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El espía Rafi Eitan habría venido a proteger al presidente Virgilio Barco

Habla el abogado del gobierno, Ernesto Villamizar Cajiao, sobre su relación con el espía israelí. Los documentos no certifican su misión en Colombia.

Alberto Donadio * / Especial para El Espectador
14 de diciembre de 2020 - 02:00 a. m.
Rafi Eitan vino al final de los años 80 a Colombia, al parecer, a dirigir la protección del presidente Virgilio Barco, amenazado por los narcos. / AP
Rafi Eitan vino al final de los años 80 a Colombia, al parecer, a dirigir la protección del presidente Virgilio Barco, amenazado por los narcos. / AP
Foto: AP - BAZ RATNER
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En el memorando del 27 de enero de 1987, que es un documento oficial de la Presidencia de la República, se le informa al secretario jurídico que se ha avanzado en la discusión de varias cláusulas del contrato “con el doctor Ernesto Villamizar Cajiao”. Villamizar, nacido en 1942, es un reconocido abogado egresado del Colegio del Rosario que ejerce el derecho en Bogotá desde hace casi cincuenta años. Fue liquidador de los Ferrocarriles Nacionales y hace parte de la lista de árbitros de la Cámara de Comercio de Bogotá. (Lea aquí la primera parte de esta investigación).

Cuando lo llamé por teléfono y le conté que su nombre aparecía en el memorando ya citado de la Presidencia de la República y le pregunté sobre el contrato con KPI, Villamizar me contestó con una pregunta: “¿Rafi Eitan?”.

Cuando le dije que sí pensaba preguntarle por Rafi Eitan, pero que él se me había adelantado, Villamizar comentó: “Usted es muy jodido, y yo también”. Y agregó: “Rafi Eitan estuvo en Colombia. Conocí mucho a Rafi, en Israel y en Colombia”.

Cuando le pregunté quién se lo presentó o cómo lo conoció, me respondió: “No me pregunte vainas que no le voy a contestar. Son temas de seguridad nacional”. El abogado añadió: “Rafi Eitan era un tipo de un nivel de secreto. Las fotos que yo tengo con él aquí en la casa no se las puedo mandar, no son publicables. Rafi fue muy querido, muy especial. Rafi era una caja de música. Era un hombre demasiado dulce. Rafi era un tipo fuera de serie, un genio de la inteligencia, era un tipo eficaz. Me contaba anécdotas. Mi casco de paracaidista del Ejército de Israel me lo trajo él”. Villamizar, que fue presidente de la Federación Colombiana de Deportes Aéreos, indicó que ha hecho más de 400 saltos en paracaídas.

Villamizar precisó que visitó a Eitan en Israel: “Le vi esculturas en Israel. A Dios gracias no me regaló ninguna”. Eitan fue escultor a lo largo de su vida y produjo más de cien piezas de gran tamaño. Cuando le pregunté a Villamizar si el presidente Barco lo había encargado del contrato con Eitan, me respondió: “Había que hacer el contrato con Rafi Eitan. Punto. Hay cosas que en la vida se dan, no es que se hablen o que el presidente lo llama a uno. No”.

Villamizar también manifestó: “Le ayudé mucho al presidente en temas de seguridad. Tengo muchos vínculos con organismos de seguridad, pero uno prefiere olvidar los términos. Uno se cuida mucho olvidando todo. He tenido muchos contratos con firmas de Israel. Estuve casado con una señora norteamericana judía: Andrea Wolf, de Dallas, Texas. Me trajo muchos clientes de Israel”.

Según Villamizar, Rafi Eitan vino a Colombia a proteger al presidente de la República, que no aceptó la seguridad que le ofrecía el gobierno de Estados Unidos: “No era para coger un nazi, sino para proteger al presidente Barco. Los narcos fueron agresivos, al presidente lo querían asustar. Las amenazas al presidente Barco eran reales. Estuvo a punto de que lo hubieran matado los narcos. A la hermana de Germán Montoya la secuestraron y la mataron”. Dos recomendaciones de Eitan fueron que Barco no utilizara helicópteros y que no utilizara exclusivamente el avión presidencial, sino que a veces viajara en aviones de Avianca sin pasajeros, añadió.

El secuestro de Marina Montoya, hermana del exsecretario general de la Presidencia, ocurrió en septiembre de 1990, cuando ya había finalizado el gobierno de Barco. Fue luego asesinada por orden del grupo de narcotraficantes llamado Los Extraditables. En cuanto a Yair Klein, Villamizar expresó: “No tenía nada que ver con Rafi ni con el gobierno de Israel. Era un avivato”.

En los gobiernos que recuerdo de los últimos 54 años, desde la administración de Carlos Lleras Restrepo, que se inició en 1966, nunca se había filtrado a la opinión pública la existencia de operaciones de inteligencia ordenadas desde el palacio presidencial por el presidente de la república y ejecutadas por asesores extranjeros privados.

El espionaje contra magistrados de la Corte Suprema de Justicia en el segundo mandato de Álvaro Uribe fue realizado por el DAS por órdenes de la Presidencia de la República, uno de cuyos funcionarios, el secretario general, Bernardo Moreno Villegas, fue condenado por la justicia penal. No participaron en la operación agentes secretos extranjeros.

La condena proferida por la Corte Suprema de Justicia contra Moreno y María del Pilar Hurtado, exdirectora del DAS, cita esta conclusión de la Fiscalía General de la Nación: “Se incurrió en un exceso en el ejercicio del poder, el cual se concretó entre los años 2005 a 2009 por parte del expresidente de la república Álvaro Uribe Vélez, quien desde la Presidencia organizó una estructura criminal con la finalidad de neutralizar a las personas que se le enfrentaban”.

¿Rafi Eitan organizó en Colombia otra “estructura criminal”? No se sabe, pero la pregunta cabe porque el propio Eitan sostuvo que las actividades de inteligencia eran siempre una alianza con el delito.

No vino a cazar nazis

No se sabe con certeza a qué vino Rafi Eitan. Indudablemente no vino a cazar nazis ocultos, como ocurrió con Adolf Eichmann en Argentina, pues los nazis que escaparon de Europa, algunos con documentos falsos expedidos por autoridades eclesiásticas, se refugiaron en el Cono Sur, especialmente en Argentina, Brasil, Bolivia y Paraguay. Eichmann llegó a Argentina con papeles fraudulentos que lo identificaban como Ricardo Klement.

Klaus Barbie, apodado el Carnicero de Lyon, pues fue jefe de la Gestapo en esa ciudad francesa, vivió en Bolivia. Josef Mengele, llamado el Ángel de la Muerte, vivió en Argentina y Paraguay y murió en Brasil. Ningún asesino nazi se escondió en Colombia, que se sepa. ¿Cuál pudo ser el objetivo de la misión de Eitan? ¿Actividades antiterroristas? Es posible. Eitan, en su larga y variada carrera, fue asesor contra el terrorismo de dos primeros ministros de Israel: Yitzhak Shamir y Yitzhak Rabin, que fueron jefes del gobierno consecutivamente entre 1986 y 1995. Al posesionarse Barco ya se había registrado el asesinato de Rodrigo Lara Bonilla, ministro de Justicia en 1984, y de jueces, magistrados, periodistas y otros ciudadanos en actos terroristas de los carteles del narcotráfico. Eitan pudo haber sido contratado para enfrentar esa amenaza, aunque la oleada terrorífica de bombas de Pablo Escobar no se había iniciado en 1987.

¿Vino Eitan a entrenar paramilitares? ¿Es posible que Yair Klein haya sido uno de los beneficiarios de los cincuenta pasajes aéreos en la ruta Tel Aviv-Bogotá-Tel Aviv? En las publicaciones sobre este exteniente coronel del Ejército de Israel no se ha mencionado un nexo con Rafi Eitan, ni el mismo Klein en sus entrevistas lo ha citado; pero no es menos cierto que nunca antes se habló de Eitan en Colombia. De otro lado, se ha dicho siempre que Klein fue contratado por narcotraficantes y jefes paramilitares del Magdalena Medio para combatir la guerrilla y recibir entrenamiento en explosivos. En el caso de que hubiera llegado como asesor de Eitan, se estaría reescribiendo la historia de esos años.

Si Eitan no vino a capturar nazis, combatir el terrorismo ni entrenar paramilitares, ¿pudo haber venido en una misión secreta contra la guerrilla? En 1987, poco después del memorando redactado en la Secretaría Jurídica de la Presidencia de la República sobre el contrato con Ktalav Promotion and Investment, se dispararon los asesinatos de militantes de la Unión Patriótica. Este partido fue creado por las Farc en 1984 como resultado de las negociaciones de paz iniciadas por el antecesor de Barco, Belisario Betancur, y obtuvo su personería jurídica como partido político legal en mayo de 1985.

El primer asesinato de un miembro de la Unión Patriótica ocurrió el 28 de septiembre de 1985, según el libro Armas y urnas, de Steven Dudley, excorresponsal en Colombia de The Washington Post. El periodista informó que esa primera víctima fue Dionisio Hernán Calderón, presidente del sindicato de trabajadores del municipio de Yumbo y militante de la UP.

En 1986 se registraron varios asesinatos de militantes de la UP; pero el número de víctimas se incrementó notablemente desde 1987, año en que además se rompió la tregua entre las Farc y el gobierno pactada desde el gobierno Betancur. No existen pruebas de una conexión de Eitan con las muertes de la UP. La hipótesis se menciona únicamente porque su presencia en Colombia coincidió con un fenómeno de violencia que efectivamente se disparó en 1987. Siendo Eitan una eminencia en operaciones secretas, es de suponer que no vino a Colombia a conocer los cultivos de café.

Un grupo de dirigentes de la UP se reunió con el presidente Barco para exponer la persecución que padecía su partido político. Barco permaneció callado casi todo el tiempo, pero al final les dijo: “Pues ármense, ármense. Yo qué puedo hacer, yo no puedo hacer nada, ármense”. La reunión ocurrió antes del 14 de agosto de 1987, día en que fue asesinado Pedro Luis Valencia, médico antioqueño y senador de la UP, uno de los delegados que visitaron a Barco. La reacción presidencial la consignó su viuda, Beatriz Zuluaga, en el libro Relatos de mujeres. En una circunstancia similar, los presidentes ofrecen protección, no una exhortación a la autodefensa. ¿Por qué el abrupto comentario de Barco?

Cuando fue asesinado el exmagistrado Jaime Pardo Leal, candidato presidencial de la UP, el 11 de octubre de 1987, el partido señaló que era la víctima número 471 de sus filas desde la creación del movimiento. En total los militantes de la UP asesinados a lo largo de varios años fueron 3.122, según el Centro Nacional de Memoria Histórica.

En un informe de 1989 titulado “Los asesinatos en Colombia”, la organización de derechos humanos Americas Watch se anticipó a eximir a Virgilio Barco de cualquier responsabilidad en el exterminio de la UP. El estudio, firmado por Juan E. Méndez, abogado argentino con larga trayectoria en la defensa de los derechos humanos, señalaba: “A diferencia de otros gobiernos latinoamericanos de la historia reciente, el presidente Barco no está involucrado en la planificación, en dictar las órdenes o en la ejecución de ningún acto ilegítimo de violencia. Aun los más fuertes críticos del presidente no formulan estas acusaciones. En este ámbito la única pregunta que cabe es si su gobierno hace lo suficiente para controlar, investigar o someter a juicio a las fuerzas gubernamentales por las violaciones que cometen”. La UP tampoco acusó al gobierno Barco por las muertes de sus militantes.

No se sabe la fecha exacta en que se firmó el contrato con KPI ni si fue el conducto de la misión de Eitan, pero sí es obvio que la iniciativa se empezó a gestar tan pronto comenzó el gobierno Barco, en agosto de 1986. El borrador de enero de 1987 era la séptima versión, lo que hace suponer que hubo seis versiones anteriores.

Otro factor de violencia notable de 1987 fue el asesinato de defensores de derechos humanos. Se ignora si la presencia de Eitan tuvo relación con ese hecho, pero la muerte del médico antioqueño Héctor Abad Gómez, el más prominente entre los defensores de derechos humanos asesinados en el gobierno de Virgilio Barco, ocurrió el 25 de agosto de 1987, cuando se puede presumir que ya se estaba ejecutando la misión de Eitan. O la de KPI, si hubo dos misiones de Israel simultáneas.

El holocausto bíblico de Colombia

La persecución a defensores de derechos humanos y el exterminio de miembros de la UP se mencionan como posibles hipótesis relacionadas con el trabajo de Eitan; pero no porque existan pruebas, sino porque ambos fenómenos se intensificaron desde 1987, a diferencia de otras manifestaciones de violencia tradicionales o de vieja data que no presentaron un rebrote en la administración Barco. En el gobierno inmediatamente anterior al de Barco, el de Betancur, no se presentaron cifras comparables de asesinatos de dirigentes de derechos humanos ni de militantes de la UP.

El aumento en los homicidios de seguidores de la UP y defensores de derechos humanos a comienzos de la administración Barco fueron sucesos que en su momento se sumaron a lo que Gabriel García Márquez llamó “el holocausto bíblico de Colombia”.

Después de su misión en Colombia, Rafi Eitan desembarcó en Cuba, otra de las audacias notables de su vida. Cuba e Israel no tienen relaciones diplomáticas desde 1973 y Cuba ha sido siempre abanderada de la causa palestina, pero eso no fue óbice para que Eitan llegara a ser importante inversionista en la isla, en los años 90.

Próximo a los setenta años, Eitan desarrolló proyectos agrícolas en Cuba. “El único israelí que hasta ahora ha logrado establecer con éxito negocios en Cuba”, señaló en 2018 un informe de Radio Televisión Martí, “ha sido el legendario espía del Mossad Rafi Eitan, quien gracias a su amistad con el dictador Fidel Castro desarrolló en la década de los 90 el Plan de Cítricos de Jagüey Grande, con 40.000 hectáreas, que durante veinte años generó millones de dólares en exportación”. Radio Televisión Martí es un servicio informativo internacional en español pagado por el gobierno de Estados Unidos. En La Habana, Eitan también construyó el Centro de Negocios Miramar, un complejo de seis edificios. Uno se llama Jerusalén.

A los ochenta años Eitan fue nombrado ministro de los pensionados en Israel y representó a Gil, el partido que los agremiaba, en el Knesset, en una elección en que obtuvo 185.000 votos.

¿Quién costeó los gastos de la misión de Eitan? ¿Quiénes recibieron los cincuenta pasajes aéreos en la ruta Tel Aviv-Bogotá-Tel Aviv? ¿Quién fue la contraparte de Eitan en el Ministerio de Defensa? ¿Hay otros documentos sobre Eitan en Ecopetrol y en otras entidades gubernamentales? ¿Rindió Eitan informes verbales o escritos? ¿Quiénes fueron los ciudadanos de Israel que se alojaron durante meses en el Hotel La Fontana? ¿Alguien más se tomó fotografías con Eitan en Colombia? ¿Alguien más, aparte del abogado Ernesto Villamizar Cajiao, recibió regalos de Rafi Eitan? ¿El general Rafael Samudio Molina, ministro de Defensa entre 1986 y 1988, estuvo al tanto de la visita de Eitan?

Cualquiera que haya sido el propósito de la misión de Rafi Eitan, quedan flotando muchas preguntas.

* Uno de los periodistas de investigación con más reconocimiento en Colombia. Columnista de El Espectador. Lea aquí la primera parte de la investigación.

Por Alberto Donadio * / Especial para El Espectador

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