La nueva bancada de Alianza Verde se reunió este jueves y fijó su posición de cara a la primera vuelta presidencial. Esta vez no hubo tanta indecisión y discusiones internas como a finales del año pasado, cuando intentaron, sin éxito, escoger un candidato presidencial propio. Teniendo como precedente la decisión tomada en noviembre de dejar en libertad a sus militantes para escoger presidente, la colectividad se mantuvo en esa postura, aunque limitó la decisión a tres nombres: Sergio Fajardo, Rodolfo Hernández y Gustavo Petro. Para la segunda vuelta habrá una nueva reunión, pero desde ya determinaron que se estarán con la candidatura alternativa.
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La noticia la comunicó de forma efusiva la representante Katherine Miranda, quien obtuvo la votación más alta para la Cámara por Bogotá. Por medio de sus redes sociales, Miranda dijo que “de manera unánime y en completa armonía” la colectividad decidió dejar en libertad a su militancia para la primera vuelta presidencial, pero limitando el apoyo a Sergio Fajardo, Rodolfo Hernández o Gustavo Petro. “Y en segunda vuelta el partido verde llegará completo y unificado, apoyando la candidatura alternativa que llegue”, añadió.
Angélica Lozano, senadora reelecta, destacó por su parte que en la primera reunión de la nueva bancada verde se celebró el crecimiento de su fuerza en el Congreso. “Logramos curules a la Cámara en departamentos en los que nunca hubo representación alternativa. También ratificamos nuestra libertad presidencial, la gran mayoría de los electos apoyan a Sergio Fajardo, Rodolfo Hernández y algunos a Gustavo Petro. Nos veremos en segunda vuelta, acompañando la opción alternativa”, manifestó Lozano, quien anticipó también que desde el sector que lidera se están promoviendo acercamientos entre Fajardo y Hernández.
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De esa forma, por lo menos por ahora, la colectividad deja de lado las antiguas controversias y se alinea con las candidaturas alternativas que compiten por la Presidencia. Vale recordar que el año pasado hubo fuertes discusiones entre el grupo que le apuesta a la Coalición de la Esperanza (Angélica Lozano, Juanita Goebertus, Antonio Sanguino y Carlos Amaya) y una facción que en múltiples ocasiones dijo que les querían “imponer la Coalición” y no dejarlos participar en la agenda presidencial. Entre ellos estaban Inti Asprilla, Katherine Miranda y León Freddy Muñoz.
A pesar de consenso, la decisión de quedar en libertad era para muchos lo peor que podía pasar. Por ejemplo, la senadora Angélica Lozano dijo en su momento, cuando la libertad era apenas una opción, que eso era como “un entierro injusto con la historia de este partido”, porque, como coincidieron otros congresistas, el partido iba a ser identificado como de izquierda, centro y derecha. Fue entonces que se determinó que el apoyo debería limitarse al sector alternativo, para evitar que en la contienda se terminaran viendo lemas como “verdes con Federico Gutiérrez” o “verdes con Enrique Gómez”.