Elección del próximo registrador nacional llega a su recta final

En esta semana, los diez hombres que compiten por remplazar a Alexander Vega en su puesto de registrador nacional de Colombia a partir de diciembre, se verán cara a cara con las altas cortes para el filtro final de este concurso que no ha estado exento de la polémica: una entrevista que puede reacomodar las posiciones por el alto valor que se puede llegar a alcanzar, 300 puntos.

En esta semana, los diez hombres que compiten por remplazar a Alexander Vega en su puesto de registrador nacional de Colombia a partir de diciembre, se verán cara a cara con las altas cortes para el filtro final de este concurso que no ha estado exento de la polémica: una entrevista que puede reacomodar las posiciones por el alto valor que se puede llegar a alcanzar, 300 puntos.

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El actual registrador es el claro ejemplo de que la entrevista es crucial y puede ser un salvavidas para alguno, pues en 2019, aunque Vega obtuvo el puntaje más bajo en materia de experiencia, llegó al primer lugar gracias a la entrevista con los presidentes de la Corte Constitucional, el Consejo de Estado y la Corte Suprema.

Aunque en años anteriores esta reunión era de conocimiento público, para esta ocasión es de carácter privado, por lo que algunas organizaciones que vigilan lo electoral han elevado llamados para controvertir la decisión.

Pero, además de la entrevista, habría lobby de por medio. Como llegó a oídos de este medio, Vega se estaría moviendo duro para intentar incidir en esa elección y posicionar a sus fichas, siendo José Darío Castro, el actual secretario general de la Registraduría, su número uno, a pesar de no contar con mucho apoyo entre los electores y de estar entre los últimos puestos con un puntaje de 353,5 puntos.

El exrepresentante por el departamento de Caldas Hernán Penagos y el exmagistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE) Virgilio Almanza también estarían entre los candidatos que recibieron el guiño de Vega. El excongresista por el Partido de la U logró un puntaje de 352,5 (puesto nueve) y Almanza alcanzó el segundo lugar con 391,5 puntos.

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En el listado de quienes compiten por ser el próximo registrador también destacan los nombres de los exmagistrados del CNE Joaquín José Vives y Armando Novoa y el exregistrador delegado para lo Electoral Jaime Hernando Suárez.

Es un cargo de gran importancia, no solo porque sobre él reposará toda la responsabilidad de organizar las elecciones presidenciales y legislativas de 2026 y regionales de 2027, sino también por el alto presupuesto que maneja la entidad, casi 200 mil millones de pesos, y porque deberá poner en marcha el nuevo Código Electoral que aprobó el Congreso a mediados de julio de este año.

Para poner un ejemplo, nada más entre los comicios de 2022 y de 2023, la Registraduría firmó contratos por US$935 millones y la gran mayoría se evacuó, acudiendo al pretexto de la seguridad nacional, a través de modalidades abreviadas. De hecho, este año celebró el contrato más alto con recursos del Presupuesto General de la Nación (PGN) con la unión temporal Distribución Procesos Electorales, que integra la firma Thomas Greg & Sons, últimamente tan nombrada.

Además, el registrador tiene el poder de nombrar alrededor de 1.000 de los más altos cargos en la entidad a dedo y con el nuevo código expedido podrá designar dos registradores delegados y especiales por departamento, uno encargado del tema electoral y otro de lo civil. Esta medida fue criticada en el Legislativo por la burocracia que podría generar.

Las críticas también han recaído sobre el proceso de elección, que se evidencian en las acciones de tutela radicadas por participantes y ciudadanos. El hecho que inauguró las polémicas en la elección fue la exclusión de seis personas en la etapa de revisión, pese a cumplir con los requisitos para participar. Estas luego entraron a concurso vía recurso.

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Otro de los casos que generó revuelo fue la suspensión y aplazamiento del examen de conocimiento a los candidatos debido a que, en mitad de la prueba, se cayó el sistema. Días más tarde de conocerse los puntajes, los presidentes de las altas cortes reconocieron que seis de las preguntas formuladas en el examen estaban mal redactadas, por lo que cambiaron los puntajes de los concursantes y por ende, las posiciones. Más de 20 participantes bajaron o subieron de escalafón.

Por esto, organizaciones como la Misión de Observación Electoral han levantado alertas sobre la incertidumbre que habría en la elección y han solicitado que se hagan públicos los criterios de calificación de las entrevistas, y que estas sean transmitidas en tiempo real a través de un medio de comunicación virtual.

“Es fundamental que la ciudadanía pueda conocer la visión que los 10 preseleccionados tienen sobre diferentes temas. La entrevista permite conocer el talante de quien pueda ser elegido y los límites que debe autónomamente imponerse en un cargo que concentra tanto poder”, dijo la directora de la MOE, Alejandra Barrios.

Será antes del cinco de diciembre, cuando finaliza la gestión de Vega, que los colombianos conocerán sobre quién recaerá la responsabilidad de liderar una de las entidades con un alto presupuesto y de las que más depende garantizar democracia y transparencia.

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A su vez, el próximo registrador tendrá como tarea mejorar la relación de la entidad electoral con el actual gobierno nacional, pues en medio de los comicios regionales, en los que se escogieron más de 20 mil gobernantes locales, fueron evidentes varios roces y diferencias de parte y parte.

Aunque no hubo grandes quejas por fraude, más allá de los de compra de votos en algunas regiones, y la gestión de la Registraduría no fue puesta en duda, como llegó a pasar desde algunos sectores en 2022, la seguridad fue el caballito de batalla. Mientras la Registraduría sostenía que había riesgo electoral en algunos departamentos e incluso la posibilidad de aplazar los comicios en ciertos puntos, el gobierno del presidente Gustavo Petro le pedía a la entidad ocuparse únicamente de lo electoral y dejar en sus manos la estrategia de seguridad.

Estos y otros temas serían tocados durante las entrevistas de quienes buscan convertirse en el próximo registrador con los presidentes de las tres altas cortes. Aún queda la duda de si los encuentros serán de conocimiento público.

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