo sacarán adelante las reformas en el Congreso en medio de los escándalos de supuesta corrupción en la UNGRD y que salpicaron a los dos presidentes de la corporación; y cuándo tomará vida la idea de convocar a una Constituyente.

Las directrices que les dio el presidente a sus ministros es que trabajarán de domingo a domingo y que necesita ver resultados y saber que los colombianos también los están sintiendo, pues está a menos de tres meses de llegar a la mitad de su mandato, dos años de los que se arrepiente de haber iniciado de la mano de varios partidos tradicionales para cumplir su promesa de campaña de gobernar con representación de todos y de perder energía en lograr un Acuerdo Nacional que nunca vio la luz por las diferentes versiones que le atribuye él, la oposición y demás sectores del país.

Internamente, hay un sinsabor y un desánimo que tanto Petro como sus funcionarios intentaron ocultar durante estos días de apariciones públicas en las jornadas de Gobierno con los Barrios Populares, por lo que el regreso a la capital trae consigo un respiro y la oportunidad de sentarse y hablar de este por fuera de la mirada pública.

“El Gobierno empezó con una actitud de apertura democrática con la meta de pasar las reformas y se hicieron acuerdos con varios partidos políticos tradicionales. Así pasamos la tributaria y el Plan Nacional de Desarrollo, pero cuando llegaron las otras reformas fue más poderoso el sector corporativo que el mismo gobierno”, señala Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social y uno de los funcionarios más cercanos al presidente.

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Cuenta el director y exsenador del Pacto Histórico que el lento trámite que han tenido las reformas pensional y laboral y el hundimiento de la de salud en la Comisión Séptima del Senado hizo sentir al Gobierno que habían perdido en ese terreno: “El Gobierno vendió un pedazo de prestigio al aliarse antes con el sector tradicional, perdió reputación, sobre todo porque llegó con la promesa de cambio. Perdimos reputación y las reformas, o sea, nos quedamos sin nada”.

Aunque el presidente Petro insiste en que hay todavía tiempo para aprobar la reforma pensional y esta semana sus ministros del Interior, Luis Fernando Velasco, y de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, radicarán en el Legislativo la nueva reforma a la salud con mensaje de urgencia, desde su gabinete algunos son incrédulos y opinan que es mejor dejar de insistir en ellas y pensar en otras alternativas como los decretos.

Sobre todo, porque no hay ambiente en el Congreso debido al escándalo de la UNGRD con el que se puso en duda la transparencia en el trámite de los proyectos del Gobierno, tras la acusación del exsubdirector de la unidad Sneyder Pinilla de haberse usado dinero público para favorecerlo, pagándosele supuestamente $3.000 millones al presidente del Congreso, Iván Name; y $1.000 millones a Andrés Calle, quien preside la Cámara.

El pasado miércoles, por ejemplo, en la plenaria de la Cámara, donde se supone que Petro tiene mayorías, se aprobó una proposición para aplazar la discusión de todos los proyectos gubernamentales por la polémica de presunta corrupción y el pronunciamiento del presidente en torno a la posibilidad de que el CNE le formule cargos a su campaña por presuntas irregularidades en su financiación.

Pero hay voces más optimistas como la del director de Planeación Nacional, Alexander López, quien cuenta con amplia experiencia legislativa: “Si bien es cierto que hay una situación política más convulsionada, vamos a insistir en el Congreso y la discusión de la pensional inicia este martes porque no tenemos más tiempo. Por eso, las marchas y el respaldo popular son necesarios, así como avanzar en la propuesta del presidente de la Constituyente, que enmarca una discusión hacia abajo, con nuestras bases y fuerzas sociales para proteger este gobierno”.

Precisamente, la constituyente es una idea que ha tomado fuerza en los últimos días, y voces muy cercanas al jefe de Estado aseguran que están andando los preparativos para instalarla con prontitud ante el “golpe blando” que presuntamente les amenaza. Las fuentes del Gobierno dicen que en esta iniciativa, que ha sido polémica desde que se anunció en marzo de este año desde el barrio ‘Puerto Resistencia’, en Cali, las “coordinadoras de fuerzas populares” de las que ha venido hablando Petro serían fundamentales.

En su cierre de Gobierno con los Barrios, en el barrio caleño Siloé, un punto simbólico de las protestas, el presidente Petro señaló que muchos habían confundido el poder constituyente con la Asamblea Constituyente e invitó al “establecimiento” a unirse por un acuerdo nacional que terminaría en un referendo constitucional.

El gran interrogante es por quiénes estarán conformadas estas coordinadoras, una respuesta que puede llegar con prontitud, luego de que el Consejo de Estado emitiera un fallo a favor de la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal, quien presentó una acción de tutela para que la Casa de Nariño le responda un derecho de petición en el que pregunta qué son exactamente estos grupos y cuál es su papel en el gobierno.

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“Necesitamos saber qué es eso, qué significa y cuál es el llamado porque en Venezuela se establecieron figuras similares llamados los colectivos chavistas, en Cuba también están los guardianes de la revolución, en Irán igual. Además, desde campaña él habla de cabildos abiertos. Piensan en una parte del pueblo, pero, ¿dónde estamos el resto?”, señala Cabal.

Desde la oposición le han seguido el hilo a la idea de la Constituyente y aseguran que no se puede desestimar, pues como la ha planteado el Gobierno, hasta ahora, su convocatoria no iniciaría por el Congreso, lo que supondría fuertes choques en el país.

Por esto, el Centro Democrático y Cambio Radical, los dos partidos de oposición, están en conversaciones para seguir su estrategia de demandar decretos y proyectos del oficialismo, buscando el mismo resultado que lograron con el ministerio de la Igualdad, al que llamaron “fortín de burocracia”, y cuya ley de creación fue tumbada por la Corte Constitucional por supuestos vicios en su trámite. A su vez, cuentan, buscarán que sus encuentros, en los que también participan congresistas conservadores, e incluso, de la Alianza Verde, sean más mediáticos para el conocimiento de los colombianos.

Las calles tampoco piensan abandonarlas, y esto lo reconoce el presidente, quien ya anunció una marcha más concurrida que la del pasado Día del Trabajo y hablará de sus preparativos en el encuentro con sus ministros. “La oposición está muy activa y la disputa ahora se da en la calle, que tiene un mensaje muy grande simbólicamente. Tener más gente en las calles que el otro representa nada menos que la caída del otro, y por eso, el presidente se revitaliza y radicaliza su discurso el 1 primer de mayo”, destaca Bolívar.

El presidente se aproxima a la mitad de su mandato y aunque les encomendó a sus ministros “ponerle el acelerador” a su Plan de Gobierno y a sus reformas, buena parte de estas tareas podrían diluirse en los esfuerzos que deberán hacer para superar las polémicas que les rodean. Además, puede abrirse un nuevo capítulo, que podría ser uno de los más fuertes y que complicaría la continuidad del progresismo en el poder: una investigación en el CNE por las dudas que hay de la llegada del “Cambio” al Poder.

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