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En la Comisión Primera de la Cámara de Representantes comenzó el debate del proyecto de ley que impone como castigo la castración química a violadores. En la sesión hizo presencia el director del Instituto de Medicina Legal, Carlos Eduardo Valdés, quien manifestó que las hormonas que se aplican para este procedimiento pueden ser revertidas por pastillas como el viagra.
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“Estas sustancias pueden revertirse muy fácilmente, es decir, la acción química de inhibición de la testosterona se puede corregir bien sea porque el paciente no se tome la dosis adecuada y no mantenga los niveles del inhibidor, o bien sea porque tome cualquier otra sustancia que estimula la testosterona, o sea, con sólo viagra logra revertir los resultados”, expresó Valdés.
En este sentido, para el director de Medicina Legal, la iniciativa no tendría grandes efectos porque en el país se comercializa el viagra sin prescripción, o sea, quienes estarían en ese tratamiento e ingieren la pastilla estarían violando la ley.
“Los violadores son personas que tienen una historia de violencia intrafamiliar, de maltrato infantil. Creer que la solución al abuso sexual está en los testículos es una posición muy facilista. En adelante vamos a concluir que la solución a todos los problemas de violencia es la hipófisis y por eso vamos amputarla”, complementó Valdés.
Sin embargo, Álvaro Hernán Prada, representante por el Centro Democrático y promotor del proyecto, manifestó que lo importante es aportar en estrategias para el cuidado de los niños.
“Tenemos que concentrarnos en que esta castración química es una terapia para psicópatas, que después de pagar un tiempo de cárcel, no saldrán a repetir esa violación o ese abuso contra los menores”, dijo el legislador.
Enfatizó que esta medida ha sido adoptada por países como Polonia, Corea del Sur, Rusia y algunos estados de EE. UU., además es opcional en naciones como Francia y España. “Cada hora violan dos niños en Colombia. En el año 2017, se presentó una una cifra tremendamente triste: 17.000 niños abusados. Entre 2008 y 2016, más de 5.000 niños, menores de cinco años, fueron violados”, contextualizó el representante.
La castración química consiste en la administración de hormonas que inhiben la producción de la testosterona, sustancia química sexual de los hombres. La aplicación de este procedimiento debe ser permanente y cuidadoso con las dosis para que haya un verdadero efecto. De acuerdo con el doctor Valdés, las repercusiones de salud podrían ser: pérdida de peso, alteración del metabolismo, enfermedades renales y cardiovasculares, aumento de la presión arterial e incluso puede llevar a la muerte.
Este procedimiento reduce los niveles de deseo, pero no suprime el objeto deseado. “Es decir, si una persona prefiere a los niños o las niñas, eso no le va a alterar su preferencia, solo le disminuye el deseo”, concluyó Valdés.