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En las últimas horas, la delegación de la guerrilla del Eln que estaba en La Habana (Cuba) y tiene la intención de reactivar los diálogos de paz con el gobierno de Gustavo Petro, viajó a Venezuela. El viaje responde a que, desde el vecino país, los miembros del Comando Central (COCE) iniciarán un proceso de consultas internas para tomar decisiones frente a lo que sería un inminente proceso de negociación.
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Según fuentes cercanas al alto gobierno, este viaje quedó estipulado hace cuatro años en un protocolo que firmaron seis países garantes del proceso de diálogos de paz, como un paso fundamental para que la cúpula de la guerrilla pudiera comunicarle a sus bases cómo iba a realizarse las negociaciones de paz. Sin embargo, todo quedó congelado cuando el gobierno del expresidente Iván Duque suspendió los diálogos, tras el atentado a la Escuela de Cadetes General Santander, en Bogotá, en el que murieron 24 estudiantes, en enero de 2019.
La reacción del gobierno Duque a ese hecho de guerra obligó al COCE a no salir de Cuba, pues el expresidente, además de suspender los diálogos, ordenó reactivar todas las órdenes de extradición en contra de las cabezas del Eln. Después de tres años del ataque, y de que el fiscal Francisco Barbosa volviera a pausar esas órdenes, el líder de la delegación negociadora de esa guerrilla, Pablo Beltrán, encabezó la comitiva para el viaje que, según fuentes cercanas al proceso, tiene como objetivo el inicio un proceso de consultas internas del Eln para definir la probable vuelta a la mesa o restablecimiento del proceso de conversaciones o diálogos de paz.
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El viaje del COCE a Venezuela se da siete días después de que los gobiernos de ambos países reabrieran completamente sus fronteras. Con su presencia en el vecino país, también se espera que el Comando Central del Eln vuelva a tener contacto directo con sus bases en Colombia, especialmente con las cabezas de la guerrilla que quedaron al mando de su base militar: alias Antonio García, máximo comandante de la guerrilla, y alias Pablito. Según expertos, el Eln ahora es un grupo de 4.000 miembros, repartidos en ocho frentes de guerra, y que tiene a Venezuela como su retaguardia.
Por eso mismo, el viaje a ese país es clave para tomar la temperatura a los hombres de sus filas y sus comandantes, de cara a un proceso de paz con el gobierno Petro, enmarcado en lo que ha sido su política de paz total. También podría ser determinante para saber quiénes serán los voceros de la guerrilla en el proceso de paz y cuáles son los puntos que considera inaplazables y prioritarios.
Uno de los puntos más calientes, advierten quienes siguen de primera mano este proceso, será la entrega de armas. Como ya lo había advertido Pablo Beltrán en una reciente entrevista a la agencia EFE, el proceso de paz con las Farc le dejó la lección de que no hay garantías para el desarme. “Las Farc entregó las armas y comenzaron a matarlos”, señaló Beltrán.
El resultado de sus diálogos internos podría ser la clave para que arranque formalmente el proceso de negociación con el Eln y si es necesario cambiar alguno de los 11 puntos de la agenda que quedó congelada cuando el expresidente Duque tomó la decisión de no negociar con esta guerrilla.