“Él no se coló en la Paz total”: Danilo Rueda sobre el hijo de ‘La Gata’
El alto comisionado para la Paz aclaró cómo se le otorgó a Jorge Luis Alfonso López, conocido como “el gatico”, la figura de facilitador de paz. También explicó la diferencia con los gestores de paz.
El alto comisionado para la Paz explicó los términos en que se le otorgó la figura de facilitador de paz a Jorge Luis Alfonso López, conocido como “el gatico”, intentando así aplacar el revuelo que avivó su liberación. Alfonso López, hijo de Enilce López, empresaria del chance, “no se coló en la Paz total”, según aclaró el alto comisionado Danilo Rueda, sino que a través de él se buscó tender puentes para iniciar negociaciones con un grupo criminal del departamento de Bolívar.
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“Él no se ha colado en la Paz total. El rol de facilitación fundamentalmente lo que quería es, a través de él, explorar la voluntad de un grupo criminal para su desmonte”, manifestó Rueda en diálogo con W Radio. El alto comisionado notificó también que no solo Alfonso sino todos los facilitadores de paz tienen claro que “cualquier actuación contra derecho” no entregar rápido resultados para iniciar las negociaciones derivan en que se suspenda de inmediato su rol como facilitador de paz.
Sobre cómo llegó Alfonso a dicho rol a pesar de su prontuario, en el que está el asesinato del periodista Rafael Enrique Prins, Rueda precisó que de hecho fueron sus antecedentes los que los llevaron a pensar que podía ser simplificar la negociación con las estructuras criminales del Caribe.
“Justo por esas razones, dada una disposición que manifestó de contribuir a la ‘Paz total’ para el desmonte de un grupo criminal que sigue operando en esa región del país, se le consideró como un facilitador, como un sujeto que podría contribuir a verificar la voluntad de ese grupo armado”, admitió el funcionario ante los micrófonos de W Radio.
Por otro lado, el alto comisionado para la Paz argumentó que en la resolución que designa a Alfonso como facilitador se dice de forma clara que su rol es ese y no se pide “ni excarcelación ni absolutamente nada que signifique impunidad frente a las decisiones judiciales”. Aún así, vale recordar, la oficina que dirige Rueda pidió que se le retire al hijo de “la gata” su papel de facilitador debido a que, como se conoció su identidad, corre riesgo tanto él como su entorno.
Por último, Rueda hizo una diferenciación entre lo que hace un facilitador de paz, que es “quien contribuye a verificar la disposición de un grupo armado a someterse a la justicia” y la gestoría de paz, como inicialmente se dijo que era Alfonso. “La facilitación solamente es el proceso inicial. Termina la facilitación y directamente el Gobierno entra en contacto con la estructura armada. Esa figura de facilitación es distinta de los gestores, que como figura jurídica y en el rol en la construcción de la paz”.
Dicha figura de gestor de paz no es nueva. Está contemplada desde 2005 y se volvió a regular en 2016 y no es otra cosa que una suspensión de la orden de captura de quienes pertenecen a un grupo armado ilegal para contribuir a la paz. “Suspensión, no levantamiento ni ningún tipo de amnistía o indulto sobre la decisión judicial que curse sobre la persona a la que se le concede la gestoría”, concluyó Rueda, indicando así que a los gestores les siguen aplicando los procesos judiciales o condenas a pesar de su rol.
El alto comisionado para la Paz explicó los términos en que se le otorgó la figura de facilitador de paz a Jorge Luis Alfonso López, conocido como “el gatico”, intentando así aplacar el revuelo que avivó su liberación. Alfonso López, hijo de Enilce López, empresaria del chance, “no se coló en la Paz total”, según aclaró el alto comisionado Danilo Rueda, sino que a través de él se buscó tender puentes para iniciar negociaciones con un grupo criminal del departamento de Bolívar.
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“Él no se ha colado en la Paz total. El rol de facilitación fundamentalmente lo que quería es, a través de él, explorar la voluntad de un grupo criminal para su desmonte”, manifestó Rueda en diálogo con W Radio. El alto comisionado notificó también que no solo Alfonso sino todos los facilitadores de paz tienen claro que “cualquier actuación contra derecho” no entregar rápido resultados para iniciar las negociaciones derivan en que se suspenda de inmediato su rol como facilitador de paz.
Sobre cómo llegó Alfonso a dicho rol a pesar de su prontuario, en el que está el asesinato del periodista Rafael Enrique Prins, Rueda precisó que de hecho fueron sus antecedentes los que los llevaron a pensar que podía ser simplificar la negociación con las estructuras criminales del Caribe.
“Justo por esas razones, dada una disposición que manifestó de contribuir a la ‘Paz total’ para el desmonte de un grupo criminal que sigue operando en esa región del país, se le consideró como un facilitador, como un sujeto que podría contribuir a verificar la voluntad de ese grupo armado”, admitió el funcionario ante los micrófonos de W Radio.
Por otro lado, el alto comisionado para la Paz argumentó que en la resolución que designa a Alfonso como facilitador se dice de forma clara que su rol es ese y no se pide “ni excarcelación ni absolutamente nada que signifique impunidad frente a las decisiones judiciales”. Aún así, vale recordar, la oficina que dirige Rueda pidió que se le retire al hijo de “la gata” su papel de facilitador debido a que, como se conoció su identidad, corre riesgo tanto él como su entorno.
Por último, Rueda hizo una diferenciación entre lo que hace un facilitador de paz, que es “quien contribuye a verificar la disposición de un grupo armado a someterse a la justicia” y la gestoría de paz, como inicialmente se dijo que era Alfonso. “La facilitación solamente es el proceso inicial. Termina la facilitación y directamente el Gobierno entra en contacto con la estructura armada. Esa figura de facilitación es distinta de los gestores, que como figura jurídica y en el rol en la construcción de la paz”.
Dicha figura de gestor de paz no es nueva. Está contemplada desde 2005 y se volvió a regular en 2016 y no es otra cosa que una suspensión de la orden de captura de quienes pertenecen a un grupo armado ilegal para contribuir a la paz. “Suspensión, no levantamiento ni ningún tipo de amnistía o indulto sobre la decisión judicial que curse sobre la persona a la que se le concede la gestoría”, concluyó Rueda, indicando así que a los gestores les siguen aplicando los procesos judiciales o condenas a pesar de su rol.