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Se cumple casi un mes desde que Jesús Santrich, integrante del naciente partido político FARC, inició una huelga de hambre. A punta de agua se ha mantenido vivo y, salvo unas pastillas que toma para la epilepsia, no ha recibido nada más que pueda garantizar su supervivencia. Ello derivó en que, en las últimas horas, el exministro Álvaro Leyva y el congresista del Polo Iván Cepeda —muy cercanos a las conversaciones de La Habana— enviaran una carta al exguerrillero para pedirle que detenga su protesta. “Viva para construir más paz; aún le falta andar para poder dormir por toda la eternidad”, señala la misiva.
Sin embargo, este parece ser un asunto en el que Santrich no cederá, y él mismo lo ha dejado saber al anunciar que prefiere morir antes de ser condenado en una cárcel estadounidense. Lo anterior dada la polémica que ha surgido en torno a su posible extradición y que, en todo caso, es una decisión que tendrá que tomar el próximo presidente de Colombia. Ha sido una discusión que no da tregua, especialmente porque hay quienes creen que lo ocurrido con Santrich ha puesto en jaque la verdadera voluntad de paz con la que negoció la desarmada organización rebelde y, más aún, su intención de reparar a las víctimas del conflicto armado.
El punto 4 de lo pactado en Cuba, titulado “Solución al problema de las drogas ilícitas”, fijó por escrito el compromiso que asumieron los excombatientes de las Farc de contribuir de manera efectiva a enfrentar dicha problemática. Ello implicaba poner fin a toda relación que pudiera seguir involucrando a los reinsertados con el negocio ilícito del narcotráfico. Por eso, cuando se conoció que Santrich estaba presuntamente planeando el envío de una importante cantidad de cocaína a los Estados Unidos —con el apoyo del cartel de Sinaloa—, la noticia les cayó como un baldado de agua fría a quienes creyeron en el Acuerdo de Paz. Y para los que no, fue un motivo más para proponer modificaciones sustanciales al mismo.
Entonces, el debate sobre si debe ser o no extraditado cobró vigencia, más aún porque los delitos por los cuales las autoridades estadounidenses quieren procesarlo se habrían cometido con posterioridad a la firma del Acuerdo Final. ¿Qué dicen los textos de paz? En primer lugar, que cuando se produzca una solicitud de extradición, corresponderá a la Sección de Revisión del Tribunal para la Paz de la JEP evaluar la conducta y luego “remitirla a la autoridad judicial competente para que sea investigada y juzgada en Colombia, sin excluir la posibilidad de extradición”.
No obstante, sobre este episodio hay versiones encontradas entre los candidatos. La semana pasada, el país vio el cambio de postura que asumió, en particular, Humberto de la Calle, quien fungió como jefe de la delegación de paz del Gobierno en Cuba. La misma que pareció defender ayer el director de la ONG Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, quien escribió en una columna en el diario El Tiempo que “extraditar a comandantes de las Farc antes que sean procesados por sus crímenes podría causar un daño irreparable a las víctimas, al extremo de que podrían eludir su responsabilidad por las atrocidades que cometieron (…) puede terminar por evaporar definitivamente el compromiso que el Estado asumió con miles de víctimas del conflicto armado”. El debate está abierto y esta es la postura de los aspirantes a la Casa de Nariño.
Humberto de la Calle
Paradójicamente, el candidato del Partido Liberal y exjefe de la delegación del Gobierno en los diálogos con las Farc en Cuba, lanzó una propuesta frente a la extradición de “Jesús Santrich” que va en contravía del mismo Acuerdo de Paz. De la Calle dice que esa decisión debería postergarse porque considera que la justicia colombiana es la que debe encargarse de investigar a fondo y comprobar si, efectivamente, Santrich incurrió en los hechos de los que es señalado y que la extradición no se cumpla como una especie de “check list”. Además, alega que si se envía a EE. UU. al miembro de la hoy desarmada guerrilla, quedaría en el limbo la reparación a las víctimas del conflicto armado.
Iván Duque
El candidato del Centro Democrático firmaría de inmediato la extradición de “Jesús Santrich”. Afirma que la observación que hace De la Calle sobre el riesgo de no reparar a las víctimas si se le extradita no es correcta dado que, en su concepto, no es excluyente esa medida con el hecho de responder ante las autoridades que lo requieran desde otro país. Aclara que lo primero que se debe hacer es validar las pruebas que tiene la Fiscalía contra “Santrich” para, ahí sí, enviarlo a EE. UU. Y agrega que es fundamental la cooperación internacional para garantizar la reparación a las víctimas y que cuando “Santrich” cumpla su pena allá, regrese a Colombia a responder por los crímenes que le quedaron pendientes.
Germán Vargas Lleras
No es momento de cambiar las reglas del juego e ir en contravía de las decisiones que, sobre la materia, ha pronunciado la Corte Constitucional. Esa es la postura que defiende el candidato Vargas Lleras y, en ese sentido, también firmaría la extradición de “Santrich” si se le comprueban los delitos que afirman las autoridades que cometió. Sobre la propuesta de De la Calle, ha dicho públicamente que ésta pretende darles un estatus particular a los reincidentes y, en ese sentido, afirma que debe haber mano firme contra quienes cometan delitos en el exterior para que, asimismo, sean juzgados bajo las reglas de extradición actuales. “No podemos tener ciudadanos de primera y de segunda categoría”, dijo recientemente.
Sergio Fajardo
Lo que alega el candidato de la Coalición Colombia, Sergio Fajardo, es la falta de claridad con la que ha venido hablando el Gobierno acerca de la implementación del Acuerdo de Paz con las Farc. El exgobernador de Antioquia es enfático al afirmar que no pueden modificar en este preciso momento lo que se pactó en La Habana y, en ese sentido, de ganar la Presidencia de la República, Fajardo firmaría la extradición de “Santrich”. Y aunque recientemente dijo a micrófonos que es partidario de que se haga una revisión en lo referente a los temas de extradición, reiteró que este no es el momento para hacerlo bajo una coyuntura tan delicada como la que rodea al exguerrillero de las Farc. Menos aún a su conveniencia, pues las críticas de distintos sectores apuntan a que si se queda “Santrich” en Colombia, lo haría en condiciones muy distintas a las que se somete una persona que es extraditada a Estados Unidos.
Gustavo Petro
Tan pronto se conoció del caso “Santrich”, el exalcalde de Bogotá se pronunció a través de su cuenta de Twitter y le pidió al fiscal mostrar todas las evidencias que dice tener en su poder, “para que no quede ninguna duda de los procedimientos a seguir”. Aclaró, eso sí, que será a través de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) que los colombianos sabrán si los hechos que rodean a “Santrich” ocurrieron antes o después de la firma del Acuerdo de Paz, de modo que no quede duda alguna antes de firmar la extradición si es elegido como el próximo presidente de Colombia. “Si la JEP confirma los hechos cometidos después de la firma de los acuerdos y soy el presidente, el señor ‘Jesús Santrich’ será extraditado”, afirmó en su cuenta de Twitter.