El “acuerdo sobre lo fundamental” que propone De la Calle a Petro y Hernández

En un manifiesto público, el exnegociador de paz y senador electo Humberto de la Calle, les pidió a los dos candidatos que pelearán la segunda vuelta presidencial, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, llegar a un acuerdo sobre temas fundamentales, más allá de las campañas electorales, de tal manera de que, gane quien gane, se afiance esa necesidad de cambio que expresaron los colombianos en las urnas el pasado 29 de mayo. En su concepto, lo que se abrió en el país fue un “camino de esperanza” y “el entierro de la clase política tradicional”, un logro que “hay que solidificar”.

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Para De la Calle, hoy existen nubarrones que pueden conspirar contra ese sentir ciudadano, pues aunque Petro y Hernández representan ese cambio, difieren en distintos puntos y buscan el triunfo incluso desacreditando al rival de manera directa o por bodegas interpuestas. Y hace una advertencia: “No podemos ignorar que fuerzas del régimen han anunciado que abordan la candidatura de Rodolfo Hernández, adhesiones que si bien él no ha aceptado, rondan el ambiente y entorpecen el antes innegable llamado al cambio depositado en las urnas”.

Por eso, reconociendo que la discusión es inherente a la democracia y no debería ser objeto de singular preocupación, pide que pese al pulso político y electoral, que es algo normal, no se permita dar marcha atrás en lo ya conquistado. “Cualquiera que gane la Presidencia debe avanzar en el mandato de cambio establecido de forma mayoritaria en la primera vuelta. Por ello, desde ahora, debe comprometerse de forma pública en un acuerdo sobre temas fundamentales viables”.

Y como un aporte a dicho acuerdo, De la Calle plantea seis puntos que, en su concepto, son claves para no retroceder:

“1. Aceptar el resultado de las elecciones, las cuales deben ser limpias y transparentes. Un estrecho margen de votos en medio de la remanente desconfianza en el órgano electoral, podría conducir a una situación muy grave. Ningún candidato debe alentar o guardar silencio sobre las consejas de fraude, lo cual no impediría las posibles reclamaciones, conducidas en paz y dentro del marco de la ley.

2. Respeto a la Constitución y a los elementos esenciales de la democracia. En el caso de que se proponga modificarla, sólo se acudirá a los mecanismos ordinarios o extraordinarios previstos en la Carta. Ambos candidatos desechan la apelación a caminos extra constitucionales.

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3. La aplicación eventual de los estados de excepción se regirá con sujeción estricta a las normas constitucionales.

4. Preservar el modelo de economía abierta, sin perjuicio de la intervención del Estado para los fines definidos constitucionalmente.

5- Contribuir a conformar en el Congreso una bancada mayoritaria que le dé solidez a los siguientes compromisos: aplicación íntegra del Acuerdo de Fin del Conflicto y búsqueda de una paz total; poner en práctica una política que contribuya a disminuir la crisis social que vivimos; reforma tributaria verdaderamente progresiva; aprobación de políticas públicas avanzadas dentro de un marco de responsabilidad fiscal; compromiso con el medio ambiente con el inicio de una política de eliminación de combustibles fósiles dentro de un esquema progresivo en función por un lado de nuestras realidades fiscales, y por el otro, con la promoción de un escenario internacional basado en la justicia climática”.

En un manifiesto público, el exnegociador de paz y senador electo Humberto de la Calle, les pidió a los dos candidatos que pelearán la segunda vuelta presidencial, Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, llegar a un acuerdo sobre temas fundamentales, más allá de las campañas electorales, de tal manera de que, gane quien gane, se afiance esa necesidad de cambio que expresaron los colombianos en las urnas el pasado 29 de mayo. En su concepto, lo que se abrió en el país fue un “camino de esperanza” y “el entierro de la clase política tradicional”, un logro que “hay que solidificar”.

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Para De la Calle, hoy existen nubarrones que pueden conspirar contra ese sentir ciudadano, pues aunque Petro y Hernández representan ese cambio, difieren en distintos puntos y buscan el triunfo incluso desacreditando al rival de manera directa o por bodegas interpuestas. Y hace una advertencia: “No podemos ignorar que fuerzas del régimen han anunciado que abordan la candidatura de Rodolfo Hernández, adhesiones que si bien él no ha aceptado, rondan el ambiente y entorpecen el antes innegable llamado al cambio depositado en las urnas”.

Por eso, reconociendo que la discusión es inherente a la democracia y no debería ser objeto de singular preocupación, pide que pese al pulso político y electoral, que es algo normal, no se permita dar marcha atrás en lo ya conquistado. “Cualquiera que gane la Presidencia debe avanzar en el mandato de cambio establecido de forma mayoritaria en la primera vuelta. Por ello, desde ahora, debe comprometerse de forma pública en un acuerdo sobre temas fundamentales viables”.

Y como un aporte a dicho acuerdo, De la Calle plantea seis puntos que, en su concepto, son claves para no retroceder:

“1. Aceptar el resultado de las elecciones, las cuales deben ser limpias y transparentes. Un estrecho margen de votos en medio de la remanente desconfianza en el órgano electoral, podría conducir a una situación muy grave. Ningún candidato debe alentar o guardar silencio sobre las consejas de fraude, lo cual no impediría las posibles reclamaciones, conducidas en paz y dentro del marco de la ley.

2. Respeto a la Constitución y a los elementos esenciales de la democracia. En el caso de que se proponga modificarla, sólo se acudirá a los mecanismos ordinarios o extraordinarios previstos en la Carta. Ambos candidatos desechan la apelación a caminos extra constitucionales.

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3. La aplicación eventual de los estados de excepción se regirá con sujeción estricta a las normas constitucionales.

4. Preservar el modelo de economía abierta, sin perjuicio de la intervención del Estado para los fines definidos constitucionalmente.

5- Contribuir a conformar en el Congreso una bancada mayoritaria que le dé solidez a los siguientes compromisos: aplicación íntegra del Acuerdo de Fin del Conflicto y búsqueda de una paz total; poner en práctica una política que contribuya a disminuir la crisis social que vivimos; reforma tributaria verdaderamente progresiva; aprobación de políticas públicas avanzadas dentro de un marco de responsabilidad fiscal; compromiso con el medio ambiente con el inicio de una política de eliminación de combustibles fósiles dentro de un esquema progresivo en función por un lado de nuestras realidades fiscales, y por el otro, con la promoción de un escenario internacional basado en la justicia climática”.