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Luego de varios meses de campaña y correría, a Federico Gutiérrez le ha costado desligarse de un supuesto apoyo extraoficial y casi paralelo de Álvaro Uribe con miras a las elecciones presidenciales. Aunque en esta entrevista el exalcalde de Medellín no fue tajante al contestar si es o no el “gallo tapado” del expresidente, sí reivindicó su independencia e insistió que el candidato del Centro Democrático es Óscar Iván Zuluaga. Justamente, habló de la ausencia del aspirante uribista en la coalición del Equipo por Colombia y explicó que su posición “ha sido no vetar”, abriendo la puerta a eventuales alianzas después de que se voten las consultas el 13 de marzo.
Análisis: Sin Óscar Iván Zuluaga la derecha queda dividida, pero no divorciada
Fico se refirió también a sus propuestas en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico, defendiendo el uso del glifosato para combatir cultivos de uso ilícito. Aunque enfatizó que se requieren protocolos y condiciones estrictas para su empleo, defendió que “si se acaba el glifosato, se acaba el campo”. El exmandatario responde además sobre Gustavo Petro, alegando que “habla mucho y hace poco”, e insiste que su exsecretario de Seguridad, Gustavo Villegas, fue condenado por no denunciar una extorsión, mas no por supuestos nexos con la Oficina de Envigado.
No puedo dejar de preguntarle por Óscar Iván Zuluaga. Al no haber sido incluido en el Equipo por Colombia para la consulta, ¿se perdió la oportunidad de que la centroderecha llegara unida?
Él tomó su propia decisión. Le tengo respeto y aprecio. Es su decisión y yo estoy en la consulta Equipo por Colombia, que espero ganar. La vamos a ganar y vamos a seguir avanzando a la Presidencia.
“Todos aquellos que defendamos la democracia y las libertades tenemos que buscar unirnos".
¿Sí fue una decisión de Zuluaga? ¿no fue excluido?
Eso ya es pasado. Miro siempre hacia adelante y lo que sí creo es que todos aquellos que defendamos la democracia y las libertades tenemos que buscar unirnos antes de primera vuelta.
Es decir, ¿más adelante, tras las consultas, podrían sentarse a dialogar?
Con muchos sectores.
En lo personal, ¿le hubiera gustado que Zuluaga hubiese estado en el tarjetón de la consulta?
No se detenga tanto en eso. A la gente no le importa hoy la mecánica política. La gente está preocupada por la seguridad, el empleo u oportunidades. Mi posición ha sido no vetar, no cerrar puertas y lo importante es que el país no caiga en riesgo de proyectos populistas y autoritarios. Otros países realizaron cambios, pero cambios radicales. Y Colombia sí necesita cambios en lucha contra la corrupción o cerrar las brechas sociales (el 42 % de la población está en pobreza). Son cambios que se tienen que hacer, pero no pueden significar saltos al vacío, como le ocurrió a Venezuela, Nicaragua, Chile o Perú. Hay que tener mucho cuidado de cómo salir adelante modificando lo que no funciona, pero no acabando con las instituciones o con la democracia.
Una reciente encuesta de YanHaas lo da como uno de los ganadores en intención de voto dentro del Equipo por Colombia, pero ese mismo sondeo indica que la gran mayoría no votaría por esa consulta. ¿Le preocupa esa apatía?
Poco me preocupo, lo que hago es que me ocupo siempre. Hay que salir a las calles, seguir recorriendo el país y llevar los temas que necesita la gente para poder solucionarlos. Me gusta la calle, la gente. Yo me mantengo en todos los territorios del país, todos los días, y eso es lo que voy a seguir haciendo.
“La campaña a la Presidencia en forma comienza el 14 de marzo. En el momento en que seamos cuatro o cinco en el tarjetón esta será otra historia”.
Las consultas son una especie hoy de primarias presidenciales que, inclusive, se han robado la atención de todos estos meses, por encima de la elección del Congreso, que también es muy importante. Es un buen ejercicio democrático. Aspiro a ganar la consulta y seguir avanzando camino a la Presidencia, pero para mí la campaña a la Presidencia en forma comienza el 14 de marzo. Con una campaña con 30 candidatos es muy difícil que la gente opine, pero en el momento en que seamos cuatro o cinco en el tarjetón esta será otra historia. Recuerde la foto de las encuestas hace cuatro años. Estamos igual, esto apenas está comenzando.
Por otro lado, la encuesta Invamer Poll lo ubica con una desfavorabilidad del 22 %, la más alta en más de dos años. ¿Tampoco le preocupa?
En proporción favorabilidad/desfavorabilidad soy de los que mejor está. Es normal dentro de una campaña y un escenario de polarización, pero no quiero polarizar. Yo sí defiendo mis temas y defiendo lo que creo. Pero seguiré siendo respetuoso en este debate con las personas. A mí mi papá y mi mamá siempre me enseñaron: “Fico, duro con los argumentos, suave con las personas”. Y yo sí le diría al país que la polarización no nos va a llevar a nada. Defendamos ideas, modelos de país, pero respetémonos. Que el pensar diferente no nos haga enemigos.
¿Qué lo diferencia de los otros candidatos del Equipo por Colombia?
En la coalición “nos diferencia sobre todo el estilo, porque defendemos las mismas causas”.
Invito a la gente a que vote por la lista del Equipo por Colombia. Si me quieren apoyar a mí, apóyenme. Si les gusta alguno de mis compañeros, apóyenlo. Son personas a las cuales respeto, que han transformado sus ciudades donde han gobernado y que han hecho un buen trabajo desde el Congreso. Nos diferencia sobre todo más el estilo, porque defendemos las mismas causas y fue lo que permitió que nos juntáramos, más allá de egos o individualismos. Hicimos un ejercicio democrático entendiendo que el país no puede estar en riesgo y no podemos estar divididos quienes defendemos democracia y libertades. Invito a la gente a que me apoye.
Sí, los unió una misma causa, pero no todos son iguales...
Los estilos, sobre todo.
¿Cuál es el estilo de Federico Gutiérrez?
“La gente no me va a ver encerrado en un palacio, gobernando como si fuera un rey. No me creo un salvador ni un mecías”.
Se me ve cercano a la gente, me ven en las calles y en las regiones, así como goberné en Medellín. Estar en la calle no es un tema de campaña. Estar en la calle es un tema de convicción. Gané en la calle cuando fui alcalde y goberné en la calle. A mí la gente no me va a ver encerrado en un palacio, gobernando como si fuera un rey o un príncipe. A mí la gente me va a ver en la calle. No me creo un salvador ni un mecías. Soy un ciudadano común y corriente, que tengo vocación de servicio y quiero que entre todos saquemos el país adelante.
¿Qué lectura hace de las recientes investigaciones contra otro miembro de la coalición, el exalcalde Álex Char?
Aida Merlano es “una prófuga. Tiene investigaciones de fondo y está protegida por el gobierno de Maduro”.
Él ya se pronunció y es quien se debe pronunciar frente a este hecho. Respecto a los temas de índole personal yo no opino. Ya se pronunció él y su familia, y es algo del ámbito privado. Frente a las denuncias considero que debe ser la justicia la que investigue y determine. Lo anterior, en el marco de las declaraciones de una prófuga, de una persona que sí tiene hoy investigaciones de fondo y que, como ella misma lo dice, está protegida por el gobierno de (Nicolás) Maduro. Todo se tiene siempre que investigar.
Algunos dicen “que renuncie”. Bueno, pues él tiene unas denuncias de una persona que está amparada por Venezuela y el gobierno Maduro. Muchos de quienes piden que renuncie sí tienen imputaciones por la justicia y la Fiscalía, ¿por qué no renuncian ellos, si ya tienen imputaciones? Confío en la justicia. Álex es una persona a la que conozco desde hace mucho años y a la que respeto. Yo mismo he visto la transformación de Barranquilla y eso es lo que he valorado. Frente a los otros temas debe ser la justicia la que se pronuncie.
¿Qué les responde justamente a aquellos que piden la renuncia de Char?
¿Y por qué no renuncian los que sí tienen imputaciones en la Fiscalía y hoy son candidatos a la Presidencia?
¿Se refiere a Sergio Fajardo?
Todos los que las tengan. No quiero puntualizar. Todos los que tengan algún tipo de imputación entonces que renuncien. Siento que la justicia tiene que garantizar la confianza de la ciudadanía, tiene que actuar con prontitud en todos los casos.
Es decir, que renuncien así sea por una denuncia...
No, si es por cada denuncia que se hace aquí cada día o cuando alguien sale e inventa algo no quedarían candidatos. La justicia tiene que actuar, para eso son las instituciones. La justicia tiene que preservar la democracia.
¿Cuáles serían sus grandes banderas en un eventual gobierno?
Orden y oportunidades. Orden para combatir la corrupción, para garantizar la seguridad y para poner la casa en orden. Oportunidades para la gente, para que nuestros niños entre los 0 y los 5 años tengan coberturas al 100 % en seguridad alimentaria y asistencia psicosocial. Ningún niño se puede morir de hambre. Lo que no se haga con niños entre o y 5 años ya no se hizo, porque es la edad en la que su cerebro se desarrolla. Tenemos que arrancar desde la niñez.
“Tenemos que llegar a terminar las obras 4G y vamos a comenzar la primera ola de obras 5G valoradas en $22 billones (...) También vías para el campo, porque si no hay vías terciarías nunca se va a desarrollar".
También que nuestros jóvenes tengan no solo acceso, sino calidad educativa y con pertinencia: primaria, secundaria y media, y que tengan acceso a educación superior. Gratuidad para jóvenes de estratos 1, 2 y 3 en universidades públicas, aumentar el presupuesto y disminuir de manera clara los intereses y las condiciones dentro del Icetex para que más jóvenes puedan acceder a educación superior y que sea con pertinencia. Tenemos que garantizar, con equidad de género, oportunidades urgentes para nuestras mujeres jóvenes y adultas, que son las más afectadas por la crisis. Tenemos que garantizarles un ingreso y una pensión digna a nuestros adultos mayores. Las pensiones altas son las que hoy reciben los subsidios y los subsidios realmente deben ir a las pensiones más bajas.
Propongo también oportunidades para las regiones. Tenemos que llegar a terminar las obras 4G y vamos a comenzar la primera ola de obras 5G valoradas en $22 billones. Un millón de viviendas de interés social, 800.000 en zona urbana y 200.000 en rural. Vías para el campo, porque si no hay vías terciarías nunca se va a desarrollar. Tenemos 22 millones de hectáreas cultivables, pero solo usamos cinco o seis. Vamos a pasar la inversión de vías terciarías de $1 billón anual a $3 billones. Vamos a triplicar la inversión en vías para el campo, sistemas de riego, créditos para campesinos y asistencia técnica. Creo en eso y creo que el concepto debe ser siempre integral.
La educación es fundamental. La salud hay que garantizarla. La justicia hay que garantizarla. En eso creo. Para mí esta no es una discusión de izquierda, derecha o centro. La discusión es, y no hay mejor ideología, que el sentido común. Todo hay que garantizarlo. ¿Sabe cuál es el centro que le interesa a la gente? Que en el centro de la mesa estén las tres comidas del día. Que cuando vayan al centro de Bogotá, Medellín, Cali, Bucaramanga, Ibagué o cualquier ciudad no los roben o no los maten por robarle el celular o la bicicleta.
En seguridad, ¿cuál es su propuesta puntual?
“Tenemos 245.000 hectáreas de cultivos ilícitos. Estamos nadando en coca, es un problema inmenso”.
Creo en la seguridad integral. El Estado no puede renunciar a garantizarles la seguridad a sus ciudadanos. Tenemos unas amenazas muy grandes. Lo hemos visto con los últimos ataques de disidencias de las Farc o Eln. No es sino ver lo de Arauca, donde estuve hace tres semanas. Estuve en Norte de Santander, en Cúcuta, para ver la realidad de lo que está ocurriendo. También en el Catatumbo, el Bajo Cauca Antioqueño, Nariño y tantas regiones. Tenemos 245.000 hectáreas de cultivos ilícitos, con una productividad de cinco cultivos al año por hectárea. Estamos nadando en coca, es un problema inmenso.
Pero también hay que decir que no va a garantizarse la seguridad y no van a disminuir los cultivos ilícitos si no llegamos con inversión al campo, si no llegamos con las vías terciarías, escuelas, centros de salud y justicia. Por eso mi concepto es integral. Si en una zona de conflicto tiene que llegar la tropa, a la cual respaldo y respaldaré, para proteger a la población civil, pues llegarán. Si llegan en un helicóptero detrás tienen que llegar tres helicópteros, pero con toda la asistencia social. Por policía o soldado que llegue a un barrio o vereda de Colombia, detrás deben llegar un maestro, una nutricionista, un psicólogo o un ingeniero para ejecutar las obras.
¿Y en un ámbito mucho más urbano?
Se tienen que hacer grupos contratraco y articulación entre Policía y Fiscalía, y que se entreguen buenos elementos para que la justicia pueda tomar una decisión”.
Frente al tema urbano tenemos un grave problema de aumento de homicidios e incremento del hurto. La gente tiene miedo de salir a las calles. Mire a Bogotá el desastre que se tiene hoy. Hay un abandono absoluto en el tema de la seguridad, hay falta de liderazgo de los alcaldes. Mire Cali, Medellín y tantas ciudades. Aquí será toda la inversión social en los territorios, pero al mismo tiempo toda la contundencia. Necesitamos también tecnología, con todo el sistema de cámaras de reconocimiento de placas que nos ayudó en Medellín a disminuir el fleteo y los hurtos. Se tienen que hacer grupos contratraco y articulación entre Policía y Fiscalía y, por supuesto, que se entreguen unos muy buenos elementos para que la justicia pueda tomar una decisión objetiva.
Hay un tema de fondo frente a la seguridad del país: el sistema penitenciario, que es un absoluto desastre. Hay hacinamiento en las cárceles. Los centros penitenciarios no son sitios de resocialización, son universidades del crimen. He planteado la construcción de cárceles a través del modelo de alianzas público-privadas, y así podríamos avanzar en descongestión, pero también debe operar la justicia. No puede ser que en las calles se capture a una persona que ha robado 30 veces y vuelven y lo sueltan al otro día. Todo eso tiene que cambiar.
En el tema de los cultivos de uso ilícito, ¿apostaría por la fumigación con glifosato?
Ese es un tema que hoy está frenado.
El expresidente Uribe propuso una reforma constitucional para retomar las fumigaciones, ¿le suena?
El glifosato “es un tema al que no se puede renunciar (...) Si se acaba el glifosato, se acaba el campo colombiano”.
Cualquier elemento en términos de fumigación no debe afectar a grupos poblacionales ni fuentes hídricas. Es un tema al que no se puede renunciar y se tiene que dar bajo todas las condiciones estrictas, para que no afecte comunidades, fuentes hídricas y medio ambiente. Si se acaba el glifosato, se acaba el campo colombiano. El campo utiliza el glifosato también para control de plagas en muchos cultivos. Tenemos una realidad y es cómo se aplica, en qué condiciones y dónde. Es un tema que está pendiente de la reglamentación también de parte de la Corte Constitucional.
Es decir, sí al glifosato, pero bajo ciertos protocolos y vigilancia...
Es que tenemos 245.000 hectáreas de cultivos ilícitos. Esto no es un juego. En 1998 teníamos 190.000. Con productividad una hectárea da un cultivo y medio por año. En el 2012 teníamos 70.000 hectáreas y hoy 245.000, es decir, cinco cultivos al año. Las que están ganando con esto son las estructuras criminales: las disidencias, el Eln, Clan del Golfo, Caparros, Mexicanos. Todas estas estructuras, que tienen un gran fortalecimiento financiero y militar. Eso es gravísimo para las comunidades. Esos son los que asesinan líderes sociales, los que generan miedo y cometen atentados en las ciudades. Esto no es un chiste. Aquí hay que cuidar y preservar el orden. Esas estructuras criminales no pueden estar por encima del Estado.
“Nunca ampararía una política creyendo que la solución al tema de las drogas es solo glifosato”.
Eso sí, nunca ampararía una política creyendo que la solución al tema de las drogas es solo glifosato. Ese no puede ser el eje de una estrategia. Si es necesario se puede aplicar bajo unos conceptos claros de regulación, que no afecte comunidades y medio ambiente, y sí afecte a las estructuras criminales. Pero creo también en el concepto de interdicción, de laboratorios y rutas. También es importante llegar con la sustitución de cultivos, pero que lleguen las vías terciarías y los campesinos puedan sacar sus productos. Es un tema integral.
En una entrevista usted dijo que “se firmó la paz, pero no hay paz”. ¿Para que haya paz verdaderamente se debería reformar el Acuerdo con las Farc?
“Creo en la paz. Lo que no creo es en las Farc”.
No me voy a devolver a una discusión de hace seis años. Voy a dar cumplimiento al Acuerdo. Voté sí al Acuerdo, con la esperanza de que las Farc cumplieran y lo que nunca me ha gustado es que se les hayan dado curules gratis, pero creo en la paz. Lo que no creo es en las Farc. Ellos no han entregado las armas, solo un 50 %. No han reparado a las víctimas. No han dicho la verdad. Es una burla al país. Los únicos que hoy están en paz son los que están en el Congreso por parte de las Farc. De resto mire lo que pasó en los territorios, cómo las disidencias se quedaron con todo, con las rutas. Mire lo que pasó con (Jesús) Santrich, con (Iván) Márquez. Lo que voy a hacer es dar cumplimiento al Acuerdo.
Intervenir las zonas PDET, con las cuales estoy de acuerdo, no es cumplirles a Timochenko o a Pastor Alape. Es cumplirle al país y a las zonas donde el Estado nunca ha llegado. No me quiero devolver al pasado, pero sí creo que no debemos olvidar y que no se puede simplemente pasar la página. Acá hay cosas muy graves y no me refiero solo a la guerrilla. Para mí son igual de despreciables los paramilitares, los guerrilleros y las estructuras del narcotráfico. Se dedicaron todos a lo mismo. Nunca he empeñado un arma y nunca lo haré para hacerle daño a nadie. Ellos sí lo han hecho. Lo que tenemos que hacer es llegar a los territorios y las Farc deben cumplir. La comunidad internacional será garante de eso también, pero sobre todo las comunidades, que son las más afectadas por esa violencia absurda que ha arrebatado vidas y sueños. Debe haber verdad, justicia y reparación. Al día de hoy no ha habido ni la una, ni la otra, ni la otra. Estoy con las víctimas, vengan de donde vengan.
Esta pregunta ya se la sabe de memoria, pero debo hacerla. ¿Qué les responde a quienes dicen que es el “gallo tapado” de Uribe?
“No me voy a poner a hablar mal” de ningún expresidente.
Soy el gallo de la gente, me mantengo en la calle, con la gente. Tengo mi aval independiente, de firmas. No me voy a poner a hablar de otras personas. No voy a atacar a Uribe, no me voy a dedicar a hablar de otros. El 7 de agosto, cuando me posesione como presidente, voy a mirar hacia adelante. La gente no me va a escuchar hablando de Samper, Gaviria, Pastrana, Santos, Uribe o Duque. Lo que sí voy a hacer es escuchar y consultar lo que pueda aportar cada presidente, de acuerdo con lo que ya hizo y a su experiencia. No me voy a poner a hablar mal de ellos. Tengo un tema claro y es el país hacia adelante.
Uribe es una persona a la que le he tenido respeto. Él tiene su candidato, ellos tienen su partido. Tengo mi movimiento, que se llama Creemos, tengo mis firmas (un millón y medio), y voy hacia adelante. No me voy a poner a hablar mal de ninguno de ellos. Miro hacia adelante, de cómo el país tiene que superar la pobreza, la violencia y la corrupción. Mis únicos enemigos son los corruptos y los violentos.
¿Me puede decir tajantemente, de forma textual, que no es el “gallo tapado” de Uribe?
Pero es que esa es una obsesión de ustedes que vuelven y preguntan.
Pero es que la sensación es que no ha sido tajante en decir que no lo es...
“No se me olvida lo bueno que hizo (Uribe) por el país”.
Es como si el único objetivo que tuvieran en las entrevistas fuera ese. Se les vuelve una obsesión y se lo digo con respeto. El país no está pendiente de esas mecánicas políticas. Se lo respondo de esta forma: Uribe es una persona a la que le tengo respeto, que no se me olvida también lo bueno que hizo por el país, como otros expresidentes, y yo estoy mirando es hacia adelante. Que si a mí muchos sectores me quieren apoyar y les gusta mi propuesta de país, que me apoyen. Necesito que me apoyen al que sea de un partido o al que no tenga. Le estoy es hablando al ciudadano.
“Hay gente hoy que me apoya de los verdes”.
¿En Medellín cómo gané? ¿a quiénes les gané? Al Centro Democrático y a otros sectores. Sin arrogancia ni ánimo revanchista lo he hecho. En Medellín gané una elección de manera independiente, con firmas, con el apoyo de la gente y le ganamos al candidato del Centro Democrático, al de (Sergio) Fajardo, a los todos los otros partidos. Eso no me hizo enemigo de ellos. Tenía una cosa clara: que iba a gobernar por Medellín, mi partido era Medellín y voy a sacar lo mejor de todos los sectores. Hay gente hoy que me apoya de los verdes, de diferentes sectores políticos. Si hay gente del Centro Democrático que le gusta mi candidatura bienvenidos. Si es de los conservadores bienvenidos. Si son de la U bienvenidos.
Los liberales, con César Gaviria a bordo, ¿también son bienvenidos?
Hay muchos liberales que les gusta mi propuesta, pero sobre todo hay muchos ciudadanos en la calle, que no pertenecen a ningún partido, y que me quieren apoyar. Esa es mi base, la gente. En eso estoy.
¿Cómo hacer para evitar que en un gobierno suyo pase lo sucedido con Gustavo Villegas, su exsecretario de Seguridad, señalado de tener nexos con la Oficina de Envigado?
A Gustavo Villegas lo capturaron por una supuesta alianza con estructuras criminales. Si alguien combatió esas estructuras en Medellín fui yo, arriesgando mi vida y la de mi familia. La gente me vio luchando día a día en los barrios contra esa gente que no dejaba vivir a nadie tranquilo. Capturamos 160 jefes de estructuras criminales, de la llamada Oficina, y de alianzas de esas estructuras. Lideré la seguridad todos los días y a él lo capturan bajo ese supuesto precepto.
Pero ¿por qué es condenado? Porque siendo secretario de Seguridad no denunció una extorsión de la que era parte él y su familia en una empresa, y por ser funcionario público y no haber denunciado tuvo que pagar cárcel. Ese fue el delito que se le imputó. Esa es la causa, esa es la realidad y es lo que la justicia determinó. Respeto la justicia. ¿Que se equivocó por no haber denunciado la extorsión? Se equivocó, porque como funcionario público tuvo que haber denunciado. Invito a todos los ciudadanos, sean funcionarios o no, a no quedarnos callados y denunciar la extorsión, los delitos, y confiar en la justicia.
Entiendo que él firmó un preacuerdo con la Fiscalía por abuso de función pública y de autoridad justamente por haberse reunido con capos de la Oficina de Envigado...
No, lea bien la determinación de la justicia. Fue básicamente por no haber denunciado esa extorsión y por haber tratado de buscar, siendo secretario de Seguridad, él mismo resolver ese problema porque le habían retenido un camión de la familia y al conductor.
¿Usted defiende que él en ningún momento se reunió con alguien de la Oficina de Envigado?
He confiado y mi posición ha sido clara en eso: si alguien atacó esas estructuras criminales soy yo. Me odian esas estructuras, me odian a muerte, y lo demostraron durante esos cuatro años. Los riesgos continúan, porque no solo los capturamos y les desvertebramos actividades criminales, sino que también les aplicamos extinción de dominio. A una sola estructura como La Terraza, en un solo operativo, se les aplicó extinción de dominio a más de $500.000 millones en propiedades. ¿Usted cree que esa gente a mí me quiere? Me odian. Nunca he tenido una posición diferente a la de combatir esas estructuras y lo demostré. La gente que vive en Medellín, especialmente en las zonas más azotadas, lo saben y lo conocen.
¿El rival a vencer en estas elecciones es Gustavo Petro?
“No creo que (Petro) resolvería los problemas. Cuando estuvo en Bogotá no los resolvió. Habla mucho y hace poco”.
El rival a vencer en estas elecciones es la corrupción y la violencia. Creo que todavía falta que esto se vaya depurando. Es normal que vayan adelante personas que llevan tres o cuatro candidaturas presidenciales, hoy son senadores, tienen todo el reconocimiento y no han parado de hacer campaña. Yo siendo ellos estaría preocupado porque esto apenas comienza. Además, el país ya les dijo que no. ¿Cuántas veces se han presentado y el país ya les dijo que no? Ya. El país necesita algo diferente.
En mi concepto Petro no le conviene al país porque es un discurso de odio y resentimiento, de lucha de clases. No uniría al país, lo dividiría aun más y lo llevaría a una crisis muy profunda en lo institucional y lo social. No creo que resolvería los problemas. Cuando estuvo en Bogotá no los resolvió. Habla mucho y hace poco. Yo le decía hace poco que habla del medio ambiente y cuando fue alcalde, ¿qué hizo? Yo le decía que, sin hablar mucho, cuando fui alcalde trabajé por el medio ambiente y calidad del aire, y me llevé a Medellín la segunda flota de buses eléctricos más grande de América Latina. Ahí está funcionando. ¿Él qué hizo en Bogotá? Se trajo buses basura a contaminar más.
A diferencia de otros candidatos, respaldados por partidos y con estructuras, usted no cuenta con gente propia que pudiese llegar a conformar bancada en el Congreso. ¿Cómo tener gobernabilidad allí?
No tengo candidatos al Senado, no tengo bancada hoy para el Congreso. La gobernabilidad no puede ser por debajo de la mesa. Creo en un concepto en democracia en el que los partidos representen temas sociales, como se hace en el mundo entero. Tiene que ser una discusión de cara a la ciudadanía, ética y pública. Esa es la gran diferencia entre la mermelada y los acuerdos a los que tenemos que llegar con las bases políticas y sociales de cómo vamos a hacer las grandes transformaciones.
Duque lo intentó en el primer año y el Congreso no le caminó....
“Los partidos que logren bancadas y curules en el Congreso tienen que representar temas, no burocracia”.
Tenemos que ver cómo vamos a sacar el país adelante, de cómo puede existir representatividad dentro de los mejores de los equipos. No sufro de superioridad moral frente a otros. Tengo buenas intenciones y eso mismo lo reconozco de parte de muchos sectores políticos, así no esté de acuerdo en algunos temas. Pero gente buena hay en todos los sectores.
No me dejaría chantajear, ni me dejé cuando fui alcalde de Medellín. Ya goberné, ya tengo qué mostrar y a nivel nacional todo va a ser a través de discusiones públicas. Los partidos que logren esas bancadas y curules tienen que representar temas, no burocracia. Debe haber una agenda política pública, pero no negociando por debajo de la mesa. Los debates se tienen que dignificar en el Congreso, que no sean a los gritos o a las peleas, sino a través de los temas. Que el ciudadano recupere la confianza y sienta la esperanza de que muchas cosas pueden llegar a cambiar como tiene que pasar.
Esto no se trata solo de ganar, sino de lograr las transformaciones sociales que requerimos para sacar a la gente de la pobreza, controlar la violencia y luchar contra la corrupción. De lo contrario, solo será cuestión de tiempo para que lleguen proyectos populistas, autoritarios y corruptos al poder. Sí se necesitan cambios en Colombia, pero sin acabar con el país, las instituciones ni con el sector productivo. Esto lo tenemos que hacer entre todos.
JAVIER GONZÁLEZ PENAGOS
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