El pasado 5 de abril, el movimiento político Estamos Listas y varias organizaciones de mujeres convocaron un hecho político inédito: la Convención Nacional Feminista en la que centenares de mujeres, de todo el territorio colombiano, se unieron en Honda, Tolima, para proclamar las candidaturas a la Presidencia de Ángela María Robledo, representante a la Cámara, y Francia Márquez, lideresa social y ambientalista.
En la voz de sus asistentes, el evento quedó consignado como un acto histórico, y entre las postales que dejó, tuvo especial atención mediática la frase de la representante Robledo: “¿Qué tenemos que hacer? Tu ganarle a [Gustavo] Petro y yo, ganarle a [Sergio] Fajardo”, dijo como apuesta feminista para llegar al poder presidencial.
21 días después de la Convención Nacional Feminista, Elizabeth Giraldo, Gloria Castaño y Marta Restrepo, integrantes del consejo político de Estamos Listas, expresaron el anhelo que nació en ese espacio: “El deseo político de Estamos Listas es que Ángela María Robledo y Francia Márquez sean fórmula a la Presidencia”, expresó Giraldo. Para la política, Robledo y Márquez encarnan, juntas, una opción legítima y validación de las mujeres de los sectores progresistas y de centro, pero también de “otros miles que sueñan con que el panorama se amplíe”, agregó.
En ese sentido, Gloria Castaño explicó que el movimiento se ubicó en la posibilidad de que ambas precandidatas fueran dupla desde agosto de 2020, cuando Francia Márquez, a raíz de la masacre de los jóvenes del Valle del Cauca, cuando lanzó su intención de ser presidenta. “Todas nos la tomamos en serio, pensamos que era muy buena posibilidad: develaba que el diálogo entre lo social y la vocación de poder era necesario y posible. En este caso ella viene con una propuesta medioambiental y en contra de la militarización”, expresó.
Luego, añadió Castaño, el tema volvió sobre la mesa cuando Robledo se desmarcó de Petro en este año. “Vimos la incomodidad de Ángela María en la Colombia Humana, no solo por el proceso de violencia intrafamiliar [de Hollman Morris], sino también por la no democratización interna. Ahí volvemos y ubicamos la posibilidad de que ellas dos, que representan una parte del campo progresista, podrían hacer una dupla muy clara”, afirmó.
Para Castaño, el camino es muy luminoso si se unen en una fórmula dos mujeres que, actualmente, adelantan su búsqueda electoral desde dos orillas distintas: Robledo, en la Coalición de la Esperanza, un sector de centro izquierda que para este primer momento preelectoral no tiene intención de tender puentes con el senador Gustavo Petro, y Márquez, en el Pacto Histórico del líder de la Colombia Humana. “Representan una apuesta en la que una (Márquez), pone la vida en el centro, desde una región que no es el centro político habitual, y en la que la otra (Robledo), es una feminista que tiene un proyecto político desde la otra economía. Eso fue lo que nos llevó a decir que esa unión era posible”, declaró Castaño.
Y por ese sueño fue que, en palabras de Marta Restrepo, se consolidó la Convención Nacional Feminista. Para ella, concretar el encuentro fue, también, un acto de audacia. “Allí reafirmaron su vocación de poder. Además, porque sabemos que hay una soledad de los feminismos al interior del centro y el sector progresista. La política feminista es para las mayorías sociales. Por eso, más que decir que queremos feminizar la política, lo que queremos es hacer política feminista más allá de la identidad de ser mujer”, expuso. Con eso, Restrepo se refiere a que la fórmula que quisieran concretar entre ambas precandidatas responde a un proyecto común y colectivo.
“Creemos en una unidad más allá de los pactos patriarcales y sus métodos tradicionales, que se sitúan también en los sectores progresistas de la política y en los que hay permanencia de los mismos liderazgos políticos”, puntualizó, como la pared que no deja surgir nuevas voces, entre ellas, las de las mujeres. En ese sentido, haya que esa estructura es la que deben derrotar las feministas para llegar al poder.
“Bajo Francia y Ángela, creemos posible una unión entre el centro progresista, la centro izquierda y las izquierdas colombianas, para construir un pacto de unidad por encima de los nombres, para ganar elecciones y superar el gobierno actual de terror que tenemos. Esto le dice algo al país político, que se asusta con la idea de que las mujeres queramos gobernar y que lo queramos alcanzar por vía democrática”, resaltó.