Duque pide ante la ONU equidad para la distribución de vacunas
En desarrollo de la Asamblea General del organismo, el jefe de Estado también dijo que el Acuerdo de Paz es “frágil” y que, aunque los diálogos en Venezuela “dan alguna esperanza, no podemos ser ingenuos”.
En la que fue su última intervención ante la Asamblea General de la ONU, este martes el presidente Iván Duque centró su intervención en los efectos de la pandemia del COVID-19, la reactivación económica, la lucha contra el cambio climático, la crisis migratoria y la democracia y paz en Colombia. Precisamente, frente a la emergencia sanitaria causada por el coronavirus, el jefe de Estado pidió a la comunidad internacional a “fortalecer el multilateralismo en materia de salud” y avanzar en la equidad para la distribución de las vacunas.
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El primer mandatario llamó la atención por las brechas entre naciones frente al proceso de vacunación, advirtiendo que son inauditas. Según Duque, mientras algunos países adquieren un número de dosis adicionales para seis o siete veces su población y anuncian terceras dosis de refuerzo, otros no han aplicado ni una sola dosis.
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“Si se mantienen atrasos en la distribución equitativa de vacunas para todas las naciones, nos exponemos como humanidad, a que nuevas variables, puedan atacarnos con mayor ferocidad. La inmunidad global requiere de la solidaridad para que no exista acaparamiento de unos, frente a la necesidad de otros”, reclamó.
En esa línea, Duque defendió que su gobierno ha afrontado la pandemia con tres enfoques: salud, atención a los más vulnerables y reactivación económica. Frente al plan de vacunación, sostuvo que el objetivo es cubrir, como mínimo, al 70 % de los colombianos, destacando que Colombia se unió al mecanismo Covax.
De acuerdo con el jefe de Estado, la pandemia ha agravado otras crisis cuyos efectos son igualmente amenazadores, como el cambio climático, desigualdad por las recesiones económicas y crisis migratorias “de quienes están dispuestos a arriesgar sus vidas por un empleo digno o un plato de comida, huyendo de dictaduras y regímenes oprobiosos. Ha puesto en evidencia las afectaciones a la construcción de paz y al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
Duque llegó a decir ante la ONU que su gobierno “ha puesto en marcha la más ambiciosa agenda social de este siglo y, tal vez, de la historia”. En ese sentido, catalogó como una “renta básica de emergencia” su Ingreso Solidario, vigente hasta diciembre de 2022 y que, aseguró, abarca más de cuatro millones de hogares vulnerables, “brindando un apoyo económico directo a más del 25 % de nuestra población”.
También defendió el subsidio al empleo, explicando que ha protegido a más de cuatro millones de trabajadores formales, el esquema de la devolución del impuesto de IVA para más de dos millones de hogares vulnerables y el pago del 25 % a la contratación de jóvenes, equivalente a la seguridad social, y que equiparó “una matrícula universitaria pública gratuita y permanente a los más necesitados y a la clase media emergente”.
Incluso, el primer mandatario sacó pecho por la recién aprobada reforma tributaria, celebrando lo que calificó como responsabilidad fiscal en pro de los logros sociales. “Logramos la más importante reforma social de este siglo en Colombia y la aprobación de la más importante reforma fiscal, en materia de recaudo, que llega al 1,8 % de nuestro Producto Interno Bruto, fortaleciendo, con ello, la regla fiscal de endeudamiento y la reducción del déficit, estableciendo una senda para estabilizar las finanzas públicas y asegurar una amplia red de protección social. Este ha sido un esfuerzo alcanzado sin populismo y sin afectar la competitividad de nuestras empresas”.
Democracia y paz
El presidente también dedicó parte de su discurso ante la ONU para hablar de su política de Paz con Legalidad, alegando que “el débil Acuerdo de Paz” firmado en 2016 con las Farc “tiene hoy progresos significativos en el proceso de reincorporación de los excombatientes, como lo ha comprobado la Misión de Observación de la ONU”.
“Gracias a nuestro compromiso con los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial y la atención a las zonas más afectadas por la violencia, la Defensoría del Pueblo de Colombia ha destacado que en los tres años de nuestro gobierno se ha avanzado más que en los primeros 20 meses de implementación”, dijo el mandatario, destacando además la inversión en vías terciarias, titulación de predios, implementación del Catastro Multipropósito y exportaciones agropecuarias.
No obstante, planteó como un desafío la incidencia de las disidencias de las Farc, el ELN y otros grupos criminales que atentan contra la vida de líderes sociales, líderes ambientales y personas en proceso de reincorporación. “A pesar de tantos desafíos, la Paz con Legalidad nos muestra que podemos tener grandes razones de optimismo. Registramos las menores tasas históricas de homicidios de las últimas décadas y, también, las menores tasas de secuestros, desde que se miden esos crímenes atroces, siempre sin perder de vista que el narcotráfico alimenta la violencia y tenemos que luchar, de manera firme, contra ellos. Hemos logrado las mayores incautaciones de alcaloides de la historia y la mayor erradicación mundial de cultivos ilícitos”.
Duque reclamó que “en Colombia, más coca significa menos paz y menos medio ambiente”, indicando que cada gramo de coca consumido en las naciones que activan la demanda significa un homicidio y un ecocidio en Colombia. Por ello, dijo que es apremiante atender el preocupante aumento en el consumo de narcóticos y que es hora de la corresponsabilidad de la comunidad internacional.
Por otro lado, ante las denuncias por excesos de las autoridades y represión violenta durante las protestas que este año sacudieron al país, Duque manifestó que se sigue avanzando en la nula tolerancia frente a cualquier conducta de miembros de la Fuerza Pública contrarios a la Constitución y la ley, defendiendo que hay pasos sólidos para las reformas estructurales de la Policía Nacional, entre ellos, el fortalecimiento de la defensa de los derechos humanos. “Tenemos una Fuerza Pública patriota y comprometida y su mandato es obrar con la Constitución en la mano”, dijo.
Venezuela y crisis migratoria
Por otro lado, ante el proceso de negociación entre el gobierno y la oposición de Venezuela en México, Duque declaró que, aunque los diálogos “dan alguna esperanza”, no se puede ser ingenuo, “pues el único desenlace efectivo de ese encuentro es la convocatoria cuanto antes de una elección presidencial, libre, transparente y con una minuciosa observación internacional”.
El mandatario señaló que cualquier salida “que perpetúe el oprobio dictatorial y le permita al régimen ganar tiempo”, agudizará el mayor desastre humanitario del continente. Por ello, insistió que el fin de la dictadura es el único camino viable para el bienestar del pueblo venezolano, y debe ser el propósito de la acción internacional.
Ante la crisis migratoria, Duque reclamó por la situación de millones de venezolanos “que huyen de la narcodictadura y de la infamia”. En este punto, también sacó pecho como su estrategia para brindar Estatus de Protección Temporal a más de 1,2 millones de migrantes venezolanos, así como el trabajo con la Organización de las Naciones Unidas y la Oficina del Filippo Grandi, Alto Comisionado para los Refugiados.
“Asumimos este reto sin ser un país rico y con un enorme costo fiscal. Esta situación requiere que, a través de las mesas de donantes establecidas se movilicen los desembolsos de los compromisos de la comunidad mundial. Por lo que hago un llamado en ese sentido”, agregó.
Reactivación económica
El primer mandatario se refirió además a su agenda de reactivación económica, señalando las inversiones privadas, públicas y público-privadas en el país, que han favorecido mejores índices en el segundo trimestre de este año. “Avanzamos hacia un crecimiento superior al 7 % en el presente año 2021. Este New Deal colombiano es la mejor forma de recuperar el rumbo que la pandemia trajo a la Agenda 2030 y, además, nos acerca y nos orienta al cumplimiento de los objetivos de Desarrollo Sostenible”.
Duque elevó además un llamado a para que haya consenso mundial liderado por el Fondo Monetario Internacional y los bancos multilaterales de desarrollo, que establezca nuevos criterios de riesgo mínimo fiscal durante la etapa de reactivación postcovid. Lo anterior, ante los altos niveles de endeudamiento y a las necesidades existentes.
De no fijarse esos criterios, manifestó el presidente, en el corto plazo, ante la demanda por endeudamiento y un aumento generalizado de costos del capital, podrá precipitarse una crisis de la deuda que traería mayores retrocesos y efectos recesivos globales. “Son muchos los países emergentes que frente a la amenaza del COVID han aumentado su endeudamiento y su déficit fiscal. Muchos no han empezado a tramitar las reformas fiscales necesarias para pagar los gastos de emergencia, y hoy son evaluados por calificadoras de riesgo con ojos y criterios pre pandémicos”.
Crisis climática
Insistiendo en que el mayor desafío para la humanidad es la crisis climática y que “Colombia actúa con determinación y compromiso moral”, el primer mandatario aseguró que, si bien el país representa el 0,6 % de las emisiones globales del CO2, se encuentra entre los más amenazados por los efectos del cambio climático.
“Nuestra acción requiere compromiso, audacia y ejercer un liderazgo con el ejemplo. Por esto, llegaremos a Glasgow, a la COP26, con el compromiso de reducir nuestras emisiones de gases efecto invernadero en un 51 % para el año 2030, y, también, alcanzar la carbono neutralidad en el año 2050”, manifestó, al recordar que se ha trabajado por la legislación alrededor de la transición energética y lograr la cero deforestación para el año 2030, sumado a avances para el desarrollo de la economía circular, la articulación de la ruta del hidrógeno y la defensa “total e irrestricta” del Amazonas.
“El limitado espacio fiscal, resultado del impacto de la pandemia, se convertirá en un obstáculo para cumplir estas metas si no desarrollamos herramientas globales. Por ello, le propongo a la comunidad mundial que, por un periodo de tiempo y con el apoyo del Fondo Monetario Internacional, se establezca una regla a partir de la cual todos los gastos e inversiones de acción climática estructural, puedan situarse por fuera de la línea tradicional de medición del déficit fiscal. Estas herramientas, al igual que los alivios y las condonaciones de deuda multilateral, frente a logros concretos en materia de acción climática, deben aplicarse cuanto antes y sin condiciones”, propuso Duque.
Jóvenes
El jefe de Estado también se refirió en su discurso a los jóvenes, explicando que han sido altamente golpeados por la pandemia, y hoy son los que lideran grandes debates sobre la acción climática, proponiendo políticas y acciones colectivas. En ese sentido, dijo que suscribió un pacto “por un verdadero cambio en las políticas que los benefician”.
“En diciembre, habrá la primera elección, abierta y popular, para conformar los Consejos Municipales de Juventud. Un ejercicio sin antecedentes en la región latinoamericana, que validará a una ciudadanía juvenil como el camino efectivo para que prevalezcan las propuestas sobre las protestas”, destacó.
Iván Duque cerró su intervención señalando que, a pesar de las dificultades por la pandemia, su agenda de legalidad, emprendimiento y equidad “sigue en marcha, se convierte en política de Estado y avanza con hechos”.
El presidente destacó que la Asamblea General se ha gestado como un espacio vital para el desarrollo del multilateralismo, la construcción global de la paz y de soluciones a las amenazas. No obstante, recordó “la fragilidad del ser humano y, al mismo tiempo, la grandeza y la condición de una raza humana que sabe sobreponerse a los grandes desafíos”.
“Sabemos que son muchos los retos por sortear, muchos los obstáculos por superar, pero existe esta gran nación que reflexiona y piensa globalmente para ser ejemplo y generar progreso. Esa es la Colombia que soluciona los problemas de la democracia en democracia, la que mira a la adversidad con la certeza de hacerla una oportunidad y la que nunca se amaina, ni se amainará, ante ninguna tormenta”, concluyó.
En la que fue su última intervención ante la Asamblea General de la ONU, este martes el presidente Iván Duque centró su intervención en los efectos de la pandemia del COVID-19, la reactivación económica, la lucha contra el cambio climático, la crisis migratoria y la democracia y paz en Colombia. Precisamente, frente a la emergencia sanitaria causada por el coronavirus, el jefe de Estado pidió a la comunidad internacional a “fortalecer el multilateralismo en materia de salud” y avanzar en la equidad para la distribución de las vacunas.
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El primer mandatario llamó la atención por las brechas entre naciones frente al proceso de vacunación, advirtiendo que son inauditas. Según Duque, mientras algunos países adquieren un número de dosis adicionales para seis o siete veces su población y anuncian terceras dosis de refuerzo, otros no han aplicado ni una sola dosis.
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“Si se mantienen atrasos en la distribución equitativa de vacunas para todas las naciones, nos exponemos como humanidad, a que nuevas variables, puedan atacarnos con mayor ferocidad. La inmunidad global requiere de la solidaridad para que no exista acaparamiento de unos, frente a la necesidad de otros”, reclamó.
En esa línea, Duque defendió que su gobierno ha afrontado la pandemia con tres enfoques: salud, atención a los más vulnerables y reactivación económica. Frente al plan de vacunación, sostuvo que el objetivo es cubrir, como mínimo, al 70 % de los colombianos, destacando que Colombia se unió al mecanismo Covax.
De acuerdo con el jefe de Estado, la pandemia ha agravado otras crisis cuyos efectos son igualmente amenazadores, como el cambio climático, desigualdad por las recesiones económicas y crisis migratorias “de quienes están dispuestos a arriesgar sus vidas por un empleo digno o un plato de comida, huyendo de dictaduras y regímenes oprobiosos. Ha puesto en evidencia las afectaciones a la construcción de paz y al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
Duque llegó a decir ante la ONU que su gobierno “ha puesto en marcha la más ambiciosa agenda social de este siglo y, tal vez, de la historia”. En ese sentido, catalogó como una “renta básica de emergencia” su Ingreso Solidario, vigente hasta diciembre de 2022 y que, aseguró, abarca más de cuatro millones de hogares vulnerables, “brindando un apoyo económico directo a más del 25 % de nuestra población”.
También defendió el subsidio al empleo, explicando que ha protegido a más de cuatro millones de trabajadores formales, el esquema de la devolución del impuesto de IVA para más de dos millones de hogares vulnerables y el pago del 25 % a la contratación de jóvenes, equivalente a la seguridad social, y que equiparó “una matrícula universitaria pública gratuita y permanente a los más necesitados y a la clase media emergente”.
Incluso, el primer mandatario sacó pecho por la recién aprobada reforma tributaria, celebrando lo que calificó como responsabilidad fiscal en pro de los logros sociales. “Logramos la más importante reforma social de este siglo en Colombia y la aprobación de la más importante reforma fiscal, en materia de recaudo, que llega al 1,8 % de nuestro Producto Interno Bruto, fortaleciendo, con ello, la regla fiscal de endeudamiento y la reducción del déficit, estableciendo una senda para estabilizar las finanzas públicas y asegurar una amplia red de protección social. Este ha sido un esfuerzo alcanzado sin populismo y sin afectar la competitividad de nuestras empresas”.
Democracia y paz
El presidente también dedicó parte de su discurso ante la ONU para hablar de su política de Paz con Legalidad, alegando que “el débil Acuerdo de Paz” firmado en 2016 con las Farc “tiene hoy progresos significativos en el proceso de reincorporación de los excombatientes, como lo ha comprobado la Misión de Observación de la ONU”.
“Gracias a nuestro compromiso con los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial y la atención a las zonas más afectadas por la violencia, la Defensoría del Pueblo de Colombia ha destacado que en los tres años de nuestro gobierno se ha avanzado más que en los primeros 20 meses de implementación”, dijo el mandatario, destacando además la inversión en vías terciarias, titulación de predios, implementación del Catastro Multipropósito y exportaciones agropecuarias.
No obstante, planteó como un desafío la incidencia de las disidencias de las Farc, el ELN y otros grupos criminales que atentan contra la vida de líderes sociales, líderes ambientales y personas en proceso de reincorporación. “A pesar de tantos desafíos, la Paz con Legalidad nos muestra que podemos tener grandes razones de optimismo. Registramos las menores tasas históricas de homicidios de las últimas décadas y, también, las menores tasas de secuestros, desde que se miden esos crímenes atroces, siempre sin perder de vista que el narcotráfico alimenta la violencia y tenemos que luchar, de manera firme, contra ellos. Hemos logrado las mayores incautaciones de alcaloides de la historia y la mayor erradicación mundial de cultivos ilícitos”.
Duque reclamó que “en Colombia, más coca significa menos paz y menos medio ambiente”, indicando que cada gramo de coca consumido en las naciones que activan la demanda significa un homicidio y un ecocidio en Colombia. Por ello, dijo que es apremiante atender el preocupante aumento en el consumo de narcóticos y que es hora de la corresponsabilidad de la comunidad internacional.
Por otro lado, ante las denuncias por excesos de las autoridades y represión violenta durante las protestas que este año sacudieron al país, Duque manifestó que se sigue avanzando en la nula tolerancia frente a cualquier conducta de miembros de la Fuerza Pública contrarios a la Constitución y la ley, defendiendo que hay pasos sólidos para las reformas estructurales de la Policía Nacional, entre ellos, el fortalecimiento de la defensa de los derechos humanos. “Tenemos una Fuerza Pública patriota y comprometida y su mandato es obrar con la Constitución en la mano”, dijo.
Venezuela y crisis migratoria
Por otro lado, ante el proceso de negociación entre el gobierno y la oposición de Venezuela en México, Duque declaró que, aunque los diálogos “dan alguna esperanza”, no se puede ser ingenuo, “pues el único desenlace efectivo de ese encuentro es la convocatoria cuanto antes de una elección presidencial, libre, transparente y con una minuciosa observación internacional”.
El mandatario señaló que cualquier salida “que perpetúe el oprobio dictatorial y le permita al régimen ganar tiempo”, agudizará el mayor desastre humanitario del continente. Por ello, insistió que el fin de la dictadura es el único camino viable para el bienestar del pueblo venezolano, y debe ser el propósito de la acción internacional.
Ante la crisis migratoria, Duque reclamó por la situación de millones de venezolanos “que huyen de la narcodictadura y de la infamia”. En este punto, también sacó pecho como su estrategia para brindar Estatus de Protección Temporal a más de 1,2 millones de migrantes venezolanos, así como el trabajo con la Organización de las Naciones Unidas y la Oficina del Filippo Grandi, Alto Comisionado para los Refugiados.
“Asumimos este reto sin ser un país rico y con un enorme costo fiscal. Esta situación requiere que, a través de las mesas de donantes establecidas se movilicen los desembolsos de los compromisos de la comunidad mundial. Por lo que hago un llamado en ese sentido”, agregó.
Reactivación económica
El primer mandatario se refirió además a su agenda de reactivación económica, señalando las inversiones privadas, públicas y público-privadas en el país, que han favorecido mejores índices en el segundo trimestre de este año. “Avanzamos hacia un crecimiento superior al 7 % en el presente año 2021. Este New Deal colombiano es la mejor forma de recuperar el rumbo que la pandemia trajo a la Agenda 2030 y, además, nos acerca y nos orienta al cumplimiento de los objetivos de Desarrollo Sostenible”.
Duque elevó además un llamado a para que haya consenso mundial liderado por el Fondo Monetario Internacional y los bancos multilaterales de desarrollo, que establezca nuevos criterios de riesgo mínimo fiscal durante la etapa de reactivación postcovid. Lo anterior, ante los altos niveles de endeudamiento y a las necesidades existentes.
De no fijarse esos criterios, manifestó el presidente, en el corto plazo, ante la demanda por endeudamiento y un aumento generalizado de costos del capital, podrá precipitarse una crisis de la deuda que traería mayores retrocesos y efectos recesivos globales. “Son muchos los países emergentes que frente a la amenaza del COVID han aumentado su endeudamiento y su déficit fiscal. Muchos no han empezado a tramitar las reformas fiscales necesarias para pagar los gastos de emergencia, y hoy son evaluados por calificadoras de riesgo con ojos y criterios pre pandémicos”.
Crisis climática
Insistiendo en que el mayor desafío para la humanidad es la crisis climática y que “Colombia actúa con determinación y compromiso moral”, el primer mandatario aseguró que, si bien el país representa el 0,6 % de las emisiones globales del CO2, se encuentra entre los más amenazados por los efectos del cambio climático.
“Nuestra acción requiere compromiso, audacia y ejercer un liderazgo con el ejemplo. Por esto, llegaremos a Glasgow, a la COP26, con el compromiso de reducir nuestras emisiones de gases efecto invernadero en un 51 % para el año 2030, y, también, alcanzar la carbono neutralidad en el año 2050”, manifestó, al recordar que se ha trabajado por la legislación alrededor de la transición energética y lograr la cero deforestación para el año 2030, sumado a avances para el desarrollo de la economía circular, la articulación de la ruta del hidrógeno y la defensa “total e irrestricta” del Amazonas.
“El limitado espacio fiscal, resultado del impacto de la pandemia, se convertirá en un obstáculo para cumplir estas metas si no desarrollamos herramientas globales. Por ello, le propongo a la comunidad mundial que, por un periodo de tiempo y con el apoyo del Fondo Monetario Internacional, se establezca una regla a partir de la cual todos los gastos e inversiones de acción climática estructural, puedan situarse por fuera de la línea tradicional de medición del déficit fiscal. Estas herramientas, al igual que los alivios y las condonaciones de deuda multilateral, frente a logros concretos en materia de acción climática, deben aplicarse cuanto antes y sin condiciones”, propuso Duque.
Jóvenes
El jefe de Estado también se refirió en su discurso a los jóvenes, explicando que han sido altamente golpeados por la pandemia, y hoy son los que lideran grandes debates sobre la acción climática, proponiendo políticas y acciones colectivas. En ese sentido, dijo que suscribió un pacto “por un verdadero cambio en las políticas que los benefician”.
“En diciembre, habrá la primera elección, abierta y popular, para conformar los Consejos Municipales de Juventud. Un ejercicio sin antecedentes en la región latinoamericana, que validará a una ciudadanía juvenil como el camino efectivo para que prevalezcan las propuestas sobre las protestas”, destacó.
Iván Duque cerró su intervención señalando que, a pesar de las dificultades por la pandemia, su agenda de legalidad, emprendimiento y equidad “sigue en marcha, se convierte en política de Estado y avanza con hechos”.
El presidente destacó que la Asamblea General se ha gestado como un espacio vital para el desarrollo del multilateralismo, la construcción global de la paz y de soluciones a las amenazas. No obstante, recordó “la fragilidad del ser humano y, al mismo tiempo, la grandeza y la condición de una raza humana que sabe sobreponerse a los grandes desafíos”.
“Sabemos que son muchos los retos por sortear, muchos los obstáculos por superar, pero existe esta gran nación que reflexiona y piensa globalmente para ser ejemplo y generar progreso. Esa es la Colombia que soluciona los problemas de la democracia en democracia, la que mira a la adversidad con la certeza de hacerla una oportunidad y la que nunca se amaina, ni se amainará, ante ninguna tormenta”, concluyó.