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El revuelo y las preguntas por el proceso de conteo de votos en las elecciones del pasado 13 de marzo aún no paran. Recientemente, el registrador Alexander Vega dijo en RCN Noticias que, luego del escrutinio, aparecieron más de un millón de votos para diferentes colectividades que participaron en los comicios al Congreso. La declaración de Vega fue el elemento disparador para que la Misión de Observación Electoral (MOE) reafirmara una serie de dudas que están aún sin aclarar y que preocupan de cara a la primera vuelta presidencial, que se celebrará el próximo 29 de mayo.
Alejandra Barrios, directora de la MOE recalcó en que, efectivamente, se presenta una una diferencia grande en la transmisión de votos entre el preconteo y el escrutinio, pues para Senado aparecieron más de un millón de votos, y para Cámara cerca de 500 mil votos. ¿Por qué esa cantidad? La Registraduría atribuye ese desface a posibles irregularidades de jurados de votación y al diseño de los formularios E-14, utilizados para evidenciar el preconteo en las mesas de votación.
Si bien a ojos de Vega el foco del problema está en esos dos factores, Barrios resalta que no se puede seguir poniendo la atención únicamente en estos. “Eso no explica por qué estamos hablando de una diferencia de alrededor el 6 % o 7 %, entre lo que se transmitió y lo que realmente se escrutó, pues en otros procesos electorales hablamos de un 0.5 % de diferencia. Eso muchísimo menos explica por qué la afectación de esa omisión de transmisión de información se concentra de manera particular en una de las organizaciones políticas, tanto para Cámara como para Senado”, indicó.
Barrios cuestionó el argumento de Vega, pues, dice, si el problema se encuentra única y exclusivamente en el formulario E-14, en la Cámara entonces no se debió presentar la abismal diferencia de votos porque para esa corporación el diseño del formulario es distinto. “Sin acceso a la información precisa y clara para conocer cómo se dio la conformación de las diferentes mesas, no podremos reconstruir lo que pasó el 13 de marzo, ni dónde se dio la fuga, un hecho que tiene relación con el trabajo de la Registraduría y de los contratistas de la entidad”, agregó.
En ese sentido, la directora de la MOE fue enfática en el tema de la conformación de las mesas de votación: “¿Cuáles mesas estaban principalmente conformadas por organizaciones políticas?, ¿cuáles por estudiantes, contratistas, funcionarios de empresas, de qué departamentos?” preguntó de cara a la opinión pública. Solo con esos datos, insiste, sería posible hacer un análisis que arroje la imagen completa de los comicios realizados el pasado 13 de marzo y que dejaron tan mal parada a la Registraduría de Alexander Vega.
“Si la Registraduría no tiene esa información, no puede dar explicación concreta de qué fue lo que pasó. ¿La fuga estuvo en la transmisión, en la captura, en el software? Sería importante que Disproel, empresa contratada para la transmisión de datos, diera las explicaciones, cuáles son las mejoras y medidas adoptadas para que esto no se repita en las elecciones a la Presidencia”, concluyó.
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