El toma y dame entre Katherine Miranda y Alfredo Saade por los impuestos a iglesias

Algunas fuentes del Gobierno, involucradas en el diseño de política pública, admiten que sería un paso adelante gravar con renta al menos parte de la actividad de las iglesias. / Getty Images

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En la reforma tributaria que planteó el gobierno de Gustavo Petro, que recién empezó su trámite en el Congreso, se incluyó la propuesta de la representante Katherine Miranda de crear un impuesto para las iglesias. Miranda, quien es nada menos que la presidenta de la Comisión Tercera de la Cámara, es decir una de las responsables del trámite de la iniciativa, presentó una proposición para incluir iglesias y confesiones religiosas en el régimen ordinario del impuesto sobre la renta y complementarios respecto de los ingresos provenientes de actividades comerciales a una tarifa del 20%.

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Desde hace más de un mes, cuando apenas se estaba estructurando la reforma, la representante Miranda empezó a sugerir el impuesto, teniendo en cuenta que Colombia es un Estado laico y que, a su modo de ver, hay muchas que son “empresas electorales que se lucran de incautos”, como las calificó en su momento. “Si una iglesia no cumple función social y lo único que hace es amasar fortunas, pues que paguen impuestos”, dijo Miranda cuando anunció su lucha por añadir este impuesto en la reforma.

En efecto, lo de la representante fue una lucha pues en varias ocasiones el Gobierno desestimó la creación del impuesto a las iglesias, pero al final la proposición fue avalada y, si se aprueba la reforma con el texto aprobado en el primer debate que superó esta semana, las iglesias tendrían un gravamen del 20%.

Eso sí, quedó consignada una forma de que no se cobre y es que sean “reconocidas por el Ministerio del Interior o por la ley, respecto a los ingresos provenientes de actividades asociadas al oficio religioso, al culto, al rito, a prácticas que promuevan el apego de los sentimientos religiosos en el cuerpo social, o actividades de educación o beneficencia”, según el texto que fue aprobado.

La representante celebró su logro y aunque aclaró aclarando que el impuesto será a aquellas actividades que no tengan tienen que ver con culto, beneficencia o educación, de inmediato fue recriminada por el pastor Alfredo Saade, uno de los precandidatos presidenciales del Pacto Histórico quien obtuvo 21.724 votos en las consultas presidenciales del pasado 13 de marzo.

“Deje de mentir. Las iglesias siempre hemos pagado impuestos. Siempre hemos tributado lo de ley y lo seguiremos haciendo. Cuando se miente para buscar protagonismo y votos, es engañar al electorado. Seguiremos pagando lo de ley”, le dijo Saade a Miranda, iniciando así una serie de mensajes recriminatorios contra la representante, con quien hizo campaña presidencial en la carrera hacia la Casa de Nariño.

No fue el único comentario que le hizo Saade a Miranda. El pastor fue enfático en que las iglesias “llevan años” pagando impuestos hace años y le reiteró que las actividades extra a los cultos ya están gravadas. “Cumplimos con el sagrado deber de pagar impuestos. La representante quería que pagáramos sobre los edificios de culto”, escribió en sus redes sociales Saade, quien también celebró a su modo que esto no se logró y acusó a Miranda de tener un “discurso de odio”.

Y aunque en esta ocasión no respondió a las apreciaciones de Saade, cuando hubo la primera discusión sobre la posibilidad de incluir este impuesto Miranda le dijo que “la justicia tributaria no tiene nada que ver con ninguna venganza”, en referencia a otra acusación sobre que el impuesto era una retaliación contra el exsenador John Milton Rodríguez. “Mi propuesta es de hace muchísimo tiempo”, recordó la representante hace un tiempo.

Todavía es temprano para saber si en la reforma tributaria se incluirá definitivamente el impuesto a las iglesias. Aún más teniendo en cuenta que el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, ha dicho en varios escenarios que en Colombia se respetan todas las religiones y sugirió que no se iban a meter con las iglesias. “Muchas [iglesias] tienen falta de dinero; son poquitas las que tienen exceso de dinero”, es lo que ha sugerido en más de una ocasión el minhacienda.