Alianzas antes de la primera vuelta presidencial: así está el sonajero
Por cálculo político, porque no despegan en encuestas o por afinidad ideológica, varias candidaturas han empezado a barajar la opción de adherir a las campañas que más peso han adquirido a lo largo de la campaña. Así están las movidas.
Se inició la cuenta regresiva para la primera vuelta presidencial, lo que se traduce en acercamientos entre las diferentes campañas para revisar qué tanta fuerza pueden tener en caso de aliarse. Sobre todo, claro, las campañas que menos impulso han logrado en estos meses de campaña. El próximo 29 de mayo los colombianos irán de nuevo a las urnas y en el tarjetón que presentó la Registraduría hay ocho fórmulas presidenciales, pero todavía es una incertidumbre si todas se mantendrán hasta la primera vuelta.
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El centro es el que más ha dado de qué hablar. Las encuestas ponen a los candidatos de este espectro muy lejos de los dos que por ahora disputarían la segunda vuelta: Gustavo Petro (Pacto Histórico, centro-izquierda) y Federico Gutiérrez (Equipo por Colombia, centro-derecha). En este aspecto la mayor sorpresa es la caída libre que ha tenido Sergio Fajardo (Coalición Centro Esperanza), quien fuera protagonista en la pasada contienda presidencial y en esta parece haber pasado a un segundo plano.
En la encuesta de Invamer de abril, Fajardo registró un 6,5 % de intención de voto. Bastante lejos del 43,6 % que marcó Petro o del 26,7 % de Gutiérrez. Incluso fue superado por Rodolfo Hernández, quien lo dobla con un 13,9 %. Eso llevó a la campaña de la Centro Esperanza a buscar a toda costa una unión con Hernández.
Fueron varios los coqueteos, incluso con conversaciones entre ambas campañas, pero todo se fue al traste porque no se definió la forma de hacer la adhesión, pues a estas alturas de la campaña ninguno podría ser vicepresidente del otro. Además, el exalcalde de Bucaramanga afirmó en diferentes espacios que no está dispuesto a unirse a Fajardo ni a ninguna campaña y que llegará solo a primera vuelta. Si hay una alianza, afirmó, es porque se adhieren a su campaña.
Eso sin contar que los acercamientos se vieron condicionados por el tema de las consultas presidenciales y el dinero de la reposición de votos. Como las consultas son un mandato popular que los candidatos deben asumir y Fajardo participó y ganó la de la Centro Esperanza, a esa campaña le tocaría asumir el dinero de la consulta por detrimento. Es más, una adhesión impediría que puedan recibir el dinero de la reposición de votos.
Todo pareció quedar estancado, pero otra candidatura de centro reabrió la posibilidad de una alianza. Ingrid Betancourt (Verde Oxígeno), quien no llega al 1 % no solo en la encuesta de Invamer sino en la mayoría de sondeos, comentó sobre la necesidad de buscar una unión entre los candidatos de ese espectro.
“Hemos estado trabajando en eso; hemos hablado con todos. La unión es posible, pero obviamente hay que deponer egos y hay que estar generosos por Colombia; saberse retirar en el momento en que haya necesidad, si eso puede contribuir a que Colombia tenga una opción diferente, que nos permita salir realmente de una votación entre el miedo y el odio”, manifestó Betancourt ante los micrófonos de Blu Radio. Así las cosas, de acuerdo con la férrea postura de Hernández de no hacer alianzas, la unión del centro que se podría dar sería entre Fajardo y Betancourt.
La posibilidad de esa alianza es lejana, sobre todo por cómo salió Betancourt de la coalición de centro. Vale recordar que en enero de este año, cuando se estaba consolidando la Centro Esperanza, la candidata hizo serias críticas a los mecanismos políticos de la alianza y los apoyos que estaban recibiendo precandidatos presidenciales de ese grupo como Alejandro Gaviria. Criticó, a más no poder, las maquinarias de esa y todas las coaliciones y en enero de este año decidió dar un paso al costado y aspirar a la Presidencia por su movimiento Verde Oxígeno.
Pero quizá el divorcio es lo de menos. Otro aspecto que resta fuerza a una hipotética unión entre Fajardo y Betancourt son los acercamientos que tuvo la candidata con Álvaro Uribe y en general el Centro Democrático, que para nadie es un secreto que está apoyando de forma decidida la candidatura de Gutiérrez. Nunca se concretó una alianza, pero las conversaciones no cayeron bien entre las fuerzas políticas que otrora fueron cercanas a Betancourt. En otras palabras, la candidata, secuestrada por las Farc entre 2022 y 2008, está en una encrucijada debido a los movimientos que ha hecho a lo largo de la campaña y, de todas formas, su fuerza política está tan menguada que no es una opción que estén priorizando las campañas que buscan alianzas.
La izquierda tiene a Gustavo Petro como su única representación en el tarjetón, pero en las últimas semanas empezó a barajarse la opción de que Luis Pérez, quien tampoco supera el 1 % en las encuestas, se una a esa campaña. No es algo nuevo, pues desde diciembre del año pasado el exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín empezó a ambientar un posible aterrizaje al Pacto Histórico.
Pérez llegó a enviarle una carta a César Gaviria, jefe del Partido Liberal, para proponerle que se realice una convención de partido para seleccionar el candidato liberal a la Presidencia. Y aunque otros congresistas y militantes liberales le hicieron la misma solicitud a Gaviria, nunca hubo convención y el partido terminó sin candidato presidencial. Ahora, el trapo rojo está más dividido que nunca pues Gaviria acordó apoyar la campaña de Gutiérrez, pero no fue una decisión unánime y muchos miembros del partido apoyarán otra campaña.
La derecha, siempre más pragmática, no tiene estos líos. En la contienda hay tres candidatos que representan esta corriente: Federico Gutiérrez, Enrique Gómez (Movimiento de Salvación Nacional) y John Milton Rodríguez (Colombia Justa Libres), y aunque en algún momento se habló sobre una posible llegada de Gómez a la campaña de Gutiérrez, al final se descartó. El sobrino de Álvaro Gómez Hurtado y su fórmula presidencial, Carlos Cuartas, son otra candidatura que no despega en las encuestas, pero, a pesar de eso, su objetivo es dar a conocer sus postulados que son muy de derecha y fortalecer el movimiento creado por el inmolado líder conservador, pues muchos de ellos no están representados en la campaña de Gutiérrez que busca ser más moderada.
Rodríguez, quien es pastor cristiano, ha desarrollado una campaña con un claro tinte religioso y también con el afán de dar a conocer su visión de país. Y aunque su candidatura es otra que supera el margen de error en las encuestas, tampoco ha buscado acercamientos al Equipo por Colombia. Eso no significa que haya distancia entre estas campañas, pues es claro que en una hipotética segunda vuelta entre Petro y Gutiérrez, como vaticinan las firmas encuestadoras, tanto Gómez como Rodríguez agitarán las banderas de la derecha.
Se inició la cuenta regresiva para la primera vuelta presidencial, lo que se traduce en acercamientos entre las diferentes campañas para revisar qué tanta fuerza pueden tener en caso de aliarse. Sobre todo, claro, las campañas que menos impulso han logrado en estos meses de campaña. El próximo 29 de mayo los colombianos irán de nuevo a las urnas y en el tarjetón que presentó la Registraduría hay ocho fórmulas presidenciales, pero todavía es una incertidumbre si todas se mantendrán hasta la primera vuelta.
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El centro es el que más ha dado de qué hablar. Las encuestas ponen a los candidatos de este espectro muy lejos de los dos que por ahora disputarían la segunda vuelta: Gustavo Petro (Pacto Histórico, centro-izquierda) y Federico Gutiérrez (Equipo por Colombia, centro-derecha). En este aspecto la mayor sorpresa es la caída libre que ha tenido Sergio Fajardo (Coalición Centro Esperanza), quien fuera protagonista en la pasada contienda presidencial y en esta parece haber pasado a un segundo plano.
En la encuesta de Invamer de abril, Fajardo registró un 6,5 % de intención de voto. Bastante lejos del 43,6 % que marcó Petro o del 26,7 % de Gutiérrez. Incluso fue superado por Rodolfo Hernández, quien lo dobla con un 13,9 %. Eso llevó a la campaña de la Centro Esperanza a buscar a toda costa una unión con Hernández.
Fueron varios los coqueteos, incluso con conversaciones entre ambas campañas, pero todo se fue al traste porque no se definió la forma de hacer la adhesión, pues a estas alturas de la campaña ninguno podría ser vicepresidente del otro. Además, el exalcalde de Bucaramanga afirmó en diferentes espacios que no está dispuesto a unirse a Fajardo ni a ninguna campaña y que llegará solo a primera vuelta. Si hay una alianza, afirmó, es porque se adhieren a su campaña.
Eso sin contar que los acercamientos se vieron condicionados por el tema de las consultas presidenciales y el dinero de la reposición de votos. Como las consultas son un mandato popular que los candidatos deben asumir y Fajardo participó y ganó la de la Centro Esperanza, a esa campaña le tocaría asumir el dinero de la consulta por detrimento. Es más, una adhesión impediría que puedan recibir el dinero de la reposición de votos.
Todo pareció quedar estancado, pero otra candidatura de centro reabrió la posibilidad de una alianza. Ingrid Betancourt (Verde Oxígeno), quien no llega al 1 % no solo en la encuesta de Invamer sino en la mayoría de sondeos, comentó sobre la necesidad de buscar una unión entre los candidatos de ese espectro.
“Hemos estado trabajando en eso; hemos hablado con todos. La unión es posible, pero obviamente hay que deponer egos y hay que estar generosos por Colombia; saberse retirar en el momento en que haya necesidad, si eso puede contribuir a que Colombia tenga una opción diferente, que nos permita salir realmente de una votación entre el miedo y el odio”, manifestó Betancourt ante los micrófonos de Blu Radio. Así las cosas, de acuerdo con la férrea postura de Hernández de no hacer alianzas, la unión del centro que se podría dar sería entre Fajardo y Betancourt.
La posibilidad de esa alianza es lejana, sobre todo por cómo salió Betancourt de la coalición de centro. Vale recordar que en enero de este año, cuando se estaba consolidando la Centro Esperanza, la candidata hizo serias críticas a los mecanismos políticos de la alianza y los apoyos que estaban recibiendo precandidatos presidenciales de ese grupo como Alejandro Gaviria. Criticó, a más no poder, las maquinarias de esa y todas las coaliciones y en enero de este año decidió dar un paso al costado y aspirar a la Presidencia por su movimiento Verde Oxígeno.
Pero quizá el divorcio es lo de menos. Otro aspecto que resta fuerza a una hipotética unión entre Fajardo y Betancourt son los acercamientos que tuvo la candidata con Álvaro Uribe y en general el Centro Democrático, que para nadie es un secreto que está apoyando de forma decidida la candidatura de Gutiérrez. Nunca se concretó una alianza, pero las conversaciones no cayeron bien entre las fuerzas políticas que otrora fueron cercanas a Betancourt. En otras palabras, la candidata, secuestrada por las Farc entre 2022 y 2008, está en una encrucijada debido a los movimientos que ha hecho a lo largo de la campaña y, de todas formas, su fuerza política está tan menguada que no es una opción que estén priorizando las campañas que buscan alianzas.
La izquierda tiene a Gustavo Petro como su única representación en el tarjetón, pero en las últimas semanas empezó a barajarse la opción de que Luis Pérez, quien tampoco supera el 1 % en las encuestas, se una a esa campaña. No es algo nuevo, pues desde diciembre del año pasado el exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín empezó a ambientar un posible aterrizaje al Pacto Histórico.
Pérez llegó a enviarle una carta a César Gaviria, jefe del Partido Liberal, para proponerle que se realice una convención de partido para seleccionar el candidato liberal a la Presidencia. Y aunque otros congresistas y militantes liberales le hicieron la misma solicitud a Gaviria, nunca hubo convención y el partido terminó sin candidato presidencial. Ahora, el trapo rojo está más dividido que nunca pues Gaviria acordó apoyar la campaña de Gutiérrez, pero no fue una decisión unánime y muchos miembros del partido apoyarán otra campaña.
La derecha, siempre más pragmática, no tiene estos líos. En la contienda hay tres candidatos que representan esta corriente: Federico Gutiérrez, Enrique Gómez (Movimiento de Salvación Nacional) y John Milton Rodríguez (Colombia Justa Libres), y aunque en algún momento se habló sobre una posible llegada de Gómez a la campaña de Gutiérrez, al final se descartó. El sobrino de Álvaro Gómez Hurtado y su fórmula presidencial, Carlos Cuartas, son otra candidatura que no despega en las encuestas, pero, a pesar de eso, su objetivo es dar a conocer sus postulados que son muy de derecha y fortalecer el movimiento creado por el inmolado líder conservador, pues muchos de ellos no están representados en la campaña de Gutiérrez que busca ser más moderada.
Rodríguez, quien es pastor cristiano, ha desarrollado una campaña con un claro tinte religioso y también con el afán de dar a conocer su visión de país. Y aunque su candidatura es otra que supera el margen de error en las encuestas, tampoco ha buscado acercamientos al Equipo por Colombia. Eso no significa que haya distancia entre estas campañas, pues es claro que en una hipotética segunda vuelta entre Petro y Gutiérrez, como vaticinan las firmas encuestadoras, tanto Gómez como Rodríguez agitarán las banderas de la derecha.