¿De qué trata el perdón social que propone Gustavo Petro?
Petro revivió el concepto de perdón social cuando se supo que su hermano, Juan Fernando Petro, se reunió en La Picota con el condenado Iván Moreno. Esto le ha traído críticas por supuestamente justificar un acercamiento con el hermano del exalcalde Samuel Moreno.
Bajo la justificación de perdón social, el candidato presidencial Gustavo Petro confirmó la reunión entre su hermano Juan Fernando Petro y el condenado Iván Moreno, también hermano del exalcalde de Bogotá, Samuel Moreno, en la cárcel La Picota. “Nosotros vamos a brindar las opciones desde el 7 de agosto de un perdón social que incluye desde (Álvaro) Uribe hasta el Eln. No nos interesa iniciar nuevos ciclos de violencia, sino terminarlos todos y de manera definitiva. Queremos que ya no exista insurgencia armada contra el Estado, ni narcotraficantes al lado del Estado”, ha dicho Petro al respecto.
>Lea más sobre las elecciones de 2022 y otras noticias del mundo político
Por la polémica suscitada por el encuentro, Petro salió a explicar mejor en qué consiste el concepto. “El perdón social no es para dos hermanos, ¡qué barbaridad! El perdón social es para todos y todas. Es un acto revolucionario que no depende de mí, depende de la sociedad. No es un acto jurídico, es un acto social que inicia una nueva era”, escribió ayer en su cuenta de Twitter.
Pese a las explicaciones, las críticas continuaron, pues para muchos es injustificable hablar de perdón social con los hermanos Moreno, quienes estuvieron detrás del carrusel de contratación, uno de los desfalcos más grandes de la historia de Bogotá. Y por eso, de nuevo, Petro volvió a salir en sus redes a insistir en el concepto.
“El perdón social es social. Sin perdón no hay reconciliación. Si el país ha vivido décadas de violencia, la única manera de saldar las heridas es a partir de un inmenso perdón global. El perdón social es un proceso histórico que implica justicia reparativa y verdad”, escribió este miércoles en Twitter.
Más: Las críticas a Petro por el encuentro entre su hermano y el condenado Iván Moreno.
Siguió el hilo, poniendo ejemplo con Bernardo Miguel Elías, más conocido como “el Ñoño Elías”, quien fue condenado a más de ocho años por el caso de corrupción de Odebrecht. “No se trata como perdonar al Ñoño, se trata de cómo nos perdonamos entre todos y todas como sociedad, en cada territorio concreto para no seguirnos matando los unos a los otros. Para cesar definitivamente la violencia”.
En ese sentido, dijo que el perdón social no busca la impunidad, sino la “justicia reparativa”. “El perdón social no es encubrimiento, es un proceso de verdad histórica. El perdón social no es ni jurídico, ni divino, es un perdón terrenal de la ciudadanía. El perdón social no lo ordena el presidente, sino la sociedad”.
Esta no es la primera vez que Petro habla de perdón social. En el pasado ha llamado a este concepto. “Si el pueblo vota por mí mayoritariamente en el 2022, estará dando un mensaje y un mandato: no solo el inicio de un verdadero cambio del país, sino el comienzo de un momento excepcional de perdón social. No ganaremos para iniciar una nueva guerra, sino para acabarla definitivamente”, escribió en Twitter el 30 de noviembre de 2021.
En definitiva, en redes se siente un rechazo a los acercamientos de Petro con los Moreno en el marco de las elecciones y una incoherencia entre su discurso anticorrupción.
“¿Perdón social? Claro, pero primero: que paguen la condena, que digan la verdad, que devuelvan la plata, que señalen sus cómplices, que pidan perdón. El perdón social no se decreta, se legisla o se impone. Es un proceso cultural y natural”, escribió Katherine Miranda, representante a la Cámara.
Bajo el mismo tono, opinó el exconcejal de Bogotá, Juan Carlos Flórez: “Iván Moreno dirigió junto a su hermano Samuel una banda criminal que saqueó a Bogotá desde la Alcaldía, traicionando de esa manera a millones de bogotanos. Hablar de perdón social para una gente que no devolvió los billones robados es una propuesta inaceptable de Gustavo Petro”.
Otras dudas que se plantearon fueron el por qué Petro busca acercamientos con los Moreno ad portas de unas elecciones, cuando estos, dicen, no aportan votos.
Bajo la justificación de perdón social, el candidato presidencial Gustavo Petro confirmó la reunión entre su hermano Juan Fernando Petro y el condenado Iván Moreno, también hermano del exalcalde de Bogotá, Samuel Moreno, en la cárcel La Picota. “Nosotros vamos a brindar las opciones desde el 7 de agosto de un perdón social que incluye desde (Álvaro) Uribe hasta el Eln. No nos interesa iniciar nuevos ciclos de violencia, sino terminarlos todos y de manera definitiva. Queremos que ya no exista insurgencia armada contra el Estado, ni narcotraficantes al lado del Estado”, ha dicho Petro al respecto.
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Por la polémica suscitada por el encuentro, Petro salió a explicar mejor en qué consiste el concepto. “El perdón social no es para dos hermanos, ¡qué barbaridad! El perdón social es para todos y todas. Es un acto revolucionario que no depende de mí, depende de la sociedad. No es un acto jurídico, es un acto social que inicia una nueva era”, escribió ayer en su cuenta de Twitter.
Pese a las explicaciones, las críticas continuaron, pues para muchos es injustificable hablar de perdón social con los hermanos Moreno, quienes estuvieron detrás del carrusel de contratación, uno de los desfalcos más grandes de la historia de Bogotá. Y por eso, de nuevo, Petro volvió a salir en sus redes a insistir en el concepto.
“El perdón social es social. Sin perdón no hay reconciliación. Si el país ha vivido décadas de violencia, la única manera de saldar las heridas es a partir de un inmenso perdón global. El perdón social es un proceso histórico que implica justicia reparativa y verdad”, escribió este miércoles en Twitter.
Más: Las críticas a Petro por el encuentro entre su hermano y el condenado Iván Moreno.
Siguió el hilo, poniendo ejemplo con Bernardo Miguel Elías, más conocido como “el Ñoño Elías”, quien fue condenado a más de ocho años por el caso de corrupción de Odebrecht. “No se trata como perdonar al Ñoño, se trata de cómo nos perdonamos entre todos y todas como sociedad, en cada territorio concreto para no seguirnos matando los unos a los otros. Para cesar definitivamente la violencia”.
En ese sentido, dijo que el perdón social no busca la impunidad, sino la “justicia reparativa”. “El perdón social no es encubrimiento, es un proceso de verdad histórica. El perdón social no es ni jurídico, ni divino, es un perdón terrenal de la ciudadanía. El perdón social no lo ordena el presidente, sino la sociedad”.
Esta no es la primera vez que Petro habla de perdón social. En el pasado ha llamado a este concepto. “Si el pueblo vota por mí mayoritariamente en el 2022, estará dando un mensaje y un mandato: no solo el inicio de un verdadero cambio del país, sino el comienzo de un momento excepcional de perdón social. No ganaremos para iniciar una nueva guerra, sino para acabarla definitivamente”, escribió en Twitter el 30 de noviembre de 2021.
En definitiva, en redes se siente un rechazo a los acercamientos de Petro con los Moreno en el marco de las elecciones y una incoherencia entre su discurso anticorrupción.
“¿Perdón social? Claro, pero primero: que paguen la condena, que digan la verdad, que devuelvan la plata, que señalen sus cómplices, que pidan perdón. El perdón social no se decreta, se legisla o se impone. Es un proceso cultural y natural”, escribió Katherine Miranda, representante a la Cámara.
Bajo el mismo tono, opinó el exconcejal de Bogotá, Juan Carlos Flórez: “Iván Moreno dirigió junto a su hermano Samuel una banda criminal que saqueó a Bogotá desde la Alcaldía, traicionando de esa manera a millones de bogotanos. Hablar de perdón social para una gente que no devolvió los billones robados es una propuesta inaceptable de Gustavo Petro”.
Otras dudas que se plantearon fueron el por qué Petro busca acercamientos con los Moreno ad portas de unas elecciones, cuando estos, dicen, no aportan votos.