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El pasado 2 de julio se publicó el decreto 1085 de 2023 que aterrizó algunas de las promesas y propuestas del presidente Gustavo Petro para La Guajira y que declaró estado de emergencia económica, social y ecológica en el departamento por un periodo de 30 días, ante una inminente crisis climática y por los efectos del fenómeno del niño que ya vive el país.
Al respecto, el presidente Petro se presentó este viernes 11 de agosto a una audiencia convocada por la Corte Constitucional para explicar las razones por las que se expidió ese decreto y se declaró la emergencia. La audiencia fue, especialmente, para resolver las dudas de la Corte de cara a un posible caso de inconstitucionalidad en el paquete de decretos.
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El primer mandatario intervino ante la Corte por alrededor de 25 minutos y respondió a la preguntas de los magistrados, entre ellas, por qué los decretos son de emergencia y no se atendió el problema a través de otras vías. Petro explicó que no todos los decretos son de emergencia, hay unos ordinarios, que tienen que ver con generar sustentabilidad en La Guajira.
Otra de las preguntas fue si antes de expedir el decreto hubo mecanismos de participación. Al respecto el presidente afirmó que, precisamente, fue escuchando a la comunidad que identificaron otros problemas, como daños en los tubos de agua. “Los contenidos de los decretos se examinaron con las comunidades”.
Entre los argumentos de Petro para decretar la emergencia, explicó que en La Guajira la probabilidad de tener un “fenómeno del niño grave” es del 56%. “Cuando es mayor al 50%, las entidades deben empezar a actuar de acuerdo a los protocolos. Con un nivel de esos podemos pensar que será grave”.
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“Los niveles de crecimiento de la temperatura son del 40% del promedio. El punto de mayor calor es el extremo norte de Colombia, el Magdalena, el Cesar y La Guajira, que ya tuvieron la temperatura más alta, superior al promedio, entre 40 y 44 grados centígrados”, aseguró Petro.
Adicionalmente, el presidente explicó que el problema del agua puede agravarse y que según el mapa de calor del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), las altas temperaturas en esa zona podrían secar el río Ranchería y sus afluentes.
Otros problemas
Según dijo, a eso se suman otras dificultades que enfrenta el territorio como que la tasa de mortalidad por desnutrición, asociada al agua, es 30 veces más alta que en el resto del país. “La Guaira tiene un agravante con relación a otros municipios excluidos y es que su población indígena wayú vive dispersa en rancherías, complicando las posibilidades de solución de las necesidades básicas insatisfechas”.
Por eso, según el presidente, las soluciones para La Guajira no se pueden plantear desde el centro de Colombia, sino que el “Estado debe acomodarse a las necesidades de la población wayú (...) Los sistemas administrativos no están mirando las particularidades de las poblaciones”.
Sobre la desnutrición y las deficiencias del Programa de Alimentación Escolar (PAE), Petro dijo que el programa ha sido “estudiado y programado desde Bogotá”, lo que constituye un problema. De acuerdo con el presidente, “más del 20% de la niñez en La Guajira no tiene PAE”. Sobre la educación superior, “el promedio nacional es del 55%, pero en La Guajira llega solo al 20%”.
“Dadas estas características y vulnerabilidades, con el fenómeno del niño, la crisis climática y el problema del agua, el problema es grave”. Petro aprovechó para profundizar en su discurso sobre el cambio climático y responsabilizó a las multinacionales del daño, por ejemplo, por la explotación de hidrocarburos.
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