“Aún no hay un bloqueo político”: ministro del Interior sobre constituyente de Petro

Ministro: ¿va a haber o no, y qué tan conveniente es la Constituyente?

Ministro: ¿va a haber o no, y qué tan conveniente es la Constituyente?

En los sistemas políticos puede llegar un momento en el que se genere lo que se llama un bloqueo político. ¿Qué es un bloqueo político? Los politólogos y quienes estudian la política dicen que es cuando una sociedad hace unas demandas al gobierno y este no puede responder a esas demandas porque desde el Legislativo o desde el Judicial no le permiten adelantar esas demandas. Entonces, ahí hay un bloqueo. Y eso que digo, aclaro, es un ejercicio académico, no estoy haciendo un pronunciamiento político. Sigo. En un sistema presidencial como el nuestro, enseñan los politólogos, hay que preguntarle de alguna manera al constituyente primario. Y en Colombia hay dos maneras que están en nuestra Constitución, que son perfectamente institucionales para preguntarle sobre ese bloqueo político: una Asamblea Nacional Constituyente o un referendo.

Ministro, pero más allá de la teoría, ¿tenemos ahora mismo un bloqueo político en Colombia?

Yo soy de los que creo, y oigan bien esto, que aún no hay un bloqueo político. Yo, a pesar de las dificultades, veo caminos de concertación con las fuerzas políticas para sacar adelante las reformas.

Pero el presidente Gustavo Petro, que por estructura de Estado es su jefe, dice que sí lo hay...

Como dice el presidente en las reuniones, el Gobierno es el presidente y sus ministros. Yo también soy Gobierno. Y entonces ahí hay un debate interesante con todos los ministros, con el presidente; y yo, que estoy en el Parlamento, le digo que hay unos espacios y se lo demuestro. Miren, si hubiese realmente un bloqueo político, no creo que la suerte de los señores ministros (de Defensa y de Salud) que estaban a puertas de una moción de censura hubiese sido la que tuvieron. Logramos obtener como Gobierno, y particularmente los ministros, una mayoría absoluta que los respalda.

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Ministro, en el Congreso leyeron como una “amenaza” ese llamado a la Constituyente…

Pero no es una amenaza, es una reflexión que hizo el Presidente frente a una salida institucional que está en la Constitución para tratar de recuperar su iniciativa en unas reformas. En una de ellas, por ejemplo, hay una ponencia con ocho firmas diciendo que la archiven, que es la de salud. La reforma a la salud está en cuidados intensivos y con muchos problemas. Sí. Y, a pesar de ello, yo creo que todavía hay posibilidades de hacer esos acuerdos. Entonces, por ello, yo persisto. El miércoles de esta semana, cuando estábamos debatiendo la reforma pensional, nos dimos cuenta que sí había mayorías para inicialmente negar una propuesta que pedía archivarla. O sea, no veo los caminos cerrados.

¿Nos avecinamos a un choque más duro entre ramas del poder público?

No creo bueno para la sociedad colombiana, para la economía colombiana, para la tranquilidad colombiana, que entre Congreso y Gobierno nos declaremos incapaces de hacer algún acuerdo.

Ministro, ¿usted no es partidario de una Asamblea Constituyente en este momento?

No. Pero yo creo que en algún momento Colombia tiene que pensar en una Asamblea Constituyente para complementar y hacer lo que no se pudo desarrollar de la Constitución del 91. Y no es una asamblea contra la Constitución del 91, es para complementarla. Si a mí me preguntan dos temas muy difíciles de sacar adelante sin una Asamblea Nacional Constituyente, diría una profunda reforma a la justicia y una reforma al modelo electoral político. ¿Por qué? Primero, porque cuando se intenta hacer una reforma a la justicia siempre hay tensión con las cortes y el Congreso no tiene total independencia para poder profundizar una reforma a la justicia. Y en el caso del modelo político electoral, pues los congresistas que están en el Congreso no les interesa el cambio de unas reglas de juego que los han favorecido. Entonces, yo sí creo que en ese caso valdría la pena explorar.

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Para una movida así se necesitan consensos, ¿ahora mismo los hay?

Yo soy de los que creo que una Asamblea Nacional Constituyente no puede ser de un sector contra otro sector. Una Constituyente no se puede hacer contra un grupo, se tiene que hacer con todos los grupos. Se equivoca el señor exvicepresidente Germán Vargas cuando sale, como se lo dijo el señor presidente, como gallo de pelea diciéndole que listo, que venga y peleemos y póngame en qué escenario y enfrentémonos. No, las asambleas constituyentes que tienen vocación de hacer algo que permanezca en el tiempo se hacen buscando acuerdos.

Esto también parece un mensaje para el presidente Petro para que le dé espacio a usted de hacer su tarea antes de lanzar una propuesta así…

No. Él hizo una propuesta. Incluso, escuchemos bien lo que él dijo. Primero, que hablemos con el pueblo, que es lo que ha venido haciendo desde el momento uno y lo está haciendo en este momento. Y, segundo, que hable de una Asamblea Nacional Constituyente no significa que tengamos que hacerla ahora. Es más, él alcanzó a decir, que se dejen unas bases para que se haga en el 2026 o en el 2028. En algún momento hay que complementar algo que no terminó completo en el 91. Yo soy de los que creo que ese es un buen debate, pero creo que la urgencia hoy, y que todavía es posible, es gastar los últimos cartuchos que tengamos para hacer el acuerdo para las reformas sociales en el Congreso. Todavía veo caminos para hacer eso.

¿Ahí jugaría un papel el presidente del Senado, Iván Name, quien se ha mostrado más lejano al Gobierno?

Los seres humanos y particularmente los políticos queremos trascender. Y yo creo que la gente sí quiere las reformas. La gente sí dice se deben reformar elementos del modelo de atención en salud, que hay que reformar el tema pensional. Por ejemplo, la cuestión pensional en Colombia es que los colombianos no se pensionan; creo que ni el 5% de los campesinos de este país tienen derecho a una pensión. Por Dios, es que cómo vamos a mantener un modelo que hace que una gente que se levanta a las 4 de la mañana y que se acuesta a las 8 de la noche por trabajar todo el tiempo no tenga derecho a una pensión. Hay que buscar un modelo que les dé, si no una pensión, por lo menos algún ingreso digno. En el tema laboral, cómo no va a ser bueno que la gente vuelva a tener sus recargos, sus dominicales, sus festivos. O sea, que mejore un poco el ingreso, porque si mejora el ingreso, mejora el consumo. Y si mejora el consumo, mejora el empleo, mejora toda la economía. Son cosas sencillas en las que deberíamos hacer un acuerdo.

¿Están dispuestos a ceder en algunos aspectos de las reformas?

Es probable que tengamos que modificar elementos que se han propuesto en la reforma laboral, en la pensional, en la propia reforma de la salud, pero que sí se necesitan las reformas. Yo creo que el presidente Name entiende eso, por lo que sí creo que va a terminar ayudando. Además, como presidente del Congreso supongo que no quiere ser recordado como el que no dejó hacer las reformas. No es un hombre torpe y él sabe. Y yo hablo con él más de lo que la gente se imagina. Yo lo que siento es que tenemos que aprender todos, y este es un mensaje para todos; y cuando hablo de todos, hablo de todos. Tenemos que aprender que hacer un acuerdo no significa ser derrotados. Hay momentos en la vida republicana de los países en lo que el que es capaz de hacer un acuerdo, incluso si le toca echar un paso para atrás, es más triunfante. Es más triunfante ser derrotado, que el que sin acuerdo deja que se le caiga todo.

Eso sí suena como un mensaje a la jefatura de Estado…

No, es un mensaje a la sociedad en su conjunto. Hay partidos y hay congresistas que nos tienen bloqueados los debates. Creo que hacer un acuerdo para ellos sería un mayor triunfo que simplemente no dejarnos hacer lo que el país necesita que se haga.

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¿Ve al presidente Petro con la intención de propiciar ese diálogo?

El presidente Petro lo viene intentado. Invitó a desayunar a los ponentes y nos dejaron metidos por ese temor de creer que si uno habla es porque se está negociando. Aquí hay un problema: el debate central, y es bueno que la gente lo sepa, no es sobre qué piden o reciben los congresistas, sino qué hacemos. Hay muchos que tienen el temor en torno a que si se sientan con el Gobierno y hacen un acuerdo les vayan a decir que los compraron. Hay que encontrar caminos, porque lo peor que le puede pasar a este país es que generemos un bloqueo de comunicación y un bloqueo institucional, porque en los bloqueos institucionales perdemos todos.

Ministro, ¿ve a quienes rodean al Presidente abiertos a ese diálogo? Se habla de mucho fuego amigo…

Hay de todo y yo lo que expondría es que, si en este momento las condiciones no están dadas para ese diálogo, construyámoslas. Pero este país sí necesita una reforma en temas centrales como la salud, si necesita una reforma en temas generales como las pensiones y también en los temas laborales; además, se necesitan unas normas ambientales que nos permitan desarrollar proyectos y defender la naturaleza. Y para todo eso debemos entender que institucionalmente hay un Congreso con el cual hay que hablar y hay que hacer acuerdos, pero también debemos decirles a algunos congresistas que no hay que cerrarse a la comunicación con un Gobierno que significa cambio, que entiendan que él tiene un mandato legal, político y especializado que le ordena llegar a la Presidencia a hacer cambios. Y él está intentando hacerlos, no bloqueemos los cambios.

Cuando el presidente habla que de una “gobernanza paramilitar”, señalando casi que por igual a todos, ¿no torpedea ese diálogo?

Hay sectores a los que evidentemente no les interesa que el Gobierno pueda sacar sus reformas, porque se habilita a que se abran otros debates. Hay sectores que le tienen terror a la verdad, por lo que el presidente habla de eso y pide que se abra el espacio en la JEP; que dejen que la gente hable. El presidente también ha hablado varias veces de una ley de reconciliación, por lo que siento que el presidente lo que quiere es destrabar unos elementos que no han dejado evolucionar al país. Y lo busca no a través del brazo punitivo de la justicia, que lo tiene, ni con eso de castiguemos y encerremos, sino con el elemento de verdad y reparación que hay en la justicia. Por ello, él está hablando de que en algún momento en Colombia tenemos que llegar a una ley de reconciliación.

Ministro, para finalizar. ¿En qué va la paz total?

No podemos negar que hay una realidad y, en medio de ella, le hemos apostado a una política de paz total. Pero mire, para nosotros el cese al fuego no es simplemente que el Ejército y la Policía no se enfrenten con estas organizaciones ilegales, sino que haya cese de hostilidades contra la población civil y es evidente que en el Cauca estas EMC (disidencias de Iván Mordisco) se fueron de lleno contra campesinos e indígenas, y no los podemos dejar solos. Por eso se levantó el cese al fuego y ahí tiene que entrar con toda decisión la Fuerza Pública a respaldar a los ciudadanos y a defenderlos.

(Iván Name, presidente del Senado, confirmó que sesionarán en Semana Santa)

¿Es hora de replantear el reconocimiento político que se les dio a esas disidencias?

Esperemos a ver qué pasa en estos días, pero no me le quiero meter mucho a Otty Patiño en su tarea, ni a los negociadores, pero lo que sí es evidente es que una parte importante de estas organizaciones no le están cumpliendo al país.

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