El factor Gustavo Petro vuelve a dividir al partido Alianza Verde

La Alianza Verde es uno de los pocos partidos políticos que se mantiene en la coalición de gobierno de Gustavo Petro. Esta bancada, de 15 representantes y 13 senadores, incluidos los del movimiento Centro Esperanza, ha sido pieza clave para la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo, la reforma tributaria y la paz total, entre otros proyectos del Gobierno.

La Alianza Verde es uno de los pocos partidos políticos que se mantiene en la coalición de gobierno de Gustavo Petro. Esta bancada, de 15 representantes y 13 senadores, incluidos los del movimiento Centro Esperanza, ha sido pieza clave para la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo, la reforma tributaria y la paz total, entre otros proyectos del Gobierno.

Así mismo, el presidente les ha otorgado varias plazas en el ejecutivo. En el Sena nombró al exsenador Jorge Eduardo Londoño, en la Consejería de Regiones a Sandra Ortiz y en la dirección del Departamento Administrativo Presidencia a Carlos Ramón González, quien era uno de los copresidentes del partido. También ha designado a Camilo Romero como embajador en Argentina y a León Fredy Muñoz de embajador en Nicaragua.

A pesar de esto, en la bancada siempre han persistido voces que rechazan una unión absoluta con Gustavo Petro. Así fue durante la campaña presidencial, cuando un sector se la jugó por los candidatos del Pacto Histórico y otro por los de la Coalición Centro Esperanza. Al final, la mayoría terminó apoyando a Petro en la segunda vuelta, pero las tensiones reaparecieron con la llegada de las reformas y proyectos del Gobierno.

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Los rebeldes

Uno de los primeros que pidió independencia fue el senador Jonathan Ferney Pulido Hernández, conocido como “Jota Pe”. Muy temprano se fue contra la reforma política, la tributaria, la ley de presupuesto y las reformas sociales. Su posición ha desatado duros enfrentamientos con la bancada del Pacto Histórico y con sus compañeros del Verde.

La última fue este jueves, durante la discusión del proyecto de cannabis de uso adulto, al que “Jota Pe” se opone rotundamente. En varias ocasiones el senador intentó detener el debate, lo que causó la furia de su compañero Inti Asprilla, quien le discutió airadamente y al final de la plenaria, cuando la transmisión de televisión había terminado, lo llamó “uribista” y “vendido”.

El senador “Jota Pe” asegura que su intención es mantenerse en independencia, aunque desde las directivas del partido insisten en que la bancada debe ser parte del Gobierno. Como él mismo lo señala, aunque es el más reacio a mantener la alianza con el petrismo, en la bancada hay otras figuras que apoyan la idea de votar en libertad las iniciativas más polémicas.

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Una de ellas es la representante Catherine Juvinao, quien a finales de 2022 se opuso a la reforma política, por temas como el de las listas cerradas, que a su juicio garantizaba la reelección de los congresistas y le otorgaba más poder a los directores del partido. También ha criticado la reforma al Código Electoral y la cercanía inicial del Gobierno con los partidos tradicionales.

“Al presidente Petro lo eligió la mitad de los colombianos. La otra mitad prefirió otra opción y fue derrotada por un pequeño margen. Esto debe ubicar al gobierno en una posición de diálogo y concertación de las reformas. La ‘aplanadora’ en el Congreso es tan solo una ilusión”, dijo Juvinao.

A ella se suman otros representantes verdes como Cristian Avendaño, Carolina Giraldo y Katherine Miranda, quienes junto a otros independientes como Daniel Carvalho, Julia Miranda y Jennifer Pedraza firmaron a principios de mes una proposición que busca archivar la reforma a la salud. Esta es una de las razones por las cuales ese proyecto, clave en la agenda del Gobierno, sigue estancado en el segundo debate de la plenaria de la Cámara.

Los verdes que se oponen a esta iniciativa aseguran que genera riesgos de corrupción, atomización de responsabilidades y asignación de nuevas funciones a entidades sin recursos. Además, critican que el proyecto no esté completamente consensuado con los actores del sistema.

Algunos integrantes de la bancada aseguran que son tensiones normales de un partido que reúne liderazgos de todas las orillas. Incluso aseguran que las divisiones se hacen más evidentes porque el partido no tiene un jefe político que controle todo, como sucede con César Gaviria en el Partido Liberal o Dilian Francisca Toro en La U.

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La Presidencia del Senado, otra puja de los verdes

Uno de los temas que puede modificar este panorama es la puja por la próxima Presidencia del Senado, que según los acuerdos políticos le corresponde a la Alianza Verde. En el interior del partido ya empiezan a sonar los candidatos, entre ellos Ariel Ávila, Angélica Lozano, Inti Asprilla e Iván Name.

Esta semana el partido se reunió para definir el proceso de elección, pero no llegaron a un acuerdo luego de que el presidente del Senado, Alexánder López, les pidiera a los congresistas regresar a los debates de la última semana de la legislatura.

La clave de esta elección será la buena relación de los candidatos con el Pacto Histórico, que para continuar el trámite de las reformas sociales votará por quien esté más alineado con la agenda del presidente. En esas condiciones, el favorito es Inti Asprilla, pero cabe anotar que tanto Ávila como Lozano también intentan mantener una buena relación con el Gobierno.

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En el partido descartan la posibilidad de una ruptura interna total, pues aseguran que en el pasado se han planteado opciones como la escisión y aún así prefieren dejar que los congresistas voten con autonomía. Según el senador Asprilla, “no existe la más mínima probabilidad de que el Partido Verde deje de ser un partido de Gobierno”. Sin embargo, en la otra orilla, la representante Miranda asegura que es momento de evaluar la permanencia en la coalición.

Entre tanto, las posturas de los congresistas verdes críticos del Gobierno siguen generando críticas del petrismo, especialmente en redes sociales, donde algunos usuarios afectos al Gobierno los señalan de “manguitos” o “uriverdes”. Las tensiones también se sienten en los pasillos del Congreso, con peleas como las de “Jota Pe” e Inti Asprilla o la de Katherine Miranda y María Fernanda Carrascal, quien le dijo a primera que, más que independencia, sus posturas son de “un saboteo constante”.

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