Nicolás Petro: el escándalo que puso a tambalear el petrismo de cara a elecciones
La captura e imputación del hijo mayor del presidente Gustavo Petro ha afectado su gobernabilidad y generó rupturas al interior del Pacto Histórico en Atlántico. ¿Se afectará el petrismo en las elecciones regionales?
La crisis del petrismo, que empezó a hacerse más visible con la pérdida de la presidencia del Senado el pasado 20 de julio, y que ahora se agrava con la imputación de Nicolás Petro Burgos, —el hijo mayor del presidente—, sentirá sus coletazos más fuertes en las elecciones regionales de octubre de 2022. Las peleas internas por los avales del Pacto Histórico en distintas regiones del país muestran la ruptura del partido de Gobierno y la falta de estrategia para rearmar su coalición en el Congreso.
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La crisis del petrismo, que empezó a hacerse más visible con la pérdida de la presidencia del Senado el pasado 20 de julio, y que ahora se agrava con la imputación de Nicolás Petro Burgos, —el hijo mayor del presidente—, sentirá sus coletazos más fuertes en las elecciones regionales de octubre de 2022. Las peleas internas por los avales del Pacto Histórico en distintas regiones del país muestran la ruptura del partido de Gobierno y la falta de estrategia para rearmar su coalición en el Congreso.
Una de las regiones donde más está fracturado el partido de Gobierno es en la Costa, el epicentro del escándalo de Nicolás Petro. En Barranquilla, donde residía desde que había sido nombrado diputado del Atlántico, es donde se habrían tejido sus primeras relaciones con políticos cuestionados de la región. Uno de los primeros implicados es el exnarco Samuel Santander Lopesierra, conocido como el ‘Hombre Marlboro’, que según la versión que ha sostenido Day Vásquez, —la exesposa de Nicolás Petro—, le habría entregado $600 millones en efectivo al hijo del ahora mandatario para financiar parte de la campaña política de su padre a la presidencia.
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Aunque varios analistas coinciden en que el caso de Nicolás Petro puede estar “sobredimensionado” y podría no tener ningún efecto en las elecciones, lo cierto es que el aval de Máximo Noriega, que fue quien ganó la encuesta interna del partido para lograr el aval a la gobernación, quedó en veremos porque el Pacto Histórico no confirmó su candidatura. Noriega, el 30 de agosto, anunció que mandaría al partido por negarle al aval aun después de ganar la encuesta interna.
Según Juan Carlos Sandoval, coordinador Político del Pacto en Atlántico, la decisión de elegir a sus candidatos fue tranquila y “primó el diálogo y los consensos”. Sin embargo, una candidata a la asamblea por ese mismo partido, mencionó que varios de los avales cambiaron a última hora, tras la noticia de la captura de Nicolás Petro el 28 de julio, el día que iban a inscribir las candidaturas en todo el país. También dijo que varias personas han desistido de estar en el partido, para no ser vinculadas con el caso del hijo del presidente.
Para Mauricio Jaramillo, analista político y docente de la Universidad del Rosario, “el Pacto en la Costa podría estar tratando de tomar distancia, y por eso están intentando distanciarse de Máximo Noriega, para intentar no caer en eso que ellos tanto criticaron de dar avales a personas comprometidas en escándalos”. Esa posición podría explicar el hecho de que Sandoval dijera que están abiertos a generar otras alianzas con sectores alternativos —no tan radicales— para esas elecciones.
De acuerdo con Yann Basset, docente y director del grupo de Estudios de la Democracia de la Universidad del Rosario, el poder del clan Char en Atlántico es mucho más fuerte que el petrismo, sobre todo con la candidatura de Álex Char, que inscribió su nombre para la alcaldía de Barranquilla el pasado 28 de julio, con las banderas de Cambio Radical.
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Según él, aunque el escándalo de Nicolás Petro es un golpe político para la reputación del presidente, “son escenarios distintos frente a lo que pueda pasar en las elecciones. Más que su gobernabilidad, que tiene que ver más con su estrategia para rearmar la coalición en el Congreso, se está afectando su opinión pública”. Lo cierto, por ahora, es que la oposición ha utilizado el escándalo para desacreditar los candidatos del Pacto. Uno de los que ha hecho ese llamado desde el Congreso es el senador Jota Pe Hernández, quien pidió que no votaran por ningún candidato del Pacto en el departamento de Santander.
La crisis del partido de Gobierno, a nivel nacional, también ha tenido resonancia en el hecho de que los congresistas de su propia bancada anunciaran debates de control político contra los ministros de Defensa, Salud, Interior, Justicia, Vivienda y Hacienda, por la baja ejecución del presupuesto, a un año de Gobierno. Según la jefatura de prensa de Clara López, una de las senadoras que radicó la solicitud, lejos de ser un ataque interno “es cumplir con las funciones del Congreso de hacer control político”.
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Gustavo Bolívar, candidato por el petrismo a la alcaldía de Bogotá, también ha sido tajante al cuestionar la disputa por los avales del Pacto Histórico. “O se unifican las personerías jurídicas en una sola y se definen mecanismos democráticos para escoger candidatos, o desaparecemos (…) Vergüenza total”, puso en su cuenta de Twitter.
Uno de los nombres que podrían empezar a sonar por el caso de Nicolás Petro y que podría afectar la gobernabilidad del presidente es el de Armando Benedetti, exembajador de Colombia en Venezuela. En audios filtrados a Semana por el caso de la niñera de Laura Sarabia, aseguró que él puso $ 15.000 millones para la campaña de Petro en la Costa y que, si él cuenta “quiénes financiaron la campaña Petro Presidente en la Costa, acabamos todos presos”, según reseñó Semana.
En esa conversación que sostuvo con Laura Sarabia también salió a flote el nombre del exministro del Interior, Alfonso Prada, que actualmente es embajador de Colombia en Francia. Según los audios de Benedetti, “se robó ese ministerio con la mujer”. A lo que el exministro respondió que esas afirmaciones son “total y absolutamente falsas”. Prada denunció formalmente a Benedetti e indicó que en su paso por el Gobierno “no fue ordenador del gasto” ni sugirió a otros funcionarios serlo, así como tampoco, según él, influyó en contratos desde el Ministerio del Interior.
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En las audiencias de Nicolás Petro, diputado de la Asamblea del Atlántico, le imputaron los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de activos. Durante la audiencia, la Fiscalía aseguró que el hijo mayor del jefe de Estado no podría explicar de dónde sacó más de $1.000 millones y que sus ingresos como diputado son muy inferiores a sus gastos. Según el fiscal Mario Burgos, para justificar sus ingresos debía ganar $200 millones mensuales.
El dinero que dicen las pesquisas le habría dado ‘Marlboro’ a Petro, Nicolás, pasó también por las manos de otro viejo conocido de la izquierda como Máximo Noriega, a quien el ahora presidente conoce desde hace varios años y quedó de pelea con el Pacto Histórico luego de que le negaran el aval para llegar a la gobernación. De acuerdo con la versión de Day Vásquez, supuestamente, Noriega ayudó a mover ese dinero en efectivo y, por lo mismo, su nombre aparece en el proceso judicial, aunque hasta el momento no ha sido objeto de ningún tipo de proceso formal relacionado con este caso.
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