El liberalismo, por la consulta popular
El próximo 19 de noviembre, los colombianos serán convocados a las urnas para que definan quién va a abanderar los ideales del partido, bajo la dirección de César Gaviria.
Lorena Arboleda Zárate
El Partido Liberal ya definió su ruta para las elecciones de 2018. Con dos aspirantes por fuera y cuatro precandidatos oficiales, la colectividad se prepara para convocar a las urnas a los colombianos el domingo 19 de noviembre. Por unanimidad, Humberto de la Calle, Juan Fernando Cristo, Luis Fernando Velasco y Edinson Delgado aprobaron una consulta popular para que sean los militantes del trapo rojo los que definan al candidato único que dará la pelea en las elecciones de mayo de 2018.
Ayer, durante la clausura del séptimo congreso del partido, se tomó la decisión, mientras que, desde la distancia, el senador Juan Manuel Galán observaba cómo se esfumaban sus planes de ser proclamado vía encuesta el nominado para representar las banderas del liberalismo. Decidió no ceder a las condiciones impuestas por sus copartidarios para llevar a cabo la consulta y dio un paso al costado. “Anuncio, oficialmente, que no participaré en una consulta popular de maquinarias organizada por las directivas del Partido Liberal”, dijo.
Entonces, ¿cuál es el camino que viene para la colectividad roja, que ayer también definió a su nuevo director único, el expresidente César Gaviria? A los precandidatos oficiales los espera la tarea de comenzar a hacer campaña con el fin de convencer a los ciudadanos de su apoyo en la consulta de noviembre. Todos argumentando la necesidad de que deben llegar a la primera vuelta del año entrante con un liberalismo fortalecido para, ahí sí, comenzar a hablar de coaliciones.
Sin embargo, no es secreto el guiño que desde antes de ser proclamado como director único le dio Gaviria a quien fungió como jefe negociador de paz del Gobierno en Cuba, Humberto de la Calle. Y así quedó evidenciado durante el discurso del exmandatario, cuyas palabras, en muchas ocasiones, tuvieron dos destinatarios evidentes: el exvicepresidente Germán Vargas Lleras y el presidente Juan Manuel Santos, con quien, al parecer, ya rompió cobijas. “Lástima que el presidente Santos no nos garantice una elección sin cartas marcadas por los compromisos que, de seguro, adquirió antes de su elección”, manifestó. Porque lo cierto es que, desde que De la Calle comenzó a fortalecer su candidatura dentro de los rojos, ha dejado claro que su principal propósito es derrotar en las urnas a Vargas Lleras y al que diga Uribe en el Centro Democrático. Por eso, tener de aliado al nuevo director del partido será fundamental estratégicamente para lograr ese propósito.
Entretanto, los candidatos que quedaron por fuera del juego (Juan Manuel Galán y Viviane Morales) siguen estudiando salidas jurídicas para no renunciar a sus aspiraciones. “Me declaro en rebeldía”, señaló Galán en diálogo con este diario. Y en la misma situación se encuentra la también senadora Morales, pues, pese a retirarse por un motivo distinto, tiene claro que no va a echar a la basura los más de dos millones de votos que le podrían significar las firmas que recogió para detener la adopción por parte de parejas del mismo sexo. Pero ¿qué salida jurídica tendrían ambos congresistas?
Aunque ningún miembro dentro del Congreso lo reconoce públicamente, la realidad es que en el Congreso está avanzando —y muy bien— la propuesta que radicó la senadora del Partido de la U Sandra Villadiego para permitir el transfuguismo en las elecciones de 2018. La mayoría de esa colectividad está dispuesta a votarla favorablemente, al igual que integrantes de otras colectividades, como Cambio Radical y, por supuesto, algunos liberales.
De avanzar esa idea, que ya ha sido dejada como constancia en los debates que ha dado el Legislativo sobre la reforma política, Galán y Morales podrían migrar a otras colectividades con las que se identifican más. Por ejemplo, en el caso de la exfiscal, no es descartable que termine en las filas del uribismo. En el caso de Galán es menos predecible. Pero eso o las firmas son su única salida. De haberse quedado y apoyado la consulta de noviembre, habría estado sometido a arrancar una campaña “para competir con quien es dueño de la burocracia en el Gobierno. Cristo tiene el Ministerio del Interior, las unidades de Protección y de Víctimas, y De la Calle tiene como jefe de su campaña al director del partido”, como aseguró una voz cercana al congresista, que estuvo en la convención roja.
Así que, con la idea de derrotar a quien se oponga a los principios liberales —incluida la bandera de la paz—, comienzan a perfilarse los planes de cara a los comicios del año entrante. Y entre ellos está la idea de llevar a las elecciones legislativas listas en coalición, como lo propuso ayer el senador Roy Barreras, del Partido de la U: “Abran el camino, vamos a acompañarlos. Hagamos la lista de la paz frente a la lista vergonzante de las falsas firmas, frente a la lista de los que hoy pretenden sepultar la JEP, dándole un golpe artero a la paz”. Eso sería, ni más ni menos, el primer paso para la gran reunificación liberal, como en el pasado lo soñó el mismo presidente Santos.
El Partido Liberal ya definió su ruta para las elecciones de 2018. Con dos aspirantes por fuera y cuatro precandidatos oficiales, la colectividad se prepara para convocar a las urnas a los colombianos el domingo 19 de noviembre. Por unanimidad, Humberto de la Calle, Juan Fernando Cristo, Luis Fernando Velasco y Edinson Delgado aprobaron una consulta popular para que sean los militantes del trapo rojo los que definan al candidato único que dará la pelea en las elecciones de mayo de 2018.
Ayer, durante la clausura del séptimo congreso del partido, se tomó la decisión, mientras que, desde la distancia, el senador Juan Manuel Galán observaba cómo se esfumaban sus planes de ser proclamado vía encuesta el nominado para representar las banderas del liberalismo. Decidió no ceder a las condiciones impuestas por sus copartidarios para llevar a cabo la consulta y dio un paso al costado. “Anuncio, oficialmente, que no participaré en una consulta popular de maquinarias organizada por las directivas del Partido Liberal”, dijo.
Entonces, ¿cuál es el camino que viene para la colectividad roja, que ayer también definió a su nuevo director único, el expresidente César Gaviria? A los precandidatos oficiales los espera la tarea de comenzar a hacer campaña con el fin de convencer a los ciudadanos de su apoyo en la consulta de noviembre. Todos argumentando la necesidad de que deben llegar a la primera vuelta del año entrante con un liberalismo fortalecido para, ahí sí, comenzar a hablar de coaliciones.
Sin embargo, no es secreto el guiño que desde antes de ser proclamado como director único le dio Gaviria a quien fungió como jefe negociador de paz del Gobierno en Cuba, Humberto de la Calle. Y así quedó evidenciado durante el discurso del exmandatario, cuyas palabras, en muchas ocasiones, tuvieron dos destinatarios evidentes: el exvicepresidente Germán Vargas Lleras y el presidente Juan Manuel Santos, con quien, al parecer, ya rompió cobijas. “Lástima que el presidente Santos no nos garantice una elección sin cartas marcadas por los compromisos que, de seguro, adquirió antes de su elección”, manifestó. Porque lo cierto es que, desde que De la Calle comenzó a fortalecer su candidatura dentro de los rojos, ha dejado claro que su principal propósito es derrotar en las urnas a Vargas Lleras y al que diga Uribe en el Centro Democrático. Por eso, tener de aliado al nuevo director del partido será fundamental estratégicamente para lograr ese propósito.
Entretanto, los candidatos que quedaron por fuera del juego (Juan Manuel Galán y Viviane Morales) siguen estudiando salidas jurídicas para no renunciar a sus aspiraciones. “Me declaro en rebeldía”, señaló Galán en diálogo con este diario. Y en la misma situación se encuentra la también senadora Morales, pues, pese a retirarse por un motivo distinto, tiene claro que no va a echar a la basura los más de dos millones de votos que le podrían significar las firmas que recogió para detener la adopción por parte de parejas del mismo sexo. Pero ¿qué salida jurídica tendrían ambos congresistas?
Aunque ningún miembro dentro del Congreso lo reconoce públicamente, la realidad es que en el Congreso está avanzando —y muy bien— la propuesta que radicó la senadora del Partido de la U Sandra Villadiego para permitir el transfuguismo en las elecciones de 2018. La mayoría de esa colectividad está dispuesta a votarla favorablemente, al igual que integrantes de otras colectividades, como Cambio Radical y, por supuesto, algunos liberales.
De avanzar esa idea, que ya ha sido dejada como constancia en los debates que ha dado el Legislativo sobre la reforma política, Galán y Morales podrían migrar a otras colectividades con las que se identifican más. Por ejemplo, en el caso de la exfiscal, no es descartable que termine en las filas del uribismo. En el caso de Galán es menos predecible. Pero eso o las firmas son su única salida. De haberse quedado y apoyado la consulta de noviembre, habría estado sometido a arrancar una campaña “para competir con quien es dueño de la burocracia en el Gobierno. Cristo tiene el Ministerio del Interior, las unidades de Protección y de Víctimas, y De la Calle tiene como jefe de su campaña al director del partido”, como aseguró una voz cercana al congresista, que estuvo en la convención roja.
Así que, con la idea de derrotar a quien se oponga a los principios liberales —incluida la bandera de la paz—, comienzan a perfilarse los planes de cara a los comicios del año entrante. Y entre ellos está la idea de llevar a las elecciones legislativas listas en coalición, como lo propuso ayer el senador Roy Barreras, del Partido de la U: “Abran el camino, vamos a acompañarlos. Hagamos la lista de la paz frente a la lista vergonzante de las falsas firmas, frente a la lista de los que hoy pretenden sepultar la JEP, dándole un golpe artero a la paz”. Eso sería, ni más ni menos, el primer paso para la gran reunificación liberal, como en el pasado lo soñó el mismo presidente Santos.