“La política no es pa’ machos”, la campaña de la UE para promover a las candidatas
La Unión Europea en Colombia se ha preocupado por trabajar en sus líneas de acción la participación política efectiva de las mujeres. Con esta campaña le apunta a desmontar mitos de que la política es solo para hombres.
Así como la participación política de las mujeres como candidatas aumentó en estas elecciones, también las campañas que le apuntan a promover sus aspiraciones y la importancia de que más mujeres lleguen a puestos de poder. Entre las iniciativas, la Unión Europea lanzó “La política no es para machos”, con la que buscan desmitificar que este oficio no es para mujeres y, a su vez, alertar sobre la violencia a la que estas son objeto por esas creencias culturales.
>Lea más sobre las elecciones de 2022 y otras noticias del mundo político
Para ello, lanzaron un decálogo contra el micromachismo político, con el que ilustran qué situaciones en las que se ven envueltas las mujeres no son normales, son injustas o están llenas de estereotipos o sesgo de género.
Por ejemplo, señalan como acto de micromachismo incluir a una mujer en una lista solo por cumplir la Ley de Cuotas. Esos comportamientos de los partidos hay que desnaturalizarlos y atacarlos con apoyo y respaldo económico, de publicidad y formación para las mujeres.
Otra situación que se ilustra es la dicotomía de las mujeres que deben de escoger entre su carrera política o la familia, debido a que las tareas del cuidado recaen en ellas por la asignación sexual de roles. Lo normal es “que las cargas del cuidado sean compartidas y que no afecten el ejercicio político de nadie”.
“Estas acciones del decálogo suelen ser consideradas inofensivas, menores y hasta normales, pero no lo son. Impiden la participación efectiva de las mujeres en el ejercicio político y con esto perdemos todos y todas”, dijo Gilles Bertrand, embajador de la UE.
Más: #VotoPorEllas, la campaña de organizaciones de mujeres para impulsar a candidatas.
La Embajada explicó que “las actitudes micromachistas que constituyen violencia psicológica y simbólica se convierten en obstáculos para la participación de las mujeres en política”. Por ende, se hace necesario visibilizar estas acciones que impiden que las mujeres participen en igualdad con los hombres.
“Para desaprender estos comportamientos es fundamental contar con el compromiso de los partidos y movimientos políticos, reconociendo que este es un problema que sí es real, que estos actos de micromachismos sí constituyen un peligro para las mujeres que participan en política, para la sociedad y para la democracia, y se comprometen a tomar acciones para desalentarlos y enfrentarlos”.
Así como la participación política de las mujeres como candidatas aumentó en estas elecciones, también las campañas que le apuntan a promover sus aspiraciones y la importancia de que más mujeres lleguen a puestos de poder. Entre las iniciativas, la Unión Europea lanzó “La política no es para machos”, con la que buscan desmitificar que este oficio no es para mujeres y, a su vez, alertar sobre la violencia a la que estas son objeto por esas creencias culturales.
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Para ello, lanzaron un decálogo contra el micromachismo político, con el que ilustran qué situaciones en las que se ven envueltas las mujeres no son normales, son injustas o están llenas de estereotipos o sesgo de género.
Por ejemplo, señalan como acto de micromachismo incluir a una mujer en una lista solo por cumplir la Ley de Cuotas. Esos comportamientos de los partidos hay que desnaturalizarlos y atacarlos con apoyo y respaldo económico, de publicidad y formación para las mujeres.
Otra situación que se ilustra es la dicotomía de las mujeres que deben de escoger entre su carrera política o la familia, debido a que las tareas del cuidado recaen en ellas por la asignación sexual de roles. Lo normal es “que las cargas del cuidado sean compartidas y que no afecten el ejercicio político de nadie”.
“Estas acciones del decálogo suelen ser consideradas inofensivas, menores y hasta normales, pero no lo son. Impiden la participación efectiva de las mujeres en el ejercicio político y con esto perdemos todos y todas”, dijo Gilles Bertrand, embajador de la UE.
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La Embajada explicó que “las actitudes micromachistas que constituyen violencia psicológica y simbólica se convierten en obstáculos para la participación de las mujeres en política”. Por ende, se hace necesario visibilizar estas acciones que impiden que las mujeres participen en igualdad con los hombres.
“Para desaprender estos comportamientos es fundamental contar con el compromiso de los partidos y movimientos políticos, reconociendo que este es un problema que sí es real, que estos actos de micromachismos sí constituyen un peligro para las mujeres que participan en política, para la sociedad y para la democracia, y se comprometen a tomar acciones para desalentarlos y enfrentarlos”.