El factor Petro con un partido político formal
Al conseguir la personería jurídica para la Colombia Humana, el senador obtuvo la que sería una de sus mayores victorias políticas, quizá solo comparable con su conquista de la Alcaldía de Bogotá. Sin embargo, no todo es color de rosa y este nuevo escenario también supone desafíos.
En política la más mínima ventaja hace la diferencia a la hora de ganar elecciones, y un viejo zorro en la arena como Gustavo Petro lo sabe. Ello explica el porqué de su larga e intensa pelea por lograr el reconocimiento de su Colombia Humana. Y es que la personería jurídica que recién acaba de otorgarle la Corte Constitucional a su movimiento, más allá de un formalismo, se traduce en un valiosísimo recurso que le permitirá medirse de tú a tú con partidos tradicionales, clanes regionales y figuras políticas que hoy apuestan al personalismo. Todo esto, justo cuando restan poco más de seis meses para las elecciones legislativas y ocho para la primera vuelta presidencial.
En contexto: Los argumentos de la Corte para conceder personería jurídica a Colombia Humana
Los privilegios de pertenecer al selecto club de partidos con personería jurídica no son pocos. La Colombia Humana puede ahora designar y postular candidatos sin requisito alguno más que la bendición de la propia colectividad, gozará de financiación estatal y acceso a medios, y -en el caso particular de Petro- le permitirá hacerse en propiedad a los 8 millones de votos que consiguió en la segunda vuelta de 2018.
De tal calado es lo logrado por el senador y precandidato presidencial que hasta rivales políticos de la talla de Sergio Fajardo aplaudieron la decisión. “Es una buena noticia para la democracia colombiana”, dijo el precandidato de la Coalición de la Esperanza, mientras que Humberto de la Calle aseguró que “la decisión es saludable y oportuna”. Incluso la representante Juanita Goebertus, de la Alianza Verde -cercana al sector de la senadora Angélica Lozano y de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López-, celebró la determinación: “La fortaleza de nuestra democracia depende de que todos los sectores políticos puedan participar activamente”.
No obstante, con una campaña que, aunque avanza a pasos agigantados, sigue siendo biche, hay quienes señalan que el triunfo de Petro es esencialmente simbólico, pues ya estaba respaldado por las personerías jurídicas de otros movimientos resguardados en la sombrilla del denominado Pacto Histórico, entre ellos el Polo Democrático Alternativo, la Unión Patriótica (UP) o el Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS).
Lea también: Colombia Humana logró su personería jurídica y así reacciona el mundo político
“Es una cuestión fundamentalmente simbólica. En principio Petro podrá lanzarse a través de su propio sello histórico, como lo hizo en las elecciones a la Alcaldía de Bogotá y en la contienda presidencial de 2018. Pero todo esto es más una pelea simbólica ganada, que una cuestión que pueda tener un efecto real en las elecciones”, explica el analista Juan Pablo Milanese, profesor de ciencia política de la Universidad ICESI, insistiendo en que hoy la coalición formada alrededor del Pacto Histórico le da al senador los mismos réditos -al menos en lo material y ya no en lo simbólico- que tener o no partido con personería.
En todo caso, son más las ventajas de tener el reconocimiento. Para el profesor Javier Duque Daza, del programa de estudios políticos y resolución de conflictos de la Universidad del Valle, Petro se fortalece con la personería en la medida en que “se evita ir por firmas o recurrir a un aval prestado, mientras que Colombia Humana ya es una etiqueta reconocida y que pasa por su segunda elección con continuidad”. Si bien reconoce que la determinación no modifica del todo el ajedrez electoral, sí plantea un problema frente a las listas al Congreso.
¿La razón? Pese a que Petro logró sumar a aliados como los senadores Armando Benedetti o Roy Barreras, parecen quedar en el limbo en la Colombia Humana de 2022 otros congresistas cercanos que fueron avalados por movimientos con personería jurídica y que se agruparon en la denominada Lista de la Decencia. Es el caso del senador Gustavo Bolívar o los representantes María José Pizarro y David Racero, quienes resultaron elegidos en 2018 con el aval del MAIS, la UP y la Alianza Social Independiente (ASI). Por ello, para no incurrir en doble militancia, tendrían que volver al Congreso con el aval de esos partidos, pues la ley señala que si deciden presentarse por una colectividad distinta a la que los avaló deben renunciar a su curul al menos un año antes del primer día de inscripciones.
La otra vía sería no repetir curul y abrir espacio a nuevos liderazgos, e incluso tratar de que sean expulsados de las colectividades que los avalaron en 2018, justo como hicieron Barreras y Benedetti para evitar incurrir en doble militancia. “Lo que va a terminar sucediendo desde el punto de vista legislativo con el Pacto Histórico es que va a haber una o dos listas que se lanzan. En principio, no cambia demasiado el panorama, porque no creo que se vaya a lanzar una lista de la Colombia Humana, sino que va a haber una lista con el Pacto Histórico en la que estará Colombia Humana”, agrega el profesor Milanese.
Sin embargo, para Mauricio Jaramillo, profesor de ciencias políticas de la Universidad del Rosario, esto abre la puerta a que una Colombia Humana con personería acentúe la división entre la centro-izquierda y la izquierda. Se refiere a una posible ruptura definitiva con la Coalición de la Esperanza, conformada por Fajardo, Jorge Robledo y Juan Manuel Galán. “Con la personería las diferencias con la Coalición de la Esperanza se profundizan. El escenario de diálogo para Petro no cambia mucho, su margen de maniobra para la negociación es el mismo y reivindicarse como el líder natural de la oposición y quien estuvo mano a mano con Iván Duque, logrando 8 millones de votos. Para él es un inamovible”.
Lo cierto es que la personería jurídica de la Colombia Humana terminará dándole aún más peso al Pacto Histórico y al papel predominante que ha tenido Petro. Aunque no es una victoria completa, por el limbo en el que quedan incondicionales para el precandidato como Gustavo Bolívar o María José Pizarro, sí es un triunfo que incide y que podría terminar inclinando la balanza, nada menos que a favor del aspirante que hoy por hoy figura de primero en las encuestas. La campaña continúa y el desafío para Petro ahora es idear cómo lograr una ventaja completa.
Twitter: @Currinche
jgonzalez@elespectador.com
En política la más mínima ventaja hace la diferencia a la hora de ganar elecciones, y un viejo zorro en la arena como Gustavo Petro lo sabe. Ello explica el porqué de su larga e intensa pelea por lograr el reconocimiento de su Colombia Humana. Y es que la personería jurídica que recién acaba de otorgarle la Corte Constitucional a su movimiento, más allá de un formalismo, se traduce en un valiosísimo recurso que le permitirá medirse de tú a tú con partidos tradicionales, clanes regionales y figuras políticas que hoy apuestan al personalismo. Todo esto, justo cuando restan poco más de seis meses para las elecciones legislativas y ocho para la primera vuelta presidencial.
En contexto: Los argumentos de la Corte para conceder personería jurídica a Colombia Humana
Los privilegios de pertenecer al selecto club de partidos con personería jurídica no son pocos. La Colombia Humana puede ahora designar y postular candidatos sin requisito alguno más que la bendición de la propia colectividad, gozará de financiación estatal y acceso a medios, y -en el caso particular de Petro- le permitirá hacerse en propiedad a los 8 millones de votos que consiguió en la segunda vuelta de 2018.
De tal calado es lo logrado por el senador y precandidato presidencial que hasta rivales políticos de la talla de Sergio Fajardo aplaudieron la decisión. “Es una buena noticia para la democracia colombiana”, dijo el precandidato de la Coalición de la Esperanza, mientras que Humberto de la Calle aseguró que “la decisión es saludable y oportuna”. Incluso la representante Juanita Goebertus, de la Alianza Verde -cercana al sector de la senadora Angélica Lozano y de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López-, celebró la determinación: “La fortaleza de nuestra democracia depende de que todos los sectores políticos puedan participar activamente”.
No obstante, con una campaña que, aunque avanza a pasos agigantados, sigue siendo biche, hay quienes señalan que el triunfo de Petro es esencialmente simbólico, pues ya estaba respaldado por las personerías jurídicas de otros movimientos resguardados en la sombrilla del denominado Pacto Histórico, entre ellos el Polo Democrático Alternativo, la Unión Patriótica (UP) o el Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS).
Lea también: Colombia Humana logró su personería jurídica y así reacciona el mundo político
“Es una cuestión fundamentalmente simbólica. En principio Petro podrá lanzarse a través de su propio sello histórico, como lo hizo en las elecciones a la Alcaldía de Bogotá y en la contienda presidencial de 2018. Pero todo esto es más una pelea simbólica ganada, que una cuestión que pueda tener un efecto real en las elecciones”, explica el analista Juan Pablo Milanese, profesor de ciencia política de la Universidad ICESI, insistiendo en que hoy la coalición formada alrededor del Pacto Histórico le da al senador los mismos réditos -al menos en lo material y ya no en lo simbólico- que tener o no partido con personería.
En todo caso, son más las ventajas de tener el reconocimiento. Para el profesor Javier Duque Daza, del programa de estudios políticos y resolución de conflictos de la Universidad del Valle, Petro se fortalece con la personería en la medida en que “se evita ir por firmas o recurrir a un aval prestado, mientras que Colombia Humana ya es una etiqueta reconocida y que pasa por su segunda elección con continuidad”. Si bien reconoce que la determinación no modifica del todo el ajedrez electoral, sí plantea un problema frente a las listas al Congreso.
¿La razón? Pese a que Petro logró sumar a aliados como los senadores Armando Benedetti o Roy Barreras, parecen quedar en el limbo en la Colombia Humana de 2022 otros congresistas cercanos que fueron avalados por movimientos con personería jurídica y que se agruparon en la denominada Lista de la Decencia. Es el caso del senador Gustavo Bolívar o los representantes María José Pizarro y David Racero, quienes resultaron elegidos en 2018 con el aval del MAIS, la UP y la Alianza Social Independiente (ASI). Por ello, para no incurrir en doble militancia, tendrían que volver al Congreso con el aval de esos partidos, pues la ley señala que si deciden presentarse por una colectividad distinta a la que los avaló deben renunciar a su curul al menos un año antes del primer día de inscripciones.
La otra vía sería no repetir curul y abrir espacio a nuevos liderazgos, e incluso tratar de que sean expulsados de las colectividades que los avalaron en 2018, justo como hicieron Barreras y Benedetti para evitar incurrir en doble militancia. “Lo que va a terminar sucediendo desde el punto de vista legislativo con el Pacto Histórico es que va a haber una o dos listas que se lanzan. En principio, no cambia demasiado el panorama, porque no creo que se vaya a lanzar una lista de la Colombia Humana, sino que va a haber una lista con el Pacto Histórico en la que estará Colombia Humana”, agrega el profesor Milanese.
Sin embargo, para Mauricio Jaramillo, profesor de ciencias políticas de la Universidad del Rosario, esto abre la puerta a que una Colombia Humana con personería acentúe la división entre la centro-izquierda y la izquierda. Se refiere a una posible ruptura definitiva con la Coalición de la Esperanza, conformada por Fajardo, Jorge Robledo y Juan Manuel Galán. “Con la personería las diferencias con la Coalición de la Esperanza se profundizan. El escenario de diálogo para Petro no cambia mucho, su margen de maniobra para la negociación es el mismo y reivindicarse como el líder natural de la oposición y quien estuvo mano a mano con Iván Duque, logrando 8 millones de votos. Para él es un inamovible”.
Lo cierto es que la personería jurídica de la Colombia Humana terminará dándole aún más peso al Pacto Histórico y al papel predominante que ha tenido Petro. Aunque no es una victoria completa, por el limbo en el que quedan incondicionales para el precandidato como Gustavo Bolívar o María José Pizarro, sí es un triunfo que incide y que podría terminar inclinando la balanza, nada menos que a favor del aspirante que hoy por hoy figura de primero en las encuestas. La campaña continúa y el desafío para Petro ahora es idear cómo lograr una ventaja completa.
Twitter: @Currinche
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