Convicciones y angustias sobre la misteriosa reforma a la salud

Las comisiones VII, para algunos las menos apetecidas del Congreso, serán claves para la discusión de las reformas que plantea el gobierno Petro. Los cambios estructurales a los sistemas de salud y pensional se empezarán debatiendo en estas células legislativas, por lo que, aunque no han empezado las sesiones, sus miembros ya se preparan para el estudio y trámite de esas iniciativas.

Las comisiones VII, para algunos las menos apetecidas del Congreso, serán claves para la discusión de las reformas que plantea el gobierno Petro. Los cambios estructurales a los sistemas de salud y pensional se empezarán debatiendo en estas células legislativas, por lo que, aunque no han empezado las sesiones, sus miembros ya se preparan para el estudio y trámite de esas iniciativas.

La que más ruido viene generando es la reforma a la salud, pues será una de las prioritarias, en principio, en la Comisión VII de la Cámara, que está atestada de congresistas nuevos. El ambiente es complejo, ya que entre algunos representantes, incluso de la coalición de gobierno, hay angustia por lo que consideran como un hermetismo extremo del Gobierno sobre el proyecto, del cual no se conoce el articulado, que reposa hace un par de semanas en el despacho presidencial.

Meridiano Blu, de Blu Radio, reveló este miércoles 25 de enero el documento que el Gobierno compartió con los congresistas del Pacto Histórico, que incluye cambios al modelo actual de salud, con el fin de “acabar la inequidad” en la prestación delservicio. El texto, de 68 páginas, menciona entre otras cosas que su idea es crear las redes integrales de antención, dejar el servicio de urgencias en manos de las secretarías de salud y hasta la creación de un empadronamiento en temas de salud para garantizar mejor servicio.

Eso sí, desde el Pacto Histórico defienden con firmeza la reforma que ayer expuso la ministra de Salud, Carolina Corcho, durante el encuentro de la colectividad en Paipa, Boyacá, precisamente para conversar sobre la agenda legislativa del Ejecutivo en 2023. Congresistas del Pacto comentaron que Corcho habló sobre los antecedentes de la iniciativa, sobre el mandato popular que hay para ejecutarla y sobre la aspiración que hay de crear un sistema basado en lograr redes integrales e integradas para prevenir y garantizar la atención de salud y dejar de lado el actual que, aunque la propia ministra resaltó su cobertura, consideran un modelo meramente curativo.

“La intermediación financiera se ha convertido en una talanquera para la autonomía médica, lo que está haciendo es ponerle trabas a la población para que sea atendida”, explicó Alfredo Mondragón (Pacto Histórico) sobre el “sistema preventivo y predictivo” que pretenden crear. Y ahí tocan una de las principales preocupaciones, el futuro de las EPS, que para otros representantes no puede ser el eje del debate.

“Hay que eliminar la tramitología y exigirles a las EPS que entreguen los medicamentos, pero veo un afán para que el aseguramiento pase del sector privado al público”, destacó Víctor Manuel Salcedo (Partido de la U), quien ya anticipó que Dilian Francisca Toro, médica y presidenta de su partido, pedirá evaluar primero los elementos del actual modelo que no se cumplen antes de estudiar una reforma profunda. “Hay que hacer cumplir la ley, no reformar, y el Gobierno debe detenerse un poquito en ese afán de cambiar y casi refundar el país”, remarcó, olvidando quizá que ese básicamente fue el mandato de las urnas en 2022.

Otras inquietudes sobre la reforma, de la que también piden con urgencia conocer sus postulados desde agremiaciones médicas y otros actores del sector, son la falta de socialización y el trabajo conjunto con los miembros de la Comisión. “Preocupa la falta de participación de los actores de salud en la elaboración del texto. No fueron consultados, y eso evidencia un ejercicio de la ministra de espaldas a los ciudadanos”, advierte Andrés Forero (Centro Democrático), y le augura “poca legitimidad” y problemas de diagnóstico al traer a colación la equivocación en el hueco fiscal que, primero, se dijo que era de $50 billones y luego se reconoció que era de $23 billones.

A pesar de las acusaciones de construir una reforma “inaccesible”, de a poco algunos representantes admiten que sí se han hecho acercamientos. “Hemos hecho tres reuniones donde nos han hablado sobre las reformas, pero solo aspectos generales, nada de articulado”, reconoce Jairo Cristo (Cambio Radical).

También lo sostuvo Germán Rozo (Partido Liberal), quien habló no solo de “varias jornadas de trabajo con miembros del sector de salud” para saber sus aspiraciones sobre el proyecto, sino también de “un trabajo con el Ministerio de Salud debatiendo algunos temas del diagnóstico”. No obstante, Rozo coincide en que “la gran preocupación” es la cantidad de anuncios sin siquiera tener un borrador sobre temas puntuales que se van a reestructurar. “Eso nos preocupa, porque se habla de iniciar sesiones para el 6 de febrero, tampoco tenemos la convocatoria y si ya tienen listo el documento sería bueno conocerlo”.

En defensa de la reforma, Mondragón señaló que desde ese tipo de movidas se ve el “cambio” que propone el Gobierno, pues lo tradicional en anteriores administraciones “era primero acordar las iniciativas con gremios económicos y grandes capitales, y lo último era llevarlas al Congreso. Acá hay un cambio”. En eso lo secundó María Fernanda Carrascal, también del Pacto Histórico, y Germán Gómez (Comunes), quienes coinciden en que no es cierto lo que se viene repitiendo sobre el fin de las EPS.

“No es acabar con lo privado, sino unas nuevas reglas. Acá no estamos para dejar de contar con centros de atención privada”, precisó Gómez, mientras que Carrascal expuso que “el sistema que se financia con las cotizaciones de los trabajadores y el presupuesto de la nación van a continuar, pero lo que va a cambiar es la administración de sus recursos”.

Desde el Pacto Histórico insisten en que sí ha habido reuniones de “aproximación” a lo que será el texto final que está en manos del presidente Petro, mediante al menos cinco mesas de trabajo y reuniones con el Ministerio de Salud para hablar sobre temas como la financiación, organización del nuevo modelo y que se necesita un nuevo sistema de sanidad.

Un llamado final a la calma hizo Juan Camilo Londoño (Alianza Verde), quien aunque reconoce que no hay cómo tener un punto de partida sin los textos finales, pide “paciencia” y encontrar puntos medios con la presencia no solo de políticos y el Gobierno, sino de todos los actores del sector salud. “Es indispensable escucharlos, y es una tarea del Gobierno. Esperamos el texto, pero es fundamental encontrar puntos medios que beneficien a todos”.