Denuncian posible desorden en la Cancillería de Leyva
La página web que debería indicar los lineamientos de la cartera está vacía. Sindicatos y fuentes cercanas al Ministerio de Relaciones Exteriores argumentan que muchas promesas del Gobierno del Cambio no se han cumplido, como los nombramientos diplomáticos. Pero también hay aciertos.
Daniela Cristancho
De los visos de la desarticulación de la Cancillería, que completa un año con Álvaro Leyva a la cabeza, tal vez el más notorio es la falta de una guía clara. Esto lo señalan directamente fuentes del Ministerio, que afirman que lo que prometió Gustavo Petro en campaña, y que luego ratificó el canciller en su discurso en el Palacio de San Carlos un día después de la posesión, se quedó en palabras.
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De los visos de la desarticulación de la Cancillería, que completa un año con Álvaro Leyva a la cabeza, tal vez el más notorio es la falta de una guía clara. Esto lo señalan directamente fuentes del Ministerio, que afirman que lo que prometió Gustavo Petro en campaña, y que luego ratificó el canciller en su discurso en el Palacio de San Carlos un día después de la posesión, se quedó en palabras.
De hecho, las palabras que el 7 de agosto de 2022 pronunció el recién posesionado presidente Petro hoy son uno de los únicos mapas que tiene el Ministerio de Relaciones Exteriores para regir su gestión. Hay otros dos documentos, listados en la página web de la cartera, que dan pistas a quienes trabajan allí: el programa de política internacional de la campaña de Petro y Francia Márquez, fechado a mayo de 2022, y el programa de Gobierno “Colombia, potencia mundial de la vida”, que dedica una de 54 páginas al tema de la agenda internacional. No hay lineamientos claros, de hecho, la pestaña de “Principios y lineamientos de la política exterior colombiana” está en blanco. A este diario le contaron que, anteriormente, siempre recibían una cartilla con cuáles eran las prioridades del país en materia de política exterior y los mensajes clave en cada una de ellas. Esto no sucedió en este caso.
La desarticulación del ministro hacia abajo no solo se evidencia en asuntos como página web de la Cancillería sino en la organización y desarrollo de eventos a cargo de la cartera. Por ejemplo, la cumbre sobre la política regional de drogas, que está programada para septiembre en Cali, Valle del Cauca. Aunque el presidente invitó a los países de la Celac durante el evento en Bruselas hace dos semanas, a poco más de un mes del encuentro, no se han enviado invitaciones formales ni en otros temas logísticos.
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Desde el ministerio le han contado a este y otros medios que quien realmente maneja los temas de la Cancillería es Danna Carolina Ramírez, asesora de Álvaro Leyva. Todo pasa por sus manos, mucho más que por las del canciller. Los dos se habrían conocido trabajando e investigando temas de paz, una agenda que el ministro ha defendido gran parte de su carrera. Leyva ha participado en negociaciones con las Farc, el M-19 y otros grupos. Más aún, ha sido enfático en que la suya es “la Cancillería de la Paz” y por su énfasis en el tema tuvo que responder en debate de moción de censura hace unos meses.
En ese momento, la representante Erika Sánchez cuestionó que esté más dedicado a los temas de paz que a los asuntos internacionales: “Yo sé que usted tiene un proyecto de vida en materia de lograr esa paz. Yo sé que usted está muy comprometido con esas funciones que le dio el presidente Petro de ser ese hombre clave en procesos de paz; pero, ministro, usted no puede ser canciller y defensor de la paz al mismo tiempo, o estamos acá o no porque es que estamos descuidando la casa”.
Regresando a Ramírez, quien hace las veces de ministra, con 29 años, cuenta con cinco y medio de experiencia profesional, en los que ha sido asesora e investigadora en el Centro Internacional para la Justicia Transicional, el Centro de pensamiento y diálogo político y la Comisión de seguimiento, impulso y verificación del Acuerdo Final de Paz. Su hoja de vida publicada no evidencia experiencia en temas de relaciones exteriores. De acuerdo con algunas fuentes consultadas por este diario, la inexperiencia de la asesora impide que se tomen decisiones rápidas y acertadas. Las embajadas en el exterior lo notan y preguntan por estos desajustes. Muchos funcionarios acuden a Francisco Coy, viceministro de Relaciones Exteriores, para obtener línea en ciertos temas.
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El desajuste al interior del Ministerio, al igual que varias decisiones que ha tomado Leyva, han dejado profundos sinsabores. Algunos de ellos los recogió el sindicato gremial Unidiplo en una carta enviada este martes al presidente Gustavo Petro. En sus palabras, a cargo de Leyva, la Cancillería “ha reproducido exactamente las mismas lógicas de gobiernos anteriores” frente a algunos asuntos.
Falta de recursos en la Cancillería
El 14 de julio, la planta interna del Ministerio recibió una carta. Firmada por el secretario general, José Antonio Salazar, esta les informó a los trabajadores el agotamiento de los recursos para misiones internas y externas para lo que resta de 2023: “El presupuesto asignado al rubro de viáticos se está agotando y no es posible adicionarlo”. El rubro se habría agotado a finales de julio. “Este Ministerio, a partir de la fecha, limitará al máximo las comisiones y viáticos que se vayan a solicitar”, se lee en el documento que le solicita a los jefes “evaluar el otorgamiento de vistos buenos a comisiones nacionales o internacionales, porque a la fecha no se cuenta con los recursos necesarios para el pago de estas”.
Unidiplo reconoce que aunque el presupuesto asignado en el Presupuesto General de la Nación a la Cancillería siempre ha sido limitado, se ha visto exacerbado “por una gestión deficiente de los recursos de la entidad”. Esto ha frenado la realización de consulados móviles o asuntos del día a día de la entidad, como los servicios de impresora, cafetería, agua y energía.
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“La consecuencia del agotamiento de estos rubros será, sin duda, una desmejora en la atención a los colombianos en el exterior. Una comunidad de más de 8 millones de personas que requieren de un esquema administrativo profesional, previsivo y con una dotación adecuada de recursos. Por otro lado, los proyectos con recursos relacionados con temas de salud, educación, emprendimiento o fortalecimiento de la comunidad colombiana en el exterior también se han visto truncados en su financiamiento durante el 2023. Esto diezma la capacidad del cumplimiento efectivo, eficaz y eficiente de la aplicación de la Política Integral Migratoria que busca proteger a los colombianos que residen en el exterior”, explican también fuentes cercanas a la Cancillería que prefieren no ser citadas.
55 nombramientos diplomáticos cuestionados
“Nos proponemos, por tanto, que nuestro equipo diplomático, en consulados y embajadas, sea mucho más profesional. Todos sabemos que la diplomacia colombiana falla, es incompetente e incapaz, guardadas la excepciones. Y esa incapacidad se puede llenar con unos equipos más profesionales, con quienes hayan estudiado, quienes estén en la carrera diplomática. Que quienes hayan acumulado saberes específicos alrededor de las relaciones internacionales puedan acceder a los cargos y no simplemente, como ocurre hoy, que llegan los hijos de los presidentes, los amigos y las amigas de la clase política, algunos incursos en corrupción”, fueron las palabras del entonces candidato a la presidencia Gustavo Petro el año pasado.
Aunque el asunto de los nombramientos a dedo no es nuevo ni particular de este gobierno, las quejas continúan acumulándose precisamente porque detrás había una promesa de cambio. En este momento, hay 55 demandas contra nombramientos diplomáticos interpuestas por el sindicato. Estas pueden tardar entre nueve y 13 meses en resolverse. María Angélica García, presidenta de la Unión de Funcionarios de Carrera Diplomática y Consular (Unidiplo) explica las preocupaciones detrás de estas designaciones. La primera es el tema de los nombramientos provisionales. Si bien esto está estipulado en el decreto 274 de 2000, “eso es una excepcionalidad a la regla, no puede ser la regla”, explica García. “Solo se puede utilizar cuando hace falta, cuando no hay ningún diplomático de carrera que pueda ocupar ese cargo. Pero estos nombramientos son sistemáticos”.
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A esto se suma que muchos de ellos no cumplen con los requerimientos, por ejemplo, tener educación o experiencia en materia de relaciones internacionales. Es el caso, por ejemplo, de Álvaro Moisés Ninco Daza, embajador de Colombia en México, quien no cuenta con título profesional y quien acreditó como experiencia su participación en modelos estudiantiles de Naciones Unidas.
“Frente a la promesa de nombrar un mínimo de 50% de embajadores de carrera, lastimosamente, nos encontramos con que esta promesa no ha sido cumplida. En este momento, entre los embajadores designados como jefes de misión, solamente 22 son funcionarios de carrera, mientras que 37 embajadores no lo son. Asimismo, el Gobierno ha anunciado su intención de nombrar 4 embajadores adicionales que no pertenecen a la carrera. Esto corresponde a un porcentaje del 31,9 % de embajadores de carrera”, se lee en la carta del gremio.
Aún faltan por nombrar embajadores en seis países, pero aunque estos fueran de carrera diplomática, el porcentaje llegaría a 40.5%. Más aún, los funcionarios sienten que se guardan cargos en ciertas embajadas para tenerlos disponibles para cuando se necesite ubicar a alguien con cierta relevancia política.
En palabras de los denunciantes, el problema de los nombramientos políticos es que pone en jaque la institucionalidad porque se le da más importancia al interés personal y esto se puede reflejar en pronunciamientos cargados políticamente. Por ejemplo, la participación reciente del embajador de Nicaragua, León Fredy Muñoz, en una marcha sandinista.
Este no es un problema particular del gobierno Petro, pero el presidente sí simbolizaba, para los funcionarios de la Cancillería, una esperanza de romper con las malas prácticas y la politización de los cargos diplomáticos en el exterior. “Esperábamos un cambio sustancial. Con profesionalismo, mérito y poniendo los intereses del país sobre cualquier nombramiento diplomático, pero no vimos llegar ese cambio”, cuenta García.
¿Cruce entre la Cancillería y el Ministerio de la Igualdad?
Hace un mes, desde La Guajira, la vicepresidenta Francia Márquez asumió la cabeza del recién creado Ministerio de la Igualdad. La cartera, que creará 744 nuevos puestos en el Estado y tendrá 5 viceministerios, supone “un rompimiento interno” para el Ministerio de Relaciones Exteriores. O al menos en esas palabras lo expresa el Sindicato de Empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores-SEMREX. Dicen que con la expedición de la ley que crea el Ministerio de la Igualdad y Equidad (2281 de 2023) y del decreto que lo reglamenta (1075 de 2023) hay desconcierto frente a las competencias de los ministerios.
Las funciones de la nueva cartera “desequilibran a la Cancillería en su estructura interna, modificando sus funciones en temas como el retorno de colombianos en el exterior, migración internacional, fronteras y cooperación internacional que por años lleva esta cartera”. SEMREX explica que esto genera una inseguridad jurídica y laboral, “que al momento de implementar generan caos institucional y traslape de funciones entre los dos ministerios”.
Para la Cancillería, según lo indicado a este diario, la respuesta corta es no, las competencias entre los dos miniterios no se pisan. El sindicato, por su parte, invita a revisar el proceso para ese trámite, pues insiste en que no hubo la socialización adecuada a las entidades que podrían verse afectadas con los cambios.
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Los grandes aciertos
Sin embargo, la gestión de Álvaro Leyva ha tenido grandes aciertos como el que Colombia asuma por primera vez la Presidencia Pro Tempore de la CELAC para el 2025 o el reciente fallo de la Corte Internacional de Justicia, con el que salió victorosa Colombia frente a Nicaragua. La decisión de La Haya el pasado 13 de julio resolvió dos décadas de pleitos entre los dos países, el último con respecto a la alegada plataforma continental que se extiende más allá de 200 millas náuticas.
“Estamos muy complacidos con la decisión de la Corte Internacional de Justicia. Sin duda, las audiencias de diciembre de 2022 marcaron la diferencia en tono y en contenido. Este fallo que tiene efectos de cosa juzgada puede ser denominado el principio de paz en los océanos y paz en los mares del mundo. Es un triunfo erga omnes [frente a todos] derivado de la sensatez”, dijo Leyva desde el archipiélago de San Andrés y Providencia, donde llegó luego Petro, el 20 de julio, para celebrar el fallo.
Una de las coagentes del equipo de la defensa de Colombia en el litigio contra Nicaragua, la providenciana Elizabeth Taylor Jay, es ahora vicecanciller de Asuntos Multilaterales, después de que Laura Gil saliera del cargo y se posesionara como embajadora en Austria. Con ella, como asesora también para asuntos de género, se busca avanzar en la construcción de una Política Exterior Feminista, como se estipuló en el Plan Nacional de Desarrollo.
La Cancillería también reanudó las relaciones diplomáticas y bilaterales con Venezuela. En el marco de este restablecimiento, se creó la Unidad Interinstitucional para la normalización de las relaciones con Venezuela como mecanismo de coordinación nacional, y se firmó un acuerdo para buscar, recuperar e identificar cuerpos de desaparecidos, víctimas del conflicto armado, en la frontera. Se abrieron las puertas de la Embajada, siete pasos fronterizos binacionales y el consulado de San Anotnio de Táchira. Pronto se espera el de Maracaibo y, eventualmente, el de San Cristóbal.
En los pasillos de la Cancillería se escuchan voces que se preguntan lo mismo que en las salas de redacción de los medios: ¿qué va a pasar con el ministro? Sin información oficial, se especula si Álvaro Leyva llegará al 7 de agosto para cumplir un año a la cabeza de la cartera de Relaciones Exteriores. Fuentes de la Casa de Nariño han explicado que es posible que próximamente el canciller pase al cargo del Alto Comisionado de Paz, quien actualmente ocupa Danilo Rueda. De nuevo, en sintonía con la afinidad del actual ministro por los asuntos de paz.
En el sonajero para ocupar esa cartera está Luis Gilberto Murillo, embajador en Estados Unidos. Bajo su batuta o de la que reemplace a Leyva, estará también la responsabilidad de responder por los sinsabores que ha dejado el primer año de gestión de la Cancillería del Gobierno del Cambio y propender por esos grandes aciertos en materia internacional.
Aunque El Espectador buscó pronunciamientos oficiales por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre estos temas, al momento de la publicación de este artículo no había recibido respuesta. La Secretaría General de la cartera se encuentra revisando la carta enviada el martes por Unidiplo al presidente Petro.
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