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La Corte Interamericana de Derechos Humanos desestimó todo lo que alegó Camilo Gómez, director de la Agencia de Defensa Jurídica del Estado, quien el pasado 15 de marzo utilizó su única intervención en la audiencia del caso Jineth Bedoya para retirarse, quejarse de los jueces, recusarlos y armar un discusión en la que terminó solo: El tribunal internacional retomará las audiencias el lunes 22.
En contexto: El Estado colombiano se retiró de la audiencia por el caso Jineth Bedoya ante la Corte IDH.
A través de un comunicado, desde Costa Rica, la Corte IDH anunció que la audiencia de Jineth Bedoya se reanudará los próximos 22 y 23 de marzo. Tras escuchar a todas las partes, los jueces decidirán si el Estado colombiano le falló a la periodista tras la tortura y violencia sexual que sufrió en mayo del 2000, cuando investigaba el infierno sin tregua de la cárcel La Modelo, que se había convertido en un escenario, si no el epicentro, de guerra entre “paras” y guerrilleros condenados.
📌Comunicado de Prensa Resolución de la Presidencia de la Corte sobre #AudienciaPública en el Caso Bedoya Lima y otra Vs. Colombia🇨🇴. Lunes 22 y martes 23 de marzo - 8:00 horas (Costa Rica).
— Corte Interamericana de Derechos Humanos (@CorteIDH) March 18, 2021
👩🏾💻Más información: https://t.co/YKYwOjbDFT#140PeríodoCorteIDH#ProtegiendoDerechos pic.twitter.com/e6lSqsB7Qc
A Gómez no le salió ni una. El lunes 15 de marzo pidió que la presidenta de la Corte IDH, Elizabeth Odio Benito, y los jueces Patricio Pazmiño, Raúl Zaffaroni y Ricardo Pérez fueran apartados del proceso. Sin embargo, el único juez a quien no recusó, Eduardo Vio Grossi, tumbó esa solicitud dos días más tarde. El director pidió que todo lo actuado desde la recusación fuera descartado, pero Vio Grossi también desestimó esa solicitud. De haber accedido, el testimonio del editor general de El Espectador, Jorge Cardona, quien era editor de Bedoya en el momento de los hechos y denunció su secuestro desde el primer momento, no habría tenido validez.
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Por otro lado, ayer Gómez le propuso a Jineth Bedoya -vía una carta que hizo pública en Twitter- sentarse para buscar una solución amistosa. La defensa de la periodista le respondió que eso era hostigamiento y que tal solicitud solo demuestra las “malas prácticas” del despacho de defensa judicial. Gómez aseguró que en el pasado le habría propuesto a Bedoya otra conciliación, que, según Jonathan Bock, presidente de la Fundación para la Libertad de Prensa, no era otra cosa más que una reparación económica, sin que el Gobierno asumiera la responsabilidad por 20 años de impunidad.