“El Partido Conservador debe tener candidato presidencial”: Omar Yepes
En la convención nacional conservadora, que será este sábado, la colectividad espera definir las líneas que guíen al candidato azul en 2022.
El Partido Conservador se dispone a realizar hoy su convención nacional, de manera virtual a causa de la pandemia del COVID-19. En entrevista con El Espectador, Omar Yepes, presidente de la colectividad azul, señala que no se discutirá ningún tipo de candidaturas, pero asegura que de dicha reunión deberían salir los lineamientos para escoger el candidato del partido a las presidenciales de 2022. En ese sentido, lanza varios nombres de quienes podrían ser los abanderados, como los senadores David Barguil o Efraín Cepeda.
Para Yepes, el conservatismo sigue representando los intereses de una mayoría de los colombianos en cuanto a seguridad, respeto a la autoridad y derecho a la propiedad; acusa además a la izquierda de asistencialista y visualiza una amplia coalición de centro-derecha que “enfrente a las fuerzas alternativas” en las próximas elecciones.
Se realiza este sábado la convención nacional del Partido Conservador, con miras a un año preelectoral. ¿Qué se espera definir?
Yo pienso que hoy en día la opinión pública está muy de espaldas a los partidos políticos, porque los partidos se inventaron un sistema para producir los votos, pero no están diciendo mayor cosa en los debates electorales. Lo que pretendemos es llegarle a la opinión pública sobre la base de estudiar problemas del país y tratar de presentar propuestas. Eso buscamos en la convención.
¿Cuáles serán los temas gruesos de esa convención?
En primer lugar, el económico, para estudiar la situación que vive el país en la pandemia y trabajar en función del desarrollo económico, siempre mirando hacia la generación de empleo. Después está la seguridad, que, aparte del tema del empleo, preocupa al país porque hay muchos actores de violencia y el partido debe tener claro cómo disponer de la Fuerza Pública para tratar de darles un poco más de seguridad a los colombianos. Tercer tema, la justicia: todo el mundo sabe que es una institución respetable que está de capa caída ante la gente y escucharemos propuestas para tener una justicia eficaz. Por último, el tema del medio ambiente, que es universal y del que el Partido Conservador ha estado pendiente desde la época de Misael Pastrana, que expidió el código de los recursos naturales.
¿Dónde presentarán ese paquete de propuestas? ¿Ante el Congreso o la idea es ir con candidato propio a la Presidencia en 2022?
El partido debe tener candidato a la Presidencia. Esa ha sido una prédica mía desde siempre, y hace seis años respaldamos a Marta Lucía Ramírez. No conseguimos la Presidencia, pero sacamos un resultado muy significativo. Vamos a insistir en una candidatura y a salir con unas propuestas llamativas para que la gente acompañe al conservatismo.
¿Y quiénes suenan para ser ese candidato conservador?
El partido tiene una nómina muy importante. Yo no sé si, finalmente, resolverán tirarse al agua. Oigo voces conservadoras mencionando los nombres de Juan Carlos Echeverry, Juan Carlos Pinzón, Mauricio Cárdenas o Luis Alberto Moreno. Otros hablan de David Barguil, Efraín Cepeda y la misma Marta Lucía Ramírez. Aspiramos a que uno de tantos resuelva enfrentar esa aspiración y ojalá nos vaya bien.
En 2018, la contienda electoral estuvo en ese anacronismo de izquierda y derecha. ¿Cree que se va a repetir ese escenario en 2022?
Hay muchos que dicen que eso no es tema de momento y es anacrónico, pero yo creo no hay ningún anacronismo, porque la derecha y la izquierda han tenido una significación mental que sigue muy vigente. La gente es muy amiga del orden, de la disciplina, del respeto a la Constitución y a la ley, el respeto a la autoridad, todo lo que se ha venido perdiendo en el país, el respecto a los derechos fundamentales y a la propiedad; eso hace parte de la filosofía del Partido Conservador y los partidos de derecha. Los partidos de izquierda son asistencialistas, aprovechan el poder del Estado para repartir cosas entre la gente, pero no ayudan a superar los problemas reales. Ese criterio sigue prevaleciendo en Colombia y muy seguramente las fuerzas tradicionales, tanto de centro como de centro-derecha y derecha, estarán alineadas para enfrentar a las fuerzas alternativas y de izquierda.
El Partido Conservador ha acompañado al presidente Iván Duque, ¿usted cree que el país debe seguir la línea planteada por él y el uribismo?
Yo no diría que el uribismo es el dueño de la Presidencia. Duque fue elegido por fuerzas políticas muy diversas, como el Centro Democrático, el Partido Conservador, gente de Cambio Radical, del Partido de la U, del propio Partido Liberal, que tenía candidato, y las organizaciones religiosas. De tal manera que esa fue una candidatura que, fácilmente podría uno decir, es de corte nacional y que ha tenido un programa que ha tenido continuidad con lo que los partidos históricos han desarrollado a lo largo de los años.
¿Cómo ha visto la salida de varios congresistas de los partidos tradicionales, como Roy Barreras y Rodrigo Lara, que podrían ser eventuales contendores de un candidato conservador a la Presidencia?
Los partidos tienen una vigencia hoy sobre la base de una organización que les permite tener un número importante de votos, pero el voto de opinión es cada vez mayor en Colombia. Todo el mundo está en su derecho de aspirar a representar a la ciudadanía y de imponer su criterio o pensamiento a través de un programa de gobierno.
Pero podría interpretarse como que es difícil para los partidos mantener a sus miembros y que hay inconformidad...
La disciplina de los partidos está un poco menguada, entre otras cosas, por el sistema del voto preferente, porque usted sabe que la gente apela a los partidos políticos y a las organizaciones para obtener el aval, pero después trabajar individualmente para salir adelante y eso da pie para que cada quien sienta que es dueño de su propia personería política y que no está obligado a estar en ninguna organización. Están en su derecho y los militantes firmes de los partidos pueden mirar con extrañeza esas posiciones, pero ellos sabrán por qué lo hacen.
En los debates de reforma política o electoral se ha planteado muchas veces la posibilidad de la lista cerrada, ¿estaría de acuerdo?
Yo soy amigo de las listas cerradas y únicas, para que se oiga más la voz de los partidos que de los candidatos en el debate electoral, para que haya un compromiso colectivo. Soy amigo de la participación de la mujer, pero no aferrada a porcentajes dispuestos por las normas. Creo que la mujer está muy formada y capacitada y se le han abierto todos los espacios, podría decir que hay más mujeres que hombres en las universidades. Donde las mujeres han estado han demostrado mayores capacidades, y soy amigo de que ocupen los espacios, no el 30 sino el 60 o 70 %, pero de acuerdo con su capacidad y no por obligaciones impuestas por la ley. También soy amigo de revisar la circunscripción nacional. Quienes la propusieron, entre ellos Álvaro Gómez Hurtado, querían crear liderazgos nacionales, pero lamentablemente eso no sucedió y ha dado pie para que las campañas se encarezcan brutalmente. Creo que si volvemos a la representación regional, prestaríamos un servicio al país y al desarrollo de las regiones.
Con el Código Electoral que se debate en Congreso hay dos preocupaciones específicas: el nombramiento de delegados electorales por parte del registrador y las facultades extraordinarias que tendría el presidente Duque para reestructurar la Registraduría. ¿Les preocupa que ese código entre en vigor en 2022?
No conozco el detalle del proyecto, pero cualquier reforma electoral debería gozar de un amplio consenso, debería convocar a los partidos políticos y buscar la manera de que sea un concierto nacional. Mire lo que está pasando en Estados Unidos, que es una de las democracias más poderosas del mundo, y eso debe servir como referente para los demás países.
¿De esta convención saldrá el candidato del Partido Conservador a la Presidencia?
No, esta convención no tiene ese propósito. No se va a tocar nada del tema organizativo, nada de aspiraciones de ninguna naturaleza, ni de Congreso ni de Presidencia. Nos vamos a centrar única y exclusivamente en el tema programático.
El Partido Conservador se dispone a realizar hoy su convención nacional, de manera virtual a causa de la pandemia del COVID-19. En entrevista con El Espectador, Omar Yepes, presidente de la colectividad azul, señala que no se discutirá ningún tipo de candidaturas, pero asegura que de dicha reunión deberían salir los lineamientos para escoger el candidato del partido a las presidenciales de 2022. En ese sentido, lanza varios nombres de quienes podrían ser los abanderados, como los senadores David Barguil o Efraín Cepeda.
Para Yepes, el conservatismo sigue representando los intereses de una mayoría de los colombianos en cuanto a seguridad, respeto a la autoridad y derecho a la propiedad; acusa además a la izquierda de asistencialista y visualiza una amplia coalición de centro-derecha que “enfrente a las fuerzas alternativas” en las próximas elecciones.
Se realiza este sábado la convención nacional del Partido Conservador, con miras a un año preelectoral. ¿Qué se espera definir?
Yo pienso que hoy en día la opinión pública está muy de espaldas a los partidos políticos, porque los partidos se inventaron un sistema para producir los votos, pero no están diciendo mayor cosa en los debates electorales. Lo que pretendemos es llegarle a la opinión pública sobre la base de estudiar problemas del país y tratar de presentar propuestas. Eso buscamos en la convención.
¿Cuáles serán los temas gruesos de esa convención?
En primer lugar, el económico, para estudiar la situación que vive el país en la pandemia y trabajar en función del desarrollo económico, siempre mirando hacia la generación de empleo. Después está la seguridad, que, aparte del tema del empleo, preocupa al país porque hay muchos actores de violencia y el partido debe tener claro cómo disponer de la Fuerza Pública para tratar de darles un poco más de seguridad a los colombianos. Tercer tema, la justicia: todo el mundo sabe que es una institución respetable que está de capa caída ante la gente y escucharemos propuestas para tener una justicia eficaz. Por último, el tema del medio ambiente, que es universal y del que el Partido Conservador ha estado pendiente desde la época de Misael Pastrana, que expidió el código de los recursos naturales.
¿Dónde presentarán ese paquete de propuestas? ¿Ante el Congreso o la idea es ir con candidato propio a la Presidencia en 2022?
El partido debe tener candidato a la Presidencia. Esa ha sido una prédica mía desde siempre, y hace seis años respaldamos a Marta Lucía Ramírez. No conseguimos la Presidencia, pero sacamos un resultado muy significativo. Vamos a insistir en una candidatura y a salir con unas propuestas llamativas para que la gente acompañe al conservatismo.
¿Y quiénes suenan para ser ese candidato conservador?
El partido tiene una nómina muy importante. Yo no sé si, finalmente, resolverán tirarse al agua. Oigo voces conservadoras mencionando los nombres de Juan Carlos Echeverry, Juan Carlos Pinzón, Mauricio Cárdenas o Luis Alberto Moreno. Otros hablan de David Barguil, Efraín Cepeda y la misma Marta Lucía Ramírez. Aspiramos a que uno de tantos resuelva enfrentar esa aspiración y ojalá nos vaya bien.
En 2018, la contienda electoral estuvo en ese anacronismo de izquierda y derecha. ¿Cree que se va a repetir ese escenario en 2022?
Hay muchos que dicen que eso no es tema de momento y es anacrónico, pero yo creo no hay ningún anacronismo, porque la derecha y la izquierda han tenido una significación mental que sigue muy vigente. La gente es muy amiga del orden, de la disciplina, del respeto a la Constitución y a la ley, el respeto a la autoridad, todo lo que se ha venido perdiendo en el país, el respecto a los derechos fundamentales y a la propiedad; eso hace parte de la filosofía del Partido Conservador y los partidos de derecha. Los partidos de izquierda son asistencialistas, aprovechan el poder del Estado para repartir cosas entre la gente, pero no ayudan a superar los problemas reales. Ese criterio sigue prevaleciendo en Colombia y muy seguramente las fuerzas tradicionales, tanto de centro como de centro-derecha y derecha, estarán alineadas para enfrentar a las fuerzas alternativas y de izquierda.
El Partido Conservador ha acompañado al presidente Iván Duque, ¿usted cree que el país debe seguir la línea planteada por él y el uribismo?
Yo no diría que el uribismo es el dueño de la Presidencia. Duque fue elegido por fuerzas políticas muy diversas, como el Centro Democrático, el Partido Conservador, gente de Cambio Radical, del Partido de la U, del propio Partido Liberal, que tenía candidato, y las organizaciones religiosas. De tal manera que esa fue una candidatura que, fácilmente podría uno decir, es de corte nacional y que ha tenido un programa que ha tenido continuidad con lo que los partidos históricos han desarrollado a lo largo de los años.
¿Cómo ha visto la salida de varios congresistas de los partidos tradicionales, como Roy Barreras y Rodrigo Lara, que podrían ser eventuales contendores de un candidato conservador a la Presidencia?
Los partidos tienen una vigencia hoy sobre la base de una organización que les permite tener un número importante de votos, pero el voto de opinión es cada vez mayor en Colombia. Todo el mundo está en su derecho de aspirar a representar a la ciudadanía y de imponer su criterio o pensamiento a través de un programa de gobierno.
Pero podría interpretarse como que es difícil para los partidos mantener a sus miembros y que hay inconformidad...
La disciplina de los partidos está un poco menguada, entre otras cosas, por el sistema del voto preferente, porque usted sabe que la gente apela a los partidos políticos y a las organizaciones para obtener el aval, pero después trabajar individualmente para salir adelante y eso da pie para que cada quien sienta que es dueño de su propia personería política y que no está obligado a estar en ninguna organización. Están en su derecho y los militantes firmes de los partidos pueden mirar con extrañeza esas posiciones, pero ellos sabrán por qué lo hacen.
En los debates de reforma política o electoral se ha planteado muchas veces la posibilidad de la lista cerrada, ¿estaría de acuerdo?
Yo soy amigo de las listas cerradas y únicas, para que se oiga más la voz de los partidos que de los candidatos en el debate electoral, para que haya un compromiso colectivo. Soy amigo de la participación de la mujer, pero no aferrada a porcentajes dispuestos por las normas. Creo que la mujer está muy formada y capacitada y se le han abierto todos los espacios, podría decir que hay más mujeres que hombres en las universidades. Donde las mujeres han estado han demostrado mayores capacidades, y soy amigo de que ocupen los espacios, no el 30 sino el 60 o 70 %, pero de acuerdo con su capacidad y no por obligaciones impuestas por la ley. También soy amigo de revisar la circunscripción nacional. Quienes la propusieron, entre ellos Álvaro Gómez Hurtado, querían crear liderazgos nacionales, pero lamentablemente eso no sucedió y ha dado pie para que las campañas se encarezcan brutalmente. Creo que si volvemos a la representación regional, prestaríamos un servicio al país y al desarrollo de las regiones.
Con el Código Electoral que se debate en Congreso hay dos preocupaciones específicas: el nombramiento de delegados electorales por parte del registrador y las facultades extraordinarias que tendría el presidente Duque para reestructurar la Registraduría. ¿Les preocupa que ese código entre en vigor en 2022?
No conozco el detalle del proyecto, pero cualquier reforma electoral debería gozar de un amplio consenso, debería convocar a los partidos políticos y buscar la manera de que sea un concierto nacional. Mire lo que está pasando en Estados Unidos, que es una de las democracias más poderosas del mundo, y eso debe servir como referente para los demás países.
¿De esta convención saldrá el candidato del Partido Conservador a la Presidencia?
No, esta convención no tiene ese propósito. No se va a tocar nada del tema organizativo, nada de aspiraciones de ninguna naturaleza, ni de Congreso ni de Presidencia. Nos vamos a centrar única y exclusivamente en el tema programático.