El Espectador le explica lo que se viene en la relación Congreso-Gobierno
Los conservadores ya sentaron posición, pero los liberales y La U no. El tiempo es corto para aprobar las reformas y ya se pone sobre la mesa las elecciones regionales.
Edwin Bohórquez Aya
Es miércoles, día de El Espectador le explica. La política es dinámica, hemos leído. La política es cambiante, nos han dicho hasta la saciedad. La política es camaleónica, apuntan muchos de sus protagonistas en comentarios de pasillo. Nos han dicho que la política va cambiando como va cambiando la sociedad. Y al revés. Nos han mostrado que en la política hay muchas sillas giratorias. Y también que el ciudadano llega limpio, pero la clase política lo corrompe, lanzando analogías sobre ese pensamiento filosófico tan leído en nuestros tiempos. La política colombiana no es lejana a esta lectura, o para la muestra la coyuntura que estamos viviendo en el país. Así que, con la ayuda de la redacción Política de El Espectador, aquí vamos con este boletín que busca resumir y analizar lo que se viene en la relación Ejecutivo y Legislativo, con antecedentes claros como el cambio de ministros, el ‘balconazo’ de Petro y las declaraciones de los diferentes jefes de partidos. Comencemos.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Es miércoles, día de El Espectador le explica. La política es dinámica, hemos leído. La política es cambiante, nos han dicho hasta la saciedad. La política es camaleónica, apuntan muchos de sus protagonistas en comentarios de pasillo. Nos han dicho que la política va cambiando como va cambiando la sociedad. Y al revés. Nos han mostrado que en la política hay muchas sillas giratorias. Y también que el ciudadano llega limpio, pero la clase política lo corrompe, lanzando analogías sobre ese pensamiento filosófico tan leído en nuestros tiempos. La política colombiana no es lejana a esta lectura, o para la muestra la coyuntura que estamos viviendo en el país. Así que, con la ayuda de la redacción Política de El Espectador, aquí vamos con este boletín que busca resumir y analizar lo que se viene en la relación Ejecutivo y Legislativo, con antecedentes claros como el cambio de ministros, el ‘balconazo’ de Petro y las declaraciones de los diferentes jefes de partidos. Comencemos.
El 25 de abril, tan solo una semana atrás, el presidente Gustavo Petro, después de encontrar una oposición crítica a su proyecto de reforma al sistema de salud, fue directo al grano y aseguró que “La coalición política pactada como mayoría ha terminado en el día de hoy”, “por decisión de unos presidentes de los partidos”. Dijo el mandatario, además, refiriéndose a César Gaviria: “Alguno de los cuales amenaza a la mayoría de su propia bancada”, después de que el expresidente y hoy cabeza del llamado ‘trapo rojo’, hablara de sancionar a los congresistas de su partido que con su voto inclinaran la balanza a favor de los intereses del Ejecutivo con este proyecto.
La luna de miel se había acabado y así como pasó la reforma tributaria liderada por José Antonio Ocampo en el semestre pasado, donde al final, ajustada, pasó y se convirtió en ley; aquí la cosa fue a otro precio, tanto como para romper relaciones, empezando porque todavía hay quienes argumentan la necesidad de la discusión sobre si debería ser un trámite ordinario o de orden estatutario. La realidad es que, decían analistas políticos, no se tenía un antecedente de este tipo en la reciente historia de la política nacional. Sí, el del rompimiento político. Y menos en tan pocos meses de una nueva administración.
“Los liberales, conservadores y La U decidieron hacer equipo con la administración de Gustavo Petro el 7 de septiembre de 2022, cuando se integraron a la coalición oficialista, que quedó conformada por el Pacto Histórico (con la que Petro ganó la presidencia), Comunes, Liberal, Conservador, Alianza Verde y Partido de la U”.
La situación, delicada, no tenía solo color liberal. Los ‘godos’, liderados por Efraín Cepeda; y el Partido de La U, en cabeza de Dilian Francisca Toro; se fueron en la misma línea. No comulgaban con la reforma a la salud. Petro, con alocución presidencial y usando su cuenta de Twitter, mantuvo sus críticas: “la invitación a un pacto social para el cambio ha sido rechazada”, dijo que era necesario un “replanteamiento del gobierno” y puso sobre la mesa que, del gabinete ministerial inicial, muchos se irían y, por ahí mismo apeló a llamar a quienes lo han acompañado desde cuando fue alcalde de Bogotá. Dejó a un lado eso de querer quedar bien con muchos y poner ministros para tranquilizar mercados y se jugó las cartas que tantos de los electores esperaban: personas cercanas que compartieran sus ideas y se la jugaran en el Congreso, plenamente convencidas, para sacarlas adelante.
Pero, ¿por qué la ruptura resulta siendo noticia si, al final, estos son partidos políticos tradicionales, hacedores de la política típica que hemos vivido siempre, y que siempre han gobernado de formas similares, cuando la idea cambio fue la que llevó a Petro a la Casa de Nariño? Vayamos a los números: “De 108 senadores, el Pacto Histórico solo tiene 25 curules, y de 188 representantes a la Cámara, son 33. Así las cosas y en términos prácticos, el Gobierno no tenía los votos necesarios con el Pacto Histórico que, si bien es la coalición con más curules en el Congreso, sigue siendo minoritaria”, nos contaba Laura Duarte Sandoval, de la sección Política de El Espectador.
Son necesarias estas alianzas si la estrategia reformista de Petro quiere seguir su curso. Aunque, claro, no tenga mucho sentido hacer cambios con los mismos de siempre. Pero de eso se trata la democracia, de que, primero, los colombianos eligieran no solo al Presidente sino al Congreso y, acto seguido, los que están tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo, como representantes de todos los colombianos, lleven al país por el mejor camino posible donde prime el bien mayor sobre el particular. Y eso no necesariamente quiere decir que todos estén de acuerdo:
Política
Remezón en el gabinete Petro: estos son los ministros que se van del Gobierno
Política
Petro rompió la coalición, ¿y ahora qué sigue?
Política
Los planes del nuevo gabinete de Petro para enfrentar las crisis
Política
Petro, a recuperar las mayorías en el Congreso
La estrategia de Petro es más clara cuando se tocan algunos nombres. De tajo puso a un liberal que ha sido crítico del establecimiento liberal tradicional. Y lo puso en el ministerio del Interior. Desde allí Luis Fernando Velasco, catalogado como uno de los “liberales progresistas”, crítico de César Gaviria y de sus formas, como la de sancionar a quienes apoyen la reforma a la salud, ya dijo que no irá al jefe del partido para buscar apoyo, sino que irá uno a uno, conversando con cada militante del liberalismo. Como pocos, Velasco tiene la experiencia de moverse en el Congreso y, además, lideró la Consejería Presidencial para las Regiones y también la Dirección de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, lo que le permitió construir más puentes, precisamente, con líderes regionales.
Y similar estrategia con la Dirección del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), a donde llegó Carlos Ramón González, del partido Alianza Verde. Incluso con marcadas diferencias con algunos de los militantes de este partido por proyectos puntuales, allí se coincide en superar la corrupción, disminuir la desigualdad, consolidar la paz, modernizar la economía y avanzar en la reforma rural integral. Sí, aunque parece obvio y en pleno siglo XXI, la corrupción sigue siendo uno de los problemas más estructurales del país. Y la paz, pues claro que todos queremos vivir en paz, pero no lo hemos logrado porque no hay un acuerdo en cómo llegar a ella y a qué costo.
18 representantes liberales firmaron una carta criticando a César Gaviria. Esos fueron: Olga B. González, Sandra Aristizábal, María E. Lopera, Karyme Cotes, Kelyn González, Jezmi Barraza, Flora Perdomo, Mónica Bocanegra, Elizabeth Jay Pang, Gilma Díaz, Wílmer Guerrero, Juan C. Losada, Jhoany Palacios, Álvaro Rueda, Dolcey Torres, Andrés Calle, Octavio Cardona y Carlos Ardila.
Así nos lo explicaba Laura Duarte Sandoval en su análisis sobre cómo recuperar las mayorías en el Congreso:
👀El semáforo de la coalición de gobierno
Excluyendo a los tradicionales, el presidente Petro tendría en el Gobierno a 39 senadores de 106, sin contar que alguno de esos sea divergente de sus partidos.
En la Cámara, 66 representantes serían Gobierno, de 187 curules; quitando a los “liberales progresistas”, que si no quedan en libertad por la dirección de su partido, estarían obligados a votar de acuerdo a la postura tomada por la bancada.
Con la ruptura de la coalición, muchos han tenido que ver y también muchos han salido a opinar, pero si hay una voz a la que en este momento se le escucha con claridad es a la del presidente del Senado, quien dijo el pasado 28 de abril que la reforma laboral y la pensional no estarán listas en este semestre. Roy Barreras, otro viejo zorro de la política colombiana y quien conoce al detalle el intríngulis político en el Congreso, dijo que algunos ministros se han demorado mucho en presentar las reformas sociales y que, en este momento, el tiempo es el peor enemigo de la agenda del gobierno Petro, escribían los colegas de Política. “En el mejor de los casos, el día 24 o 25 de mayo estaríamos aprobando esta reforma (pensional) en segundo debate, lo que significa que, a menos de que haya sesiones extras, los dos debates restantes tendrán que hacerse en la siguiente legislatura”.
“Gobernar es una obligación con los 50 millones de colombianos, se gobierna para todos y todas y no para el sector que ganó”: Roy Barreras, presidente del Senado.
Editorial
Ante la prematura implosión del gobierno Petro
Política
“Les va a interesar más ser parte del cambio que de una oposición inútil”, Barreras
Política
¿Qué hará Gustavo Petro para rearmar coalición del Congreso y salvar sus reformas?
Política
Gustavo Petro posesionó a los nuevos ministros y al director del Dapre
La construcción política en este país se va tejiendo poco a poco. Lo que hoy está pasando en Colombia tendrá impactos no solo en el tránsito de las reformas que la administración Petro busca sacar adelante sino en las elecciones regionales que están por venir. Si los jefes de los partidos políticos no están de acuerdo y se van lanza en ristre contra sus militantes que voten a favor de, por ahora, la reforma a la salud, se hará evidente la fracturación. Y pescar en río revuelto es tan bueno para unos como malo para otros. Por el lado del partido de La U, ya Germán Vargas Lleras, en su conocido tono, lanzó su propia advertencia y si no le hacen caso, la cosa irá más allá de un coscorrón en materia política. Y esto pasa justo cuando Dilian Francisca Toro, la número 1 en ese partido, está buscando otra vez la gobernación del Valle.
La cosa, aquí, está en que si hay quienes deciden apoyar a Petro -en contra de los patriarcas de cada uno de los partidos políticos- y sus reformas pero no tienen el aval de los tradicionales partidos políticos para futuras candidaturas, como las regionales, ya hay otros nuevos partidos que les podrían dar ese aval. Ahí aparecen nombres como el de Roy Barreras y su Nueva Fuerza, nos contaba Élber Gutiérrez en este texto publicado en nuestra edición dominical. “El 20 de junio terminará la primera legislatura del actual Congreso, y a esas alturas ya habrá salido a relucir otra puja derivada de la actual crisis: la de la escogencia de las mesas directivas de Senado y Cámara”, apuntaba.
Conozca cómo votan los senadores y representantes a la Cámara en la ‘Congreso a la mano’.
Y así llegamos al balconazo en este día del trabajo, el pasado 1 de mayo. Como se esperaba, Petro defendió sus reformas, habló de la necesidad del cambio por el que fue elegido como presidente y, como en sus discursos de candidato, le pidió a sus electores que salieran a las calles a apoyar esas reformas que, por el curso de los hechos, no todos están dispuestos a apoyar. Ya lo vimos en el primer asomo de la reforma a la salud y todo lo que desencadenó el rompimiento de la coalición. Apeló al discurso social en contra de las personas más adineradas, habló del estallido social, de las libertades de los colombianos basadas en la posibilidad de superar las necesidades básicas, dijo que si la reforma pensional no se aprobaba el país sería testigo de la desaparición de los fondos pensiones porque el modelo sobre el cual se había construido no había funcionado.
Muchas fueron las reacciones, como también se esperaba, al discurso de Petro. Los fondos de pensiones dicen que las declaraciones de Petro contienen cifras erradas, las EPS aceptan que hay que hacer cambios pero defienden su modelo por toda la experiencia ganada y lo acompañan de los testimonios de quienes defienden al actual; muchos empresarios advierten que como se está pensando la reforma laboral se perderán empleos y, además, la capacidad de generar nuevas plazas de trabajo. También aparecieron críticos del llamado de Petro a la gente para que vaya a las calles si dichas reformas no se aprueban. Incluso esos críticos dijeron que estaba, con ese llamado, pasando por encima de la división de poderes, por encima del Congreso y hasta por encima de la Constitución.
Pero, como decía el Editorial de El Espectador de este miércoles, este es un asunto de interpretaciones. “Colombia necesita reformas. El problema, claro, es que los proyectos del Gobierno, que el presidente presenta como ineludibles e infalibles, han sido tramitados con furia y sin autocrítica, creyendo que cualquier oposición es de mala fe”, detallaba. “Se preguntaba el presidente dónde están los médicos y las enfermeras para defender su proyecto de reforma; quizá los encuentre entre muchos de los críticos a los que él y su antigua ministra de Salud graduaban de pagados por las EPS. Si algo demuestra el balcón ha sido la debilidad argumentativa del Gobierno”.
¿Y en qué vamos? Mientras el presidente Petro anda en España en visita oficial, el partido Conservador ya declaró su posición y dijo que deja la coalición de Gobierno para declararse en independencia. “Vamos a seguir con nuestro accionar, con lo que creemos que es beneficioso para el país. Por supuesto, vamos a negar lo que consideramos que sea nocivo y vamos a proponer nuestras líneas azules. Es una declaratoria de independencia constructiva. Queremos que le vaya bien a los colombianos, pero no vamos a ceder cuando tenemos principios”, dijo Efraín Cepeda, presidente del partido. Los liberarles todavía no se pronuncian, pero junto con el partido de La U, se espera que lo hagan esta misma semana. Como ya dijo Roy Barreras, ahora mismo el tiempo está en la mitad de todo, justo cuando ya no tienen mayorías. Y dicho por el presidente del Senado, tampoco hay tiempo de sobra.
Se va tejiendo, puntada a puntada, la política de este país. Cambiante, eso sí, camaleónica, como lo dijimos al comienzo de este texto, también. Ahora mismo está en discusión el Plan Nacional de Desarrollo, con tantos artículos aprobados como tantos que se han quedado por fuera. Y allá se está midiendo, también, el poder de los partidos y del Gobierno. La noticia no solo será lo que se aprobó sino lo que dejaron por fuera, tema a desarrollar en nuestras próximas publicaciones. Ahora mismo puede seguir el cubrimiento de ese debate aquí, donde ya se supo que fue aprobado el artículo que permite el giro directo desde la Adres a las IPS, es decir, desde el Sistema General de Seguridad Social en Salud -el banco de la salud- hacia las clínicas y hospitales. Y ese, para ser preciso, era uno de los objetivos de la reforma a la salud, la misma que terminó separando a los líderes políticos de este país hace tan solo una semana.
Me despido con nuestro acostumbrado mensaje: si les gustó este newsletter y el contenido que desarrollamos en El Espectador, invitados a disfrutar del contenido exclusivo que tenemos en nuestra página web. En esta labor de todos los días necesitamos compañía no solo para las críticas, que las recibimos con humildad, sino para que nos ayuden a construir un mejor país, denunciando, indagando, investigando, informando. Y no olviden dejar aquí abajo los temas que ustedes quisieran que investiguemos en la redacción de El Espectador. Nos vemos el próximo miércoles. Hasta pronto.