Gustavo Petro arrasó en primera, pero ¿logrará el “cambio” en segunda vuelta?
El exalcalde de Bogotá no ganó en primera, como quería el Pacto Histórico, pero alcanzó la cifra histórica de 8′522.399 votos. Petro tiene el enorme desafío de romper su techo electoral y así conquistar a los indecisos en el centro-oriente del país.
Como lo predijeron las encuestas, Gustavo Petro fue el gran ganador de la primera vuelta presidencial. Muy a pesar de los sectores más conservadores y de derecha del país, y para alegría de las orillas de izquierda y centro izquierda, el candidato alcanzó la cifra histórica de 8’527.049 votos. Es decir, el 40,32 % de la gente que asistió a las urnas lo apoyó, cosa que lo catapultó con una distancia de más de dos millones y medio de votos por encima de Rodolfo Hernández. Además, se cumplieron varias de las tendencias y predicciones que desde el corazón de la campaña plantearon sus estrategas. Es su tercera candidatura presidencial y está más cerca que nunca de ser el próximo presidente de la República, pero, también, se encuentra un poco más lejos: entra al desafiante escenario de lograr más de 10 millones de papeletas, esto en medio del “toconpé” (todos contra Petro) y con un rival mucho más difícil a la hora de disputarse la repartición de los votantes indecisos.
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Como lo predijeron las encuestas, Gustavo Petro fue el gran ganador de la primera vuelta presidencial. Muy a pesar de los sectores más conservadores y de derecha del país, y para alegría de las orillas de izquierda y centro izquierda, el candidato alcanzó la cifra histórica de 8’527.049 votos. Es decir, el 40,32 % de la gente que asistió a las urnas lo apoyó, cosa que lo catapultó con una distancia de más de dos millones y medio de votos por encima de Rodolfo Hernández. Además, se cumplieron varias de las tendencias y predicciones que desde el corazón de la campaña plantearon sus estrategas. Es su tercera candidatura presidencial y está más cerca que nunca de ser el próximo presidente de la República, pero, también, se encuentra un poco más lejos: entra al desafiante escenario de lograr más de 10 millones de papeletas, esto en medio del “toconpé” (todos contra Petro) y con un rival mucho más difícil a la hora de disputarse la repartición de los votantes indecisos.
(Lea: “¿Qué clase de cambio queremos: suicidarnos o avanzar?”: Gustavo Petro)
El objetivo de ocupar la Casa de Nariño inició en 2006, cuando se midió como precandidato presidencial en una consulta que perdió contra Carlos Gaviria, entonces máximo exponente de la izquierda. Su aspiración empezó durante el apogeo del uribismo. Hoy, 16 años después, en pleno ocaso del poder del expresidente Álvaro Uribe, Petro está ante su posibilidad más grande de materializar esa intención. Los resultados de ayer le constataron su capacidad de crecer el capital político que ha cultivado en los últimos 30 años. No solo dobló los votos que sacó en la primera vuelta de 2018, sino que sobrepasó con un millón de votos más la cifra del candidato de Iván Duque (7’569.693 sufragios). Su conquista se evidencia en el mapa electoral que entregó la Registraduría: si hace cuatro años Petro ganó en 10 departamentos, este domingo triunfó en 20, contando a Bogotá en ambas radiografías.
“Hoy podemos decir que el proyecto político del presidente Duque y sus aliados ha sido derrotado en Colombia. Creo que la votación total de Colombia lo que lanza es ese mensaje central al mundo: se acaba un periodo, se acaba una era. Estamos a un millón de votos de ganar. Ganó el país que no quiere seguir un día más con los mismos y las mismas que nos ha llevado a la situación dolorosa en la que hoy estamos”, dijo en su discurso en el salón rojo del Hotel Tequendama de Bogotá. Allí los ánimos estuvieron encendidos desde el primer momento, más exactamente desde que se obtuvo el 3% de los resultados cuando Gustavo Petro comenzó a liderar los escrutinios.
(Vea: Mapa electoral 2022: así votó Colombia en las elecciones presidenciales)
Para esto, cambió su estrategia: construyó un proyecto más allá de la izquierda política y movimientos sociales e incluyó a otros sectores como el liberalismo, la U, y algunos de Cambio Radical cosa que antes hubiera parecido improbable y que hoy, le sumó pero también le ha pesado. Lo cierto es que en esta ocasión conquistó Cesar, Magdalena, Bolívar, imponiéndose como el ganador en la Costa Caribe. También en Quindío y Risaralda, y Valle del Cauca. Todos estos territorios fueron zonas que favorecieron a Iván Duque en 2018, ahora le dieron la bendición al candidato del Pacto Histórico. En Chocó, Nariño y Putumayo salió victorioso con más del 70 %, y en muchos departamentos en los que se impuso Rodolfo Hernández, Petro resistió con apoyos del 30 % (entre los más bajitos está Norte de Santander, en el que sacó 15 % y en Santander, la tierra de Hernández, obtuvo 20 % de votos). Aguantar la derrota en estos lugares, con porcentajes considerables, era algo que tuvieron muy en cuenta sus estrategas.
Por 11 largos puntos porcentuales, Gustavo Petro no ganó en primera vuelta. Si bien le dijo a este diario que no estaba obsesionado con “el cambio en primera”, adeptos al Pacto Histórico trabajaron por cumplir esa frase. Perdió en Antioquia, que era clave, y en Cundinamarca, un departamento en el que si bien no tuvo tanto despliegue durante su campaña, se esperaba un poco más de votos pues este lo eligió la primera vez que llegó al Congreso. Allí, sin embargo, mantuvo preponderancia en los municipios de Facatativá, una plaza importante para el líder opositor, también en su natal Zipaquirá, Funza, Sopó, Soacha, Mosquera, Cabrera, Sibaté, Guataquí y Nariño. En Girardot y Madrid, donde hizo eventos que salieron algo desafortunados (en Madrid no hizo evento en plaza pública sino en el parque de un barrio popular que no se llenó del todo), ganó Rodolfo Hernández.
¿Qué sigue?
Según Roy Barreras, el tema ahora no es de alianzas, sino de contrastar propuestas. Otras dos personas dijeron que tratarán de reunificar a los liberales, a sumar a gente de la coalición Centro Esperanza, sobre todo militantes verdes que han sido los más propensos a alinearse con sus posturas y que tienen raíces políticas parecidas a las del candidato. Por ejemplo, Alejandro Gaviria, que tuvo la tarea de engordar las propuestas de la campaña de Sergio Fajardo, estaría acercándose a la orilla petrista desde antes de la primera vuelta. Un político de centro le contó a El Espectador que en los próximos días intentarán sellar uniones con al menos otros dos partidos. Esto también habría estado en diálogo desde antes, pero por ahora prefirieron no dar nombres puntuales.
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“La corrupción no se combate con frases de Tik Tok. Mi contradictor está imputado por corrupción. ¿Eso es lo que queremos? No es un proceso de mentiras. Son unos indicios reales. ¿Seguimos por ahí? ¿Seguimos por el camino de las frases huecas mientras lo que se hace es seguir con las cosas como están? Una sociedad en la que los hombres gobiernan y las mujeres cocinan: ¿eso no es de hace dos siglos? ¿Podemos ser una gran Nación si admiramos a Hitler?”, manifestó Petro en su discurso el domingo.
Desde el círculo más alto de la campaña se ha proyectado que uno de los grandes desafíos en estos 20 días que faltan para la segunda vuelta (se votará el 19 de junio) es dar argumentos de seguridad a mayores de 65 años, pues como apuntan las encuestas a partir de ese rango etario bajan los apoyos. La campaña también perfiló que el 40 % de votos sería el techo en el que se inscribiría Petro, algo en lo que acertó. Por eso, y teniendo en cuenta que de diciembre de 2021 a esta etapa la negatividad del político bajó 10 puntos, sus estrategas le apuntan, entre otras cosas, a que el voto de opinión, el de los indecisos, llegue a la propuesta de “cambio sereno y tranquilo”, que ha descrito Petro.
(Conozca: Rodolfo Hernández: “Cuento con ustedes para ganar en segunda vuelta”)
Ese es el panorama actual para que el hombre de las plazas le gane al hombre de 77 años que ha reinado en Tik Tok. Con un guiño adicional: Gustavo Petro expresó en unas de sus apariciones públicas que “si cambia Antioquia, cambia Colombia”. Esta vez no fue así, pero la afirmación tendrá validación o no el próximo 19 de junio en las urnas.