Así se mueven liberales, Cambio Radical y el uribismo en el tablero electoral
Están liderados por dirigentes influyentes en la política nacional y saben que pueden inclinar la balanza. En el Centro Democrático no hay misterio: están con Federico Gutiérrez. Los otros dos quieren escuchar antes de decidir. Tres fichas claves sin candidato propio a la Presidencia.
Catorce días después de las elecciones a Congreso y consultas interpartidistas, y a dos meses de la primera vuelta presidencial, las fichas del ajedrez político se siguen reacomodando. Faltan nueve semanas en las que el país tendrá la oportunidad de conocer las propuestas de las ocho campañas que hoy están en la línea de partida, y en las que también se escucharán insultos, descalificaciones y noticias falsas, sobre todo en redes sociales, donde la polarización atiza. En ese tablero hay tres fichas fundamentales, las de tres partidos con alto caudal electoral y peso en la opinión pública, liderados por curtidos dirigentes, cuyos movimientos pueden inclinar la balanza para uno u otro lado: el Partido Liberal de César Gaviria, Cambio Radical de Germán Vargas Lleras y el Centro Democrático de Álvaro Uribe.
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Catorce días después de las elecciones a Congreso y consultas interpartidistas, y a dos meses de la primera vuelta presidencial, las fichas del ajedrez político se siguen reacomodando. Faltan nueve semanas en las que el país tendrá la oportunidad de conocer las propuestas de las ocho campañas que hoy están en la línea de partida, y en las que también se escucharán insultos, descalificaciones y noticias falsas, sobre todo en redes sociales, donde la polarización atiza. En ese tablero hay tres fichas fundamentales, las de tres partidos con alto caudal electoral y peso en la opinión pública, liderados por curtidos dirigentes, cuyos movimientos pueden inclinar la balanza para uno u otro lado: el Partido Liberal de César Gaviria, Cambio Radical de Germán Vargas Lleras y el Centro Democrático de Álvaro Uribe.
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Muchos hablan de matemática electoral y hacen sumas y restas a partir de los apoyos y las curules obtenidas por las tres colectividades en los comicios legislativos. Juntas, solo para Senado, representan cerca de 5,3 millones de votos. Y si bien es cierto que a la hora del pulso presidencial imperan más las emociones y la opinión, por encima de las maquinarias partidistas, también lo es que esos respaldos son claves cuando se habla de tratar de acceder al poder. Que muchos piensen que no debería ser así, eso es otra cosa. De hecho, así lo ha entendido el mismo Gustavo Petro, candidato del Pacto Histórico, quien el jueves pasado, en reunión con su bancada elegida en el Congreso, habló de “un gran acuerdo para revitalizar completamente la opción de la paz en Colombia”, en el que incluye a esas fuerzas políticas tradicionales. “Es gente que necesitamos con nosotros”, reconoció.
Un mensaje directo a los liberales, pilares del Acuerdo de Paz firmado con las Farc, y para sectores de Cambio Radical y hasta del Partido de la U, que también se alinearon del lado del entonces presidente Juan Manuel Santos para sacar adelante la cruzada por el fin del conflicto. Más ahora que César Gaviria le dio un portazo al Pacto Histórico, argumentando que “las declaraciones groseras, falsas y malintencionadas” que en su contra ha hecho Francia Márquez, fórmula vicepresidencial de Petro, “constituyen una ofensa inaceptable y hacen inviable cualquier diálogo”. Frente a esa postura las interpretaciones pululan. Dicen, por ejemplo, que Gaviria quería poner ficha a la Vicepresidencia. Algo que Petro negó: “Nada tiene que ver. Pienso que hay temores aún para asumir una posición decidida respecto a cambiar a Colombia”.
Los liberales
En el Pacto Histórico están convencidos de que las bases liberales ya están con ellos y que la “disciplina para perros”, como se llamaba en el pasado cuando se seguía ciegamente los lineamientos de algún líder político, ya no aplica en estos tiempos. Hoy el rumbo de la colectividad del trapo rojo no está claro. Las cuentas sobre los apoyos van y vienen, y varían dependiendo de si se les pregunta a quienes ya están jugados con Petro, como el senador Luis Fernando Velasco, o a los que apuestan por repetir la estrategia de hace cuatro años, cuando se fueron con el hoy presidente Iván Duque. Voces en el interior de la colectividad afirman que Gaviria no ha cerrado del todo la puerta que conduce a Petro. El camino se definirá después de Semana Santa.
En reunión con las bancadas de Senado y Cámara esta semana, se plantearon diversas posiciones. “Muchos apoyaron a Petro, otros hablaron del miedo que le tienen y algunos sugirieron tímidamente la posibilidad de Fico. A final, casi todos dijeron que iban a respetar la decisión de la bancada”, contó un representante, pidiendo la reserva de su nombre, dejando en claro que así la mayoría pida acompañar a Gutiérrez, él no lo haría.
Otro dato clave, y que les sale al paso a los rumores, es que el Partido Liberal no dejará en libertad a su militancia para que partan cobijas y respalden al candidato de su preferencia. “El partido va a actuar como institucionalidad, va a trabajar en unidad frente a la decisión que se tome. Es probable que algunos congresistas de la Cámara y el Senado acompañen al expresidente Gaviria a las reuniones que tendrá de aquí en adelante con los candidatos presidenciales”, señaló uno de los hombres más cercanos al exmandatario. Otro parlamentario, pidiendo anonimato, agregó que la idea es construir una agenda programática en las siguientes tres o cuatro semanas que sirva de base para dialogar con las campañas de Petro y Gutiérrez, y así establecer “líneas rojas”.
Tras la carta de César Gaviria diciéndole “no” al Pacto Histórico, se sabe también de la molestia en algunos legisladores liberales. “No sé si sea una estrategia para irse a la campaña de Gutiérrez, pero así lo quisiera, no puede sacar de tajo a Petro de la competencia. Su figuraes necesaria para negociar. Una de las cosas que dijeron en la reunión de bancada fue que Fico está lleno de compromisos. En términos burocráticos, todo está repartido entre los de la U, el Centro Democrático, los conservadores y Cambio Radical. Entonces, llegaríamos a pelear los restos, y así se repetiría lo que pasó con Duque. Debe jugar con la posibilidad de irse con Petro para negociar con Fico”, aseguró el la fuente.
Sin embargo, otro de los hombres del primer círculo de Gaviria le dijo a El Espectador que el pronunciamiento ante el petrismo sirvió como una constancia de que no se dialoga en medio de ofensas, pero que en ningún caso las palabras del expresidente rompen la probabilidad de adherir al Pacto Histórico. “El mensaje llegó y a partir de antier se han movido buscando recomponer los puentes. No hablo solo de Roy Barreras, hablo de todas las opciones posibles, y en el partido hay voluntad también para eso. Todo tendrá que ser con base en el reconocimiento de unas declaraciones que no fueron acertadas (las de Francia Márquez), que no compartimos y que en adelante, si algo se quiere, tendrá que imperar el respeto y reconocimiento de que somos distintos, pero para eso son los diálogos, para llegar a puntos comunes”, agregó.
De hecho, la fuente pidió leer entre líneas el guiño que ha hecho César Gaviria en los encuentros de bancadas. “Ha hecho la pregunta: ¿Vamos a votar por un candidato que nos represente o vamos a volver a votar por el que diga Uribe?”. El expresidente y su hijo Simón, muy activo en todas estas movidas, se reunirán nuevamente con sus legisladores el próximo martes para continuar construyendo la mencionada agenda programática. El miércoles, Petro desayunará con cerca de 30 representantes y alrededor de siete senadores (entre electos y quemados, en cada Cámara), tratando de fortalecer la alianza que se viene gestando desde hace meses y que ya reúne a los directorios liberales en Risaralda y Tolima.
“Un 70 % de los representantes seguiremos con Petro. Los electos en el Senado posiblemente están más hacia el lado de Federico Gutiérrez. Yo, personalmente, y todo el Directorio Liberal del Tolima, vamos a comunicar la próxima semana nuestro respaldo a Petro y el inconformismo que sentimos. El Partido Liberal no es únicamente César Gaviria. Si bien es cierto que las palabras de Francia Márquez no le gustaron, tampoco fueron irrespetuosas, sencillamente fueron la verdad”, recalcó el representante Ángel María Gaitán, quien no repite curul.
Centro Democrático
En las toldas del uribismo parecen no existir dudas sobre la candidatura que apoyarán. También tienen claras sus líneas rojas y hay confianza en sus bases para desequilibrar la balanza presidencial. Los resultados de la encuesta que hicieron a su militancia para definir ese respaldo se conocerán el martes, pero varios congresistas actuales y electos consultados coincidieron en que todo el partido está con Federico Gutiérrez. Un integrante del comité político que se designó para hacer las preguntas de la encuesta, y que pidió no ser mencionado, está convencido de que el país solo tiene dos opciones: “La segunda vuelta se adelantó. Es evidente que tenemos que ser coherentes y apoyar la opción que representa la defensa de la democracia. El Centro Democrático no solo inclina la balanza, sino que puede ser una bisagra para promover un proyecto incluyente”, dijo.
En eso coincidió la senadora María Fernanda Cabal, una de las más influyentes del uribismo, quien sin dudarlo asegura que ya se decidieron por Gutiérrez. “Es un hecho que el apoyo es para Fico. Yo los veo lejos de irse con Fajardo, que se congeló, o con Rodolfo Hernández, que se desplomó. Fico está con el impulso de las adhesiones”, expresó Cabal, quien incluso se atrevió a “jugar” con la posibilidad de ser la fórmula vicepresidencial de Gutiérrez, algo que descarta. “Se mueren de miedo todos, pero sería buenísimo estar en un debate con Francia Márquez”, añadió.
Para el senador Ciro Ramírez, el fuerte del uribismo es “su alto ingrediente ideológico”, algo que tienen todos los partidos, pero que él ve diferente entre su militancia, la cual ya tenía un fuerte apego por Federico Gutiérrez desde antes de la consulta del 13 de marzo. “A Fico le podemos aportar gran cantidad de gente, porque va a ser una lucha muy dura en contra del discurso de rabia de Petro. El uribismo le puede aportar una gran base de colombianos, y estamos con él”.
Otros congresistas, como la senadora Milla Patricia Romero, prefieren tener más cautela y esperar los resultados de la encuesta para hacer pronósticos. Eso sí, resalta que, más allá del apoyo, la clave está en el respeto a los temas que definió el comité, entre los que se destacan los de la seguridad, política social, autoridad, disminución de impuestos y lucha contra la corrupción. Algo similar señaló el representante Édward Rodríguez, para quien “los acuerdos con los diferentes partidos deben ser programáticos, sobre posturas claras, y en eso Federico Gutiérrez ha abierto muchos espacios”. En conclusión, como mencionó el senador Santiago Valencia, “las bases mayoritariamente, si no todas, ya están con Fico, aunque han intentado satanizarlo como el candidato del uribismo y del Gobierno”. Esto último es un tema a considerar, pues en la misma campaña de Gutiérrez hay quienes creen que un respaldo abierto podría ser perjudicial: las encuestas muestran una dramática caída en la imagen del expresidente Álvaro Uribe, y la desaprobación de la gestión del presidente Iván Duque bordea, en algunos casos, el 80 %.
“Yo soy el candidato de la gente, yo me avalé con un millón y medio de firmas, una candidatura cívica e independiente. He invitado a todos los colombianos a que me acompañen. Colombia no puede seguir dividida entre un partido y otro”, ha dicho el exalcalde paisa, tratando de zafarse de ese traje uribista, caballo de batalla del petrismo. ¿Que si le gustaría tener el apoyo del uribismo? Por supuesto que sí, pero el lío está en salir o no en la foto con el expresidente Uribe. Y tampoco se puede desconocer que en el Centro Democrático hay sectores, minoritarios eso sí, que ven con buenos ojos las aspiraciones de Rodolfo Hernández, Enrique Gómez y hasta la de John Milton Rodríguez, solo que no con la fuerza suficiente para pelearle la Presidencia a Petro, el líder de las encuestas.
Cambio Radical
Para Cambio Radical, el 13 de marzo fue un baldado de agua fría. Perdieron curules en Senado y Cámara, y resignaron toda posibilidad de una candidatura presidencial propia. Habían establecido los resultados de las legislativas y consultas como un indicativo si debían aspirar o no con Germán Vargas Lleras. No se les dio ninguno de los resultados esperados: las listas perdieron apoyos en comparación a 2018 y la coalición de la derecha, la del Equipo por Colombia y de Federico Gutiérrez, tuvo un resultado favorable que hizo poco viable una postulación del exvicepresidente. Así, tras una reunión el martes siguiente a elecciones, se determinó que no tendría candidato propio, pero a la vez que sí estarán en el juego apoyando a alguien. La estrategia pasa hoy por hablar con los distintos sectores en la contienda, acentuados en Gustavo Petro y Gutiérrez.
Los diálogos están siendo dirigidos por el mismo Vargas Lleras y la intención es ver a quién se le da el respaldo, aunque la mayoría en el partido asegura que la corriente corre hacia el exalcalde de Medellín. La razón es que este ya tiene el respaldo de la bancada costeña de Alejandro Char. Aunque el exalcalde de Barranquilla no se lanzó a su precandidatura por Cambio Radical, el llamado “charismo”, que suma varios congresistas actuales y electos, estuvieron a las órdenes de la campaña del Equipo por Colombia. Varios de los consultados dijeron que hay que escuchar y negociar con todos los aspirantes, pero aseguran que las fichas están con Federico Gutiérrez.
“Petro rompería la bancada”, comentó un legislador. Otros dijeron que la verdadera decisión está entre apoyar a Gutiérrez o guardar silencio, estrategia que apuntaría a evitar tensiones. “Simplemente no habría un pronunciamiento de apoyo a algún candidato”. Y tampoco se buscaría dar el mensaje de debilidad hablando de dejar en libertad. El punto medio pasaría porque los miembros apoyen libremente a quien sea y no se hable del tema, como ocurrió en 2018.
Análisis desde la academia
Frente a las movidas y posibles estrategias que podrían adoptar los tres partidos grandes y poderosos electoralmente que no tienen candidato propio a la Presidencia –los liberales, Cambio Radical y el Centro Democrático–, Andrés Parra, profesor de ciencia política de la Universidad de los Andes, explica que la única alternativa posible, antes los resultados legislativos es apostar o por Federico Gutiérrez o Gustavo Petro.
“Para muchos era obvio que Gutiérrez era el candidato del Centro Democrático, al menos de manera extraoficial. Es esperable también que Cambio Radical se monte en el bus de Gutiérrez. El Partido Liberal tiene múltiples facciones en su seno. Alejandro Gaviria era quizá el único que podía haberlos unido. Por eso, es probable que dejen a los militantes en libertad. Debido a que Federico Gutiérrez tiene que cargar el estigma del gobierno Duque, al Partido Liberal no le conviene irse con él”, explica.
De acuerdo con Parra, los liberales, a diferencia de Cambio Radical o el Centro Democrático, tiene un espectro más amplio de opciones para elegir, y puede tomar una decisión afirmando una posición contraria al uribismo, “bien sea apoyando a Petro, a Fajardo (lo cual es muy poco probable), o incluso dejando en libertad a los militantes (una opción más probable)”.
A su turno, Néstor Julián Restrepo, coordinador de la maestría en Comunicación Política de la Universidad Eafit de Medellín, explica que lo que evidencia la situación de los liberales, Cambio Radical y el uribismo es una crisis de representación que data de años atrás y que afecta especialmente a partidos tradicionales como el Liberal. “Al dejar de competir se convierten en lo que podríamos denominar partidos cartel: su única tarea es cooptar puestos burocráticos y tener puestos en la administración. Así, tienden a la desaparición”.
En esa línea, Andrés Parra indica que la ausencia de candidatos propios pone de presente también que el país está cambiando en su configuración política. “Estamos pasando a la lógica normal de una democracia, en donde la polarización ideológica se da entre izquierda y derecha. Sucesos como la crisis social exacerbada por la pandemia, la dilapidación del capital político del uribismo llevada a cabo por Duque y el paro nacional pusieron a los colombianos a hablar, aunque sea de forma implícita, en términos de izquierda y derecha”, precisa.