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Ante el clima de desconfianza que persiste en torno al actual proceso electoral por la Presidencia, tras lo sucedido en las elecciones a Congreso del pasado 13 de marzo y la palpable intervención del Gobierno en política electoral, un grupo de exfuncionarios, académicos y empresarios plantea, en un comunicado público, tres recomendaciones puntuales que apuntan, en su concepto, a remediar dichas dificultades.
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La primera de ellas tiene que ver con solucionar la crisis de confianza en la Registraduría, lo cual, dicen, “debe resolverse sin dilación”. Y recomiendan la sustitución del registrador nacional, Alexánder Vega o, cuando menos, la estricta e inmediata vigilancia de sus acciones por parte de los mismos partidos y movimientos políticos, el Consejo Nacional Electoral (CNE), la Procuraduría y las instituciones de la sociedad civil. “En cualquier caso, hay que evitar vacíos institucionales y dilaciones en la organización de los próximos comicios”, señalan.
Sobre las fallas ocurridas en el escrutinio de las elecciones para Congreso, reconocen que estas son, en parte, irreversibles, pues terminarán en litigios que tomarán años sin resolverse. “El deterioro de la confianza en el registrador, que han expresado partidos y candidatos, no se ha resuelto y puede causar daño a los comicios presidenciales”.
En segundo lugar, los firmantes del comunicado recalcan que el Gobierno Nacional, en todos sus niveles, debe ser garante de la contienda electoral, por lo que instan a sus integrantes a mantener la neutralidad y a la Procuraduría a tomar las medidas necesarias para evitar conductas inapropiadas.
En su diagnóstico, aseguran que las acusaciones de intervención en la política electoral por parte de altos funcionarios del Estado es algo que viene creciendo, pese a que es una actividad que prohíbe la Constitución. Y en este punto, incluyen, sin nombrarlo, la reciente réplica que le hizo el comandante del Ejército, general Eduardo Zapateriro, a un trino de Gustavo Petro, candidato del Pacto Histórico, “conducta proscrita a los integrantes de los cuerpos armados de la República”.
Por último, llaman también al respeto a las diferencias en cuanto a raza, religión, inclinación sexual, ideológica o partidista, teniendo en cuenta los ataques que se han visto por estas razones en redes sociales y otros escenarios. Aquí el llamado es a quienes se disputan el poder: “Instamos a los candidatos a desautorizar con energía manifestaciones de sus seguidores que violen esta regla”.
Para los firmantes del comunicado, lo que ha venido sucediendo erosiona los fundamentos de la democracia. “Los procesos electorales son componentes fundamentales de la democracia. De su calidad depende que la ciudadanía reconozca como legítimos los resultados del voto popular. Cuando está seriamente en duda la transparencia de las autoridades electorales, la neutralidad del Gobierno o la limpieza del juego entre los diferentes contendores, queda abierta la posibilidad de que haya inestabilidad institucional y de que estallen severos trastornos sociales”, advierten.
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Entre los firmantes de la declaración se encuentran Mónica Aparicio, Francisco Azuero, Juan Benavides, Jorge Humberto Botero, Carlos Caballero, María Gloria Cano, Jorge Eduardo Cock, Andrés Espinosa, Fenwarth, Arturo García, Rudolf Hommes, José Leibovich, Astrid Martínez, Alejandro López Mejía, Eduardo Lora, Daniel Mejía, Francisco Mejía, Manuela Mejía Pérez, Jaime Millán, Armando Montenegro, Gustavo Moreno, Carolina Murgueitio, Mauricio Olivera, Claudia Orozco, Mauricio Rodríguez, Guillermo Rudas, Eduardo Uribe, Evamaría Uribe, Darío Valencia, César Vallejo, Bernardo Vargas, Ricardo Villaveces y Tito Yepes.