La mala imagen de actuales alcaldes les pasa factura a candidatos del continuismo

Si hay algo concluyente en la más reciente encuesta Invamer, financiada por El Espectador, Noticias Caracol y Blu Radio, es que, al menos en las ciudades principales, la desaprobación de la gestión de los actuales alcaldes le está pasando factura a los candidatos del continuismo. Mientras hace cuatro años en capitales como Bogotá, Cali y Medellín, los aspirantes de la izquierda o alternativos se ganaron un espacio, ahora la afinidad política que predomina en las encuestas es la de candidatos de derecha o de centro.

Si hay algo concluyente en la más reciente encuesta Invamer, financiada por El Espectador, Noticias Caracol y Blu Radio, es que, al menos en las ciudades principales, la desaprobación de la gestión de los actuales alcaldes le está pasando factura a los candidatos del continuismo. Mientras hace cuatro años en capitales como Bogotá, Cali y Medellín, los aspirantes de la izquierda o alternativos se ganaron un espacio, ahora la afinidad política que predomina en las encuestas es la de candidatos de derecha o de centro.

En cuatro de las cinco ciudades que mide la encuestadora la desaprobación de los mandatarios actuales es superior a su aprobación. El único caso en el que no le fue mal a un alcalde fue en Barranquilla, con Jaime Pumarejo, ciudad en donde el 53,5 % avala su gestión. Lo contradictorio es que, a pesar de su favorabilidad, el 55,6 % piensa que las cosas en la ciudad van empeorando.

En el resto de ciudades, la percepción es negativa. Cali, por ejemplo, tiene el alcalde con más desaprobación del país, con un 75,6 % de personas que no avalan la gestión de Jorge Iván Ospina. El segundo en rajarse en la encuesta fue Juan Carlos Cárdenas, de Bucaramanga, con un 64,8 %, y el tercero es Daniel Quintero, alcalde de Medellín, donde el 61 % de ciudadanos encuestados desaprueba su administración. De ahí le sigue Claudia López, que tampoco salió bien librada en Bogotá, con un 60,1 % de desfavorabilidad.

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Claudia López, sin sucesor

De ahí que los candidatos que prometen ser sucesores de su administración no estén liderando las encuestas. En la capital del país el panorama no está tan claro frente a los apoyos que recibe Carlos Fernando Galán, del Nuevo Liberalismo, y a quien varios de sus opositores ha señalado de ser “la continuidad de Claudia López”. Galán lidera las encuestas (26,6 %) aunque con un margen estrecho frente a Gustavo Bolívar, que tiene un 20,3 %. Lo dicen, específicamente, porque el candidato, que fue concejal de Bogotá por estatuto de oposición, tras haber ocupado el segundo lugar en las elecciones pasadas, no fue oposición de la alcaldesa.

De hecho, en entrevista con El Espectador, Galán advirtió que reconocía su gestión en temas de educación y sistema de cuidado, pero que “claramente fracasó en su política de seguridad y se ha escudado en que eso no le corresponde”. Galán aseguró que, en gran parte, “le brindó herramientas” a la alcaldesa. Sin embargo, para Martín Orozco, gerente de la firma encuestadora Invamer, “no veo quién sea la persona del continuismo en Bogotá, porque si la gente asociara a Galán con Claudia López, probablemente no iría punteando”.

Orozco explicó que “el voto de centro es el que predomina en el caso de Carlos Fernando Galán”. Es decir, que los extremos ideológicos esta vez no elegirían alcalde en Bogotá. Esto, a pesar de que la ciudad es mayoritariamente petrista. Según la encuesta, el 24,7 % de los ciudadanos se identifica con la Colombia Humana y el 18,5 % con ningún partido político.

Bogotá, por lo menos, es la única ciudad que tiene un candidato claramente del ala del presidente Gustavo Petro, como es Gustavo Bolívar, exsenador del Pacto Histórico y uno de los rostros más visibles en la campaña presidencial. Bolívar también es cercano a Cielo Rusinque, la saliente directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS) y se dice que es una de las personas que más le habla al oído al Jefe de Estado.

En el resto de ciudades, los candidatos apoyados por Gustavo Petro no están claros ni son cercanos al mandatario. Andrés Felipe Segura, profesor experto en comunicación estratégica y marketing político de la Universidad Externado, dijo que Bolívar “empieza a recoger lentamente los apoyos que tuvo el presidente Petro en Bogotá”.

Y las cifras lo respaldan. Martín Orozco hizo énfasis en que eso se puede ver reflejado en que el 24,7 % de los encuestados se identifica con el partido de Gobierno, y justamente Bolívar, que va de segundo en las encuestas, tiene un 20,3 % de intención de voto. Lo cierto es que el petrismo no ha permeado el resto de ciudades tanto como lo esperaban. “La izquierda en general no está siendo querida por los ciudadanos”, afirmó el gerente de Invamer.

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¿Pacto entre Jorge Iván Ospina y Roberto Ortiz?

El continuismo en Cali también es confuso. La candidata Miyerlandi Torres, exsecretaria de Salud de Jorge Iván Ospina, carga con ser exfuncionaria de la actual administración municipal, que tiene una desaprobación del 75,6 %. Y, además, también es reconocida en la ciudad por ser la prima de Dilian Francisca Toro, exgobernadora del Valle (actual candidata a ese mismo cargo) y lideresa del clan político más poderoso en la región.

Lo curioso es que Miyerlandi Torres es más cercana a la derecha y no tiene ninguna afinidad con el petrismo, a diferencia de Jorge Iván Ospina, que ha sido uno de los alcaldes que más ha respaldado la gestión de Gustavo Petro.

De hecho, el candidato oficial de la izquierda en Cali es Danis Rentería, exsecretario de Paz y Cultura Ciudadana de la ciudad y quien tiene el aval del Pacto Histórico. Aunque su línea política está clara y el 19,8 % de los encuestados en la ciudad se identifica con el partido de Gobierno, Rentería apenas tiene un 4,5 % de intención de voto. Va de quinto en las encuestas.

El analista Andrés Felipe Segura explicó que el “chontico” es un personaje “interesante” porque, según él, “Ortiz es para el caleño el que uno quiera que sea; es decir, lo pueden ver muy a la derecha o muy a la izquierda, dependiendo de la conveniencia. Y esa debilidad en términos de identificación de ideología política, le juega a favor”.

Lo curioso es que los mayores contrincantes de Ortiz, que son Alejandro Éder (15,8 %), Diana Rojas (10,7 %) y Miyerlandi Torres (7,7 %), han denunciado que “chontico” recibe apoyos del mismo Jorge Iván Ospina, lo cual es contradictorio porque Ortiz siempre se ha mostrado como la oposición férrea a la actual administración. De hecho, su curul en el concejo de Cali la ganó por el estatuto de la oposición, tras haber sido derrotado por Ospina en las elecciones pasadas.

Una persona cercana a la campaña de Ortiz confirmó, de hecho, que habría tres exfuncionarios de la alcaldía de Ospina que participan en la campaña de Roberto Ortiz. Uno de ellos sería James Agudelo, exsecretario de Participación Ciudadana y quien hace cuatro años fue opositor al “chontico”. Algunos asesores políticos en la ciudad hablan de que habría existido un “pacto” entre el actual alcalde y Roberto Ortiz para ganar las elecciones, pese a que públicamente han sido opositores.

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Daniel Quintero apoya a varios candidatos

En el caso de Medellín, el candidato del continuismo es Juan Carlos Upegui, ahijado político de Daniel Quintero y familiares lejanos: Upegui es el primo de Diana Osorio, esposa del actual alcalde. Va de segundo en las encuestas con un 11,2 % de intención de voto. Lo cierto es que Quintero también respalda la candidatura de Albert Corredor, con un 6 % de intención de voto, aunque quien va mandando la parada es Federico ‘Fico’ Gutiérrez, que les lleva más de 50 puntos por delante a cada uno.

Para el profesor Segura, la desaprobación de la gestión del actual alcalde también le está pasando factura a Upegui: “El rechazo a Daniel Quintero en Medellín es un techo muy fuerte que no lo deja crecer”. Además, aseguró que la estrategia inicial de Quintero para estas elecciones era “poner varios huevos a competir sin hacerlo oficialmente”. Eso explicaría su apoyo a Albert Corredor, quien también trabajó en la alcaldía de Quintero. Sin embargo, sumando la intención de voto de ambos candidatos, apenas llegarían al 17,2 % de posibilidades; mientras tanto Fico suma solo el 63,3 %.

Para Martín Orozco, gerente de Invamer, “es la primera vez (desde que se hacen estas mediciones) que hay un alcalde de Medellín con una desaprobación tan alta como la de Daniel Quintero”. De acuerdo con esta firma encuestadora, el 61,6 % de los paisas desaprueba la gestión actual y apenas el 30,2 % la avala. Por eso, la pelea contra Fico Gutiérrez, que además ya fue alcalde de Medellín y tiene la bendición de Álvaro Uribe Vélez para la capital antioqueña, no es fácil de derrotar.

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El charismo, sin opositor

En el caso de Barranquilla, el continuismo, aunque no sea un candidato apoyado por Jaime Pumarejo, es Alejandro Char, que de ganar en estas elecciones, completaría tres períodos no consecutivos como alcalde. El caso de la capital del Atlántico podría ser uno de los más claros: Char tiene un 86,2 % de intención de voto y el segundo, que es Antonio Bohórquez (cercano al petrismo), sacó apenas un 5,9 % en las encuestas. El clan char es uno de los más poderosos del país y, por supuesto, el predominante en el departamento.

Char está tan aventajado que su estrategia de campaña es no dar entrevistar ni asistir a los debates de candidatos. A reporteros de este diario, que visitaron Barranquilla, les dijeron que Char “no necesitaba hacer campaña” para ganar. Esto, a pesar de que han estado inmersos en múltiples escándalos como el de Aída Merlano, condenada por la Corte Suprema de Justicia por violar los límites de gastos electorales para su aspiración al Congreso. Según Merlano, Alejandro Char financió su campaña política en 2018 y le habría entregado más de $ 500 millones en efectivo.

Ese poderoso clan también salió salpicado del escándalo de Nicolás Petro Burgos, el hijo del Jefe de Estado. El nombre de Alejandro Char apareció en un chat que se vio durante la audiencia de imputación de cargos en el que hablaba de “cinco puntos” que habría entregado Char a Day Vásquez, la exesposa de Nicolás. Lo cierto es que, hasta ahora, no ha sido vinculado formalmente a la investigación.

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Ni petrismo ni rodolfismo

En el caso de Bucaramanga, uno de los fenómenos políticos ha sido el ingeniero Rodolfo Hernández, excandidato presidencial y quien fue el contrincante directo de Gustavo Petro en las elecciones de 2022. Su candidata a la alcaldía de Bucaramanga es Consuelo Ordóñez, pero apenas tiene un 9,3 % de intención de voto, ubicándose en tercer lugar en la encuesta Invamer. Quien va punteando es Jaime Andrés Beltrán, un candidato que promete ser el “bukele” en esa ciudad.

De acuerdo con esta encuesta de Invamer, Juan Carlos Cárdenas, alcalde de Bucaramanga, es el segundo mandatario con más desaprobación del país, con un 64,8 % de inconformismo. Y aunque no tiene un candidato claro para ser su sucesor, la candidata de Rodolfo Hernández va figurando en las encuestas. El gerente de Invamer afirmó que esa es una de las ciudades más complejas para analizar “porque hay un gentío muy grande y disperso”.

Lo cierto es que ni la sucesora de Hernández ni el candidato del Pacto Histórico, que es Jaime Calderón, parecen tener muchas posibilidades. El petrista, de hecho, va de décimo en las encuestas con apenas un 2,4 % de intención. “Lo que creo que podría pasar en Bucaramanga es que la gente no relaciona todavía a Consuelo con Rodolfo Hernández”, afirmó Orozco.

Aunque quedan todavía dos meses de campaña y las encuestas pueden cambiar, el Gobierno sería uno de los grandes perdedores en las regionales del próximo 29 de octubre. El país que eligió al candidato de izquierda con más de 11 millones de votos, ahora estaría mirando para la derecha y el centro. El proyecto político progresista del mandatario no se vería reflejado en los próximos comicios.

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