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En menos de 10 días será la posesión del Congreso y aún no se conoce la configuración definitiva de las dos cámaras que lo componen. A pesar de que las elecciones legislativas se realizaron el pasado 13 de marzo, el escrutinio se ha demorado más de lo esperado debido al alto número de reclamos para definir las curules. De acuerdo con el Consejo Nacional Electoral (CNE), se han tenido que evaluar en total 5.075 reclamos (1.350 para Senado y 3.725 para Cámara), además algunos casos con alta complejidad, pero se espera que el proceso concluya entre este lunes y martes. De ahí que, a pocos días para la instalación del nuevo Congreso, aún no se haya completado el escrutinio.
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El lío con los escrutinios inició durante el mismo proceso de conteo de votos, cuando la Registraduría anunció que en medio de las primeras fases de escrutinio habían aparecido más de un millón de votos que no se habían contado durante el proceso inicial de transmisión de resultados. En total la diferencia entre ambos procesos fue de aproximadamente el 7 %, cuando lo normal en anteriores procesos electorales fue una diferencia de apenas 0,5 %.
Desde ese momento, desde varias veedurías y sectores políticos se empezaron a plantear varias dudas sobre el proceso electoral. De inmediato se empezaron a conocer anomalías por parte de jurados de votación y en el diseño de los formularios E-14, que derivaron en las anomalías que afectaron el proceso de preconteo. Debido a esto, la Registraduría tuvo que hacer un rediseño de los formularios, revisar el proceso de capacitación a jurados y reunirse con todas las colectividades que participaron en la primera vuelta presidencial que se llevó a cabo el pasado 29 de mayo para acordar una solución y aplacar las dudas en la transmisión de información.
En el caso del Senado, uno de los que aún está en discusión, vale recordar el proceso inicial dio al Pacto Histórico y al Partido Conservador como colectividades con mayor cantidad (2,3 y 2,2 millones, respectivamente), con lo que cada una obtenía 16 curules. No obstante, con la nueva información que se conoció, el Pacto Histórico sumaría tres nuevas curules, pasando a 19 escaños gracias a una votación superior a los 2,6 millones de votos.
Así las cosas, César Augusto Pachón, Sandra Yaneth Jaimes y Paulino Riascos asegurarían su curul en la cámara alta. Por su parte, el Partido Conservador habría perdido un escaño y la damnificada en ese nuevo conteo sería la actual senadora Esperanza Andrade. Otras colectividades afectadas serían la lista conjunta entre Alianza Verde y la Coalición Centro Esperanza, que perdería una curul, y el Centro Democrático. Ambas pasarían de tener 14 a 13 curules y los perjudicados serían León Fredy Muñoz (verde) y María Angélica Guerra (CD).
El proceso de preconteo también dejó al Partido Liberal con 15 curules, a Cambio Radical con 11, al Partido de la U con 10 y a la coalición cristiana (Colombia Justa Libres y MIRA) con cuatro escaños. En cuanto a la Cámara, la primera fase del escrutinio que adelantó la Registraduría confirmó a los representantes de Amazonas, Arauca, Caquetá, Caldas, Casanare, Chocó, La Guajira, Guainía, Putumayo, Sucre y Vaupés, pero todo es susceptible de modificarse en las etapas finales del proceso que debe culminar esta semana.
A pesar de no conocer la conformación definitiva del Congreso, era claro que la bancada de gobierno no iba a ser mayoritaria. Inicialmente Por ese motivo, desde que Gustavo Petro fue electo como sucesor de Iván Duque, el Pacto Histórico empezó a trabajar en un “acuerdo nacional” liderado por un viejo zorro del Congreso: Roy Barreras. El senador electo por el Pacto y pieza clave de la campaña presidencial de Petro asumió la tarea de acercar a otros sectores, logrando que el Partido Liberal se declarara bancada de gobierno. También que los conservadores, la U y, al parecer, Cambio Radical, sean bancadas independientes.