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Las mujeres que han sido candidatas a la Presidencia, Vicepresidencia, Cámara de Representantes y Senado han sido víctimas, sobre todo en entornos digitales, de violencia discriminatoria. Según un estudio hecho por el Observatorio de Violencias Políticas a las Mujeres, las candidatas han sufrido, particularmente, sexualización y menosprecio en el año electoral.
🧵¿Quieres conocer las violencias digitales que experimentan las mujeres que participaron de la primera etapa del proceso electoral en #Colombia? pic.twitter.com/7HcsmxlSIW
— Artemisas (@Artemisas_org) May 9, 2022
El seguimiento a estas conductas violentas se hizo del 1 de enero al 1 de marzo de este año. De acuerdo con el documento presentado por el Observatorio, mujeres como Francia Márquez, Ingrid Betancourt, María Fernanda Cabal y Angélica Lozano, entre otras políticas con fuerte presencia en redes, han sido blanco de estas conductas. “Los mensajes que fueron dirigidos a estas personalidades se agruparon en categorías correspondientes a tipos de violencia online contra mujeres: menosprecio de capacidades, desprestigio, sexualización, menosprecio físico e instrumentalización”, sostuvo el Observatorio.
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De la misma manera, dice el documento, se encontró que hay una tendencia por encasillarlas como marionetas de sus compañeros de partido o de sus fórmulas. Para el Observatorio, este comportamiento provoca que se descarte “por completo su agencia, su trayectoria o el liderazgo que puedan tener de manera independiente”. Uno de los ejemplos que expuso el informe fue uno referente a Francia Márquez, fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro, de la cual, en redes, dijeron que “llegó a ser la fórmula vicepresidencial de Gustavo Petro solo por el hecho de ser mujer, desconociendo sus méritos y trayectoria. Se le encasilla en un rol sumiso de la mujer para el beneficio de alguien más”, dice el documento.
Dentro de la terminología usada para menospreciar a las candidatas, de acuerdo con lo expuesto en el documento, es el calificativo de “loca”. “Varias de las candidatas se vieron expuestas a este tipo de trato y, de manera particular, la candidata Ingrid Betancourt recibió ataques constantes con esa referencia. Incluso, el periodista Daniel Samper utilizó este descalificativo”, señala el Observatorio. Igualmente, en el entorno digital es común, dice el informe, “encontrar referencias al físico de las mujeres candidatas o mensajes que son sexualizantes”.
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Ante los comentarios y actos machistas contra las candidatas, Alejandra Trujillo Uribe, coordinadora de proyectos en temas de género y partidos de la Fundación Friedrich Ebert en Colombia, dijo que todo nace de una cultura “machista y patriarcal”. Para Trujillo, estos actos representan “un obstáculo en el camino hacia democracias paritarias y más representativas. Es necesario tener mecanismos eficaces y transparentes para contrarrestar las distintas manifestaciones de esa violencia política y hoy es imperante que se tenga un énfasis en la violencia digital por el mayor uso de las redes sociales en las campañas políticas y la digitalización de muchas áreas de la vida”.
“Este tipo de narrativas pueden ser catalogadas como violencia psicológica pues desestima, degrada o busca controlar las acciones, comportamientos, creencias y decisiones de otras personas por medio de intimidación, manipulación, amenaza, humillación o aislamiento. Este tipo de violencia se evidenció en todas las categorías de análisis”, señala el documento. Aunado a eso, se encontró que el día con mayor aumento de esas conductas fue el pasado 13 de marzo, día de elecciones.
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